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Castrokracia la degeneración maquiavélica de la kakistocracia.

El origen de la perpetuación de todos los males bajo la tiranía revolucionaria castrista.

Kakistocracia es un término que se refiere al gobierno de los peores, es decir, de aquellos que carecen de capacidad, moral o ética para ejercer el poder. Es una forma de gobierno que se caracteriza por la corrupción, la incompetencia, el abuso y la tiranía. La kakistocracia es lo opuesto a la meritocracia, donde los mejores son los que gobiernan.

La palabra kakistocracia proviene del griego kakistos, que significa “el peor”, y kratos, que significa “poder” o “gobierno”. El término fue acuñado por el escritor inglés Thomas Love Peacock en su novela Crotchet Castle, publicada en 1831. En ella, uno de los personajes dice: “No vivimos bajo una democracia, sino bajo una kakistocracia”.

Castrokracia” es un neologismo, un término que combina las palabras “Castro” y “kakistocracia“. La primera se refiere a la familia que ha gobernado Cuba desde 1959, cuando Fidel Castro lideró la revuelta que derrocó al dictador Fulgencio Batista. La segunda proviene del griego “kakistos“, que significa “el peor“, y “kratos“, que significa “poder”. Así, una kakistocracia es un gobierno formado por los peores elementos de una sociedad, los más corruptos, ineptos e inmorales. La castrokracia, entonces, es un gobierno que reúne lo peor de ambos conceptos: el nepotismo, el autoritarismo, el dogmatismo y la incompetencia.

La Castrokracia es una versión maquiavélica de una kakistocracia que afecta al pueblo cubano. Se trata de deformación inescrupulosa que representa la peor de las versiones, una especie de red o secta mafiosa que transforma toda institución en organización criminal.   De esta forma no representa solo una forma de gobierno, sino también una condición social que afecta a todos los ámbitos de la vida del cubano.

Bajo el régimen castrokrático, la sociedad se ve sometida a la arbitrariedad, la injusticia, la violencia y la opresión. Los derechos humanos son pisoteados, la libertad de expresión es censurada, la educación es manipulada, la cultura es degradada y la economía es saqueada. Si bien se considera a la kakistocracia como el origen de todos los males que aquejan a las naciones bajo un régimen totalitario.

Como forma extrema de kakistocracia, la castrokracia, donde el poder se concentra en una sola persona o partido, que ejerce un control absoluto sobre todos los aspectos de la vida pública y privada de la nación. se esgrime sobre la base al culto a la personalidad del líder, la propaganda, el terrorismo de estado, la represión política y social, y la eliminación de toda oposición y disidencia.

La historia muestra numerosos ejemplos de kakistocracias totalitarias que han causado enormes sufrimientos y daños a sus pueblos y al mundo. Algunos de ellos son el nazismo en Alemania, el estalinismo en la Unión Soviética, el maoísmo en China, el castrismo en Cuba, el chavismo en Venezuela y el kimismo en Corea del Norte.

El marco teórico de la castrokracia pinta una imagen de un modelo fallido y obsoleto que no representa los intereses o aspiraciones de la población cubana, sino que sólo sirve a los intereses de una élite privilegiada y parásita. Esta élite se aferra al poder a expensas del sufrimiento y el sacrificio de millones de ciudadanos cubanos.

Las características generales distintivas de una kakistocracia pueden incluir las siguientes:

1. Incompetencia generalizada: Los líderes en una kakistocracia a menudo carecen de las habilidades, el conocimiento y la experiencia necesarios para desempeñar eficazmente sus deberes. Como resultado, su gobierno tiende a ser ineficiente e ineficaz.

2. Falta de mérito: Los puestos de liderazgo se otorgan sin tener en cuenta el mérito, la capacidad o la calificación, a menudo por nepotismo, favoritismo o azar.

3. Corrupción: Dado que los líderes en una kakistocracia a menudo carecen de ética y no están calificados para sus roles, la corrupción puede ser rampante. Esto podría tomar muchas formas, incluyendo el nepotismo, el favoritismo, el soborno y el fraude.

4. Falta de responsabilidad: En una kakistocracia, los líderes a menudo evitan la responsabilidad por sus acciones y decisiones. Esto puede ser debido a una falta de transparencia, un sistema de justicia débil o la falta de medios eficaces para hacerlos responsables.

5. Fracaso en la prestación de servicios: En una kakistocracia, la incapacidad de los líderes para desempeñar adecuadamente sus roles puede llevar a un fracaso en la prestación de servicios esenciales a los ciudadanos. Esto puede incluir cosas como la educación, la atención sanitaria, la infraestructura y más.

6. Mala gestión de los recursos públicos: Los recursos del estado son mal administrados, a menudo debido a la incompetencia o la corrupción, lo que lleva a una ineficiencia económica y una mala prestación de servicios.

7. Desinterés por el bienestar público: Los líderes a menudo se preocupan más por mantener su poder y privilegios que por el bienestar de la población que gobiernan.

8. Falta de transparencia y rendición de cuentas: La transparencia en la toma de decisiones y la rendición de cuentas son a menudo escasas, una farsa o inexistentes.

9. Insatisfacción y descontento público: Dada la corrupción e incompetencia que a menudo se ven en una kakistocracia, no es sorprendente que a menudo haya un alto grado de insatisfacción y descontento entre la población.

10. Pérdida de confianza en las instituciones: En una kakistocracia, la falta de liderazgo efectivo y la corrupción generalizada pueden llevar a una pérdida de confianza en las instituciones gubernamentales.

Esa dicotomía entre las promesas propagandísticas y la dolorosa realidad de la castrokracia sustenta un examen crítico de los impactos a largo plazo del régimen en la sociedad cubana y su posible trayectoria futura. La castrokracia bajo el totalitarismo está definida por una serie de características políticas y estructurales negativas que ejemplificaré a continuación:

1. Centralización del poder: En una kakistocracia con un sistema totalitario comunista, el poder puede estar concentrado en manos de una única figura, como un dictador, o en un pequeño grupo de élite. Este grupo tiene la capacidad de tomar decisiones sin la necesidad de un consenso más amplio o la aprobación del pueblo. Fidel Castro ejerció un poder casi absoluto durante décadas, y su hermano Raúl asumió un papel similar después de él. En la actualidad, el denominado Diaz-Canel ha sido designado a dedos por la cúpula castrista. Otro ejemplo de esto podría ser la Corea del Norte bajo la dinastía Kim, donde el poder está altamente centralizado.

2. Falta de transparencia y rendición de cuentas: Las decisiones gubernamentales y las políticas se realizan a puerta cerrada, sin la participación ni la comprensión de la población en general. Esto permite el robo de fondos públicos, el enriquecimiento personal y otras formas de corrupción. El régimen totalitario castrista ha sido ampliamente criticado por la falta de transparencia y por su corrupción institucional. Otro ejemplo de esto podría ser la corrupción generalizada que ha sido reportada en varios países, como en la Venezuela bajo el régimen de Nicolás Maduro.

3. Supresión de toda disidencia: En el castrismo, la crítica al gobierno está prohibida y suele ser castigada con represión política, encarcelamiento y violencia. Muchos disidentes han sido encarcelados a lo largo de los años y se han reportado que las violaciones de los derechos humanos representan la norma para el régimen. También es el caso de China, donde las críticas al gobierno comunista a menudo son censuradas y los disidentes suelen ser detenidos.

4. Corrupción generalizada: En una kakistocracia, la corrupción a menudo está arraigada en todos los niveles del gobierno. Bajo la castrokracia la corrupción es sistémica, afectando a la totalidad de las instituciones. Esto puede manifestarse en sobornos, nepotismo, fraude y otras formas de corrupción. Cuba al igual que la antigua Unión Soviética ha sido ampliamente denunciada por el alto nivel de corrupción institucional.

5. Manipulación de la economía: Un gobierno centralizado de este tipo, controla los recursos del país y utiliza la economía para su propio beneficio. Esto se evidencia por el control estatal de las industrias, y la asignación de recursos al servicio de las necesidades del régimen. Cuba, tiene una economía altamente controlada por el estado, con prácticamente todas las industrias estatizadas, y dirigidas por una élite política.

6. Violación de los derechos humanos: Los gobiernos autoritarios y totalitarios a menudo son conocidos por violar los derechos humanos de sus ciudadanos, incluyendo el derecho a la libertad de expresión, la libertad de reunión, el derecho a un juicio justo, etc. Las organizaciones internacionales de toda índole y el exilio cubano han criticado regularmente al régimen castrista por sus violaciones de los derechos humanos.

7. Culto a la personalidad: Como en muchas kakistocracias, bajo la castrokracia se puede observar la presencia de un culto a la personalidad alrededor de los líderes. Estos cultos pueden tomar la forma de una adoración excesiva y la presentación de los líderes como infalibles. Un ejemplo clásico de esto fue la Unión Soviética bajo Stalin, donde se produjo un intenso culto a la personalidad del líder. También había un fuerte culto a la personalidad alrededor del dictador Fidel Castro, y en menor medida, de Raúl Castro.

8. Control de los medios de comunicación: En un régimen totalitario, el gobierno a menudo tiene un control estricto sobre los medios de comunicación. Esto puede incluir la censura de noticias y opiniones que son críticas con el gobierno, así como la promoción de propaganda estatal. La República Popular de China, por ejemplo, mantiene un control considerable sobre los medios de comunicación. El régimen castrista por su parte controla la totalidad de los medios de comunicación nacionales y sus ecos los acreditados, encargados de promover la propaganda castrista y censurar las voces disidentes.

9. Educación politizada: En una kakistocracia, la educación puede ser utilizada como una herramienta de propaganda, con el currículo escolar a menudo sesgado para promover la ideología del estado y para inculcar la lealtad al gobierno. Un ejemplo de esto podría ser la Alemania Oriental (RDA) durante la Guerra Fría, donde la educación era fuertemente politizada. La educación en Cuba ha sido una herramienta de adoctrinamiento sistemático para inculcar la ideología castro-comunista.

10. Purga de opositores políticos: En un estado totalitario, a menudo se llevan a cabo purgas para eliminar a los opositores políticos, que pueden ser considerados una amenaza para el poder del gobierno. Esto puede incluir la eliminación física, como asesinatos o encarcelamientos, o puede implicar la expulsión de personas de posiciones de poder. Un ejemplo notorio de esto fueron las purgas estalinistas en la Unión Soviética.

La castrokracia por su parte ha perfeccionado su maldad creativa, siéndole más rentable la coacción, extorsiones, persecuciones políticas y linchamientos públicos. Con un modus operandi mafioso como organización criminal la policía política (Seguridad del Estado) realiza el trabajo sucio para el sistema.  Es así como a lo largo de más de seis décadas, ha habido varias purgas de opositores políticos en Cuba, con numerosos informes de detenciones, encarcelamientos, torturas y exilio forzoso.

11. Limitaciones a la libertad de movimiento: En el régimen castrista, los ciudadanos enfrentaron restricciones significativas para viajar al extranjero hasta las reformas parciales implementadas en 2013. En las que aún queda las sombrías ejecuciones de los “regulados”, como forma arbitraria y permanente de presión política.

12. Control de la información del Internet: El acceso a Internet en Cuba ha sido históricamente limitado y controlado por el estado, independientemente de los avances recientes en la accesibilidad en su mayoría por presión internacional, e interna.

13. Control estricto sobre el sistema judicial: En un régimen totalitario, el sistema judicial consigue estar sometido al control del partido en el poder, perdiendo su independencia. En Cuba, la independencia del sistema judicial ha sido cuestionada, con críticos argumentando que los tribunales actúan inmoralmente a favor del Estado.

14. Control de la actividad económica y empresarial: Durante la mayor parte de la era castrista, la actividad económica y empresarial estuvo profundamente controlada por el Estado, con pocas oportunidades para empresas privadas. Y a pesar de que desde 2010, el régimen ha permitido un aparente espacio para la actividad empresarial privada, esta se encuentra fuertemente regulada políticamente.

15. Sistema de vigilancia y espionaje interno: Muchos regímenes totalitarios mantienen sistemas de vigilancia interna para mantener el control sobre la población. En Cuba, se ha demostrado que el régimen ha utilizado sus llamadas “organizaciones de masas” como los Comités de Defensa de la Revolución (CDR), a modo de sistema de vigilancia en función del régimen.

16. Sistema de racionamiento: Para controlar y distribuir los recursos limitados, el régimen castrista implementó un sistema de racionamiento de alimentos y otros bienes básicos, que todavía está en funcionamiento. Este sistema juega un papel fundamental en el lavado de imagen de régimen, en la dependencia del pueblo al Estado/Partido/Líder/Nación y solo termina por socializar la miseria.

17. Limitaciones en la propiedad privada: Durante mucho tiempo, la propiedad privada estuvo muy restringida en Cuba, aunque ha habido anuncios de cambios en esta política en los últimos años, pocas veces son poco más que propaganda.

18. Restricciones a la libertad religiosa: En las primeras décadas de la revolución, el régimen castrista fue oficialmente ateo y hubo restricciones a la práctica religiosa, aunque esto ha cambiado con el tiempo.

19.  Política de pleno empleo: En línea con su ideología socialista, el régimen castrista implementó una política de pleno empleo, garantizando un trabajo a cada ciudadano capaz de trabajar, pero como esclavos asalariados, puesto que los salarios y las condiciones laborales han sido motivo de críticas y denuncias por violación de los derechos laborales.

Existen, además, importantes similitudes en la estructura y las tácticas de control que pueden ser comparables entre una secta criminal mafiosa y un sistema centralizado totalitario de partido único, especialmente cuando ese régimen es dirigido por una kakistocracia.

1. Liderazgo indiscutible y autoridad centralizada: Tanto en una organización mafiosa como en un estado totalitario, hay una figura o grupo de figuras en la cima que ejerce un control absoluto. En una mafia, esto puede ser un jefe o “capo“, mientras que, en un estado totalitario, esto puede ser un líder político, como un presidente o primer ministro, o un grupo centralizado de líderes, como un comité central del partido. La autoridad de estos líderes no suele ser cuestionada abiertamente dentro de la organización o el estado. Durante la época de Fidel Castro y luego con su hermano Raúl Castro, el liderazgo ha sido indiscutible y la autoridad está fuertemente centralizada en la figura del líder y su círculo interno.

2. Culto a la personalidad: En muchas organizaciones mafiosas y en estados totalitarios, los líderes pueden ser objeto de un culto a la personalidad, donde se espera que los miembros o ciudadanos muestren una lealtad absoluta y una adoración casi reverencial hacia el líder o los líderes. El culto a la personalidad de Fidel Castro fue una característica distintiva del régimen. La personalidad carismática de Castro y su posición como un líder revolucionario fueron promovidos extensivamente en los medios estatales e inculcados a todos los niveles de enseñanza.

3. Control del disenso: Ambas organizaciones buscan minimizar o eliminar el disenso. En la mafia, la desobediencia puede resultar en castigos severos. Del mismo modo, los regímenes totalitarios suelen ser implacables en la persecución y represión de disidentes. El régimen castrista es conocido por su dura represión de los disidentes, con detenciones frecuentes de periodistas independientes, activistas de derechos humanos y opositores políticos.

4. Corrupción e ilegalidad: En el caso de una organización mafiosa, la ilegalidad es inherente a su naturaleza. En un estado totalitario dirigido por una kakistocracia, el estado puede comprometerse en actividades ilegales o inmorales para mantener y consolidar su poder. A pesar de las proclamaciones oficiales de moralidad y legalidad, la castrokracia ha sido acusada de involucrarse en actividades ilegales, incluyendo narcotráfico, para mantener y consolidar su poder.

5. Control de la economía: Ambas organizaciones pueden buscar controlar y manipular la economía para su beneficio. Las mafias a menudo buscan infiltrarse en sectores legítimos de la economía para lavar dinero y consolidar su poder. En un estado totalitario, el gobierno puede controlar los medios de producción y las principales industrias. En Cuba, la castrokracia controla a través del Estado las principales industrias y el sistema bancario, y la actividad económica privada ha sido históricamente limitada y fuertemente regulada.

6. Control de la información: Las organizaciones mafiosas a menudo operan en secreto y buscan controlar la información dentro y fuera de la organización. De manera similar, los estados totalitarios suelen controlar los medios de comunicación y limitar el acceso a la información para mantener a la población en la oscuridad y limitar la crítica al régimen. Como hemos argumentado antes, la castrokracia controla los medios de comunicación, censurando las voces disidentes y limitando el acceso a fuentes de información externas. Dirige una maquinaria propagandística con ingentes cantidades de presupuestos público.

7.  Uso del miedo y la violencia: Tanto las mafias como los regímenes totalitarios pueden usar la violencia y el miedo para mantener a la gente en línea y disuadir la resistencia. El régimen ha utilizado la violencia y el miedo para mantener a la gente en línea, incluyendo detenciones arbitrarias, vigilancia y acoso de los disidentes, linchamientos de la imagen pública y actos de repudio.

8. Sistema de jerarquías y lealtades: Ambas estructuras, la mafiosa y la totalitaria, presentan una marcada jerarquía, donde cada nivel tiene deberes y lealtades específicos hacia sus superiores. Cualquier desafío a la autoridad es castigado severamente. El Partido Comunista de Cuba tiene una estructura jerárquica clara, con lealtades y obligaciones que fluyen hacia arriba desde la base hasta los más altos niveles de liderazgo. También el resto de las instituciones tienen un sistema de compra de voluntades dirigida a los “confiables”, los leales al régimen.

9. Código de conducta y leyes internas: Al igual que las mafias, los regímenes totalitarios suelen tener un código de conducta interno, con normas y regulaciones que son impuestas de manera estricta. Ambos sistemas premian la obediencia y castigan la transgresión. La Constitución de Cuba y otras leyes y regulaciones establecen normas de conducta y lealtad a los lideres, al Estado y al Partido Comunista.

10. Explotación del trabajador: En las mafias, los trabajadores a menudo son explotados, obligados a trabajar en condiciones difíciles y con poca remuneración. En los sistemas totalitarios, los trabajadores como esclavos asalariados pueden enfrentar condiciones similares, con poca libertad para cambiar de empleo o protestar por las condiciones laborales. A pesar de la retórica oficial sobre la justicia social, la mayoría de los trabajadores en Cuba enfrentan bajas remuneraciones y condiciones laborales difíciles.

11. Aislamiento de la comunidad externa: Tanto las sectas mafiosas como los regímenes totalitarios pueden buscar aislar a sus miembros o ciudadanos del mundo exterior. Esto puede ser para mantener un control más fuerte y prevenir la influencia de ideas externas. El régimen ha limitado históricamente el acceso a las influencias extranjeras y ha restringido el viaje al extranjero.

12. Uso de propaganda: Al igual que las mafias pueden usar la propaganda para glorificar sus acciones y reclutar a nuevos miembros, los regímenes totalitarios usan a menudo la propaganda para legitimar su poder y promover su ideología. El régimen ha utilizado la propaganda para promover su visión del socialismo y para criticar a sus adversarios, tanto internos como externos.

13. Infiltración en las instituciones: Tanto las organizaciones mafiosas como los regímenes totalitarios pueden buscar infiltrarse en diferentes instituciones para consolidar su poder. En el caso de las mafias, pueden ser instituciones legales como empresas o cuerpos policiales. En el caso de los estados totalitarios, pueden ser instituciones de la sociedad civil, como sindicatos o grupos de derechos humanos. El régimen castrista ha buscado controlar todas las instituciones de la sociedad, desde los sindicatos hasta los grupos culturales y deportivos.

14. Nepotismo y favoritismo: Tanto en las mafias como en los estados totalitarios, los lazos familiares y las lealtades personales a menudo desempeñan un papel importante en la distribución de poder y recursos. Las relaciones familiares y la lealtad al Partido han sido factores clave en el acceso a las posiciones de poder en Cuba.

15. Economía paralela o subterránea: Las mafias operan economías paralelas a través del contrabando, el tráfico y otras actividades ilícitas. De manera similar, en los estados totalitarios a menudo surgen economías subterráneas como respuesta a las restricciones y la falta de bienes y servicios. En respuesta a la escasez y las restricciones, se ha desarrollado en Cuba una economía subterránea en la que los bienes y servicios se intercambian fuera del control estatal.

Pero ¿cuáles serían las características distintivas de la Castrokracia como forma extrema de kakistocracias?

1. Maquiavelismo: Esta es una referencia a las tácticas políticas que valoran el poder y el éxito por encima de la ética o la moralidad. En el contexto de una “castrokracia”, esto podría significar que los líderes están dispuestos a usar cualquier medio necesario para mantener y consolidar su poder, incluso si eso implica engañar, manipular o explotar a la población o a otros actores políticos.  Las manifestaciones del maquiavelismo institucionalizado (estructuras burocráticas del Estado) son las siguientes:

a. Pragmatismo extremo: Se priorizan los resultados por encima de los medios para lograrlos. Esto significa que las acciones que de otra manera se considerarían inmorales o no éticas, como el engaño, la manipulación o incluso la violencia, podrían justificarse si se considera que conducen al “bien mayor” o al beneficio del estado.

b. Realpolitik: Se da prioridad a los intereses y necesidades pragmáticos del estado, incluso a expensas de los valores ideológicos o éticos. Esto puede llevar a decisiones políticas que parecen cínicas o despiadadas, pero se justifican en términos de lo que es “necesario” para la supervivencia o el éxito del estado.

c. Centralización del poder: El maquiavelismo a menudo implica una concentración de poder en manos de un líder o grupo selecto. Esto podría llevar a una burocracia altamente jerárquica y autoritaria, donde el poder se ejerce de manera desigual y se concentra en la cima.

d. Manipulación y control: Un estado maquiavélico podría utilizar técnicas de manipulación para controlar tanto a los funcionarios públicos como a la población en general. Esto podría incluir el uso de la propaganda, la censura, la vigilancia o incluso el miedo para mantener el control y reprimir la disidencia.

e. Falta de transparencia: En un sistema donde el engaño y la manipulación son herramientas aceptables de poder, es probable que exista una falta de transparencia. La toma de decisiones puede estar oculta, y puede ser difícil para los ciudadanos entender realmente las acciones y motivaciones de su gobierno.

2. Servilismo: Este término sugiere que los subordinados en el gobierno, o la población en general, son extremadamente sumisos a los líderes. Esto podría ser debido al miedo, la coacción, el engaño, la manipulación o una combinación de estos factores.

3. Compra de voluntades: Esto implicaría el uso de sobornos, favores, recompensas u otros incentivos para ganar la lealtad o la cooperación de otras personas. Bajo la “castrokracia”, estos medios se utilizan para controlar a los funcionarios del gobierno, a los miembros del partido, a la población o a otros actores políticos.  

4. Arribismo: Este término sugiere una fuerte ambición y el deseo de ascender en la jerarquía del poder, incluso si eso requiere acciones inmorales o no éticas. En la “castrokracia”, esto implica la eliminación de rivales políticos, la explotación de la población o la manipulación del sistema político para ganar más poder.

5. Nepotismo: Esto se refiere a la práctica de favorecer a los amigos y familiares en la asignación de puestos de trabajo, contratos, favores y otros beneficios. Para la “castrokracia”, el nepotismo indirecto suele ser una práctica común, lo que permite a los líderes mantener el control del poder dentro de su círculo íntimo.

La “castrokracia“, representa una secta en la que los líderes están dispuestos a usar cualquier medio necesario para mantener y consolidar su poder, incluso si eso implica engañar, manipular o explotar a la población o a otros actores políticos. Esto significa que las acciones que de otra manera se considerarían inmorales o no éticas, como el engaño, la manipulación o incluso la violencia, podrían justificarse si se considera que conducen al «bien mayor» o al beneficio del estado. Esto lógicamente incluye el uso de la propaganda, la censura, la vigilancia o incluso el miedo para mantener el control y reprimir la disidencia.
De esta forma, la toma de decisiones puede estar oculta, y suele ser difícil para los ciudadanos entender realmente las acciones y motivaciones reales de su gobierno.

En su emblemática obra “1984”, George Orwell introduce el concepto de “neolengua”, un idioma modificado por un régimen totalitario con el propósito de dominar el pensamiento de la sociedad, convirtiendo en inaccesibles las ideas contrarias a las “nuevas verdades” impuestas.

Este fenómeno puede ilustrar un acápite importante en el desmantelamiento y la desaparición de la democracia cubana previa a las dictaduras de Castro (y Batista). El uso de la neolengua, incluyendo eufemismos y redefiniciones del lenguaje, sirve para manipular la percepción de la realidad y redefinir nuestro entendimiento universal del mundo, como un constructo de “consciencia social”. Esta estrategia se aplica para modificar la convivencia social, en beneficio político de quienes la ejercen.

En el caso de la Cuba pre-castrista, el castrismo comenzó empleando estas tácticas para consolidar su poder. Cuando asumieron el oficialismo, los términos y las ideas se suavizaron, distorsionando la realidad percibida por la población. ¿Dónde quedaron las denuncias de violencia policial o los presos políticos? ¿Y qué pasó con la auténtica transparencia en el gobierno?

Pronto la “castrokracia“, degeneró en amasijo de corrupción peor que del régimen de Batista, ejerció presión política contra los intelectuales cubanos y del mundo. Ellos se vieron enfrentados al dilema de las tres alternativas: la prisión política, la sumisión o el exilio. El régimen se apropió de todos los medios de comunicación, estableciendo un monopolio estatal que imponía un filtro de cancelación política, y definió lo que era políticamente correcto a favor de un constructo distópico conocido como “La Revolución”, mujer, amante, e hija a la vez, del propio Castro.

En su maquiavélico ascenso al poder, castro y su el régimen transformaron de manera drástica el lenguaje cotidiano, eliminando el pensamiento crítico para silenciar no solo a la disidencia, sino a toda crítica. En lugar de promover el debate y la pluralidad de ideas, esenciales para cualquier democracia saludable, se exaltó la conformidad y la obediencia.

Castro bajo el control de la dictadura militar centralizó el poder con la justificación de haber sido el “elegido” por el pueblo, sin siquiera haber ido a elecciones democráticas jamás. Con el uso estratégico del lenguaje, apelaron a la retórica de la liberación y el progreso, aunque en realidad esto llevó a la muerte de la floreciente democracia cubana.

El castrismo logró esto a través de una combinación de control de los medios de comunicación, adoctrinamiento en las escuelas, y la represión de las voces disidentes. Este monopolio del lenguaje y la narrativa histórica permitió a los líderes mantener una fachada de legitimidad mientras acumulaban poder sin control.

La castrokracia se basa en un sistema piramidal que pondera al leal independientemente de sus capacidades técnicas. En la cúspide se encuentra el líder máximo, por varias décadas Fidel Castro, concentrando en una sola figura todos los órganos de poder. Actualmente la figura pública es Miguel Díaz-Canel, el sucesor designado por Raúl Castro, el hermano menor en la dinastía. El verdadero poder parecer residir en Alejandro Castro Espín por el momento alejado de la vida pública.

Debajo del líder máximo se encuentran los miembros del “Buró Político del Partido Comunista de Cuba (PCC)”, el único partido legal en el país. El PCC controla todos los órganos del Estado, incluyendo el “Consejo de Estado”, el “Consejo de Ministros”, la “Asamblea Nacional del Poder Popular” y el “Tribunal Supremo Popular”. En Cuba bajo la tiranía cakistokrática, se vota, pero no se elige, en una farsa de elecciones que representa un mecanismo para evitar el ascenso y la selección del disidente.

El PCC también controla las “Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR)” y el “Ministerio del Interior (MININT)”, que son los encargados de reprimir a los opositores y mantener el orden público. El PCC se encarga de adoctrinar a la población mediante la educación, la cultura y los medios de comunicación, que son todos estatales y censurados. El PCC también controla las organizaciones de masas, como la “Central de Trabajadores de Cuba (CTC)”, la “Federación de Mujeres Cubanas (FMC)”, la “Unión de Jóvenes Comunistas (UJC)” y los “Comités de Defensa de la Revolución (CDR)”, que son instrumentos para vigilar y movilizar a los ciudadanos.

La castrokracia no tolera ninguna forma de disidencia u oposición. Si alguien se atreve a criticar al gobierno o a exigir sus derechos, se enfrenta a una serie de consecuencias negativas. En primer lugar, se le imputan cargos falsos o arbitrarios, como “desacato“, “desorden público“, “propaganda enemiga” o “peligrosidad social“. Estos cargos pueden llevar a detenciones temporales o permanentes, sin garantías procesales ni acceso a un abogado independiente.

En segundo lugar, se le amenaza a él y a sus familiares con represalias físicas o psicológicas, como golpes, torturas, chantajes o despidos laborales. En tercer lugar, se le somete a un linchamiento público, mediante campañas de difamación y descredito en los medios oficiales o en las redes sociales controladas por el gobierno.

En cuarto lugar, se le limita la posibilidad laboral, ya que solo puede acceder a empleos precarios o informales, sin seguridad social ni beneficios. En quinto lugar, se le plantean las opciones: someterse y vivir sumiso, portarse bien para que le permitan el exilio, o pasar la vida como preso político.

La castrokracia ha generado una situación insostenible para el pueblo cubano. La economía está en crisis, debido a la ineficiencia del modelo estatal, la dependencia de la ayuda externa, y el agravamiento por la pandemia de COVID-19. La pobreza, la escasez, la inflación y el desempleo son problemas crónicos que afectan a la mayoría de la población. La salud, la educación y los servicios públicos se han deteriorado, debido a la falta de recursos, personal e infraestructura. La libertad, la democracia y los derechos humanos son una quimera, debido a la falta de pluralismo, participación y garantías. La cultura, la identidad y la soberanía nacional son una farsa, debido a la falta de diversidad, creatividad y autodeterminación.

La democracia cubana, que en su inicio prometía tanto, fue sofocada por este uso manipulativo del lenguaje y la centralización del poder. El resultado fue un sistema en el que la libre expresión, el pensamiento crítico, y la disidencia política fueron marginados y finalmente eliminados.

Es crucial aprender de la historia cubana y entender cómo la manipulación del lenguaje puede ser una poderosa herramienta de control y represión. Como ciudadanos, debemos insistir en el valor de la pluralidad de ideas, la libertad de expresión, y la importancia de mantener viva la llama del pensamiento crítico.  

Debemos aprender nuevamente a exigir a nuestra clase política un uso correcto y transparente del lenguaje, para preservar la verdad de los hechos. No se trata de polarizaciones, sobre quienes tienen o no la razón, sino de la búsqueda objetiva y ética de la verdad. La distorsión de términos con el objetivo de destruir a la oposición o encubrir errores es un acto de corrupción e irresponsabilidad democrática.

Ese modo de actuar político que distorsiona la verdad y la manipula para restringirla a un dogma, o pensamiento político particular solo genera desconcierto, crispación y deterioro de los valores. No debemos olvidar las lecciones de la historia cubana y cómo la manipulación del lenguaje puede contribuir a la aniquilación de la democracia.

En definitivas la castrokracia es el gobierno de los que se aprovechan del poder para enriquecerse, oprimir y explotar al pueblo. Es el gobierno de los que no tienen escrúpulos, ni principios, ni valores, de los que mienten, manipulan y engañan. El gobierno de los que no tienen patria, ni honor, ni dignidad.

La Castrokracia es un mal que debemos combatir con todas nuestras fuerzas. La única forma de evitarla o superarla es mediante la democracia, el estado de derecho, la separación de poderes, el respeto a los derechos humanos, y la participación ciudadana. Solo así podremos construir una sociedad más justa, libre y próspera.

¡Patria y Pinga, o así balbuceo la moringa!

«El traje de la virtud / Viste mil veces el fraude, / Y el mundo á ciegas aplaude / Con necia solicitud. / Más que placer, inquietud / Debe al hipócrita dar / Ese incienso popular, / Ese mundano oropel, / Pues nadie sabe cómo él / Cuánto tiene que tapar». —Raimundo de Miguel, “Fabulas Morales”, 1874.

Paciencia tuvo la muerte al sorprender Nicanor por la boca, y en el lecho del unicornio, que delirando ser rocinante a su molde le restringía, mientras luchaba su yuca predicando psicologías al día con catalejos chinos causantes de ceguera político-filosófica, bizquera para doblegar ingenuidades de enanitos verdes repujados por arcaicos muñequitos rusos, sin juguetes, sin parques, pero siempre uniformados.

Apologistas del Holodomor, jineteros de la plusvalía, que cubrieron con sangre de pueblo a los ángeles caídos. En su doble enterramiento, aquel que amaba los perros, caía de las amordazadas estadísticas, sin saber que quienes le daban sepultura, eran los mismos que se inventaron al susodicho Che, y que nunca fueron como aquel, más que por lo rancia y sanguinaria de su propia asesina hiel. En estampidas como zombis de cloacas y camaleones de espíritu reptante, erraron huyendo de su Némesis hasta que les toco a la puerta, la “Dies Irae” del octavo mandamiento de su propio Guillermo Tell.

«El diablo con alas, con su corazón desierto, verá venir al karma como tormenta a su cuerpo». —Diablo Con Alas Al2 El Aldeano & Raymond Daniel

Del hipócrita que nunca fui, al cínico que eres, prefiero ser anormal, antes que cobarde cómplice. Ahora los bandos comienzan a ser más parecidos a nuestra realidad, a la realidad “real”, con todo y redundancia, a la diversidad objetiva de la naturaleza en sí misma.

Resulta que, despejado el humo de la unanimidad, a la autoproclamada “magnánima” revolución de los humildes y para los humildes, quienes único la defienden son las ciberclarias con su amo el anónimo “guerrero” de la bazofia, la casta castrista, su oligarquía y élite política.

Esta confesión pretende ser reivindicativa de aquella “Mea Culpa” moral, que cada cubano ha de experimentar si se decide a ser sincero alguna vez en su vida. Durante ese doloroso duelo liberador de evocar al recuerdo, todo aquello que refleja la desgarradora aceptación de saberse engañado.

Porque durante mucho tiempo fui parte de esa mentira colectiva, de una ilusión de sociedad implantada que se desmorona cada día desde su mismísimo comienzo y aparentemente interminable principio del fin. Y contra el silencio cómplice pretenden ser estas palabras, elocuente testimonio.

«Afuera, nada de miedos, a fuera, siempre habrá luz si me pierdo… nadie quien pregunte para abrirme el pecho: ¿vienes del izquierdo?, ¿vienes del derecho?» —Buena Fe

Eso vociferábamos prácticamente todos en la “Plaza de la Revolución” otrora y más cubanamente llamada “Plaza Cívica”, señalando enfáticamente y al unísono hacia el mar del norte, a esa simbólica dirección de malecón y 90. Era un aliviadero de rabias y descontentos, a la libertad de expresión cotidianamente negada, reprimida dentro de una sociedad putrefactamente hipócrita hasta la más absurda sumisión.   

Para ese entonces no tenía tan claro yo lo de sincronización cerebral, albergaba nociones de manipulación de las masas, de cómo se puede crear una falsa conciencia colectiva mediante el uso de símbolos, consignas y rituales. Ya sospechaba yo que había sido y estaba siendo parte de un experimento de ingeniería social sin precedentes, sometidos al control social extremo, de una tiranía que disfrazada de utopía terminó siendo un mero constructo distópico del absurdo.

De cierta forma intuía yo, que estaba renunciando a mi individualidad, a mi capacidad crítica, a mi derecho a disentir. Por claro, sí que tenía, aun dándote el veneficio de la duda, que no había total sinceridad en tu trabajo, porque a fin de cuentas es raro que un egresado de C.I. (contrainteligencia) abandone tan fácil su boniato (carné de la seguridad del estado).    

Pero naufragaba solo, como todo joven cubano con criterio propio, a sotavento por los intangibles bordes de un agujero negro institucional que te succiona al dogmatismo, al tribalismo sectario y, por si fuera poco, siempre a contracorriente de una masa sin más cantera que la ideología del odio. Ese socialismo/comunismo divino como religión política y propaganda que intenta enmascarar a un sistema mafioso, los abusos de poder de una institución tan profundamente corrupta que debería ser tratada como una organización criminal.

Por las deprimentes, y no por eso menos amadas calles de mi Habana, donde el tiempo parecía detenerse para intentar ocultar como sus colores se van desvaneciendo. Tal como aquel que jamás fue de parís, deambulaba yo, como quien se ha perdido a sí y en sí mismo, como quien buscaba una salida fuera sabiendo, que la tiene dentro, una esperanza con voz propia.

Pero solo encontraba muros, silencios y miradas vacías de autómatas del miedo. Sobrevivientes de la insalubridad, peregrinos de las colas del hambre, fieles del conformismo, perpetuadores de la desidia, militantes del inmovilismo, aduladores de la kakistocracia, vasallos de la doctrina y la ideología del odio.

Mientras más buscaba, más me alejaba de esa blasfemia al cubano y si historia mambisa, refugiado en Martí, como él, más radical me volvía. Bajo los ideales fundadores de la república soñada, planificada y nacida desde el exilio, en el corazón de la más libre de las democracias. Más y más vomitiva me resultaban la retórica de los pretendientes del apóstol.

Reprimiendo a gritos los sueños de viajar, simplemente porque eran, para el cubano de a pie, una mera antesala para emigrar. Pero sufriendo sin poder contener los deseos de conocer otras realidades, donde expresarme libremente.

Por entendido tenía, que ninguna sociedad, hasta la fecha, por avanzada o civilizada que fuera, ha logrado que la unidad sea la característica esencial que la defina. También resulta innegable, que algunas han logrado una elocuente armonía participativa y funcional como verdaderas democracias. Y otras, como la nuestra, tristemente impone y vive para imponer un canon dogmático y del que hace inescrupulosa propaganda sobre su falsa realidad.  

«Cuba está sufriendo tus clarias no son serias, Ya no saben cómo disimular tanta miseria». —Al2

No es mi interés intelectualizar más el conflicto que tenemos, aislándolo de aquellos que más que nosotros, necesitan reconocerlo y personalizarlo. Pero habiéndome sentido aludido, por médico, y, sobre todo, por cubano conectado a nuestra vergonzosa realidad, pretendo desahogarme sobre tus falacias, desde mi experiencia personal, mi proceso de despertar y desaprender la absurda ideología que me habían estado inculcando desde niño.

Es mi interés invitar a los cubanos a reflexionar sobre lo que somos y lo que queremos ser como pueblo. Intento contribuir, y quizás, enriquecer el diálogo sincero y respetuoso entre todos los cubanos, sin importar su forma de pensar o su ubicación geográfica. Es mi anhelo compartido de vivir la libertad de logar algo más que soñar con un futuro mejor para nuestra patria, sin partido único ni falsas dicotomías discriminatorias.

Tú has dicho, de una manera u otra, que en Cuba la educación superior es gratuita y que eso es una ventaja frente a otros países donde hay que pagar por ella, y por eso a los que deciden residir en otras naciones se les debería cobrar tal supuesto privilegio.

«no me regales más nada, déjame ganármelo yo… no me cobres luego a pedradas» —Buena Fe

Es terriblemente fácil aprovecharse de la ignorancia de un pueblo, aislado geopolítica y socialmente, al verse imposibilitado de viajar a consecuencias de su perene huida de la miseria y la falta de libertades, por su deprimente poder adquisitivo, y por si fuera poco, por necesitar permiso de salida de su amo y señor, Leviatán (estado/ gobierno/ partido/ dirigente).

Suelo ser de los que persevera estratégicamente, de los que no se quejan, de los profundamente agradecidos, lo que no evita que también sea, de los que prefieren labrar su camino por escabroso que fuera, antes que mendigar limosnas o prostituir su carácter con prebendas compra voluntades.

Podría comenzar diciéndote directamente que preferiría haber pagado la carrera si de antemano supiera que después me la iban a estar cobrando en sangre y sacando a todas horas como si hubiese sido un regalo de lo real maravilloso… pero en realidad la pagué y con creces.

Pasemos por alto, no por menos importante, que, aunque las matrículas en las universidades son gratuitas, existen otros costos asociados, como los gastos de transporte, libros y materiales de estudio, que recaen en los estudiantes y sus familias. ¿Imaginas los resultados de estudiantes que solo lean libros fusilados y atrasados?

Ya sé, “no puedes estar en todas”, y no imaginabas que la escuela de medicina cubana tuviera libros viejos y fotocopiados sin permiso, violando masivamente los derechos de autor (de esto sí que entiendes algo tú). Pero no andemos de prisas, porque tu misa de réquiem ya el Aldeano, desde su cueva te la había recitado.

«Con la realidad, se ve, no estás comprometido, vives bien gracias a ese pueblo que está tan jodido. Vine a escupirte con clase, comunista arrepentido, y a soltarte con la cara, más roja que tu apellido» —Al2 El Aldeano

Comencemos por mencionar que la “gratuidad” de la educación superior en Cuba ha estado acompañada de un sistema de control ideológico y político, donde se espera que los estudiantes adhieran y promuevan los principios y la agenda revolucionaria del gobierno. Esto limita la libertad académica y la posibilidad de un pensamiento crítico independiente.

Por ejemplo, en tu “revolución maligna”, esa en la que “todos son Fidel, pretenden, fingen o quieren serlo”, no había plazas ideológicas para mí. Porque es una “universidad para los revolucionarios”. Según me comentaron fui salvado en un acto de verdadera buena fe contrarrevolucionaria. En la que una profesora de psicología cambió mi respuesta a tan absurda y discriminativa pregunta, enfrentándose al chivatón de turno de la F.E.U. participante del trío que me entrevistó.

Algo que lógicamente no supe hasta muchos años después de “pasada” aquella “prueba de aptitud”, otro engendro y filtro revolucionario para el apartheid político al que nos ha sometido el castrismo que defiendes, por más de medio siglo ya.

De esa forma estarías cobrando un servicio, para el cual ningún cubano ha tenido la oportunidad de escoger. Todas las Universidades en Cuba son en esencia la misma mole burocrática, dirigida y supervisada por las “políticas revolucionarias”.

Como todo lo que se basa en el absurdo (moral y de eficiencia) de la centralización, o sea la planificación central, como es el caso de toda institución sobreviviente en Cuba, de obligada subordinación al Partido Comunista de Cuba, el cual ha estado en manos de los hermanos castros por más de seis décadas.

La enseñanza en Cuba está profundamente sesgada y destinada al adoctrinamiento sistemático, a todos los niveles, y funcionando en favor del políticamente útil constructo “revolución/dirigentes/partido/estado”. Imposibilitándole la enseñanza a pensar por sí mismos y con pensamiento crítico, que solo se generaría al haber sido expuestos a la mayor parte del espectro de los pensamientos políticos, sociales y filosóficos existentes.  

Pero vamos a los pagos de la carrera, que es lo que te preocupa a ti, y al de los selectivos puestes. Pues en mi caso, como el de la mayoría, la carrera comencé a pagarla bien temprano, tan temprano como sin haberla terminado. Y me explico, fue durante lo que debía ser el “internado profesionalizante”, el paso más importante antes de comenzar a ejercer como médico recién graduado.

Eran tiempos en los que “el proferta de la moringa” y “ridículo de la olla reina” comenzaba a pagar con esclavos asalariados, sus delirios megalomaníacos, la deuda adquirida por el parasitismo económico al discípulo y tirano de Venezuela. Así que decidió enviar a colegas como “esclavos de bata blanca”.

Como has dicho que no puedes estar en todas, te explico que nuestro Leviatán (Estado / Nación / Gobierno / PCC), se queda con más del 90% (siempre más del 70%) del salario de las llamadas misiones médicas, y varias organizaciones por los derechos humanos le ha acusado formalmente antes las Naciones Unidas.

Ya sé, —no me digas—, ese dinero es “necesario” para “comprar la leche” de los niños de 0 a 7 años. También el recaudado por los pasaportes a 400 CUC, la totalidad del pescado que es exportado, y del monopolio estatal ETEC.SA además, y así, todo lo que quepa en el saco o, mejor dicho, en el pozo sin fondo. Lo vergonzoso es, que todavía haya personas que se lo crean, ¿no te parece?  

Como era de esperar de una autocracia cerrada (según RoW: Regimes of the World), de hecho, el régimen autocrático más longevo del hemisferio. Dejó a nuestro pueblo prácticamente sin médicos, y tapando parches como de costumbre, obligó a los estudiantes a sustituirlos. Por esa época, aunque no estes en todas, era palpable el sentir de los cubanos de a pie pidiendo permutas para Venezuela buscando ser atendidos medicamente.

Así que, en deplorables condiciones, me pusieron en 6to año de la carrera a trabajar sin sueldo, con un estipendio ridículo e irreal, como médico (aún sin estar graduado) de toda una población que antes era atendida por varios médicos de distintos consultorios. O sea que me OBLIGARON a estudiar y trabajar, justamente lo que tanto le critican al capitalismo, sólo que esta vez, era una “necesidad de la revolución altruista”.

Naaa, ¿qué dices, en Cuba?, no puede ser, si aquí todo es espontaneidad. —¿Qué cómo te obligan? ─ Pues sencillo, lo típico, te chantajean con ser expulsado de la carrera.  

Por ejemplo, como cuando en medio de la pandemia, la decana de la Facultad de Medicina de la provincia de Holguín ordenó a un estudiante retirarse el nasobuco (mascara) durante una conferencia de clases.

O el episodio éticamente inconcebible del Dr Rafael González Ponce de León, decano de la Facultad Calixto García de la Universidad de Ciencias Médicas de la Habana, participando en la extorsión durante los ilegales interrogatorios por la policía política al secuestrado estudiante Ariel Falcón conocido en las redes por @YoUsoMiNasobuco y coaccionarlo por su apoyo a #SOSCuba y el #11JCuba con su la carrera como moneda de cambio.

¿Que los estudiantes universitarios chantajeados con perder la carrera si no colaboran, sean enviados contra su voluntad y exponiendo sus propias vidas en las labores de pesquisaje (cribado) de casos de COVID-19 no le parece esclavitud moderna?

Ojo, que dicen que “tanta culpa tiene el que mata la vaca, como el que le aguanta la pata”, y por esas fechas andabas en dúo muy activo, y no precisamente cantando. Y acoto antes que todo, no se trata de pensar diferente, ni de a que bando se pertenece, si ambos fuéramos en igualdad de condiciones, con honradez, ética y sobre todo iguales ante la ley.

Pero hacerse el “pulcro revolucionario” dentro de una mole de policías encubiertos de civil, otra muchedumbre coaccionada, arengada a actuar con palos (dentro de ellos jóvenes del servicio militar obligatorio), y la policía uniformada todos de parte de un bando, es como mínimo el abuso de poder más vergonzosamente cobarde de nuestra historia.

Pregonar tolerancia, y hacer alarde de democracia cuando se escupen sandeces en actos de repudio, pero atar a los otros y masacrarlos cuando les toca su turno, es lastre moral, un tatuaje de inhumana cobardía a nuestra genealogía de cubanos.     

Le comento también que me hicieron pagar con dolor y cierto sufrimiento, cuando violando mis derechos de libertad, y como si de un preso en mi propia patria se tratara, pisotearon mi derecho a viajar libremente, todas y cada una de las veces que me negaron la salida del país. Primero por ser estudiante de medicina, suena inhumano, ¿verdad?, y después por ser médico, hasta parecería un castigo por haber escogido una profesión maldita.

Pero no solo me privaron de la libertad de circulación, también enunciada como libertad de movimiento, contemplada el en artículo 13 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos (DUDH), sino que además me impidieron ver a mis familiares, incluso cuando demostré con documentos oficiales y legales que mi padre estaba pasando por una enfermedad.

Agréguele el agravante de que mis colegas estudiantes cuyos padres estaban de “misión” si podían salir al extranjero. Lo cual no es aberrante si se tiene en cuenta que a esos esclavos de bata blanca se les tiene custodiados, se les retira el pasaporte, en fin, se les tiene fácilmente coaccionados en caso de que su familiar “deserte”, como le llaman inhumanamente los voceros y esbirros del castrismo, apologistas del militarismo de estado.

Permítame añadir además que limitaron mi capacidad como profesional, como investigador y científico cuando por mérito propio gané una de las 2 únicas plazas para una beca de estudios pagos (TOTALMENTE GRATIS) para toda Iberoamérica y siendo más joven que la media de los pocos que lo habían ganado anteriormente, algo que debería haber sido digno de orgullo y apoyo institucional…

Lo que debería ser un premio al intelecto y la profesionalidad, terminó siendo una especie de castigo, que recobra nuevamente otras dimensiones, cuando sabemos que los hijos de dirigentes y otros círculos de poder viajan por placer y a sus anchas con el dinero de mi pueblo. La lista de atrocidades del régimen cubano es inmensa y lo peor es que continúa creciendo.

¿Has escuchado alguna vez a algún colega médico pedir públicamente que se le impida la salida a los artistas y músicos? A fin de cuentas, siendo meritocráticos y chovinista como la “emulación socialista” nos indica, ¿Qué es más importante, que ustedes salgan en su veneficio propio, a cantar a un público extranjero, mercenario, gusano y excubano? ¿O que lo haga un médico a superarse para mejorar la atención de nuestro pueblo?  

Entonces dejaré de mirarme al ombligo, y saliendo de lo personal continuaré con los argumentos contra sus falacias compartidas con el infausto castrismo.

Vamos a analizar la falacia de la “Universidad gratis” que se utiliza para justificar el poco ético sistema educativo cubano. Esta falacia consiste en afirmar que los estudiantes cubanos reciben una educación de calidad sin tener que pagar nada, y que por lo tanto deben estar agradecidos y comprometidos con el régimen que les brinda esa oportunidad. Sin embargo, esta falacia oculta los verdaderos costos y consecuencias de estudiar en Cuba, tanto a nivel individual como social.

Hagamos el planteamiento de la estructura formal de esta falacia sería:

Premisa 1: Los estudiantes cubanos reciben una educación de calidad sin tener que pagar nada.

Premisa 2: Por recibir esta educación gratuita, los estudiantes deben estar agradecidos y comprometidos con el régimen.

Conclusión: Por lo tanto, el sistema educativo cubano es ético y no tiene costos ni consecuencias negativas.

Esta falacia se basa en una profunda simplificación y grave tergiversación de la realidad, al enfocarse únicamente en el aspecto gratuito de la educación cubana y pasar por alto otros elementos relevantes.

Por tanto, no se consideran los posibles problemas de calidad educativa, limitaciones en el acceso a recursos y oportunidades, falta de libertad académica y de expresión, así como las restricciones en la elección de carreras o la falta de opciones para continuar estudios en el extranjero.

Al presentar la educación gratuita como el único factor determinante de la calidad del sistema educativo y exigir gratitud y compromiso a los estudiantes, se evita discutir las deficiencias y restricciones del sistema, desviando la atención de los verdaderos costos y consecuencias que pueden existir tanto a nivel individual como social.

Podríamos clasificarla como una combinación de varias falacias en el argumento:

1. Falacia de generalización apresurada: Se generaliza la afirmación de que todos los estudiantes cubanos reciben una educación de calidad sin costo y, por lo tanto, deben estar agradecidos y comprometidos con el régimen. Esta generalización puede pasar por alto las diferencias individuales y las posibles deficiencias en el sistema educativo.

2. Falacia de omisión: Se omiten o ignoran los verdaderos costos y consecuencias de estudiar en Cuba, tanto a nivel individual como social. Al centrarse únicamente en la gratuidad de la educación, se ocultan aspectos relevantes como la calidad educativa, la falta de libertades académicas y de expresión, las limitaciones en el acceso a recursos y oportunidades, entre otros.

3. Falacia de afirmación del consecuente: Se establece una relación causal incorrecta entre recibir una educación gratuita y estar agradecido y comprometido con el régimen. El argumento asume que la gratuidad de la educación es la única razón por la cual los estudiantes deberían estar agradecidos, sin considerar otros factores que podrían influir en su actitud hacia el régimen.

Aquí le dejo los argumentos que se me ocurren, pero seguro hay muchos más para reflexionar:

– La educación superior no es gratuita en Cuba, sino financiada por el Estado con el dinero de los impuestos que pagan los ciudadanos, o con la verdadera plusvalía socialista que se queda el Estado al pagar salarios irrisorios e inhumanamente bajos. Es decir, los cubanos pagan indirectamente por su educación con una parte de sus ingresos, que son muy bajos y no les alcanzan para cubrir sus necesidades básicas.

– Los estudiantes de medicina cubanos tienen que realizar un servicio social obligatorio de varios años en condiciones precarias y peligrosas, que puede ser tanto dentro como fuera del país. Muchas veces son enviados a misiones internacionales, donde son explotados y vigilados por el gobierno cubano, que se queda con la mayor parte del dinero que pagan los países receptores. Estos médicos no tienen derecho a elegir dónde trabajar, ni a renunciar a su trabajo, ni a viajar libremente.

– Los estudiantes de otras carreras también tienen que cumplir con un servicio social obligatorio, que puede consistir en trabajar en el campo, en la construcción, en la industria o en cualquier otro sector que el gobierno considere prioritario. Estos trabajos no tienen nada que ver con su formación ni con sus intereses, y les impiden acceder a otras oportunidades de estudio o empleo. Además, los estudiantes tienen que participar en actividades políticas y militares que les adoctrinan y le someten a la disciplina del partido comunista.

– La educación superior en Cuba no es de calidad ni de excelencia, sino deficiente y obsoleta. Las universidades carecen de infraestructuras adecuadas, de recursos tecnológicos y bibliográficos, de profesores capacitados y actualizados, de programas académicos innovadores y diversificados. Los estudiantes no tienen acceso a información plural y veraz, ni a intercambios culturales y científicos libres de censura con otras instituciones del mundo.

– La educación superior en Cuba no es libre ni autónoma, sino controlada y subordinada al régimen. Las universidades están sometidas a la censura y la represión del partido único y sus organizaciones afines. Los estudiantes cubanos no tienen libertad para elegir qué estudiar, ni dónde estudiar, ni cómo estudiar, ni siquiera de expresar sus opiniones libremente. Los profesores no pueden investigar ni enseñar lo que quieren sino lo que les dicta el régimen. El gobierno también decide qué carreras se imparten, qué planes de estudio se siguen, qué profesores se contratan y qué libros se usan. Los estudiantes no pueden acceder a fuentes de información alternativas o independientes, ni expresar sus opiniones libremente, ni cuestionar lo que se les enseña.

– La educación superior en Cuba no es inclusiva ni equitativa, sino discriminatoria y excluyente. Las universidades poco a poco van quedando reservadas para los militantes y los simpatizantes del partido único o para los hijos de los dirigentes o funcionarios del régimen. Los demás tienen pocas posibilidades de acceder a ellas por los costos sucedáneos, o de permanecer en ellas si no se someten a las normas ideológicas y políticas impuestas.

– La educación superior en Cuba no es productiva ni competitiva, sino estéril e ineficiente. Las universidades no generan conocimiento ni innovación ni desarrollo para el país ni para el mundo. Los egresados no tienen oportunidades laborales ni salariales acordes con su formación ni con sus aspiraciones. Los profesionales se ven obligados a emigrar o a trabajar en actividades informales o subempleadas.

– Los estudiantes cubanos no tienen garantizado un futuro digno ni próspero después de graduarse. El gobierno cubano les impone un salario miserable y una asignación laboral obligatoria, que no tiene en cuenta sus capacidades ni sus preferencias. Los profesionales cubanos no pueden ejercer su profesión libremente, ni emprender sus propios negocios, ni asociarse con otros colegas, ni competir en el mercado laboral. Tampoco pueden acceder a becas o programas de intercambio internacional, ni a cursos de actualización o especialización, ni a recursos tecnológicos o científicos, sin el visto bueno del régimen dictatorial.

En definitiva, veamos que los estudiantes cubanos pagan su educación con su trabajo forzado, su libertad restringida, su desarrollo profesional limitado y su futuro hipotecado.

Por todo esto, como mínimo pienso que la “universidad gratis” es una falacia que solo sirve para engañar al pueblo cubano y para mantenerlo sometido al régimen dictatorial. Creo que la verdadera educación superior debe ser pública pero también privada; debe ser financiada pero también accesible; debe ser de calidad, pero también diversa; debe ser libre pero también responsable; debe ser inclusiva pero también meritocrática; debe ser productiva pero también solidaria.

Así que, ya que estamos, vamos a ampliar un poco más para incitar el debate social: La idea de una educación universitaria gratuita es atractiva para muchos, pero ¿realmente es posible en la pocilga kakistocrática castrista?

¿Tú crees que los revolucionarios compañeros tuyos del Granma, Cubadebate, o cualquier otro nos permitan utilizar, como CUBANOS, las instituciones CUBANAS?, ¿o te parece bien que sigan raptadas a punta de pistolas y palos por los “revolucionarios”?

Falacia 1: La gratuidad universal es factible.

Uno de los argumentos más usados a favor de la educación universitaria gratuita es que es viable y sostenible desde el punto de vista económico y social.

Sin embargo, esto no se ajusta a la realidad de Cuba, donde la economía está sometida al control estatal y los recursos son escasos. Por ejemplo, según el Banco Mundial, el PIB per cápita de Cuba en 2019 fue de 8.821 dólares, muy por debajo del promedio mundial de 11.429 dólares.

Además, el gobierno ha mostrado su incompetencia para gestionar eficientemente los recursos disponibles. Por ejemplo, según el informe de Amnistía Internacional de 2020, el gobierno cubano ha restringido el acceso a internet y la libertad de expresión de los ciudadanos, lo que limita su capacidad para acceder a información y participar en la sociedad civil.

Falacia 2: La gratuidad universal promueve la equidad y la igualdad social.

Otro argumento común es que la educación universitaria gratuita promueve la equidad y la igualdad social. Al permitir que todos los ciudadanos tengan acceso a una educación supuestamente de calidad.

Sin embargo, en Cuba, la educación ya es universal y gratuita desde el nivel primario hasta el superior, independientemente de su situación financiera. La verdadera desigualdad radica en el acceso a oportunidades económicas y políticas, que están controladas y restringidas por el régimen castrista.

Por ejemplo, según el índice de desarrollo humano de 2020, Cuba ocupa el puesto 72 de 189 países en términos de libertades civiles y políticas. Además, según el índice de libertad económica de 2021, Cuba ocupa el puesto 178 de 180 países en términos de derechos de propiedad, libertad empresarial y libertad comercial.

Falacia 3: La gratuidad universal mejora la calidad educativa

Un tercer argumento es que la educación universitaria gratuita mejorará la calidad educativa.

Sin embargo, en la práctica, esto no ha sido cierto, al no haberse cumplido en Cuba. El gobierno controla el plan de estudios, el currículo, y la enseñanza, lo que ha llevado a una educación politizada, ideologizada y de muy baja calidad.

Por ejemplo, según el informe del Observatorio Cubano de Derechos Humanos de 2019, el gobierno cubano ha impuesto un sistema educativo basado en la doctrina marxista-leninista y ha perseguido a los profesores y estudiantes que expresan opiniones críticas o disidentes.

Además, la falta de financiación y recursos ha impedido el desarrollo de las instituciones educativas y limitado su capacidad para mejorar la calidad de la educación. Por ejemplo, según el ranking QS de universidades latinoamericanas de 2021, ninguna universidad cubana se encuentra entre las primeras 100 ni siquiera del continente.

En resumen, la idea de una educación universitaria gratuita puede sonar atractiva, pero en el contexto castrista de Cuba, es una falacia. En lugar de enfocarnos en la “gratuidad universal”, debemos luchar por un sistema educativo justo y equitativo que promueva la libertad académica y el acceso a oportunidades económicas y políticas para todos los cubanos.

Ecce Homo Revolucionarius Hypocrĭtas

Digamos que ahora quisiéramos comprender la diferencia entre hipocresía, cinismo y desconocimiento para entender algunos aspectos de la relación entre nosotros los cubanos y para con los demás. Estos tres conceptos se refieren a actitudes o comportamientos que implican una falta de honestidad, coherencia y conocimiento, pero que se manifiestan de distintas formas.

La hipocresía se refiere a la acción de fingir una virtud, moral o creencia que no se tiene, no se siente o no se piensa, o de actuar de manera contradictoria a lo que se predica. Es una forma de engaño o falsedad en la que una persona muestra una apariencia o actitud que no refleja su verdadero yo. O sea, una forma de mentir o engañarse a uno mismo y a los demás, ocultando las verdaderas intenciones o sentimientos.

Por ejemplo, alguien que critica abiertamente la corrupción pero que en secreto se beneficia de prácticas corruptas. Otro ejemplo de hipocresía es el de un periodista que critica la acción represiva de las fuerzas policiales de otra nación, pero halaga la represión del estado para el que trabaja.

También un ejemplo sería el de un político que se dice paladín de los derechos humanos, pero da la orden de combate a su osca muchedumbre con palos y ejercito incluido contra su propio pueblo. O los artistas e intelectuales extranjeros que visita turística y superficialmente a Cuba y alaban el sistema sin conocer la realidad de la isla ni el sufrimiento de sus habitantes.

El cinismo, por otro lado, implica una actitud de desprecio o indiferencia hacia los valores, convenciones sociales o moralidad establecida, mostrando indiferencia o desvergüenza ante ellos. Un cínico tiende a desconfiar de las motivaciones y acciones de los demás, y puede mostrar una actitud de burla, sarcasmo o desdén hacia normas y convenciones sociales.

El cinismo puede manifestarse a través de comentarios irónicos o negativos sobre la sociedad o las acciones de los demás, sin preocuparse por las repercusiones o por cómo pueden afectar a los demás. Es decir, es una forma de negar o rechazar lo que se considera bueno o correcto sin importar las consecuencias o el sufrimiento que se pueda causar.

Un ejemplo clásico de cinismo sería el de un filósofo que renuncia a buscar la verdad o el sentido de la vida, y que se conforma con vivir según sus propios intereses o placeres. Otro ejemplo sería el de un político que miente descaradamente a la gente, sabiendo que ésta conoce su falsedad, pero que no le importa lo que piensen o sientan, porque no le trae consecuencia alguna.

El desconocimiento es la falta de información o conocimiento sobre un tema o una realidad. Es decir, es una forma de ignorar o desconocer lo que existe o sucede. Sin poder tener una opinión crítica o una responsabilidad al respecto. Un ejemplo de desconocimiento sería el de una persona que no ha leído nunca un periódico y que no sabe diferenciar entre publicidad y contenido editorial.

La hipocresía y el cinismo son dos actitudes que pueden dañar las relaciones humanas y la convivencia social. Mientras que la hipocresía implica un conflicto entre la apariencia y la realidad, el cinismo implica una actitud de desapego y desprecio hacia los valores y normas establecidas.

Ambos comportamientos son considerados negativos, ya que involucran una falta de integridad y autenticidad en las acciones y actitudes de una persona. Ambas son formas de mentir, pero con diferentes grados de descaro y vergüenza.

En definitiva, la diferencia entre hipocresía, cinismo y desconocimiento nos muestra tres formas distintas de relacionarse con la verdad, con los demás y entre nosotros mismos. Visto así, la hipocresía sería una forma de ocultar la verdad, el cinismo una forma de negar la verdad y el desconocimiento una forma de ignorar esa misma verdad.

Estos tres conceptos pueden ayudarnos a comprender la relación entre lo que yo llamo pseudointelectuales cubanos, la élite política y el pueblo cubano avasallado.

Los pseudointelectuales cubanos son aquellos que se presentan como defensores de la cultura y la libertad, pero que en realidad son cómplices o beneficiarios del régimen dictatorial. Son hipócritas porque fingen una postura crítica o independiente, pero en realidad obedecen o apoyan a los intereses del poder.

La élite política es aquella impuesta e incógnita mafia de buró jugando a lo político, y sus voceros de turno en la amordazada asamblea sin poder ni pueblo, que gobierna Cuba desde hace más de sesenta años, sin respetar los derechos ni las necesidades de mi pueblo. Son cínicos porque saben que su discurso “revolucionario socialista” es una farsa, pero no les importa lo que sufra o piense el pueblo ignorante ciego y sometido.

El pueblo cubano, o sea, nuestro pueblo, si es que te atreves llamarle así, son meros vasallos, esclavos asalariados, que viven bajo la opresión y la miseria, sin acceso a la información ni a participación alguna en las decisiones políticas de la nación. Son desconocedores porque ignoran la realidad de su país y del mundo, y porque le son negadas las herramientas para cuestionar o cambiar su situación.

Estas tres formas tienen consecuencias negativas para el desarrollo humano y social, pues impiden el diálogo, el aprendizaje y el cambio. Por eso, es necesario promover una actitud crítica, ética y responsable, que busque conocer y difundir la verdad, y que respete y defienda los valores universales con transparencia y sobre la base de la verdad.

Tres actitudes que se relacionan entre sí y conforman un círculo vicioso que impide el desarrollo y la libertad de Cuba. Los pseudointelectuales hipócritas legitiman y justifican el poder de los cínicos políticos, que a su vez manipulan y controlan al pueblo desconocedor. El pueblo ignorante se deja influir por los pseudointelectuales hipócritas, que le hacen creer que, se puede criticar y ser libres, pero dentro del constructo distópico revolucionario, y que no hay alternativa al cínico sistema político “socialista”.

Para romper este círculo vicioso se necesita, simplemente, una actitud opuesta: la honestidad. La honestidad es la actitud de ser coherente y sincero con lo que se siente y se piensa, expresándolo con respeto y claridad. Es una forma de ser fiel a uno mismo y a los demás, buscando la verdad y la justicia. La honestidad es el primer paso para el cambio y la liberación de Cuba.

Aunque la hipocresía parece ser una característica distintiva de la mayoría de los Homo Revoluciunarius kubinskiy quienes reconocen y aceptan conscientemente los valores de la sociedad socialista idealizada pero no actúa en consecuencia con ellos. En su caso, pareciera que los impulsores (drivers) internos de la personalidad esa especie de pensamientos (o creencias personales) preconcebidos emanan como una orden que le impone comportarse conforme a lo mismos, han sido reprogramados propagandísticamente por el adoctrinamiento sistemático desde la infancia, para ser intensos y ponderar ese “hombre nuevo revolucionario”, por encima de la verdad y la moral humana.

Este es el eslogan de la pedante realidad de los hipócritas, de los confiables, esos favorecidos por un sistema opresor, los utilizables, y los tontos útiles, los verdaderos hipócritas revolucionarios. ¡Hablamos del Homo Revevolucionarius Hypocrĭtas!

La expresión sublime de hipocresía en estos individuos es su reconocimiento del conflicto entre el régimen castrista y el cubano de a pie, pueblo que en su mayoría es ignorante político del propio conflicto. Esta especie, lejos de intentar reconciliar los intereses en favor de la mayoría poseedora de los derechos, se cobijan en el poder, abandonando así sus responsabilidades morales como intelectuales, de ahí les ha de venir lo de “pseudo”.

Evaden o aplazan reconocer públicamente y tratar el conflicto, a fin de cuentas, no necesita directamente de una de las partes (pueblo) más que para el ascenso, el coste resultante de afrontar el conflicto es demasiado alto para ellos, por lo que recurren a negarlo, con retóricas y ridículas bazofias mientras pueden.

Al mismo tiempo que resuelven su propio conflicto con el régimen al más sumiso estilo complaciente, acomodándose a los mandatos del Cacique y sus esbirros, concediéndole toda clase de ofrendas, incluida las de ser usados como propaganda. Todo para conservar un estatus de tranquilidad y posición privilegiada que muchas veces los lleva a comprometerse tanto que terminan siendo parte del establishment de la tiranía.

Así el pueblo cubano ha sufrido durante décadas las consecuencias de la hipocresía y el cinismo de sus gobernantes, que han prometido libertad, democracia y prosperidad mientras reprimían, controlaban y empobrecían a la población. El castrismo ha sometido a nuestro pueblo a la tiranía y el engaño de sus gobernantes, que han convertido la isla en una cárcel sin derechos ni esperanza.

El régimen castrista ha manipulado el lenguaje usándolo como una herramienta de propaganda y adoctrinamiento, un arma de dominación y alienación, distorsionando y ocultando la realidad, negando y violando los derechos humanos.

«Verdad viene de Alétheia. “A” es una partícula privativa, “lethia” es el lethos, el olvido, del olvido viene el rio Leteo, que hay que cruzar para llegar al Tártaro. La verdad es quitar el velo, el olvido. La verdad es recordar. Desolvidar. Así está en Parménides. Veritas, en latín, no tiene la misma profundidad. La verdad esta siempre en todas partes» —Antonio Escohotado

El pueblo cubano solo se librará de su némesis cuando abandone la necedad de la hipocresía y el cinismo, y se acoja a la verdad. La verdad para Parménides se entiende como un “des-velamiento” o un “descubrimiento”, que implica no solo una constatación objetiva, sino también una actualización de la memoria y una coordinación entre lo subjetivo y lo objetivo. La verdad, en este sentido, es una relación activa entre lo que se sabe y lo que se recuerda.

«Lo real es infinitamente denso» —Antonio Escohotado

La verdad es que nuestro pueblo se ahoga en paupérrima miseria, que ni siquiera tenemos derecho al emprendimiento y hacer por nosotros mismos, por nuestras familias, barrios y ciudades. Que el Leviatán “sosiolisto”, invierte más en propaganda para enmascarar la realidad que en programas socialmente útiles, que la maquinaria propagandística y sus “organizaciones de masas” son el verdadero lastre económico, político y social que nos tiene atados en el fonde del abismo.

«¿En qué se diferencia la realidad de cualquier otra cosa? En el infinito pormenor que la rodea. Toda cosa real es interminable en el espacio, en el tiempo, en los detalles. Toda cosa fantaseada por ejemplo, una utopía, un sueño, una fantasía… ¿A que ahí no hay infinitud por ninguna parte? Preguntas al personaje que sale en el sueño ¿de qué color son sus calcetines? Y no lo sabes, porque no es real» —Antonio Escohotado

La verdad que emanada de nuestra realidad, es que Cuba necesita un cambio político urgente, que permita la participación ciudadana, el pluralismo ideológico y el respeto a las libertades individuales. La verdad es que Cuba merece un futuro mejor, que solo podrá construirse con el esfuerzo colectivo de todos los cubanos.

¡No es medible, pero masturba… la plusvalía! el opio de los pseudointelectuales cubanos.

No pretendo hacer leña de árboles caídos, desde el estrepitoso fracaso teórico y práctico, del concepto medular de Marx en la teoría del valor-trabajo (teoría objetiva del valor), ampliamente refutada y descalificada, puesto que en su mayoría los economistas actuales dan por sentado la teoría del valor subjetivo

Esta teoría del valor como uno de los conceptos principales de la Escuela Austriaca de Economía, la teoría del valor subjetivo plantea que el valor de un bien no está determinado por la cantidad de trabajo requerido para producirlo, ni siquiera, por alguna propiedad inherente a este bien, ni sino por la importancia (subjetiva) que un individuo le da para lograr sus objetivos o satisfacer sus deseos.

Eso explica, por ejemplo, porqué un cuadro de una pintura valga más millones que un equipo de tomografía (valor de uso), o que algunos estén dispuestos a pagar muchísimo por una foto de una chica en OnlyFan que toma segundos realizar y compartir, que termina valiendo mucho más que un libro, y para otros viceversa.

En fin, acercándonos un poco a la plusvalía que tanto le gusta a los sociolistos”, como idea central en la teoría económica marxista, que sostiene que el beneficio de los empresarios se basa en la explotación de los trabajadores, que producen más valor del que reciben como salario. Según esta teoría, la plusvalía es la causa de la desigualdad y la injusticia social en el sistema capitalista.

Independientemente de que el concepto la “plusvalía o plusvalor” se basa en una construcción irreal y que ha generado un sinnúmero de malentendidos y confusiones a lo largo de la historia. Que la idea de calcular los precios por unidad de tiempo no es válida, ya que el valor de un producto o servicio no se puede reducir únicamente al tiempo de trabajo empleado en su producción. Y que esta idea ha sido desafiada con el tiempo, terminando en el descrédito junto a la fe a la economía planificada.

Obviando los errores centrales, y utilizando su propio concepto, es que me he preguntado ¿qué pasa cuando el sistema no es capitalista, sino socialista?

¿Qué pasa cuando el Estado es el único empleador y propietario de los medios de producción?

¿Qué pasa cuando los trabajadores no tienen libertad para elegir su ocupación, su salario o su lugar de residencia?

¿Qué pasa cuando el Estado controla todos los aspectos de la vida económica, política y social de los ciudadanos? ¿Qué pasa con el fenómeno Cuba?

En este caso, la plusvalía no desaparece, sino que se transforma. Se transforma en una plusvalía estatal, que el Estado recursos y mano de obra barata extrae de los trabajadores para financiar sus gastos y proyectos para mantener su poder político, mientras restringe la libertad individual y controla todos los aspectos de la vida económica, política y social.

O en una plusvalía política, que el Estado utiliza para mantener su poder y reprimir a sus opositores. Se transforma en una plusvalía ideológica, que el Estado impone a los ciudadanos para adoctrinarlos y alienarlos.

La plusvalía estatal, política e ideológica es la realidad de la Cuba castro-narco-socialista. Una realidad que algunos pseudointelectuales cubanos intentan ocultar o justificar con argumentos falaces y dogmáticos. Y no representa otra cosa para ellos más que la deshonesta y reprochable “compra de sus voluntades”, en el contexto cubano actual la plusvalía se transforma en una forma de dominación estatal.

Así es que en el contexto de una Cuba castro-narco-socialista, la plusvalía adquiere nuevas dimensiones y se convierte en una herramienta de control y dominio por parte del Estado. Esta plusvalía estatal, política e ideológica, se nutre de la explotación de los trabajadores y de la supresión de sus derechos fundamentales en un sistema donde el Estado es el único empleador y propietario de los medios de producción.

En este contexto, algunos pseudointelectuales cubanos se aferran a la plusvalía como un mecanismo de consuelo y justificación. Utilizan retóricas y verborreas para defender la supuesta igualdad y justicia social, mientras ignoran las realidades de opresión, desigualdad y falta de libertades fundamentales que experimenta la población cubana.

Su discurso se convierte en una masturbación política, una forma de estimulación intelectual que les brinda gratificación y alivio, pero que carece de fundamento real. Estos pseudointelectuales se aferran a la plusvalía como un opio que les aplaca del sufrimiento y la frustración. Como una masturbación política que les estimula y les retribuye. Como una religión que les salva y les redime.

Estos pseudointelectuales, de forma inmovilista, irresponsable y poco ética, se convierten en cómplices del sistema, comprando voluntades y perpetuando la opresión estatal. Su negativa a reconocer las falencias y contradicciones del régimen cubano, su negativa a enfrentar la realidad y buscar soluciones concretas, los sumerge en un estado de alienación y desconexión con la verdadera realidad del pueblo cubano.

La plusvalía estatal, política e ideológica, se convierte así en el opio que narcotiza a estos pseudointelectuales, impidiéndoles ver más allá de la fachada del sistema y perpetuando su irresponsabilidad e inmovilismo cómplice. Esta ficción de la plusvalía se presenta como una ilusión salvadora, una mentira que les permite mantener su fe en un sistema fallido y justificar su complicidad.

En definitiva, la plusvalía estatal castrista, ya sea “en metálico o en especie” es una trampa adictiva que oculta la verdadera realidad cubana. Es necesario romper con esta aberración moral y despertar del letargo ideológico para construir un futuro más justo y libre para una Cuba de todos.

Permíteme mientras me despido terminar de expresar mi profunda indignación (ninguna decepción) ante tu actitud ambigua y tu juego de doble moral. En mi calidad de médico cubano, no puedo quedarme callado mientras presencio cómo te esfuerzas por ganarte el favor de diferentes públicos, sin importar las consecuencias éticas y morales.

No me vengas con la demagogia de patriotismo revolucionario, porque sabes muy bien que tienes privilegios que la inmensa mayoría de los cubanos no tiene. Disfrutas del acceso a internet, mientras más del 95% de nuestros compatriotas carece de esta herramienta fundamental para el desarrollo y la comunicación. Puedes darte el lujo de tener comodidades (carro, casa…) que la mayoría del otro 97 % de los cubanos no lo puede ni soñar, mientras la otra Cuba sufre en la escasez y la carencia.

Tampoco olvides que puedes viajar libremente por el mundo, mientras la gran mayoría de nuestros hermanos está atrapada en las fronteras impuestas por el régimen. Mientras tú te deleitas con experiencias internacionales, ellos se enfrentan a un aislamiento cultural impuesto, privados de la oportunidad de expandir sus horizontes y enriquecer sus conocimientos.

Este es mi modesto consejo, deja de ser cómplice de la manipulación a la que nuestra Cuba está sometida. Los manipulados, las víctimas de la desinformación y el aislamiento cultural pueden merecer comprensión y perdón. Pero los pseudointelectuales oportunista, jamás serás perdonados.

Vivir en Cuba con el consentimiento de la dictadura puede resultar lucrativo para ti, pero es carente de ética, desprovisto de patriotismo y completamente ajeno a los principios martianos que deberían guiar nuestra conciencia.

Te insto a reflexionar sobre tus acciones y a actuar en consonancia con la verdadera justicia y la libertad. Nuestra Cuba necesita voces valientes y auténticas, no colaboradores de un régimen que ha pisoteado nuestros derechos fundamentales durante décadas. Es hora de que te despojes de tu complicidad y te pongas del lado del pueblo cubano, en busca de un futuro de dignidad, democracia y prosperidad.

Espero haber respondido a tus comentarios con argumentos racionales y respetuosos. Te dejo aquí una invitación a reflexionar sobre ellos y a dialogar conmigo sin prejuicios ni ofensas, cuando quieras por privado o mejor públicamente.

«Puedes engañar a todas las personas una parte del tiempo y a algunas personas todo el tiempo, pero no puedes engañar a todas las personas todo el tiempo» — Abraham Lincoln (atribuida)

Contrarrevolucionariamente.

J.A.


Yatropropagandética de salud revolucionaria. (Parte IV)

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Yatropropagandética de salud revolucionaria. (Parte III)


¡Contribuyentes del mundo uníos! Ecos del castrismo en tierra democráticas o ese storytelling socialista que pagan los capitalistas.

 

«El socialismo es la ideología del futuro» —Joseph Goebbels*

El castrismo ha sido particularmente efectivo en la creación de un storytelling socialista que ha logrado penetrar en la cultura popular. Por lo que hoy es casi imposible negar que existen grupos y organizaciones que promueven una narrativa sobre Cuba y su sistema político-social, que busca idealizar el modelo castrista y presentarlo como un ejemplo a seguir, incluso en democracias occidentales.

Este “storytelling” se caracteriza por la idealización de la figura del líder, la exaltación de los valores colectivos y la demonización del capitalismo y el individualismo. A pesar de su retórica igualitaria, este discurso ha sido utilizado también para justificar la represión política y el control estatal de la sociedad.

Esta narrativa es una especie de apología al socialismo (marxismo-leninismo) profundamente anticapitalista que es por desgracia, financiada en gran medida, por los impuestos de ciudadanos de diferentes países del mundo democrático.

Este financiamiento de grupos y organizaciones que promueven una narrativa procastrista y anticapitalista en democracias occidentales representa una contradicción en términos, ya que estos grupos son financiados en gran medida por los impuestos de ciudadanos que viven en democracias dentro de sistemas capitalistas.

Este fenómeno es real y ha sido objeto de crítica y debate. Algunos argumentan que estos grupos son meros “idiotas útiles” que desconocen la realidad de Cuba y terminan legitimando un régimen represivo y antidemocrático.

En este artículo intento mostrar cómo se construye y se difunde una narrativa procastrista y anticapitalista en democracias occidentales, especialmente con el sistema de salud cubano y cómo esta narrativa es financiada en gran medida por los contribuyentes de estos países.

También voy a explicar por qué esta narrativa es falsa y dañina, tanto para los cubanos que sufren bajo el régimen castrista, como para los ciudadanos de las democracias que se ven engañados por una imagen distorsionada de Cuba.

La narrativa procastrista y anticapitalista se basa en varios mitos que buscan idealizar el modelo socialista de Cuba y presentarlo como un ejemplo a seguir. Uno de estos mitos es el de la “potencia médica“, que se refiere a la supuesta excelencia del sistema de salud cubano y su capacidad para desarrollar vacunas y medicamentos contra el COVID-19.

Este mito se ha aprovechado de la pandemia para intentar mostrar a Cuba como un país solidario y avanzado, que envía médicos y ayuda humanitaria a otros países, y que tiene una industria biotecnológica y farmacéutica de primer nivel.

Sin embargo, la realidad es muy diferente. El sistema de salud cubano está deteriorado y carece de recursos básicos como medicinas, equipos e insumos. Los médicos cubanos son explotados y obligados a trabajar en condiciones precarias, sin libertad ni derechos laborales.

La industria biotecnológica y farmacéutica cubana es opaca e ineficiente, y sus productos no cumplen con los estándares internacionales de calidad y seguridad. La propaganda sobre medicamentos cubanas contra el COVID-19 fue una estrategia política más para intentar legitimar al régimen castrista y obtener beneficios económicos y diplomáticos.

Sin más preámbulos vamos directo al lío:

«Cuando el embargo comercial de Estados Unidos dejó a Cuba aislada de los recursos médicos, los médicos cubanos se vieron obligados a ser creativos. Ahora que han desarrollado vacunas contra el cáncer de pulmón que muestran tanta promesa, que algunos estadounidenses están desafiando el embargo y se dirigen a Cuba para recibir tratamiento. En un movimiento sin precedentes, los investigadores cubanos están trabajando con socios estadounidenses para hacer que los medicamentos estén más ampliamente disponibles» —PBS International.

De entrada, la afirmación de la televisión pública estadounidense: “Cuando el embargo comercial de Estados Unidos dejó a Cuba aislada de los recursos médicos, los médicos cubanos se vieron obligados a ser creativos” es un ejemplo de falacia de falsa causa, o sea en asumir a priori que una relación real o percibida entre dos sucesos significa que uno es causante del otro, ya que asume que la falta de recursos médicos fue la única causa de la creatividad de los médicos cubanos.

Es inevitable que otros factores, como la historia de la salud pública cubana pre-castrista, la educación médica y la experiencia profesional, otros modelos y programas en el mundo también hayan contribuido a su creatividad en la resolución de problemas de salud. Además, el embargo comercial de Estados Unidos no fue el único factor que contribuyó a la falta de recursos médicos en Cuba.

«Kozak afirmó que en 2019 Estados Unidos “exportó millones de dólares en productos médicos a Cuba” y que desde 1992 había autorizado “billones (miles de millones) de dólares en medicinas y equipos médicos” a la isla»

«Cuba sí puede –y, de hecho, lo hace— importar medicamentos de Estados Unidos, a diferencia de lo que sugieren las declaraciones oficiales cubanas. Y Cuba, a pesar de cuantificar el daño causado por el bloqueo al sector de la salud, en 104 millones de dólares, ofrece un método de cálculo de esta cifra tan vago que no permite verificar su autenticidad»

Por otro lado, del mismo dado, el régimen de la isla se desdobla dando detalles de los tipos de afecciones que supuestamente causa el embargo, aportando cifras de supuestos estudios con datos no públicos, ni contrastables:

«El informe de la cancillería (de Cuba) no explica cómo se cifró en 104 millones de dólares el daño causado al sector de la salud ni qué tipo de afecciones son las causantes de este perjuicio»

Cuando en realidad el gobierno de los EE. UU., y disímiles ONGs son precisamente los que más han aportado ayudas humanitarias a Cuba: «Estados Unidos ha “autorizado billones de dólares en medicamentos y equipos médicos a Cuba”». Mientras el castrismo y su mentiroso en jefe escondían que hemos sido una de las naciones que más ayuda ha recibido.

Al lo que el ingrato y doble moral castrismo ha respondido acudiendo al enemigo imaginario, como objetivo superordinado, recurriendo así al abstracto del imperialismo Yankee y su falsa amenaza de guerra para nuestro país:

«Los cubanos tienen que ver con mucha claridad que el imperialismo, que es esa fuerza a que nos referíamos, trata de impedir que nuestro pueblo alcance su pleno desarrollo; tienen que comprender que esa fuerza no quiere que ustedes, los cubanos, puedan alcanzar un estándar de vida más alto; no quiere que sus hijos se eduquen; no quiere que nuestros obreros perciban el fruto de su trabajo; no quiere que nuestros campesinos perciban el fruto de su tierra; no quiere, que nuestro pueblo pueda crecer, que nuestro pueblo pueda trabajar y que nuestro pueblo pueda tener un destino mejor» —Fidel Castro Ruz, septiembre de 1960 en la “Magna Asamblea Popular”.

Este discurso del mentiroso y dictador en jefe Fidel Castro refleja la retórica comúnmente utilizada por el régimen castrista para justificar su situación económica y social. Ellos culpan al embargo económico de Estados Unidos por las dificultades que enfrentan, y pintan a Estados Unidos como el enemigo que busca impedir el desarrollo de Cuba.

En realidad, esta retórica es en gran medida un recurso de manipulación psicológica y control social, dirigida a mantener la unidad y el apoyo del pueblo cubano, contra el supuesto enemigo externo, especialmente para desviar la atención de las inoperantes y desastrosas políticas internas del régimen que son las mayores causantes de la situación de Cuba.

Independientemente de que el embargo económico de Estados Unidos sea un factor que haya contribuido en menor medida a la situación económica de Cuba, evidentemente no es la única causa, ni siquiera la más importante.

«El verdadero freno al desarrollo personal y social en nuestro país es el Régimen Autocrático Castrista»

Puesto que han sido siempre, y son las políticas económicas y sociales del régimen castristas las que han jugado un papel primordial en la situación actual de nuestra sociedad.

«Sí, alimentos e insumos médicos entre otros productos. Pueden ser exportados con una licencia que emite el Departamento del Tesoro»

Esto ha sido el descrédito cotidiano de la prensa internacional desde que el reportero y editor del New York Times, Herbert Lionel Matthews le presentara al mundo la entrevista a Fidel Castro en la Sierra Maestra en 1957, cuando el mundo lo daba por muerto.

Matthews presentó a Castro como un líder revolucionario idealista y democrático, y contribuyó a crear su mito como un héroe popular. Desde entonces se ha intentado vender la imagen de un Fidel Castro como un dirigente con principios, que no aceptaba migajas del gobierno estadounidense mientras existiera el Embargo económico.

«Así ocultó «The New York Times» el genocidio de Stalin durante años y recibió un Pullitzer por ello»

Sin embargo, estas son falsedades a todas luces, que el pueblo cubano y muchos en el mundo desconocían. Comencemos por desenmascararlas con el hecho de que durante el Holodomor cubano, llamado “período especia en tiempos de paz” fueron precisamente las administraciones y organizaciones estadounidenses las que más ayuda humanitaria prestaron a la isla. Sin mencionar al exilio cubano y sus remesas, viajes y envíos, permitidos a conveniencia después de haber sigo prohibidos.

«El Holodomor fue silenciado en muchos países gracias al eficiente aparato de propaganda del Komintern (Internacional Comunista), que logró desviar la atención del problema y vender una buena imagen de la URSS a nivel internacional»

Parecía que se repetía la historia, de «Cuando la URSS pidió auxilio a EE.UU. y abrazó el capitalismo para no morir de hambre» después de la instauración del “comunismo de guerra” fue la destrucción del mercado, la implantación del trueque, la caída de las cosechas y la hambruna. En treinta meses, Lenin logró arruinar a Rusia, que en 1914 era la quinta potencia económica del mundo.

Como nos recuerda el historiador Stéphane Courtois, en su obra, “Lenin: el inventor del totalitarismo”. Para esa fecha estados unidos envió equivalente a 1.200 millones de dólares actuales a la Rusia soviética, en concepto de más de 200 barcos con alimentos y medicinas y recaudó para ayudar a los soviéticos.

«Pido a todos los ciudadanos europeos y estadounidenses honestos que ayuden rápidamente al pueblo ruso. Dennos pan y medicinas». —Máximo Gorki, en nombre de la URSS carta a Fridtjof Nansen, alto funcionario de la Sociedad de Naciones encargado de recaudar dinero para la Cruz Roja.

El Embargo económico de Estados Unidos a Cuba se inició en 1960, como respuesta a las expropiaciones y nacionalizaciones que realizó el gobierno revolucionario de Castro. Desde entonces, se ha mantenido con diferentes grados de intensidad y con algunas excepciones, como la venta de alimentos y medicinas bajo ciertas condiciones.

Sin embargo, lo que pocos saben o impresionan no saber, es que, en los años 90, cuando Cuba atravesaba una profunda crisis económica y social por el colapso de la Unión Soviética, uno de sus principales aliados y proveedor, fue Estados Unidos desde done se envió una considerable cantidad de ayuda humanitaria, que incluía alimentos, medicinas, ropa y otros artículos de primera necesidad.

En ese contexto, el gobierno de Estados Unidos implementó algunas medidas para proporcionar asistencia humanitaria a Cuba. Estas medidas incluyeron la emisión de licencias especiales para organizaciones no gubernamentales y grupos religiosos que deseaban enviar ayuda humanitaria a Cuba. También se permitieron envíos limitados de alimentos y medicinas a través de organizaciones internacionales, como la Cruz Roja.

Hubo algunas iniciativas de ciudadanos estadounidenses y organizaciones no gubernamentales para enviar ayuda humanitaria a Cuba durante el período especial. Estas iniciativas incluyeron la recolección y el envío de alimentos, medicinas, ropa y otros suministros básicos. Algunos grupos también brindaron asistencia médica y capacitación en áreas como la agricultura y la salud pública.

Según datos del Departamento de Estado estadounidense, entre 1992 y 1996 se autorizaron más de 1000 licencias para enviar ayuda humanitaria a Cuba, por un valor total de más de 250 millones de dólares.

Estas licencias se otorgaron a organizaciones no gubernamentales, religiosas y humanitarias, así como a particulares y familiares de cubanos residentes en Estados Unidos. Según testimonios de algunos beneficiarios, la ayuda fue muy importante para aliviar la escasez y el hambre que se vivían en aquellos años.

¿Por qué se ocultó la ayuda? A pesar de la magnitud y la relevancia de esta ayuda humanitaria, tanto el gobierno cubano como el estadounidense mantuvieron un bajo perfil sobre el tema. ¿Cuáles fueron las razones para este silencio?

«Nadezhda Alilúyeva, segunda esposa de Stalin, pidió a su marido que reconsiderase su política en Ucrania. (…) Nadezhda fue hallada muerta en su habitación junto a un revólver Walther, aunque Stalin obligó a los médicos a redactar un informe en el que se informaba que había muerto de apendicitis»

Por parte del gobierno cubano, se ha especulado que se trató de una estrategia para no reconocer la gravedad de la crisis ni la dependencia de Estados Unidos. También se ha sugerido que se quiso evitar que la población comparara la calidad y la variedad de los productos recibidos con los que se producían o importaban en Cuba. Además, se ha argumentado que se buscó preservar la imagen de resistencia y dignidad frente al bloqueo y al “imperialismo”.

«A pesar de que el Gobierno cubano acusa de “mercenarismo” a los ciudadanos y organizaciones que dentro del país reciben financiamiento de la USAID, también ha recurrido a los servicios de la agencia para obtener ayudas que luego son recibidas y gestionadas por instituciones gubernamentales»

Durante décadas ha habido numerosas denuncias sobre la venta de productos destinados a la ayuda humanitaria en Cuba. En el caso del aceite ruso durante la pandemia, el régimen cubano recibió críticas después de que se revelara que estaba vendiendo la ayuda recibida.

La presión en las redes dio dos insólitos resultados, uno que el régimen aceptara lo que hasta ese momento negaba, dejándolo peor parado. Y dos que terminara poniendo una justificación irrisoria y una respuesta infantil y chapucera de que era prestado y lo devolviera.

Asimismo, ha habido informes de que el régimen cubano ha utilizado los suministros de ayuda humanitaria para recompensar a sus seguidores políticos en lugar de distribuirlos de manera justa entre la población necesitada.

Estas prácticas son profundamente preocupantes y van en contra de la finalidad misma de la ayuda humanitaria, que es aliviar el sufrimiento y proporcionar alivio a las personas que están pasando por momentos difíciles. También subrayan la falta de transparencia y rendición de cuentas en el régimen cubano, que ha sido una preocupación de larga data para muchos observadores.

De esta forma pudiéramos ver el paralelismo entre el Holodomor cubano y el ucraniano con algunas similitudes, aunque también hay algunas diferencias notables. En ambos casos, se trata de hambrunas masivas que ocurrieron en el siglo XX, en un contexto político de regímenes totalitarios y autoritarios que controlaban la economía y limitaban la libertad de sus ciudadanos.

«Al amparo de la Ley de las Espigas se ejecutó a más de 5.000 personas y unas 125.000 más fueron enviadas a los gulags»

En ambos casos, la hambruna se produjo como resultado de políticas económicas fallidas que llevaron a la escasez de alimentos y a la muerte de cientos de miles en el caso de Cuba, y de millones de personas en el caso de Ucrania.

«Se ha escrito mucho sobre los terribles años del Holodomor en los que Stalin mató de hambre a unos siete millones de ucranianos entre 1932 y 1933. Algunos historiadores elevan la cifra por encima de los diez si se contabilizan las víctimas desde 1928. Bastante más de los que ocasionó Hitler durante el Holocausto nazi»

Las políticas impuestas por los regímenes totalitarios fueron las principales causas de las tragedias humanitarias que se vivieron. La hambruna en Ucrania fue causada por políticas deliberadas del gobierno soviético que quería reprimir a los campesinos y forzar la colectivización agrícola.

Mientras que, en Cuba, la hambruna fue el resultado la impuesta dependencia excesiva al CAME y la mala planificación económica del régimen que causó una escasez generalizada de alimentos y una hambruna que duró varios años.

Y lo que lo hace cruel, es la negativa inicial del problema por parte del dictador en jefe y su buró político. Para después adoptar reformas económicas poco eficaces, sin cambios sustanciales ni apertura real.

«Millares de seres humanos en el norte del Cáucaso son fusilados o desterrados y yo siento la imperiosa necesidad de elevar mi débil voz contra las ferocidades bolcheviques» carta que Alexandra Tolstoi (1884-1979) hija de Leo Tolstoy envió a ABC.

Existe una significativa diferencia en cuanto a la escala de la hambruna y las muertes. El Holodomor ucraniano se estima que causó la muerte de al menos 3 millones de personas llegando para muchos historiadores a alrededor de 7 a 10 millones, mientras que el Holodomor cubano tuvo una escala mucho menor, aunque aún se desconoce el número exacto de víctimas.

«Si Stalin estuviera vivo, votaría para que fuese procesado y castigado por sus crímenes». — Nikita Kruschez, en 1970.

En ambos casos, la falta de libertades civiles y políticas agravó la situación, ya que se limitó la capacidad de las personas para expresarse, organizar protestas y buscar soluciones a la crisis. En general, ambos eventos son tragedias humanas que ilustran los peligros de políticas económicas centralizadas y del control autoritario del poder político.

«Indiferente a los hambrientos, usó el hambre con rastreros fines políticos. El perverso motivo del rechazo comunista a la caridad hacia los necesitados: el caso de Lenin» 

Tal como el tirano cubano, el creador del totalitarismo se negaba rotundamente a la ayuda humanitaria del capitalismo, en especial del estadounidense. Aun habiendo sido Lenin mantenido por su madre hasta sus treintas, no mostró ninguna piedad por ser humano:

«A más tardar mañana, publicaremos cinco líneas de un breve y seco “comunicado del gobierno”: disuelto debido a la falta de voluntad para trabajar. Enviaremos una directiva a los periódicos: el mismo día, mañana, comenzaremos a ridiculizar a “Kukishi” de cien maneras. Estos guardias blancos e hijos de la nobleza terrateniente querían hacer un viaje al extranjero y se negaron a ir a trabajar en las localidades. Kalinin ha ido, pero a los cadetes les resulta “impropio”. Deben ser ridiculizados y acosados ​​de todas las formas posibles al menos una vez a la semana en el transcurso de dos meses» —Vladimir Lenin

Como déjà vu de nuestra actual realidad bajo la tiranía revolucionaria, continuaba su retórica demagógica en aquel mismo discurso que les presenté renglones a tras:

«Nuestro pueblo no había tenido oportunidad hasta hoy de comprender estas grandes verdades. A nuestro pueblo le ocultaban la verdad, a nuestro pueblo lo engañaban miserablemente, a nuestro pueblo lo mantenían dividido y confundido. Nuestro pueblo no había tenido oportunidad nunca de discutir estos problemas de tipo internacional; el pueblo no sabía una palabra de lo que conversaba el embajador norteamericano con los gobernantes; el pueblo no sabía una palabra de lo que tramaban los cancilleres; el pueblo no contaba para nada; al pueblo no se le reunía para darle cuenta de sus problemas; al pueblo no se le reunía para orientarlo, al pueblo no se le reunía para decirle la verdad. Los destinos de nuestros pueblos eran decididos en la cancillería norteamericana; nuestro pueblo no contaba para nada en los destinos del país» —Fidel Castro Ruz, septiembre de 1960 en la “Magna Asamblea Popular”.

Aunque existen abundantes fuentes históricas y periodísticas que muestran el verdadero rostro del régimen castrista y sus consecuencias para el pueblo cubano. Este fragmento de uno de sus discursos muestra su demagogia y maldad política a todas luces.

Se evidencia que Castro se valió de la demagogia política para ganar el apoyo del pueblo cubano, utilizando un lenguaje emotivo y nacionalista que ocultaba sus verdaderas intenciones de establecer una dictadura comunista alineada con la Unión Soviética.:

Vemos como Castro criticó dura y constantemente al gobierno corrupto y abusivo de Fulgencio Batista, al que derrocó mediante campañas políticas, el apoyo de elites de poder y oposición política de la época dentro y fuera de la isla, más que por la “guerrilla armada”, y prometió elecciones democráticas y una mayor participación del pueblo en los asuntos internacionales.

Sin embargo, estas promesas nunca se cumplieron y Castro estableció una dictadura. O sea, lejos de cumplir con sus promesas de restaurar la democracia, la libertad y la justicia social, Castro impuso un sistema represivo que castigó prácticamente todas las formas de disenso, violó los derechos humanos y civiles de los cubanos y los sometió a una situación de pobreza y aislamiento durante décadas.

Esta declaración, pronunciada por Fidel Castro en un acto público ante miles de cubanos, es un ejemplo claro de su demagogia política, es decir, de su habilidad para manipular las emociones y las creencias del pueblo con el fin de obtener su apoyo y legitimar su poder.

Pero, detrás de esa fachada de altruismo y justicia social, se escondía una maldad política que consistía en violar sistemáticamente los derechos humanos y las libertades fundamentales de los ciudadanos cubanos, así como en reprimir brutalmente a cualquier disidente o crítico de su régimen.

Según la definición de Aristóteles, la demagogia es una forma corrupta o degenerada de la democracia, que lleva a la institución de un gobierno tiránico de las clases inferiores o, más a menudo, de muchos o de unos que gobiernan en nombre del pueblo.

La demagogia se caracteriza por apelar a los prejuicios, emociones, miedos y esperanzas del público para ganar apoyo popular, frecuentemente mediante el uso de la retórica, la desinformación, la agnotología y la propaganda política.

La demagogia tiene como objetivo instrumentalizar al pueblo para satisfacer las ambiciones personales o sectoriales de los demagogos, que pueden aspirar a permanecer en el poder o a cambiarlo a su favor. Para ello, se valen de estrategias como las falacias, las omisiones, la alteración del significado o la demonización del oponente.

En varios de sus discursos, incluido este de 1960, Fidel Castro utilizó un lenguaje populista y emocional para ganar el apoyo del pueblo cubano, mientras que en realidad estaba engañándolo.

– Castro afirmó que el pueblo no había tenido oportunidad hasta ese momento de comprender las grandes verdades, que le ocultaban la verdad, que lo engañaban miserablemente y que lo mantenían dividido y confundido.

Con estas palabras, Castro pretendía presentarse como el salvador del pueblo, el único capaz de revelar la verdad y unificarlo bajo su liderazgo. Sin embargo, esta era una forma de manipular al pueblo para que no cuestionara sus absurdas y delirantes decisiones, ni buscara fuera de su “revolución” o sea “él”, otras fuentes de información.

Fidel Castro de esta forma, no fue más que un tirano que impuso una dictadura comunista que ha duró más de medio siglo y que sumió al país en la pobreza, el atraso y el aislamiento.

Fue un hipócrita que criticó al gobierno anterior de Fulgencio Batista por ser corrupto y abusivo, pero que aplicó peores medidas que él, como la censura, la tortura, las ejecuciones extrajudiciales, los campos de trabajo forzado y la confiscación de propiedades.

Además, Castro fue el responsable de romper las relaciones con Estados Unidos y de alinearse con la Unión Soviética, lo que provocó el embargo económico y el aislamiento político de Cuba. Castro también fue el responsable de negarle al pueblo cubano la posibilidad de elegir a sus gobernantes y de expresar sus opiniones libremente, al eliminar las elecciones, prohibir los partidos políticos, censurar los medios de comunicación y perseguir a los opositores.

Esta era una forma más de desviar la atención de sus propias violaciones y abusos. Castro fue responsable de miles de ejecuciones extrajudiciales, encarcelamientos arbitrarios, torturas, censura y exilio forzado de sus opositores. Además, Castro mantuvo una hostilidad permanente hacia Estados Unidos y provocó varias crisis internacionales que pusieron en riesgo la paz mundial.

Castro también incurrió en una maldad política al aplicar peores medidas que las del dictador Batista diciendo que las mejoraría. Por ejemplo, mientras que Batista permitía cierta libertad de prensa, de asociación y de culto religioso, Castro las restringió o eliminó por completo. Batista mantenía una economía con mayor grado de apertura al comercio exterior, Castro impuso una economía planificada y estatizada que dependía casi exclusivamente de la Unión Soviética.

En definitiva, Fidel Castro fue un tirano que utilizó la demagogia política para engañar al pueblo cubano y justificar su ausencia de elecciones democráticas. Además, fue un político malvado que aplicó peores medidas que las del dictador Batista diciendo que las mejoraría. Su régimen represivo causó graves violaciones a los derechos humanos y civiles de los cubanos y los condenó a vivir en una situación precaria durante décadas.

A pesar de toda evidencia, la propaganda le del izquierdismo internacional como eco de la del castrismo ha sido tan brutal que incluso ONG especializadas en derecho humanos emiten posturas tan ambiguas y dañinas como esta:

«“El legado de derechos humanos de Fidel Castro: Una historia de dos mundos” (…) “Hay pocas figuras políticas que generan tanta polarización como Fidel Castro, un líder progresista pero profundamente defectuoso,” dijo Erika Guevara-Rosas, directora para las Américas de Amnistía Internacional».

En el caso específico del caudillo Fidel Castro, se evidencia una generalizada tendencia a justificar y minimizar las acciones tiránicas basándose en supuestas acciones propagandísticas de humanidad.

Esto plantea una problemática ética importante: ¿Es posible separar las supuestas “acciones buenas” de un líder tiránico de sus verdaderas intenciones y de las consecuencias nefastas de su régimen?

La historia nos ha mostrado repetidamente los horrores y las violaciones a los derechos humanos que ocurren bajo regímenes totalitarios. Ante estas evidencias, es imperativo tomar una postura clara y contundente en contra de la opresión y la tiranía, sin permitir que acciones supuestamente positivas oculten o justifiquen los crímenes y abusos cometidos.

La ambigüedad y ambivalencia moral al tratar con tiranos totalitarios autocráticos es, en última instancia, una traición a los valores fundamentales de la justicia, la libertad y el respeto por los derechos humanos. Negar o minimizar la maldad política y los abusos de poder de estos líderes es ignorar el sufrimiento de las personas afectadas por sus regímenes represivos.

La demagogia de Fidel Castro tuvo consecuencias nefastas para Cuba y para el mundo. Algunas de las que aún se siguen padeciendo. Como he insistido antes, en realidad, han sido las decisiones políticas del régimen castrista las que han generado la falta de recursos médicos en Cuba.

Por ejemplo, la política de nacionalización de la industria farmacéutica y de la salud en Cuba ha llevado a la concentración del control del Estado/Partido que tienen tiene el monopolio de la producción, importación y distribución de medicamentos y suministros médicos.

Eso ha creado un sistema centralizado y burocrático que la mayor parte del tiempo falla en satisfacer las necesidades médicas de la población, con retrasos en la llegada de productos críticos y la falta de acceso a medicamentos esenciales para la población.

Por otro lado, la política económica castrista afecta al sector farmacéutico y de la salud debido a su economía centralizada y la falta de inversión en infraestructura y tecnología médica moderna. Llevando a Cuba a enfrentar una escasez crónica de medicamentos y suministros médicos básicos.  

La eliminación de los incentivos de mercado ha significado que la innovación y el desarrollo de nuevos medicamentos se han desacelerado, y el sistema de salud cubano ha dependido en gran medida de la importación de medicamentos extranjeros. Además, la falta de recursos y financiamiento ha limitado la capacidad del sistema de salud para mejorar y expandirse en algunas áreas.

En ese sentido, la limitada inversión en el sector de la salud y la falta de incentivos económicos para los médicos y otros profesionales de la salud han llevado a la escasez de personal médico altamente cualificado y la baja calidad de la atención médica en general.

Aunque el castrismo se precia por invertir un alto por ciento del PIB anual del país en el sistema de salud, eso solo se traduce en realidad, en dejar evidencias de su ineficacia, baja rentabilidad, precaria efectividad y deplorable calidad, donde gran parte de la inversión se pierde en la burocracia más que en el estado de salud de la población.

«Sistema de salud castrista: caro, ineficiente, con ‘logros’ dudosos y dañino para la economía cubana»

Además, ocultan que en esa inversión del presupuesto público van incluidos los colosales gastos no productivos e innecesarios de los órganos de la seguridad del estado para la represión interna, así como los cargos de las mal llamadas organizaciones de masas, dentro de todas las instituciones, que en realidad son de adoctrinamiento y coerción sistemáticos.

Por otro lado, la falta de inversión útil y la burocracia gubernamental en el sector de la salud también han llevado a la falta de actualización tecnológica y de equipo médico moderno en los hospitales cubanos. Muchos de los equipos médicos están desactualizados y obsoletos, lo que hace que sea difícil para los médicos brindar la atención médica de calidad y adecuada.

A lo que se le ha ido sumando casos de malas prácticas médicas y negligencia debido a la falta de capacitación y recursos adecuados en el sistema de salud. La falta de inversión en la educación médica y la formación continua también ha llevado a la escasez de personal médico capacitado y calificado, lo que ha llevado a la falta de atención médica adecuada para la población cubana.

La prensa internacional y el régimen cubano: una alianza peligrosamente yatrogénica para todos los pueblos del mundo.

¿Sabías que parte de tus impuestos se destinan a financiar organizaciones que defienden el régimen castrista y su modelo socialista?

¿Te parece justo que tu dinero se use para apoyar a un sistema político que viola los derechos humanos y reprime a su pueblo?

¿Te has preguntado por qué hay tanta propaganda sobre Cuba y su supuesta “potencia médica” y “desarrollo biotecnológico” en medio de la crisis sanitaria por el COVID-19?

Veamos ahora claras evidencias de cómo la propia televisión pública de los EE. UU., o sea una que opera con el dinero de los contribuyentes capitalistas, ha utilizado “un caso”, o “unos pocos casos” de pacientes oncológicos que han viajado a Cuba en busca de un supuesto milagro, cuando en realidad es un tratamiento aún bajo investigación y en desarrollo.

«This Cuban lung cancer drug is giving some U.S. patients hope» PBS NewsHour, May 9, 2017.

En este caso, es importante tener en cuenta que la televisión pública de los Estados Unidos también tiene sus propios intereses políticos y puede estar promoviendo una agenda particular al presentar estas historias.

La presión por invertir en Cuba sin importar la dictadura y el sufrimiento del pueblo cubano es carne fresca para inversores y políticos principalmente del partido demócrata, inclinado a las políticas de acercamiento.  

«No, Cuba no es exactamente el pionero del cáncer que Nova (PBS) intenta presentar. El mito de que esta isla autoritaria proporciona un mejor tratamiento médico simplemente no morirá»Glenn Garvin

Se trata de una vacuna terapéutica «CIMAvax-EGF» desarrollada en Cuba, propuesta para su utilización en el control a largo plazo de tumores dependientes del EGF (factor de crecimiento epidérmico). Para la fecha de las propagandas contaba con solo 5 ensayos pilotos de fase I/II que sumaban unos 113 pacientes estudiados.

Aclarando que durante la Fase I es fundamentalmente explorando la seguridad en seres humanos, y la fase II la eficacia terapéutica del producto (exploración terapéutica).

«Five-year view. CIMAvax-EGF is still under clinical evaluation» «In summary, active vaccination with CIMAvax-EGF would be useful for long-lasting control of those tumors addicted to EGF, without adding significant toxicity or lessening the quality of life. Today’s priorities include finding the right place of CIMAvax-EGF in the current practices of NSCLC together with confirming the best predictors of its efficacy.»

O sea, dan ya como una panacea futura, un medicamento que se viene estudiando desde la década de los años 90, y que solo después del 2008 ha sido aprobado en Cuba, para tratamiento de mantenimiento después de recibir la primera línea de tratamiento.

Siendo así, esto es una clara violación de la ética profesional en cuanto a la comunicación que genera faltas esperanzas justo en aquellos que sufren de estas devastadoras enfermedades.

The first clinical studies started in 1995. In 2008 the compound was licensed by the Cuban Regulatory Agency as a switch maintenance treatment for patients with stage IIIB/IV non-small cell lung cancer (NSCLC) after a first-line chemotherapy” … “Clinical efficacy, safety, and tolerability. From 1995, a total of five phases I/II, one randomized controlled phase II, and one randomized controlled phase III clinical trials have been performed. The first five trials were designed to optimize vaccine formulation, dose and schedule in terms of immunogenicity and safety.

Según la información disponible, CIMAvax-EGF ha pasado por ensayos clínicos de fase I y II en Cuba. La fase III se está llevando a cabo actualmente en Cuba y otros lugares, y los resultados aún no se han publicado.

Por lo tanto, es importante destacar que, aunque los resultados preliminares de los ensayos clínicos de fases I y II parecen prometedores, aún se necesita más investigación para determinar la eficacia y seguridad de la CIMAvax-EGF.

Así que los medios ya vendían y venden como una “cura milagrosa” que había logrado salvar a miles de pacientes con cáncer de pulmón, no era más que un producto terapéutico entrando en ensayos clínicos en los EE. UU. en 2017-2018.

Aun cuando el ensayo clínico más avanzado y reciente es el cubano, un estudio de fase III de 405 individuos con este tipo de cáncer de pulmón que concluyo:

Los pacientes que recibieron al menos 4 dosis de la vacuna […] tuvieron una ventaja significativa en la supervivencia general. Los pacientes con altas [concentraciones de EGF en su sistema] tuvieron el mayor beneficio y [la mediana de tiempo de supervivencia] después de la vacunación fue de 14,66 meses”.

Evidentemente los medios internacionales están realizando más que una simple promoción, una autentica propaganda a un producto que como he mencionado antes, no ha sido cura de nada y que además se encuentra aún en desarrollo.

Es también vergonzosa muestra de ello la utilización de “narraciones de historias” (storytelling) en las que un solo paciente, o unos pocos pacientes, viviendo una especie de epopeya para “burlar” el embargo, y recibir tratamiento en la isla, como si en los EE. UU. no tuvieran la más avanzada medicina y terapéutica del mundo.

Desgraciadamente muchos ignoran la importancia de tener en cuenta que los medios de comunicación internacionales pueden estar utilizando estas historias para promover una agenda particular o para llamar la atención sobre un tema en particular.

De pronto nos encontramos con una propaganda simple y contundente, que logra enfatizar en los aspectos más dramáticos (Simplificación y exageración). Además, comienza a ser repetida constantemente por la mayoría de los medios, como si intentara que las personas la recordasen y la internalicen (Repetición).

Logrando así transmitir un mensaje único, consistente que ayuda a generar un sentido de unidad entre los seguidores. Utilizando líderes carismáticos y/o populares para difundir el mensaje y generar seguidores leales. A quienes se les entrega el chivo expiatorio, sea cual sea, que identificarán como a un enemigo común porque representa una amenaza para el grupo o la sociedad (Creación del enemigo común).

De esta forma apelando a las emociones de la comunidad y esquivando a la razón, generando estereotipos para simplificar y polarizar las ideas creando una imagen aún más negativa del enemigo común creado. Pues eso es, nada más y nada menos, que algunas de las reglas para la propaganda de Joseph Goebbels, ministro de propaganda nazi, con las que se llevó a la mayoría del pueblo alemán a cometer el inolvidable Holocausto.

Es honesto señalar que la utilización de técnicas de propaganda, como las mencionadas, no solo fueron utilizadas por el régimen nazi de Alemania, sino que han sido utilizadas en diversos momentos y contextos históricos por distintos gobiernos.

En especial los totalitarismos y organizaciones socialistas para manipular la opinión pública y generar una imagen a conveniencia de la realidad. Es importante fomentar un pensamiento crítico y una búsqueda constante de información para evitar ser víctimas de la propaganda y la manipulación.

«Cuba has a lung cancer vaccine. Many U.S. patients can’t get it without breaking the law» —Sally Jacobs

Por supuesto en cuanto a inescrupulosa propaganda, el izquierdismo global implantado dentro de los EE. UU. ejerce la mayor influencia y adoctrinamiento sistemático. Irónicamente son anticapitalistas que se precian de serlo promoviendo el socialismo/comunismo, regímenes que no ha sufrido en carne propia, en los cuales jamás habrían podido alzar su voz de disenso y oposición.

«Americans could beat lung cancer if U.S. lifted blockade of Cuba» Dylan Manshak. December 16, 2022. (Los estadounidenses podrían vencer al cáncer de pulmón si Estados Unidos levantara el bloqueo a Cuba).

Esta afirmación es un ejemplo de demagogia profundamente dañina, una estrategia que consiste en apelar a los prejuicios, emociones, miedos y esperanzas del público para ganar apoyo popular, frecuentemente mediante el uso de la retórica, la desinformación, la agnotología y la propaganda política.

En primer lugar, Manshak incurre en una falacia lógica al establecer una relación causal entre el bloqueo a Cuba y el cáncer de pulmón en Estados Unidos. Una falacia ad populum, que busca persuadir a la población estadounidense de que el levantamiento del embargo económico contra Cuba permitiría el acceso a fármacos que podrían curar el cáncer de pulmón.

No hay evidencia científica que respalde esta afirmación, sino que se basa en una suposición arbitraria y simplista. El cáncer de pulmón es una enfermedad compleja que tiene múltiples factores de riesgo, como el tabaquismo, la exposición a agentes químicos o radiactivos, la genética o las infecciones virales.

La realidad es que estos fármacos aún están en fase de experimentación y no se ha demostrado su eficacia en humanos, por lo que hacer afirmaciones tan categóricas y engañosas es irresponsable y peligroso.

Además, esta afirmación omite completamente el hecho de que el embargo económico no impide la colaboración científica entre Cuba y otros países. El régimen cubano podría trabajar con otros países para llevar a cabo ensayos clínicos y buscar la aprobación de la FDA si estos fármacos demostraran su eficacia. Tampoco impide que los estadounidenses accedan a otros tratamientos disponibles en el mundo para combatir esta enfermedad.

En segundo lugar, Manshak utiliza la desinformación y la agnotología al presentar como una verdad absoluta y contrastada que Cuba tiene una cura para el cáncer de pulmón. Según él, se trata de los fármacos llamados Cimavax y Vaxira, que están en fase inicial de experimentación y que aún no han demostrado su eficacia ni su seguridad en ensayos clínicos rigurosos.

Manshak “ignora” o silencia estos hechos y crea una ilusión de verdad mediante la repetición. Además, omite mencionar que estos fármacos no son una cura definitiva, sino que se trata de vacunas terapéuticas que buscan estimular el sistema inmunológico para frenar el avance del tumor, pero que no lo eliminan por completo.

En tercer lugar, Manshak recurre a la propaganda política al intentar manipular la opinión pública con fines ideológicos. Uno de sus objetivos es generar simpatía hacia el régimen cubano y hostilidad hacia el gobierno estadounidense, presentando a Cuba como una víctima inocente del Embargo y como un modelo de excelencia sanitaria.

Para ello, utiliza un lenguaje emotivo y sensacionalista, apelando al miedo al cáncer y a la esperanza de una cura milagrosa. También utiliza la demonización del oponente al acusar al gobierno estadounidense de ser el responsable de la muerte de miles de personas por negarles el acceso al supuesto remedio.

Finalmente, la afirmación de Manshak es una muestra de cómo los mentirosos crean una ilusión de verdad y cómo podemos evitar caer en sus trampas. Debemos ser críticos y escépticos ante las afirmaciones que nos hacen sin ofrecernos pruebas o argumentos válidos.

Debemos contrastar las fuentes de información y buscar evidencias científicas que respalden o refuten lo que nos dicen. Debemos estar atentos a las técnicas de manipulación que usan los demagogos para influir en nuestras emociones y nuestros prejuicios. Y debemos defender el pensamiento racional y el diálogo constructivo como herramientas para resolver los problemas sociales.

«Irónicamente, las innovaciones biotecnológicas de Cuba pueden explicarse en parte por el embargo de Estados Unidos, algo que Castro continuamente criticó. Significaba que Cuba tenía que producir los medicamentos a los que no podía acceder o pagar»

Lo irónico aquí es como ver como periodistas en democracias, llenos de recursos, continúan esparciendo la propaganda del régimen utilizando sus mismas premisas y narratoria. No solo caen en la falsedad del embargo como causante de todo mal, cuando este no afecta directamente a los medicamentos.

Al mismo tiempo, en un silencio cómplice desvían la atención al más puro estilo castrista, mostrando sitios turísticos, ajenos al cubano de a pie, y sobre todo muestran “Las Praderas” una clínica dedicada al turismo de salud, que nada tiene que ver con las instituciones al servicio de los cubanos de a pie.

En ese artículo, se presenta una imagen distorsionada y sesgada de la realidad sanitaria cubana, que ignora el sufrimiento y la precariedad de la mayoría de la población. La primera falacia es la típica, de atribuir las supuestas innovaciones biotecnológicas de Cuba al embargo de Estados Unidos. Esta afirmación no tiene ningún sustento empírico ni lógico, ya que el embargo no impide el acceso a los medicamentos ni a la cooperación científica internacional.

Por el contrario, el embargo es una consecuencia de la violación sistemática de los derechos humanos y las libertades fundamentales por parte del régimen castrista, que ha priorizado el desarrollo de una industria farmacéutica para exportar y obtener divisas, en detrimento de la salud y el bienestar de los cubanos.

La segunda falacia es la de equiparar la clínica “Las Praderas”, donde se atiende al paciente estadounidense, con el sistema de salud cubano en general. Esta clínica es un enclave privilegiado y exclusivo para el turismo médico y la elite gobernante, que nada tiene que ver con las condiciones infrahumanas y deplorables de los hospitales y policlínicos destinados al pueblo.

Estos centros carecen de los recursos más básicos, como agua potable, electricidad, medicinas, material quirúrgico, higiene y seguridad. Los profesionales de la salud trabajan en condiciones precarias y reciben salarios miserables, mientras que muchos son enviados a misiones internacionales para generar ingresos al régimen.

La tercera falacia es la de omitir las voces y testimonios de los cubanos que sufren las consecuencias de la crisis sanitaria y social que vive el país. El reportaje se limita a mostrar imágenes turísticas y propagandísticas, que no reflejan la realidad cotidiana de millones de personas, que padecen enfermedades crónicas o terminales sin acceso a tratamientos adecuados.

El reportaje tampoco menciona las constantes violaciones a los derechos humanos que se cometen contra los pacientes, los médicos y los activistas que denuncian la situación o reclaman mejoras.

En definitiva, el reportaje de la BBC News es un ejemplo más de cómo algunos medios de comunicación en democracias se prestan a difundir la propaganda del régimen castrista, sin contrastar las fuentes ni verificar los hechos.

Este tipo de periodismo no solo desinforma y manipula a la opinión pública internacional, sino que también contribuye a perpetuar el sufrimiento y la opresión del pueblo cubano.

«Ninguna institución de salud en Cuba cumple con los estándares de los centros de salud más avanzados del mundo, y a excepción de algunos Institutos (de carácter terciario, nacional y reparados a finales de la década de los 2000, con recursos venezolanos y brasileños por demás), los destinados al turismo internacional (Las Praderas, el Camilo Cienfuegos, CIREN), y del hospital de la oligarquía castrista el CIMEQ, o la clínica de 42 en playa, tiene condiciones que cumpla con los mínimos estándares internacionales de los centros de salud más modestos en el mundo, por difícil que sea de creerse para aquellos que están ajenos al sistema de salud cubano y del resto del mundo. La realidad es la más elocuente evidencia de ello»

Pero esta historia ya la habíamos vivido, por ejemplo, cuando en el año 2007 nos llegó el documental Sickoproducido por Michael Moore, el cineasta y critico estadounidense, cuya trama giró en torno a la atención médica de los Estados Unidos de América y específicamente contra la industria farmacéutica y los seguros de salud. Basando su estrategia amarillista en «historias de terror sobre la sanidad privada» que previamente había solicitado a través de su blog personal.

El objetivo altamente sensacionalista era generar una discusión nacional y promover reformas en la atención médica y la salud pública, con ideas progresistas derivadas de archiconocidos mitos y falacias del izquierdismo global.

Sin embargo, se ha criticado la manera en que el documental presenta a Cuba como un ejemplo a seguir en términos de sanidad universal, omitiendo los inaceptables problemas en su sistema de salud y las limitaciones a la libertad individual en el país.

Es difícil determinar específicamente todas las falacias cometidas por Michael Moore en su documental Sicko, ya que hay muchas afirmaciones y argumentos presentados en la película. Sin embargo, está claro que Moore utiliza técnicas de manipulación emocional y selectividad de la información para presentar su punto de vista sobre la atención médica en los Estados Unidos y otros países.

Por ejemplo, utiliza la falacia de la petición de principio, al asumir que la atención médica universal es siempre superior a la atención médica privada, y la falacia de la generalización apresurada, al presentar a Cuba como un modelo a seguir sin tener en cuenta otros aspectos del régimen cubano. Además, se ha criticado a Moore por presentar datos y estadísticas sin contexto o sin citar las fuentes de manera adecuada.

Sin embargo, profundizando un poco lo antes discutido, el documental de Moore no es una obra objetiva ni imparcial, sino que está plagado de falacias, demagogias y propaganda, objeto de numerosas críticas y cuestionamientos por parte de expertos, periodistas y políticos que cuestionaron la veracidad y la credibilidad de los datos y las fuentes utilizadas.

Moore utiliza recursos retóricos y cinematográficos para manipular las emociones del espectador y persuadirlo de su punto de vista sesgado, simplista y parcial de la realidad. Algunas de las falacias que comete son:

– La falacia de la petición de principio: Moore asume como verdadero lo que quiere demostrar, es decir, asume que la atención médica universal es siempre superior a la atención médica privada, sin ofrecer argumentos o evidencias que lo sustenten, sino que la presenta como una verdad indiscutible.

Así, ignora los problemas y desafíos que también enfrentan los sistemas sanitarios públicos, como la escasez de recursos, el envejecimiento de la población o la calidad de los servicios.

– La falacia de la generalización apresurada: Moore presenta a Cuba como un modelo y ejemplo a seguir en términos de sanidad universal, omitiendo los inaceptables problemas en su sistema de salud y las limitaciones a la libertad individual, a la calidad de vida de los cubanos. De esta forma esconde los problemas del sistema sanitario cubano, como la escasez de medicamentos básicos, dificultades para acceder a servicios especializados, el deterioro de las infraestructuras o la falta de personal cualificado. También omite las violaciones a los derechos humanos que comete el régimen cubano, como la represión política, la censura o el control social.

– La falacia del falso dilema: Moore plantea una disyuntiva falsa entre dos opciones extremas: o se acepta el sistema sanitario estadounidense tal como está, basado en la atención médica privada y los seguros de salud, o se adopta el modelo cubano o francés. Dejando fuera alternativas posibles o intermedias que podrían mejorar el acceso y la calidad de la atención médica sin renunciar al mercado o a la libertad individual. Buscar soluciones adaptadas a la realidad y a las necesidades de los estadounidenses.

– La falacia del hombre de paja: Moore tergiversa, distorsiona o exagera las posiciones o argumentos de sus oponentes para hacerlos más fáciles de atacar o refutar. Así, presenta a los defensores del sistema actual como personas egoístas e insensibles, que solo se preocupan por el dinero y no por la salud de las personas. También caricaturiza a los críticos del sistema sanitario universal como personas ignorantes o manipuladas por los medios de comunicación.

El documental parece haber tenido un gran impacto en la opinión pública y en el debate político sobre la reforma sanitaria en los Estados Unidos. Según una encuesta realizada por Opinion Research Corporation para CNN, el 56% de los estadounidenses que vieron el documental dijeron que cambiaron su opinión sobre el sistema sanitario después de verlo.

El 51% dijo que apoyaba una reforma sanitaria que garantizara una cobertura universal para todos los ciudadanos. El documental también influyó en algunos políticos y legisladores, que se mostraron favorables a impulsar cambios en el sistema sanitario.

De una forma “curiosa y casual” el “socialisto” cineasta selecciona al único hospital (Hermanos Ameijeiras) en relativa buenas condiciones, fuera de los utilizados por la casta castrista y las elites de poder. Digamos, ya que “entró” por el oriente del país, ¿por qué no visitó algunos de los consultorios, policlínicos u hospitales por allá por el oriente cubano?   

Al parecer otros extranjeros no corrieron con la misma “suerte”: «Cada consulta 30 CUC, 25 CUC por rayos X y el ultrasonido, que en palabras de la ‘compañerita’ de economía era un poquito más caro, 300 CUC; más 50 CUC por una venda de gasa» Un lector denuncia el mal trato recibido por una amiga extranjera en el hospital Abel Santamaría.

Lo que no imaginó Moore, ni parecen haber previsto los filtros de la seguridad del estado castrista, es que el documental es un arma de doble filo, que como en efecto bumerán retornó en el aislado y adoctrinado cubano.

Que comenzó a tener ideas de que nuestro sistema de salud no era el único gratuito, ni el más universal, y hasta se sorprendió al ver como en el “capitalismo tan malvado” la seguridad social le ayudaban a las madres en Francia a costear los gastos de los hijos y hasta tenían apoyo para los quehaceres del hogar. 

La oficina de intereses de los Estado Unidos en la Habana advierte así a sus ciudadanos sobre la realidad de la sanidad en la isla:

 Medical care in Cuba typically does not meet U.S. standards.  While medical professionals are generally competent, many health facilities face shortages of medical supplies and bed space.   Many medications are unavailable, so travelers to Cuba should plan to bring any prescribed medicines and over-the-counter remedies in their original containers and in amounts commensurate with personal use in the event of delays to return travel. All personal items are subject to scrutiny by customs officials, so a copy of a prescription and a letter from a prescribing physician explaining the need for prescription drugs may facilitate entry

Es sabido que el régimen cubano tiene un control absoluto sobre los medios de comunicación dentro de la isla, que se encargan de difundir su ideología y su versión de los hechos. Sin embargo, lo que quizás no es tan conocido es que también tiene una influencia considerable sobre la prensa internacional, que en muchos casos se hace eco de sus mensajes y contribuye a crear una imagen distorsionada de la realidad cubana.

En definitiva, que la prensa internacional acompaña al régimen en su política de comunicación que utiliza al menos tres premisas de la propaganda para manipular la percepción pública: la incentivación del falso nacionalismo, la censura con ocultación de información negativa, y la creación de fobias y estereotipos negativos hacia quienes se oponen al sistema.

De esta forma, el régimen busca crear una imagen distorsionada de la realidad cubana, que oculta las violaciones de los derechos humanos, la represión, la escasez, el descontento social y la crisis sanitaria que vive el país.

La incentivación del falso nacionalismo consiste en presentar al régimen como el único garante de la soberanía y la identidad nacional, y a sus líderes como los héroes de la patria. De esta forma, se busca generar un sentimiento de lealtad y orgullo entre los cubanos, y al mismo tiempo deslegitimar a cualquier voz disidente como traidora o mercenaria. La prensa internacional, en muchos casos, reproduce este discurso sin cuestionarlo ni contrastarlo con otras fuentes.

La censura con ocultación de información negativa consiste en silenciar o minimizar cualquier dato o hecho que pueda mostrar las deficiencias o las violaciones del régimen. Así, se evita que el público conozca la verdadera situación económica, social y política del país, y se crea una imagen idealizada y falsa de su modelo. La prensa internacional, en muchos casos, se limita a reproducir las cifras oficiales o las declaraciones del gobierno, sin verificarlas ni contrastarlas con otras fuentes.

La creación de fobias y estereotipos negativos hacia quienes se oponen al sistema consiste en demonizar y deshumanizar a cualquier persona o grupo que cuestione o critique al régimen. Así, se busca generar un rechazo y un miedo entre los cubanos, y al mismo tiempo desacreditar a cualquier alternativa o propuesta de cambio. La prensa internacional, en muchos casos, se hace eco de estas acusaciones sin comprobarlas ni ofrecer el derecho a réplica.

Estas tres premisas de la propaganda tienen un efecto pernicioso sobre la opinión pública, tanto dentro como fuera de Cuba. Por un lado, impiden que los cubanos tengan acceso a una información veraz y plural, que les permita formarse un juicio crítico y autónomo sobre su realidad. Por otro lado, impiden que el mundo conozca la verdadera situación de Cuba, que lejos de ser un paraíso socialista es una dictadura represiva y empobrecida.

A todo esto, le debemos sumar que aún no nos hemos repuesto del vergonzoso agravante de otra iatrogénica propaganda repulsiva respecto a los supuestos medicamentos cubanos contra el COVID-19. En una especia de acmé antiético de hasta donde hemos podido llegar, y que continúa impunemente.

Algo que confieso me sorprendió, incluso estando yo claro de que el régimen cubano puede llegar a lo ridículamente absurdo cuando de su propaganda se trata, pero esto iba más allá. Esta vez, no eran los sumisos periodistas o los bazofiantes comunicadores oficialistas, era ver a colegas médicos, científicos y demás profesionales participando de algo tan deshonroso y poco ético.

Es lamentable ver cómo la propaganda castrista ha logrado permear incluso en el ámbito científico y médico, donde la ética y la integridad deben ser fundamentales. Es preocupante que se utilice la pandemia del COVID-19 para seguir promoviendo una imagen positiva del régimen cubano, cuando en realidad este ha demostrado su incapacidad para manejar la crisis sanitaria en su propio país.

En todas las sociedades es crucial que los profesionales médicos y científicos se adhieran a los más altos estándares éticos y se abstengan de participar en actividades que puedan comprometer la integridad científica y la confianza del público en la investigación médica.

Es harto preocupante que profesionales médicos y científicos se presten a promover medicamentos que aún no han sido sometidos a rigurosas pruebas científicas y que no cuentan con el respaldo de organismos internacionales de salud.

Es transcendental recordar que la seguridad y eficacia de un medicamento no se pueden afirmar sin datos clínicos sólidos y una evaluación rigurosa. La promoción prematura de medicamentos sin pruebas adecuadas puede generar falsas esperanzas y poner en riesgo la salud pública.

«Dr. Rolando Pérez Rodríguez, the director of science and innovation at BioCubaFarma, which oversees Cuba’s medicine development. “We have long experience with these kinds of technologies,” he says»

«Dr. Rolando Pérez Rodríguez, director de ciencia e innovación de BioCubaFarma, entidad dedicada a supervisar el desarrollo de medicamentos en Cuba. “Tenemos una larga experiencia con este tipo de tecnologías”, afirma»

El conocido medio propagandístico y antisistema capitalista utiliza primero la falacia de falsa autoridad o argumento de autoridad, mediante la cual se aprovecha de la posición del Dr. Rolando Pérez Rodríguez como director de ciencia e innovación de BioCubaFarma para afirmar que Cuba ha tenido éxito en el manejo de la pandemia debido a su “experiencia en tecnologías similares”, sin presentar datos concretos o evidencia científica que respalden su afirmación.

Esta falacia consiste en dar por válida una opinión o una afirmación solo porque proviene de una persona que se supone que tiene autoridad o prestigio en el tema, sin tener en cuenta si esa persona tiene realmente conocimientos suficientes o si está sesgada por algún interés o ideología, (conflicto de intereses).

Es importante tener en cuenta que, aunque la experiencia es valiosa, no es suficiente para garantizar el éxito en una situación particular, como la pandemia de COVID-19. Hay muchos factores que influyen en la capacidad de un país para manejar una crisis de salud pública, incluyendo la disponibilidad de recursos, la infraestructura de atención médica, la capacidad de realizar pruebas efectivas y rastrear contactos, y la capacidad de implementar medidas de salud pública efectivas.

Siguiendo la “lógica” de esa afirmación en la que la experiencia fuera suficiente para garantizar el éxito, no solo se habría terminado con la pandemia, sino que prácticamente se habrían erradicado las enfermedades, por un lado, y por el otro, el resto de los países con demostrada mayor experiencia lo habrían logrado, mejor, y más rápido. Por el contrario, ya un grupo de expertos había aclarado que entre los países peor preparados para una pandemia estaba Cuba.

«estamos en la posición 129 de 195 países estudiados por el panel de expertos internacionales del “Índice Mundial de Seguridad Sanitaria” (The Global Health Security Index) que realiza un ranking a partir de la evaluación de las capacidades de seguridad sanitaria mundial en 195 países preparada por el Centro Johns Hopkins para la Seguridad Sanitaria (Johns Hopkins Center for Health Security), la Iniciativa contra la Amenaza Nuclear (Nuclear Threat Initiative) y la Unidad de Inteligencia Económica (Economist Intelligence Unit)»

La segunda falacia que se utiliza es la de generalización apresurada o inducción precipitada, mediante la cual se extrae una conclusión general a partir de unos pocos casos particulares o insuficientes. Esta falacia se comete cuando se dice que Cuba ha desarrollado cinco candidatos vacunales contra la COVID-19, sin mencionar que ninguno de ellos ha completado aún la fase III de ensayos clínicos, que es la que determina la eficacia y la seguridad de una vacuna.

Además, se omite que Cuba no ha publicado los resultados preliminares de sus ensayos en revistas científicas revisadas por pares, lo que impide verificar la calidad y la transparencia de sus investigaciones.

La tercera falacia que se utiliza es la de falsa dicotomía o falso dilema, mediante la cual se presenta una situación como si solo hubiera dos opciones posibles, cuando en realidad hay más alternativas.

Esta falacia se comete cuando se dice que Cuba ha optado por una “estrategia soberana” frente a la “dependencia” de otros países o empresas farmacéuticas, sin reconocer que hay otras formas de cooperación internacional y acceso equitativo a las vacunas, como el mecanismo COVAX impulsado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), al que Cuba no se ha adherido.

Estas tres falacias lógicas tienen como objetivo crear una imagen positiva y heroica de Cuba como un país capaz de enfrentar la pandemia con sus propios recursos y conocimientos, frente a un mundo capitalista y neoliberal que solo busca el lucro y la explotación.

Sin embargo, esta imagen no se corresponde con la realidad, ya que Cuba sufre una grave crisis económica y social, agravada por la pandemia, que ha provocado escasez de alimentos, medicinas y otros bienes básicos, así como protestas populares y represión por parte del gobierno.

Por lo tanto, permítanme ultimar que el reportaje de “Democracy Now” no es un ejemplo de periodismo riguroso e independiente, sino de propaganda ideológica y manipulación informativa. Estos profesionales han puesto en riesgo la salud pública y la confianza en la investigación médica, al difundir información falsa y generar falsas esperanzas en la población. Estos profesionales deberían ser responsables ante sus colegas y ante la sociedad por sus acciones.

El titular ya de por sí era profundamente falaz: «Cuba le gana a la pandemia con acciones como el desarrollo de nuevas vacunas y el envío de médicos al extranjero para ayudar a otros países» publicado el 9 de abril de 2021.  Algo más engañoso en inglés: “How Cuba Beat the Pandemic: From Developing New Vaccines to Sending Doctors Overseas to Help Others

Primero porque ha ese mismo día se confirmaban unos 1040 nuevos casos con muestras positivas: «Al cierre del día de ayer, 9 de abril, se encuentran ingresados un total de 24 mil 703 pacientes, sospechosos 3 mil 616, en vigilancia 15 mil 982 y confirmados activos 5 mil 105. Para COVID-19 se estudiaron 21 mil 332 muestras, resultando 1040 muestras positivas. El país acumula 3 millones 191 mil 858 muestras realizadas y 85 mil 572 positivas»

Sin embargo, estos datos son poco fiables y con un gran subregistro, ya que se basan en pruebas diagnósticas insuficientes y poco sensibles, y en un sistema de vigilancia epidemiológica deficiente y opaco.

Además, hay numerosos testimonios de ciudadanos cubanos que denuncian la falta de atención médica, la escasez de medicamentos y equipos de protección personal, y la manipulación de las cifras de contagios y muertes por parte de las autoridades.

Por lo tanto, es imposible saber el verdadero impacto de la pandemia en Cuba, pero es evidente que no se ha controlado ni mucho menos la habían vencido. La evidencia era la realidad del momento que demostraba justamente lo contrario a lo que la propaganda castrista y sus ecos querían hacerle ver a los cubanos en la isla, y al mundo en general.

«Cuba vive el peor rebrote de casos y anuncia medidas drásticas contra la propagación de la covid-19» —Mauricio Vicent. (La Habana – 06 ABR 2021)

Todo esto, a nada menos que a tres meses del colapso del sistema de salud: «Colapso hospitalario en Cuba: ‘He visto a médicos llorar de dolor, de impotencia, de desgaste». Colapso que por demás y como acostumbra el régimen negó en innumerables ocasiones hasta el último momento, en el que les fue imposible de ocultar.

En segundo lugar, el titular menciona el desarrollo de nuevas vacunas como una acción destacable de Cuba frente al covid-19. Es cierto que Cuba tenía en ese tiempo candidatos vacunales en diferentes fases de ensayos clínicos.

Sin embargo, hay que tener en cuenta que ninguna de estas vacunas había demostrado aún su eficacia ni su seguridad en estudios rigurosos y transparentes, ni ha sido aprobada por ninguna agencia reguladora internacional.

Por lo tanto, es prematuro y engañoso afirmar que Cuba ha desarrollado nuevas vacunas contra el covid-19, cuando todavía no se sabe si funcionarían o si eran seguras. Además, hay que cuestionar la ética y la legalidad de los ensayos clínicos realizados en Cuba, donde no se respeta el derecho a la información ni al consentimiento informado de los participantes, ni se garantiza la independencia ni la supervisión de los comités éticos.

«La pandemia provocada por el coronavirus se convirtió en una coyuntura ideal para reactivar la venta de servicios médicos cubanos, que había sufrido un declive entre 2018 y 2019 tras el fin de los gobiernos afines al régimen en Brasil, Bolivia y Ecuador» Médicos cubanos: negocio y política afuera, abandono adentro.

Por otro lado, hace propaganda de las denominadas “brigadas médicas cubanas” (“Henry Reeve Brigade) que lejos de ser solidaras son un lucro para el régimen, y sobre las cuales pesan varias denuncias por esclavitud moderna, con importantísimos testimonios presentados entre otras pruebas.

Este es uno de los mitos más difundidos y peligrosos sobre el sistema de salud cubano. Lo que el reportaje no dice es que estos médicos son enviados bajo condiciones de explotación laboral y violación de sus derechos humanos. Que reciben salarios miserables, son sometidos a vigilancia constante y a restricciones de movimiento y comunicación, y son obligados a cumplir con una agenda política e ideológica impuesta por el gobierno cubano.

Además, estos médicos no cuentan con la formación ni los recursos adecuados para enfrentarse a una enfermedad tan compleja y desconocida como el covid-19, lo que pone en riesgo su propia salud y la de los pacientes que atienden. Por último, el envío de médicos al extranjero no es un acto altruista ni solidario del régimen cubano, sino una fuente de ingresos millonarios que le permite sostener su dictadura y reprimir a su pueblo.

Ahí les va otra conclusión, del reportaje publicado por Democracy Now, que representa un ejemplo más de la propaganda y la desinformación que se difunde sobre Cuba y su sistema de salud. Lejos de ser un modelo a seguir o un ejemplo de éxito frente a la pandemia, Cuba es un país sumido en una crisis sanitaria y humanitaria sin precedentes.

Un país donde se violan sistemáticamente los derechos humanos y se niega el acceso a una atención médica digna y de calidad. Estos son los hechos que deberían ser conocidos y denunciados por todos los medios de comunicación responsables y comprometidos con la verdad.

En definitiva, quede claro que el hecho de que Cuba haya desarrollado vacunas reconocidas mundialmente en el pasado no significa automáticamente que las vacunas actuales sean efectivas o seguras. Cada vacuna debe ser evaluada en función de su propia eficacia y seguridad, basada en evidencias científicas sólidas, que provienen de estudios rigurosos en diferentes fases de investigación clínica. La confianza en una vacuna debe basarse en la evidencia científica disponible, no en la experiencia pasada o en la nacionalidad del fabricante de la vacuna.

«Yo le pregunto al Gobierno y al Partido y al Ministerio de Salud Pública dónde están creadas las condiciones que tanto hablan. No engañen más al pueblo, no expongan más a su personal, que somos nosotros los que damos la cara al problema y a los familiares. No hay camas ni camillas, un hospital sin agua por más de seis horas en dos periodos del día» denuncia una doctora en Matanzas.

Veamos un año después la repercusión de esa propaganda en cómo se pronuncian algunos cubanos encuestados al respecto (16 Mar 2022):

«En palabras de uno de los encuestados, “No estoy seguro de la efectividad de esta vacuna, sin embargo, sé que en mi país hemos estado fabricando vacunas reconocidas a nivel mundial durante muchos años”»

El “encuestado” deja claro de que desconoce y/o desconfía de la efectividad de las vacunas cubanas, pero toma como argumento de seguridad esa falacia y refugia su esperanza en dicho vacío, dándonos una pista evidente de las implicaciones de la propaganda en el pensamiento acrítico del cubano.  

Objetivamente la opinión de unos pocos encuestados no representa necesariamente la opinión generalizada de la población cubana. Además, es necesario considerar el contexto en el que se realiza la encuesta y las posibles influencias que pueden estar presentes.

Por ejemplo, como la propaganda y la falta de acceso a información objetiva y diversa pueden afectar el pensamiento crítico y la capacidad de los ciudadanos para evaluar de manera adecuada la eficacia y seguridad de las vacunas.

Por eso resulta fundamental que los ciudadanos tengan acceso a información objetiva y confiable para poder tomar decisiones informadas sobre su salud. Algo que los cubanos ni siquiera entienden claramente en la actualidad.

Esta limitada encuesta fue referida en un artículo en el que la profesora Jennifer Ruth Hosek fue al infinito y más allá en su escrito para “The Conversation” afirmando que: «La reticencia a la vacunación es rara en Cuba. Sus políticas y prácticas de COVID-19 están fundamentalmente basadas en la ciencia. El gobierno cubano está obteniendo el apoyo público al proteger a sus ciudadanos de enfermedades graves y la muerte; uno de los principales mandatos de los gobiernos»

La afirmación de la profesora Jennifer Ruth Hosek en “The Conversation” podría incurrir en una falacia de generalización apresurada o “hasty generalization”. Dado que es posible que la reticencia a la vacunación sea rara en Cuba, pero no se puede afirmar categóricamente que no existe en absoluto.

Ciertamente la mayoría de los cubanos, como pueblo con pensamiento gregario cuasi homogéneo, no manifiestan los pensamientos conspiranoicos antivacunas, pero esto no significa que no manifiesten temores y dudas respecto a los candidatos actuales contra el COVID-19.

Es falaz atribuir al gobierno cubano una supuesta autoridad científica que no se sustenta en evidencias ni en transparencia. La profesora Hosek no ofrece ninguna fuente ni dato que respalde sus afirmaciones sobre la eficacia y seguridad de las vacunas cubanas, ni sobre el grado de aceptación y confianza de la población en las mismas.

Por el contrario, existen numerosos testimonios y reportes que cuestionan la calidad y el rigor de los ensayos clínicos realizados por las instituciones cubanas, así como la falta de información y consentimiento de los voluntarios y participantes.

Trasmitir la idea de que las políticas y prácticas de COVID-19 en Cuba están “fundamentalmente basadas en la ciencia” es altamente especulativa y sesgada al no tener en cuenta el historial del gobierno cubano en cuanto a cuestiones de salud pública y derechos humanos. Sumado a la evidente falta de transparencia y los informes contradictorios sobre la eficacia de los medicamentos y vacunas producidos en el país.

Asumir así, que el gobierno cubano tiene como “prioridad la protección de la salud y la vida de sus ciudadanos”, se contradice con la propia realidad en la que ha demostrado un profundo desprecio por los derechos humanos y las libertades fundamentales de los mismos.

La profesora Hosek ignora o pretende minimizar el contexto de represión, censura y violencia que vive el pueblo cubano, especialmente desde el estallido social del 11 de julio de 2021, que ha dejado muertos, heridos, detenidos y desaparecidos. Asimismo, pasa por alto las graves deficiencias del sistema de salud cubano, que carece de recursos, medicamentos e insumos básicos para atender a los enfermos de COVID-19 y otras patologías.

«Pese al recrudecimiento de la crisis sanitaria, el régimen rechazó el mecanismo COVAX, mediante el cual hubiese podido evitar cientos de muertes, y se ha aferrado a sus candidatos vacunales, dos de los cuales se encuentran en la tercera y última fase de ensayos clínicos»

Su dañino afán de atribuir al gobierno cubano un supuesto apoyo público masivo basado en la ciencia, cuando en realidad se trata de una imposición autoritaria que no respeta la autonomía ni la voluntad de los ciudadanos. Aun cuando el régimen castrista no ha aclarado su rechazo a participar en la iniciativa COVAX, impulsando al país a una campaña costosa en medio de una profunda crisis económica.  

De esa forma la profesora Hosek no reconoce que en Cuba no existe una verdadera democracia ni un estado de derecho que garantice el pluralismo, la participación y el escrutinio público de las decisiones gubernamentales. Por el contrario, el régimen cubano se basa en el control, la coacción y el adoctrinamiento ideológico para mantenerse en el poder.

Además, la afirmación es presentada como un hecho establecido y justificado, lo que sugiere que no hay motivos para cuestionarla. Sin embargo, esta afirmación es falaz ya que no se apoya en hechos concretos ni en datos objetivos, y se encuentra sesgada por la propaganda y la manipulación de la opinión pública.

¿Acaso pensaba en el pueblo el régimen castrista cuando en medio de la crisis en vez de comprar insumos médicos y medicamentos compro al gobierno socialista español armas de fuego y equipamiento antidisturbios?

No le sugiere explícitamente una preocupación por mantener el control político y sofocar cualquier posible disidencia en lugar de invertir en la salud y el bienestar de la población.

¿Pensaba el régimen castrista en el pueblo cubano cuando en medio de la pandemia compró patrullas de policía en vez de ambulancias?

Mostrando una imperdonable falta de priorización de las necesidades del pueblo cubano, especialmente en medio de una pandemia. El transporte público y las ambulancias son fundamentales para garantizar el acceso de la población a la atención médica y a los suministros necesarios para enfrentar la pandemia.

¿O al importar en medio de la pandemia automóviles para renta al turismo internacional en vez de apoyo al transporte público?

Por muy importante que sea el turismo para la economía de Cuba, el acceso al transporte público es fundamental para la movilidad y el acceso a servicios básicos para la población.

«Candil de la calle, oscuridad de la casa: El sistema de salud pública cubano prioriza las demandas del exterior a costa de las necesidades básicas de sus habitantes. El desabastecimiento de medicinas, el déficit de especialistas y las condiciones de salubridad de centros hospitalarios contrastan con la publicidad que vende a la isla como potencia mundial en salud»

Estas falacias revelan una falta de rigor académico y una parcialidad política por parte de la profesora Hosek, que contradicen los principios éticos que deben regir la conducta profesional de los docentes e investigadores. Su escrito para “The Conversation” no es un análisis objetivo ni imparcial de la situación sanitaria y social de Cuba, sino una apología acrítica y sesgada del régimen dictatorial que oprime a los cubanos desde hace más de seis décadas.

No es ad hominem, pero Hosek se presenta como una experta en Cuba y en políticas públicas, pero su formación académica es en literatura y cultura alemana. No tiene ninguna credencial que la avale como una especialista en salud pública, epidemiología o biotecnología. Y sus afirmaciones son especulaciones poco éticas que no se ajustan a la realidad y no están respaldadas por datos objetivos.

Su artículo parece buscar la legitimación de un régimen que no tiene el apoyo ni el consentimiento de su pueblo. Y no es una muestra de rigor académico ni de sensibilidad social, sino de complicidad con una dictadura que lleva más de 60 años oprimiendo a una nación.

Así traduce y utiliza el artículo el medio propagandístico por excelencia y el que considera como fuente principal y más “confiable” del régimen castrista: «Esta confianza popular generalizada se basa en la experiencia vivida»

Por otro lado, como mínimo se ha recurrido a la una falacia de la petición de principio, puesto que la afirmación asume que la “confianza popular” es necesariamente justificada y que la experiencia vivida es forma suficiente en que se puede justificar. Sin embargo, esto es puramente especulativo, y ni siquiera demuestra que realmente exista dicha “confianza popular” o que esta sea necesariamente.

«Even Cubans who are skeptical of their government in other areas stated that the only reason for Cuban medical experts to do their work is to save lives. In contrast, many talked about how financial interests play into health care in other countries, making it potentially less trustworthy. »

«Incluso los cubanos que son escépticos de su gobierno en otras áreas afirmaron que la única razón para que los expertos médicos cubanos hagan su trabajo es salvar vidas. Por el contrario, muchos hablaron sobre cómo los intereses financieros influyen en la atención médica en otros países, haciéndola potencialmente menos confiable»

El artículo y sus creadores caen aún más bajo cuando en una especie de falacia de falsa dicotomía, ya que sugiere que la única opción es “confiar en los expertos médicos cubanos” o “desconfiar de los expertos médicos en otros países” debido a intereses financieros. Esta dicotomía no reflejar adecuadamente la complejidad de las decisiones que enfrentan las personas al evaluar la confiabilidad de los expertos médicos.

«Si pagas te sacan la muela con anestesia buena. Tuve que hacerme una endoscopía y me dijeron que no había anestesia. Pero cuando le colé al médico en la bata 15 cuc, como por arte de magia apareció un anestésico de afuera (del exterior). Con dinero, el médico te atiende como si tu fueras un familiar cercano»

El sistema de salud cubano se vende al mundo galante de ser universal, gratuito y accesible para toda la población. Sin embargo, en las últimas décadas se ha evidenciado un incremento del deterioro progresivo de la calidad y la eficiencia de los servicios de salud. Debido a múltiples factores como la escasez de recursos materiales y humanos, el bajo salario de los trabajadores de la salud, la falta de incentivos y reconocimientos, la corrupción sistémica y el burocratismo, entre otros.

Estas condiciones han generado un fenómeno conocido como “atención medica por la izquierda” una especie de “medicina bajo la mesa“, que consiste en el pago informal o ilegal que realizan algunos pacientes a los médicos o al personal de salud para obtener una mejor atención médica, un acceso más rápido a los servicios o a los recursos escasos, o una mayor comodidad o privacidad en el tratamiento. Este pago puede ser en forma de dinero, bienes materiales o servicios.

No voy a adentrarme, en este artículo, en las denuncias constantes sobre los costos no visibles del sistema de salud cubana y cómo algunos médicos llenan sus consultas, y hasta priorizan a pacientes adinerados o con posibilidades de grandes regalos y favores.

Es éticamente muy cuestionable, pero, de base tiene la misma “justificación social” que todos los robos cometidos al Estado, ese “¿Qué voy a hacer, tengo una familia que alimentar?”, que por demás es cierto, y es otro de los grandes dilemas de nuestra profesión en la isla bajo el régimen.

«Los pagos y los sobornos aseguran la buena atención médica en Cuba»

Pero ese hecho de que algunos médicos cubanos prioricen a unos pacientes sobre otros es éticamente cuestionable y va en contra de los principios de equidad y justicia en la atención médica. Representa un dilema ético en la práctica médica actual, dado que los médicos tienen la responsabilidad de ofrecer atención médica equitativa y justa a todos los pacientes, independientemente de su estatus socioeconómico.

Además, conduce a una injusta distribución de recursos médicos en nuestro caso públicos, y a una atención médica de menor calidad para los pacientes más necesitados y menos privilegiados. Lo que termina por socavar la confianza pública en el sistema de salud y en la integridad de los profesionales de la salud.

«Los médicos cubanos sobreviven con los regalos de los pacientes»

Sin embargo, aunque el fin jamás debe justificar los medios, es una realidad que cuando asumimos que este dilema es un reflejo de la difícil situación económica en Cuba, donde muchos profesionales de la salud luchan para cubrir sus necesidades básicas y las de sus familias.

Aunque comprendemos la importancia de buscar soluciones que permitan a los médicos cubanos ser remunerados adecuadamente y sin recurrir a prácticas poco éticas. La ausencia de debate transparente y público ha comprometido la ética médica y la moral en general, exponiendo a situaciones riesgosas tanto a médicos como a pacientes.

«La indetenible pérdida de valores en la sociedad cubana ha provocado que personas con escasos modales educativos y comportamientos barrioteros trabajen en el sistema nacional de salud»

Este triste fenómeno no solo afecta a la profesión médica o a la enfermería, también a otros profesionales o técnicos de diversos servicios de la salud, como los laboratorios para realizarse estudios complementarios, o los turnos de pruebas complementarias imagenológicas.

«Sin regalos no hay atención médica, la realidad de las consultas en Cuba»

Hace décadas que en uno de sus artículos la Dra Hilda Molina denuncia que el sistema de salud en Cuba cuenta con cuatro niveles diferentes de atención sanitaria. El primer nivel está destinado a los dirigentes y altos funcionarios, sus familiares, amigos y protegidos, quienes reciben servicios superiores a los de la población.

El segundo nivel consiste en la atención a pacientes extranjeros, quienes son atendidos en instituciones lujosas y tienen acceso a medicamentos que no están disponibles para la población en general. El tercer nivel son los servicios privados clandestinos establecidos por especialistas y técnicos en las mismas instituciones estatales, quienes cobran en divisas y sobornos a los nuevos ricos que pueden pagar por ellos.

Finalmente, el cuarto nivel está destinado a la mayoría de la población cubana, que no tiene acceso a divisas y debe conformarse con los servicios de salud públicos, muchas veces insuficientes e ineficaces. Desde su época ya se denunciaba la corrupción que se había infiltrado en el sistema de salud, donde se cobra por debajo de la mesa en divisas, productos, servicios e influencias.

El artículo concluye que en Cuba no se ha garantizado ni igualdad ni equidad en los servicios médicos en los últimos 50 años.

Volviendo al artículo propagandístico, por otra parte, asume y sugiere implícitamente, que los médicos, científicos y demás profesionales carecen de conflictos de intereses financieros, algo que es engañoso y profundamente falaz, ya que todos los expertos (médicos, científicos, profesionales…), sin importar su origen o ubicación, pueden tener potencialmente disímiles conflictos de intereses, incluidos los financieros.

Los conflictos de intereses son reconocidos como una preocupación común en muchos campos, especialmente en la medicina, y los profesionales de estos campos deben abordarlos de manera transparente y adecuada.

Si bien los médicos cubanos pudieran estar menos motivados por intereses financieros debido a las particularidades del sistema de salud cubano, esto no significa que estén completamente libres de conflictos de intereses u otras motivaciones potencialmente cuestionables.

«Situación en la que una persona o la entidad en la que esta trabaja, ya sea un gobierno, empresa, medio de comunicación u organización de la sociedad civil, debe optar entre las responsabilidades y exigencias de su puesto y sus propios intereses privados»

El conflicto de intereses hace referencia a una situación que se produce cuando una persona (empleado o voluntario) o entidad tiene dos o más intereses (personales, comerciales, obligaciones, responsabilidades profesionales o de otro tipo) que pueden entrar en conflicto entre sí. Estos además pueden influir indebidamente en su capacidad para tomar decisiones imparciales o en su comportamiento.

Los conflictos de intereses pueden ser percibidos o reales, y pueden tener un impacto negativo en la confianza en una persona o entidad y en su capacidad para tomar decisiones objetivas e imparciales.

Por ejemplo, un médico que recibe una comisión por recetar un determinado medicamento tiene un conflicto de intereses si esa comisión afecta su capacidad para recetar el medicamento que sea más beneficioso para el paciente.

Lo mismo sucede con las investigaciones. Los conflictos de intereses reales y potenciales deben ser debidamente declarados y tenidos en cuenta para controlarlos evitando en lo posible que terminen influyendo en los resultados.   

En regímenes totalitarios socialistas como el castrista, el Estado controla gran parte o la totalidad de la economía y la sociedad, incluyendo la educación y la investigación científica, esto significa que los profesionales, incluidos los académicos y científicos, pueden estar sujetos a una presión política y a la necesidad de complacer al gobierno y sus políticas.

Por lo que se han cuestionado diversos conflictos de intereses, además de los intereses políticos y de la presión del grupo por ideologías o metas ideológicas. Por ejemplo, las limitaciones a la libertad académica tienden a generar conflictos de intereses para los expertos que deben equilibrar las “demandas del estado” con su “propia ética profesional”. Esto limita grandemente su capacidad para investigar y publicar hallazgos de manera objetiva e independiente.

Además, en un régimen totalitario como el castrista, los valores políticos y la ideología del régimen pueden influir en la ética profesional. Por ejemplo, pueden sentir la necesidad de apoyar la política oficial del gobierno, incluso si sus hallazgos científicos no la respaldan. También pueden enfrentar consecuencias si sus investigaciones o publicaciones entran en conflicto con la línea oficial del gobierno.

Ese aspecto lo sufrimos los cubanos durante muchos años en la que la participación en experimentos médicos ocurría sin el consentimiento informado de los pacientes. Estos experimentos pueden tener motivaciones políticas o ideológicas detrás de ellos y pueden dañar la salud y los derechos de los pacientes involucrados.

Y no solo ante estudios de experimentación, por ejemplo, al llegar en el año 2003 a las áreas clínico-quirúrgicas desde las ciencias básicas en mi segundo año de medicina, uno de los choques más grades en lo personal fue la falta de consentimiento informado ante los procederes médicos invasivos incluidas las cirugías. Algo que afortunadamente ha ido mejorando paulatinamente, pero de forma muy deficiente.

Esto no significa que la mayoría de los médicos cubanos desconocieran la importancia del consentimiento informado, pero terminan siguiendo la vorágine de quienes marcan las políticas institucionales que suelen ser administrativos más comprometidos con el cargo directivo que con la ética médica profesional.

Por ejemplo, durante décadas a los pacientes en Cuba se les exigió (obligatorio cumplimiento) aportar una donación de sangre para poder realizar ingresos hospitalarios, o procederes invasivos, como por ejemplo el aborto médico, algo que se considerada como una deshonrosa violación de la ética médica y un gran conflicto de intereses.

En primer lugar, la exigencia de donaciones de sangre puede ser vista como un abuso de poder por parte de los médicos y una forma de coerción, ya que se aprovechan de la necesidad del paciente de recibir atención médica para obtener una donación de sangre.

En segundo lugar, la obligatoriedad de la donación de sangre va en contra de los derechos del paciente y una violación de su autonomía, ya que el paciente se ve obligado a donar sangre para recibir atención médica, en lugar de poder tomar la decisión por sí mismo. Los pacientes deberían tener derecho a recibir atención médica sin ser obligados a realizar ninguna acción que no sea necesaria para su tratamiento, y sin que se les exija hacer pagos o donaciones.

En tercer lugar, también puede ser vista como una forma de pago al Estado por el procedimiento médico, a pesar de que el Estado promueva la idea de que el servicio es gratuito. Esta práctica puede ser una forma encubierta de cobro por servicios médicos que se suponen gratuitos, lo cual puede ser considerado como una violación de los derechos de los pacientes y una falta de transparencia en la gestión del sistema de salud.

Los médicos y demás profesionales cubanos conocían de este antiético actuar frente a dicho dilema médico, pero no tenían ni tienen recursos para enfrentarse al Estado, y aceptaban el argumento falaz de que “era una necesidad de la revolución” y por lo tanto un “sacrificio de todo el pueblo”, en su habitual “el fin justifica los medios del marxismo-leninismo” adoptado a cabalidad por la “revolución socialista castrista” en Cuba.

Fidel Castro tartamudea, balbucea, se queda segundos sin respuestas, y termina respondiendo un verdadero absurdo ante una simple e inesperada pregunta que se salía del perpetuo guion al que someten a todos sus entrevistadores, por parte de una joven periodista argentina.
La pregunta es sobre el apartheid politico que sufren los cubanos, en este caso al no poder entrar a los hoteles de su propio país.

«Alguna gente pudiera estar inconforme por fallas de nuestro gobierno: que no arreglaron la calle, que se fue la luz, que no llegó el agua, que no conseguí empleo, que no me han dado mi casa (…) de todos modos lo que está en juego el 7 de octubre no es si asfaltaron o no la calle, lo que está en juego no es si me han dado la casa o no me la han dado, lo que está en juego no es si yo estoy bravo con los dirigentes regionales… ¡No! Lo que está en juego es mucho más que eso, camaradas. ¡Nos estamos jugando la vida de la patria el 7 de octubre!» — Hugo Rafael Chávez Frías

Sacrificios ejemplificados en este discurso político de Chávez utiliza la retórica de la “revolución” y la “patria” como una forma de distraer a la gente de los problemas reales del país y de su propio fracaso como gobernante.

Es un ejemplo de cómo los líderes políticos destructivos pueden utilizar un lenguaje grandilocuente para motivar a la gente a seguir sus objetivos políticos, a pesar de que estos objetivos pueden no estar alineados con los intereses de la mayoría de la población.

En realidad, es muy probable que los médicos y demás profesionales de la salud desconocían que la exigencia de donaciones de sangre impuestas por el Estado eran para obtener hemoderivados que luego se exportan para obtener ganancias económicas.

Porque la falta de transparencia y la ausencia de libertad de expresión y de información en el sistema de salud cubano hacen difícil que se den a conocer estos detalles a los trabajadores de la salud y a la población en general.

«El gobierno castrista vendió sangre y sus derivados; tejidos y órganos humanos por valor de 1,323 millones de dólares norteamericanos, entre 1995 y 2019, según una investigación de la ONG Archivo Cuba (AC) sobre negocios de La Habana en el ámbito sanitario, que recoge las extracciones forzosas a presos y fusilados»

En resumen, aunque se oculten o simplemente no se traten desviando la atención a otros temas supuestamente más importantes, los conflictos de intereses son un problema común en los regímenes totalitarios socialistas como el castrista y deben ser abordados de manera transparente y adecuada para garantizar la integridad y la confianza en el trabajo de los expertos y profesionales.

Es imprescindible que siempre se respeten los derechos de los pacientes y se garantice su autonomía en la toma de decisiones relacionadas con su atención médica. Los pacientes tienen derecho a recibir información completa y comprensible sobre su estado de salud, las opciones de tratamiento disponibles y los riesgos y beneficios de cada opción terapéutica.

Además, deben tener la libertad de aceptar o rechazar cualquier tratamiento propuesto, y no deben ser obligados a someterse a procedimientos sin su consentimiento informado.

«Nicolás Maduro usó a médicos cubanos (en Venezuela) y a los servicios de salud para presionar a los votantes. “…Sí había oxígeno, pero no me permitían usarlo”, dijo Arias, quien abandonó el programa médico del gobierno cubano a finales del año pasado y ahora vive en Chile. “Había que dejarlo para las elecciones”»

He aquí otro de los tantos aspectos en el que no pocos médicos y científicos cubanos han incurrido, en el uso político de la medicina, por la presión del régimen socialista, al utilizar su posición para fines políticos, como la manipulación de estadísticas médicas para mostrar una imagen más favorable del sistema de salud o para ocultar la mala gestión gubernamental.

«“Doctora denuncia fraude y falsificaciones en Salud Pública en Santiago De Cuba”. Sandra Chávez Lozada denuncia que cuando trabajaba como doctora en Santiago de Cuba, era obligada a falsificar las estadísticas para cumplir con “indicadores absurdos”. “¡¡No quiero inventar pacientes!! ¡¡No necesito inventar consultas!! ¡¡¡Falsificar ingresos domiciliarios no salva vidas!!! Doctora Sandra Chávez Losada”»

Un ejemplo claro sería la petición de la “afiliación política y religiosa” y la pertenencia o no a las organizaciones políticas de masa, dentro de los modelos de historia clínica, en la confección de la historia psicosocial.

Los médicos y demás profesionales cubanos incurren en una falta grave de ética médica relacionada con la privacidad y la confidencialidad del paciente. Los pacientes tienen derecho a la privacidad de su información médica y personal, y la exigencia de esta información por parte de los médicos puede ser vista como una forma de discriminación y un intento de control político.

Además, esta práctica puede tener consecuencias negativas para la atención médica de los pacientes, ya que puede generar desconfianza y limitar la comunicación efectiva entre el paciente y el médico. Por lo tanto, los médicos cubanos al exigir este tipo de información están colaborando con el poder político en una forma de coacción, de hacer presión.

Por lo general, esta información no es necesaria para la atención médica del paciente y puede ser utilizada para fines políticos, lo cual puede poner en peligro la seguridad y privacidad del paciente.

O cuando indirectamente, por ejemplo, se sigue la retórica institucionalizada impuesta de no “generar estrés” con terapias no existentes en la isla. Algo que podría verse “correcto” en el sentido práctico, pero en realidad se invisibiliza tratamientos más adecuados disponibles. Este es un dilema que hemos enfrentado en algún momento, prácticamente todos los terapeutas en el Archipiélago kubinskiy (кубинский).

Por un lado, como médicos tenemos el deber y la obligación de actuar en el mejor interés del paciente y proporcionarle toda la información necesaria para que este pueda tomar una decisión informada sobre su tratamiento. Esto incluye explícitamente informar al paciente sobre todas las opciones terapéuticas disponibles, incluso si no están disponibles en la isla.

Por otro lado, como profesionales bajo contrato con el Estado también estamos obligado a cumplir con las leyes y regulaciones muchas veces más “revolucionarias” que éticas, del sistema de salud. Si ciertos tratamientos no están disponibles en la isla debido a restricciones gubernamentales, el terapeuta podría enfrentar consecuencias legales si recomienda o intenta proporcionar ese tratamiento al paciente.

En última instancia, el médico deberá sopesar este dilema ético y decidir qué es lo mejor para el paciente en esas circunstancias específicas. Mientras que en las democracias se podría buscar soluciones alternativas, como remitir al paciente a otro país donde se ofrezca el tratamiento deseado, o incluso trabajar para cambiar las políticas de salud del país para que los pacientes tengan acceso a todas las opciones terapéuticas disponibles.

En Cuba son comisiones ministeriales las encargadas de en algunos pocos casos de tramitar los tratamientos fuera de la isla. Y como “Parlamento” unánimemente falso, la Asamblea Nacional del Poder Popular, jamás ha aprobado ni permite ninguna iniciativa le ley de alguno de sus diputados. Las leyes cubanas todas caen de “arriba”, o sea del Buró Político del PCC.

En definitiva, en Cuba como en otros regímenes socialistas, la centralización del control estatal puede resultar en una falta de acceso a recursos y equipos médicos adecuados para los médicos y científicos, dificultando llevar a cabo investigaciones y tratamientos médicos de calidad.

Esto se debe a que el gobierno es el encargado de proporcionar y distribuir los recursos y equipos médicos, y puede priorizar el uso de estos para otros fines, como ocurren en la práctica y se ha denunciado en la isla, destinándose al desarrollo militar, la seguridad del estado, la policía, o la construcción de infraestructuras turísticas.

La total dependencia del estado para financiar proyectos de investigación y desarrollo es otro de los problemas que enfrentamos en la isla. Como en otros regímenes socialistas, los médicos y científicos dependemos del gobierno para financiar prácticamente todo, lo que no pocas veces lleva a conflictos de intereses si los resultados de la investigación no son consistentes con los intereses del régimen.

No pocas veces hemos recibido un: no es interés del ministerio por respuesta ante la petición de salida a eventos internacionales, o a entrada de tecnologías desde el exterior. Muchas veces sin representar gasto alguno para su institución o para el propio MINSAP, puesto que los profesionales cubanos en la mayoría de los casos gestionan con colegas y organizaciones internacionales el costo de sus viajes.

En lo personal fui víctima de la maquinaria burocrática cuando se me dificultó la salida como residente de neurología después de haber ganado una de las dos únicas becas internacionales de la Fundación Carolina a cursar una maestría de neurociencias en España.

Aunque la propia fundación me insistió que otros colegas cubanos lo habían logrado, en su mayoría eran especialistas, muchos de los cuales contaban con mecanismos que no aplicaban a mi estatus de residente de una especialidad.

A pesar de que muchos estudiantes, principalmente dirigentes y/o enchufados “hijos de papá” tenían barra libre de viajes internacionales, a los que se les permitía una licencia estudiantil. Mi perspectiva de ese entonces no era generar comparaciones, ni denunciar para que les quitasen privilegios a otros, sino reclamar los míos, por lo que lo di como una tarea porco fructífera.

Dejé de luchar por ese abusivo “permiso de salida” y ahí perdí la batalla no solo del viaje y cursas el postgrado, sino de denunciar con pruebas los mecanismos diabólicos del sistema castrista en general y del de salud en particular.

«La mayoría de los cubanos confían en la experiencia de su red de servicios de salud densamente tejida e interconectada. “En Cuba, uno puede morir por falta de máquinas o medicamentos especializados, pero no por falta de atención humana especializada”, dijo un encuestado» traducido por Cubadebate, principal medio propagandístico del régimen.

Así continua el artículo propagandístico, con otra afirmación directamente falsa, porque de hecho y a pesar de que la propaganda lo intenta ocultar, existe en Cuba un importante déficit real, no solo de especialistas, sino de profesionales y demás personal de salud.

Por mucho que se intente minimizar, la falta de acceso a recursos y equipos médicos adecuados limita marcadamente la capacidad de los médicos y científicos para llevar a cabo su trabajo de manera efectiva y afectar negativamente la calidad de la atención médica que se proporciona a la población.

Esto lógicamente tiene consecuencias graves para la salud y el bienestar de la población y además continúa el ciclo con una mayor dependencia al Estado para la atención médica. Es cierto que la atención humana especializada es importante y puede marcar una gran diferencia en la atención médica, pero no es suficiente por sí sola.

Es necesario contar con los medios diagnósticos y los tratamientos adecuados para poder brindar una atención médica de calidad y mejorar la salud de los pacientes. Sin estos recursos, los profesionales de la salud pueden estar limitados en su capacidad para proporcionar un diagnóstico preciso y un tratamiento efectivo.

Por lo tanto, la falta de “máquinas o medicamentos especializados” de la que habla minimizando el problema el entrevistado, es una limitación significativa en la atención médica, incluso si hay una red de servicios de salud densamente tejida e interconectada y si los profesionales son altamente capacitados y comprometidos.

«El déficit de médicos se suma a las precariedades de la Salud Pública en Cuba»

Esto no es un efecto del presente que ha resultado de la postpandemia como intentan constantemente hacer ver. Ya desde épocas del Chavismo las instituciones cubanas comenzaron a sufrir un drenaje desmedido de profesionales principalmente hacia Venezuela.

En silencio nuestra población comenzó a sufrir una crisis que dejaría claros estragos en la calidad de la atención médica, en la calidad de la enseñanza de las ciencias médicas, que se fueron acumulando hasta la actualidad.    

«Gastroenterología, patología, radiología, neurología, endocrinología, angiología… son algunas de las llamadas ‘especialidades anémicas’ porque nadie las quiere estudiar, o son muy difíciles o no son las más atractivas, o son de las que menos viajan»

Me explico, durante décadas el llamado “internado profesionalizante” había sido históricamente ese sexto año y final en la carrera de medicina en el cual te desempeñas prácticamente como un graduado, y adquieres los retoques necesarios para lograr ese “oficio” en el arte de atender personas desde la preconcepción hasta las inmediaciones de la muerte con los cuidados paliativos y el lapidario llenado de los certificados médicos de defunción.

En nuestro año de internado, 2007-2008, fuimos forzados a trabajar como “médicos de familia”, bajo chantajes, a pesar de protestar y declarar abiertamente en contra de la medida. Es así como no solo nos afectaron nuestro proceso de aprendizaje y entrenamiento, sino como nos convirtieron en esclavos asalariados, o, mejor dicho, con un estipendio “mejorado”, pero que no alcanzaba jamás los 25 dólares por mes.

Es así como comencé a atender a una inmensa población del barrio de Jesús María en la Habana vieja, atendida por el consultorio #2, ubicado en Mercedes, entre Picota y Egido perteneciente al Policlínico Docente Dr. Ángel Arturo Aballí”. La maravillosa acogida de la profesora, la Dra (digamos que María), de quien recuerdo su trato de a igual, su cariño y respeto aun siendo estudiante y su paciencia.

También la forma en que me acogieron los vecinos altamente necesitados, que siempre termina por demostrarte que profesional y humanamente valió la pena. Algo que el régimen siempre intenta tergiversar, y aprovechar políticamente de diferentes formas.

Google Street View del consultorio #2, ubicado en Mercedes, entre Picota y Egido perteneciente al Policlínico Docente Dr. Ángel Arturo Aballí”.

Al menos teóricamente, “el médico de la familia tiene la responsabilidad de velar por la salud de alrededor de 120 familias o 600 hasta 800 personas, desde la infancia hasta la ancianidad. Atiende a estas personas tanto en su consultorio como en visitas a las casas”, según el “Programa de trabajo del médico y enfermera de la familia, el policlínico y el hospital. La Habana, MINSAP, 1988”.

Al parecer tomado del primer experimento iniciado en 1984 en el Policlínico de Lawton, del municipio “10 de octubre” en La Habana. Donde comenzaron con diez dúos de médicos y enfermeras, lo que sería el primer modelo cubano de medicina familiar (“Plan del Médico de las 120 Familias”) que funcionaban prácticamente como como equipos médicos personales gracias a la relativamente pequeña carga de pacientes otorgadas.

Pero no fue hasta el año 1987 cuando comenzaron a graduarse los primeros especialistas en la llamada “Medicina General Integral”, otro eufemismo “revolucionario” para no utilizar los nombres ya conocidos y ampliamente definidos relacionados con la atención primaria de salud.

Es curioso como la retórica castrista y su apoderamiento de la historia mediante el “Leviatán Revolucionario” terminan generando una especie de sensación de que el modelo de “Atención Primaria de Salud” hubiera sido inventado por el mesías de la moringa, comandante de la olla reina Fidel Castro Ruz. Cuando esa historia se había fraguado muchas décadas atrás. Eso sin restarle el más mínimo valor a los aportes que se pudieron haber vivido en el modelo cubano.

«Desde hace años se piensa que el nacimiento de la atención primaria moderna está en la Conferencia de Alma-Ata, celebrada en el año 1978 y propugnada por la Organización Mundial de la Salud. Sin embargo el concepto de centro de salud apareció por primera vez en la literatura anglosajona en el año 1920 en el Informe Dawson que desarrolló el concepto embrionario de Zona Básica de Salud, constituyendo un impulso importante para que en el año 1948 se creara el National Health Service»

Por desapercibido parece haber pasado que este “modelo cubano” de atención medica comunitaria como todo bien económico, se sustentaba en la “hermandad cubano-soviética” (neocolonialismo soviético) de la cual destinó un gran porcentaje a la “exportación de la revolución socialista castrista”. El excedente no producido, del que tanto vociferan los “sociolistos” era la piedra angular de lo que representa en “buen cubano” la frase canaria “tirarse el pedo más alto que el culo”.

«La historia y el desarrollo de la Atención Primaria de Salud y de la Política de salud para todos en el año 2000 no parten de Alma Ata (Litsios 2002:17) como se lee en la mayoría de textos sino que tienen raíces en la “medicina social” con el movimiento liderado por Rudolf Virchow y Jules Guerin entre otros (Waitzkin 2006:31) en 1848, al que le anteceden experiencias del siglo XVIII, con Villermé, Johann Peter Frank (Sigerist 2006:28) y otros, que son reflejo del pensamiento en la construcción de la salud como derecho»

Llama la atención que en democracia se habla mucho de la “compra de voluntades” una práctica que consiste en ofrecer incentivos o beneficios materiales o económicos a una persona para que actúe de cierta manera o para que vote por un candidato político específico.

Esta práctica es considerada inmoral y éticamente cuestionable, ya que busca influir en la voluntad de las personas a través de medios que no están relacionados con la argumentación política o la persuasión ideológica, sino con el intercambio de bienes materiales.

Además, la “compra de voluntades” puede ser ilegal y se castiga como un delito electoral, en muchos contextos políticos y electorales, ya que implica el uso de recursos públicos o privados para obtener un beneficio político personal o para un partido político en particular y se considera una forma de corrupción que viola los principios de igualdad y transparencia en las elecciones.

Pero otorgar beneficios materiales a los médicos, como un hogar (en medio de una perene y profunda crisis de la vivienda), regalarles automóvil cuando el más del 99% de la población carece de ellos, es una forma en la que el castrismo compró las voluntades de los médicos dirigidos a los consultorios de familia.

Al recibir estos beneficios, los médicos pueden sentirse en deuda con el Estado y, por lo tanto, estar más dispuestos a cumplir con sus obligaciones y directrices, incluso si van en contra de la ética médica, de su moral.

Asimismo, estos beneficios pueden servir como un incentivo para que los médicos acepten trabajar en áreas remotas o en condiciones difíciles, lo que a su vez ayuda al Estado a cumplir sus objetivos políticos más que los de la atención médica. Lo que puede tener un impacto negativo en la calidad de la atención médica y en la integridad ética de los médicos.

Recordemos que la principal diferencia entre otorgar beneficios económicos o materiales y otorgar un salario es que el primero puede ser visto como una forma de coacción o compra de voluntades, ya que se otorga algo que va más allá del pago justo por un trabajo. Mientras que un salario se otorga como remuneración por el trabajo realizado y se espera que sea justo y adecuado a las tareas y responsabilidades de la persona.

Igualmente, un salario es una obligación legal y contractual del empleador con el empleado, mientras que la entrega de bienes materiales puede no tener una base legal clara y puede ser vista como una forma de presión indebida. Indudablemente al Estado le es más rentable tener esclavos asalariados, con estímulos pendientes a criterios subjetivos, que pagar acorde al trabajo realizado.

Por otro lado, es posible que esa práctica de “compra de voluntades” a los médicos que trabajan en consultorios de familia pueda discriminar a otros profesionales de la salud y a médicos de otras especialidades que no reciben estos mismos beneficios. A la par que podría perpetuar una jerarquía dentro del sistema de salud donde se valora más el trabajo en los consultorios de familia en comparación con otras áreas de la medicina.

Esto puede crear tensiones y desequilibrios en el sistema de salud. Por lo que en general, es importante que los sistemas de salud sean equitativos y justos para todos los profesionales de la salud, independientemente de su especialidad o lugar de trabajo.

«En los 31 años de la “hermandad cubano-soviética” Cuba recibió unos $115,000 millones de dólares. Pero Castro los usó básicamente para alimentar su ego. Intervino militarmente en varios países en África y Medio Oriente, exportó la “guerra de liberación” guevarista a Latinoamérica”, y se convirtió en el líder “redentor” del Movimiento de Países No Alineados y del Tercer Mundo» —Roberto Álvarez Quiñones

La entrega de beneficios materiales a un grupo específico de trabajadores es y ha sido una forma de discriminación y de compra de voluntades, con impacto negativo en la calidad y la integridad ética en general.

Además, es importante que los incentivos y los beneficios se otorguen en función de la calidad y la eficacia del trabajo realizado, en lugar de favorecer a un grupo específico de trabajadores en detrimento de otros. Como es el caso de los trabajadores de las FAR. y del MININT. Siendo los más beneficiados como órganos represivos para garantizar la supuesta “lealtad”.

Comprando voluntades como único sabe hacer el socialismo “voluntatorio”, llegamos a la década de los 80 en la que se vivió una situación en la que los niveles de vida y de salud eran paradójicamente altos en comparación con la producción del país.

Lo que se debió en gran parte al apoyo económico y financiero que la Unión Soviética brindó a Cuba en ese periodo. Permitiendo que el régimen cubano pudiera invertir una porción en políticas públicas, incluyendo la atención sanitaria y la educación, y proveer a la población de bienes y servicios básicos.

Sin embargo, cuando la Unión Soviética se derrumbó en 1991, la economía cubana se enfrentó a una grave crisis, lo que ha tenido importantes consecuencias en la calidad de vida y salud de la población. Y terminamos sufriendo el Holodomor cubano consecuencia principal de las decisiones políticas del castrismo.

La historia demuestra innegablemente que la política económica castrista prioriza el mantenimiento del poder a corto plazo mediante la compra de voluntades y el despilfarro populista de recursos, en lugar de invertir en el desarrollo sostenible del país a largo plazo.

«Los cubanos estamos inundados en números. Números de supuestas cosechas que nunca vemos aparecer en nuestros refrigeradores, un supuesto bienestar que nunca llega a nuestras casas… Más que conocer estadísticas fiables, queremos resultados reales y palpables, beneficios y posibilidades» —Yoani Sánchez

«En algunos hospitales cubanos muere más gente por falta de comida que por enfermedad»

La prioridad del régimen ha sido mantener el control político y social del país, incluso a costa del bienestar y las necesidades básicas de la población. Como señala Yoani Sánchez, es necesario que se traduzcan las estadísticas y los números propagandísticos en resultados reales y palpables para la población.

En lugar de invertir en el desarrollo sostenible del país, el gobierno ha dependido en gran medida de la ayuda económica y la cooperación de otros países, especialmente de la Unión Soviética durante la Guerra Fría y más recientemente de Venezuela. El colapso de la Unión Soviética y la crisis económica en Venezuela han afectado significativamente la economía cubana y han evidenciado la necesidad de un cambio en la política económica.

«Anciano frustrado coloca cartel pidiendo ir a Venezuela a ver al médico. “Permuto para Venezuela porque allí está el médico que me iba a operar”»

Para ese entonces (en el que Yoani hablaba al ABC), me incorporé como médico no graduado (6to años de universidad) al consultorio. El déficit de médicos de familia era abismal puesto que desde el año 2000 habían estado saliendo miles de médicos cubanos a Venezuela. A tal punto que se vieron obligados a reestructurar el sistema de atención primaria, y el propio ministerio de salud.   

«El programa más afectado por la escasez de galenos es el del “Médico de la Familia”. Se trataba de casas-consultorios, que fueron construidos en los barrios para atender a unos 300 vecinos. Esos médicos desarrollaban la medicina comunitaria y preventiva.»

La población oficial atendida por dicho consultorio era de unas mil personas, pero en la realidad sobrepasaban ampliamente las mil. Existía un gran subregistro en cuanto a los familiares declarados viviendo “legalmente” y los que estaban supuestamente de “transito”.

Aunque había estado en contacto con la población desde los primeros años de la carrera, y había vivido el deterioro de todo tipo de las condiciones de vida. Jamás las había observado desde la madurez personal, y el pensamiento como médico responsable de la salud de sus pacientes.

Si unos años antes había quedado prácticamente en shock, delante de un “solar” de Malecón, oculto tras la fachada de azulejos sostenida por palos, que debió ser hermosísima. Traspasando la inverosímil fachada, quedabas ante el laberinto de minotauro de la pobreza enterrada, trozos de escaleras tambaleantes, para arribar a pisos de cartón tabla sobre ancestros oxidados de vigas.

Lo atravesaba un estrecho pasillo central amurallado por cartones y nylon como entradas a cuarterías, con un único espacio al final del pasillo semi privado y sin techo al que nombraban el baño colectivo.

Google Street View de la Farmacia comunitaria de la zona atendida por el consultorio médico número 2.

«Combaten en Cuba el déficit de fármacos con la terapia floral»

También había sufrido al ver abuelos amarrados en sus habitáculos, confinados a cuartos donde solo cabía la cama y la silla de las necesidades fisiológicas. No pocas veces cuidados por no familiares interesados principalmente en sus viviendas.

Pacientes que padecían trastornos mentales recluidos en patios interiores, desnudos, poco aseados. Puñaladas entre familiares y amigos. Pero todo lo había sufrido siempre desde la perspectiva de la “no responsabilidad” del estudiante, y aunque la imagen queda tatuada, el supuesto y dañino aliento de que “alguien se está encargando” del asunto que consuela parcialmente.       

«Cuba ha producido 65.000 médicos. Lamentablemente, junto a esta estructura médica, hay una casi total carencia de medicinas, equipos y material» — Carlos Alberto Montaner (2008)

Esta vez me tocó atender a embarazadas, dentro de ellas a una que su casa estaba en peligro de derrumbe inminente, una de las pocas, o la única que aún se resistía al ingreso obligatorio al que muchas son forzadas. Que forma parte de la violencia obstétrica generalizada dentro sistema de salud cubano.

Me removieron la consciencia y la vida, madres que ponían a prostituir a sus hijas menores de edad, cuya única evidencia al parecer eran las Infecciones de Transmisión Sexual y algunos malos ojos del barrio.

Reclusos bajo libertad condicional y exreclusos pidiendo certificados médicos para evadir al jefe de sector de la PNR. Todos bajo mi responsabilidad, y por cada pregunta que yo hacía, me llovían más interrogantes, entre carcajadas irónicas, y críticas satíricas. 

«Cuba, peor higiene pública que en la Edad Media. ‘La hediondez ambiental es un claro síntoma de la crisis final del modelo estalinista implantado por el dueto Fidel Castro-Che Guevara.’»

El deterioro de la ciudad, de la higiene y los niveles de insalubridad eran chocantes, comparados con otros barrios de algunos otros municipios, pero en general por toda La Habana se veían ya zonas similares.

La carencia de médicos no era solo en sector de la atención primaria, sino que para prácticamente todas las especialidades a lo largo y ancho de toda la isla.  «Sin acceso a pruebas de cardiología población de Ranchuelo»

El déficit de profesionales era difícil de ocultar, desde que nos convertimos en la forma de pago, la moneda de cambio, los esclavos asalariados sobreviviendo entre el castrismo y el chavismo.  «Chávez y Venezuela nos brindaron toda la solidaridad en pleno Período Especial, y nosotros les brindamos la nuestra» — Fidel Castro (2009).

«Diferencia salarial con médicos cubanos indigna a trabajadores de salud de Venezuela. “Mientras ellos ganaban 400 dólares, nosotros acá en Venezuela no ganamos ni siete mensuales”»

Los colegas venezolanos denunciaban que estaban ganando menos que los cubanos y estos, quedándose solo con menos del 3% de los salarios otorgados directamente al régimen según los escasos datos que por algún desliz eran dados a conocer.

«Durante su comparecencia del 23 de junio (2005), Castro hizo referencia a diferentes problemas planteados por la población, como la escasez de medicamentos y el cobro en dólares que hacen algunos médicos por sus servicios. Aunque afirmó que ningún cubano que necesite ser operado de cataratas quedará sin ese servicio, se mantiene el descontento en parte de la población cubana por el envío masivo de médicos al extranjero mientras se observa un deterioro de la atención médica en la isla»

Esa era solo la punta del iceberg en los tiempos del documental en el que Michael Moore, decidió ignorar al pueblo de Cuba. Quizás para él y para los que como Bernie Sanders, deciden mostrar no solo un único lado del pastel, sino su mejor cara maquillada. Dejando en la oscuridad del silencio cómplice a todo el pueblo de a pie, incluidos sus presos políticos. «Recuerden a los médicos cubanos presos (políticos) en este Fin de Año» — Dr. Eloy A. González, Fort Worth, TX.

La propaganda de esos años fue especialmente brutal en los EEUU. a tal punto que pareciera coordinada.

«The Doctors Defying America (2006). A Clean Bill of Health: With thousands of newly trained doctors supporting medical care in the region, Cuba’s successful healthcare system flies in the face of US sanctions»

«Despite decades of crippling sanctions, Cuba has achieved the unthinkable. Its health care system rivals most Western countries and infant mortality rates are lower than those in America»

Mientras escribo, debo actualizarles en que solo hemos ido empeorando dramáticamente, excepto en que ha ocurrido un impresionante 11 de julio de 2021 donde por primera vez los cubanos se han lanzado masivamente a la calle en contra del castrismo y por la libertad. Pero desde el punto de vista de la salud publica vamos de mal en peor.

«La peor crisis de la salud en Cuba en 64 años, y el ministro ve como causas ‘obstáculos y algunas deficiencias’. Pese al deplorable estado de la infraestructura médica, la escasez, los tratamientos inexistentes, el personal en fuga, el régimen tiene trabajando fuera de la Isla a casi 24.000 profesionales»

El país continúa llenándose de hoteles de la casta y su oligarquía, mientras se hunden otras inversiones: «Datos de la Oficina Nacional de Estadísticas e Información (ONEI) de Cuba dan cuenta de la disminución en 148 millones de pesos de inversiones en Salud Pública y Asistencia Social entre 2016 y 2020, aun cuando los ingresos totales de ese sector en el mismo periodo aumentaron de 6507,7 a más de 9000 millones anuales. Esto significa que en 2020, por ejemplo, el Gobierno cubano invirtió menos del 1% en Salud Pública y Asistencia Social. En 2021, pese a que las inversiones excedieron los 1000 millones de pesos ―en el contexto de la pandemia de COVID-19― apenas constituyeron el 1,7% de los ingresos

Aquel entonces la propaganda nacional hacia alarde de sus supuestos logros respecto a los años anteriores al 1959, pero como bumerán la repercusión de las mentiras que tapan desastres la lamentarían pacientes y familiares de un sistema en franca necrosis.

«La pseudorrepública dejó a su paso un estigma de abominación que alimentó el sensacionalismo en la prensa de la época. Títulos como “Horrores en Mazorra” o “Infierno entre paredes”, anzuelo perfecto para los voceadores de periódicos, penden hoy como propaganda obsoleta en el museo de la institución. Del período revolucionario emergen más evidencias que las numerables en un artículo, pues abarcan cincuenta años de atención esmerada a personas con trastornos mentales, bajo estricto seguimiento de patrones humanistas y de un alto rigor científico» El infierno de antes. Granma. La Habana, domingo 11 de enero de 2009

A menos de un año de esa soberbia propagandística, recorrieron las pantallas de casi toda la isla, lo que llegaron a ser más de trescientas fotos, sobre uno de los hechos más trágicos que se conozcan de los hospitales cubanos prepandemia.

«PD: En la prensa cubana no se han visto imágenes del psiquiátrico, ni entrevistas con los médicos o con familiares de las víctimas. En su lugar, la TV emite reportajes sobre el trabajo de los cooperantes cubanos atendiendo enfermos mentales… en Nicaragua, Ecuador y Bolivia»

Las imágenes hasta para los profesionales de la salud eran de una elocuencia del maltrato, el abandono, la falta de todo humanismo tal que dolían en bucles perennes de eternidad. Esta vez el número de pacientes, el lugar, y las patologías psiquiátricas les conferían más vulnerabilidad y dependencias, lo que hace más doloroso la prevenible tragedia.  

«Enormes hígados, pulmones tuberculosos e intestinos llenos de gusanos son la prueba, señora Arlin, de la sacralidad de la vida en Cuba. Mientras tanto, en La Mesa Redonda, se escandalizan porque la muerte de Orlando Zapata Tamayo ha desenmascarado un sistema de salud pública en ruinas, y tratan de encubrir la vergüenza de ver a soldados arrastrando y golpeando a un grupo de mujeres vestidas de blanco con flores en las manos. Me pregunto, señores periodistas, ¿cuándo explicarán a los cubanos las razones por las cuales veintiséis personas con discapacidad mental murieron en condiciones inhumanas durante su confinamiento en Mazorra?»

Como es costumbre, después de un bullicioso silencio sepulcral, el régimen decidió confirmar y dar la cara a su manera hipócrita y vil, sin asumir responsabilidades. Los títeres de las noticias ya tenían permiso para decir lo que se les dictara desde arriba, y de ahí el corta y pega que haga bastante ruido.

«El gobierno cubano confirmó este viernes la muerte de pacientes en el hospital psiquiátrico de La Habana, conocido popularmente como Mazorra. Según el informe oficial, los decesos se produjeron como consecuencia de la ola de frío que afectó esta semana al país.»

Lloviendo sobre mojado, siempre han sido los tiempos venideros para nuestra ciudad, nuestra isla y nuestro pueblo, de derrumbes silenciosos, en silenciosos derrumbes hasta que grita la tragedia, para volver a la complicidad del silencio.

«Mueren tres niñas cubanas en un derrumbe en La Habana Vieja. Un balcón les cayó encima cuando volvían de la escuela»

Otras muertes prevenibles, publicadas y no publicadas, continúan sucediendo, y los tristes eventos ocurridos en el Hospital Psiquiátrico de la Habana “Mazorra” dolorosamente se repetían en el hospital psiquiátrico holguinero.

«Mueren al menos 13 pacientes en el Hospital Psiquiátrico de Holguín. La noticia, que hasta el momento no ha sido confirmada por ninguna institución ni medio de prensa oficial, ha estremecido al personal de Salud en Holguín»

La luz de nuestros días podría estar precisamente en volver a la verdad, a la cual recurren las continuas denuncias al régimen a nuestra situación actual. Algo que lleva haciendo cada vez mejor la prensa independiente desde dentro y fuera de la isla.

«There are reports from different health care professionals in Holguin on the cause of the deaths: two cited “bronchopneumonia and bronchial aspiration”, and another cited that they had “died from malnutrition, anemia and bronchopneumonia, and “in short, due to poor care,” said one of the doctors, who also alluded to the cold and the lack of supplies suffered by the victims»

Desde siempre ha habido quienes no se dejan obnubilar por propagandas, quienes han decidido salirse de dicha obnubilación poniendo pensamiento crítico en el asunto para descubrir la verdad detrás del telón ilusorio que el régimen castrista proyecta.  

«Los problemas en el sistema de salud cubano no se limitan al sector psiquiátrico y reflejan problemas sistémicos derivados de la naturaleza dictatorial del régimen y la falta de transparencia resultante. Katherine Hirschfeld es una antropóloga médica que pasó tiempo en Cuba examinando el sistema de salud y autora del libro Health, Politics, and Revolution in Cuba Since 1898 publicado en 2009. En 2018, la profesora Hirschfeld, en el diario Health Policy and Planning, argumentó que las normas democráticas generan mejores resultados en salud pública en “Respuesta a ‘Mortalidad infantil y longevidad cubanas: ¿atención médica o represión?'” y analizó las deficiencias encontradas en el estilo de gobierno de La Habana.»

«La antropóloga estadounidense Katherine Hirschfeld fue a Cuba en 1996, atraída por los proclamados logros socialistas en la salud pública. Según cuenta en su reciente libro Health, Politics, and Revolution in Cuba Since 1898 (Transaction Books, New Jersey, 2008), Hirschfeld admite haber sido otro intelectual extranjero más cuyo idealismo ingenuo se desvaneció al experimentar en carne propia la triste realidad orwelliana de la Cuba contemporánea»

Indudablemente el desastre de enfrentamiento a la pandemia del COVID-19, por SARSCov-2, por parte del régimen marcó un antes y un después, esto por desgracia, puesto que ningún pueblo merecía padecer así la pandemia. «‘Ingresan para morir’: el coronavirus muestra las fallas del sistema de salud cubano»

Esta vergüenza de eslogan comunista se esparce por internet: «Cuba tiene el mejor sistema de atención médica en toda el área”, según Angela Davis, “y en muchos aspectos mucho mejor que Estados Unidos”» —Angela Davis on Cuba, Fidel Castro and the U.S Embargo. Jul 19, 2021

Como todo mito al fin, han ido uno a uno cayendo, bajo la piedra del criminal en jefe: «Afirmaciones como estas han aparecido en cientos de documentales, artículos de periódicos y reportajes de revistas a lo largo de los años en los que se celebra la supuesta maravilla del sistema de salud de Cuba. Es un testimonio de la efectividad del aparato de propaganda del régimen de Castro que este mito, tan profundamente en desacuerdo con la realidad, haya persistido durante tanto tiempo» —The Myth of Cuban Health Care. @reason

La propagación de esta afirmación en medio de la tragedia del colapso del sistema de salud en Cuba muestra una falta de empatía y consideración hacia los cubanos que estaban sufriendo y luchando por obtener atención médica adecuada en un momento de crisis.

En lugar de reconocer las limitaciones y deficiencias del sistema de salud cubano, la propaganda de esta autoproclamada afromarxista parece estar más interesada en perpetuar una narrativa falsa y glorificar al régimen de Castro.

«Pacientes sufren largas listas de espera para acceder a un quirófano en Cuba»

Desde una perspectiva ética, la propaganda marxista de Angela Davis en la que defiende el sistema de salud cubano sin reconocer sus limitaciones y deficiencias también puede ser vista como una forma de manipulación y engaño hacia aquellos que confían en su información para tomar decisiones informadas sobre su propia salud y bienestar.

En vez de ser honestos y transparentes sobre las debilidades del sistema de salud cubano, la propaganda comunista parece estar más interesada en promover una agenda política y mantener el control del poder.

«The great enemy of truth is very often not the lie–deliberate, contrived and dishonest–but the myth, persistent, persuasive and unrealistic» — John F. Kennedy

«El gran enemigo de la verdad a menudo no es la mentira, deliberada, artificial y deshonesta, sino el mito, persistente, persuasivo y poco realista» — John F. Kennedy

Así le miente CBC a los canadienses.
«‘Esto es bastante increíble’: cómo Cuba y Canadá dan nuevas esperanzas a pacientes con cáncer de pulmón en EE. UU.» — Vik Adhopia · CBC News
«Enfrentados a probabilidades sombrías, los pacientes con cáncer persiguen una última oportunidad: en Cuba» — Rob Waters for STAT

Es inimaginable la repercusión y el daño de la propaganda izquierdista (socialista-comunista) sobre las personas en democracias. Y de como un pueblo altruista, con grandes costumbres filantrópicas termina siendo persuadido por una banda de mediocres pseudointelectuales, que fuera de la bazofia propagandística, nada aportan la salud humana, ni personal ni colectiva.

La propaganda política puede tener un gran impacto en la percepción pública y en las creencias de las personas. Si no se evalúa críticamente, puede llevar a la aceptación de ideas y políticas que no son necesariamente beneficiosas para la sociedad en su conjunto. Es importante que los ciudadanos se eduquen y estén informados sobre diferentes perspectivas políticas y que puedan evaluar críticamente la información que reciben.

«CHICAGO [June 18, 2019] — Amid a complex climate for charitable giving, American individuals, bequests, foundations and corporations gave an estimated $427.71 billion to U.S. charities in 2018, according to Giving USA 2019: The Annual Report on Philanthropy for the Year 2018»

«CHICAGO [18 de junio de 2019] — En medio de un clima complejo para las donaciones benéficas, individuos, legados, fundaciones y corporaciones estadounidenses donaron un estimado de $427.71 mil millones a organizaciones benéficas de EE. UU. en 2018, según Giving USA 2019: Informe anual sobre filantropía para el año 2018»

La sociedad estadounidense tiene una larga tradición y cultura filantrópica que se remonta a los orígenes de la nación, cuando los colonos se ayudaban mutuamente a sobrevivir en un entorno hostil.  Desde entonces, la filantropía ha evolucionado y se ha diversificado, abarcando diversas formas de donación, voluntariado y activismo social.

«El espíritu de generosidad se extiende más allá de la temporada navideña y continúa creciendo en Estados Unidos. Según el informe anual de Giving USA sobre filantropía (en inglés), las corporaciones privadas estadounidenses donaron más de 20.000 millones de dólares a organizaciones benéficas en 2018, lo que representa un aumento del 5,4 por ciento con respecto al año anterior»

La filantropía estadounidense es una tradición que se remonta a los siglos pasados, cuando personas como Andrew Carnegie, John D. Rockefeller o Henry Ford usaron sus fortunas para apoyar causas sociales, educativas, culturales y científicas.

La filantropía estadounidense se caracteriza por su espíritu innovador, su pragmatismo y su compromiso con el bien común. También refleja la diversidad y pluralidad de la sociedad, así como los valores democráticos y el respeto por los derechos humanos.

«La Fundación Interamericana, organismo autónomo del gobierno de los EE.UU., fue creada por el Congreso en 1969 para canalizar la asistencia para el desarrollo directamente a sectores pobres organizados de America Latina y el Caribe»

A lo largo de la historia, los estadounidenses han creado y financiado una amplia variedad de organizaciones y causas filantrópicas, desde las organizaciones religiosas hasta las caridades para la investigación médica y la ayuda humanitaria.

«A medida que los desafíos de la región han crecido, nos hemos esforzado por ayudar a las comunidades marginadas a satisfacer más de sus necesidades. En 2021, otorgamos US$30.3 millones en nuevos fondos de donaciones, el nivel más alto de nuestra historia, en miles de comunidades. Nuestro portafolio activo total ahora comprende casi 400 donaciones, lo que representa una inversión total de unos US$279 millones en 27 países»

Además, los estadounidenses tienen una larga tradición de voluntariado y servicio comunitario. La participación en organizaciones de voluntariado, como los Boy Scouts o los Girl Scouts, es una parte común de la experiencia de crecer en los Estados Unidos. Muchas personas también realizan trabajo voluntario en hospitales, hogares de ancianos, comedores populares y otras organizaciones sin fines de lucro.

«La filántropa estadounidense MacKenzie Scott informó que sus donaciones han rendido más de 14.000 millones de dólares en financiamiento a unas 1.600 ONG desde 2019, según su sitio web Yield Giving, develado el miércoles por la noche»

En cuanto a la donación de dinero, los estadounidenses son uno de los pueblos más generosos del mundo. Muchos estadounidenses también donan a organizaciones internacionales para ayudar en situaciones de emergencia, desastres naturales y crisis humanitarias en todo el mundo.

Solo para tener otra mínima idea, por detrás de Alemania (como nación) con un aporte del 17.13%, le siguen la fundación “Bill & Melinda Gates” aportando un 9.49%; y el Gobierno de los EEUU 7.15% de la financiación de la OMS.

La filantropía en Estados Unidos no se restringe únicamente a multimillonarios como Bill Gates o Warren Buffett, quienes han establecido fundaciones para respaldar causas relacionadas con la salud, la educación o el medio ambiente.  O la iniciativa de Mark Zuckerberg y Priscilla Chan, que aportaron 3.000 millones de dólares para ayudar a curar, prevenir o manejar todas las enfermedades para fines del siglo XXI.

Según el informe Giving USA 2022, el 69% de las donaciones provienen de individuos, el 19% de fundaciones, el 9% de corporaciones y el 3% de legados. Además, en 2019, el 63% de los hogares estadounidenses realizaron donaciones monetarias a organizaciones benéficas.

La filantropía implica la acción de brindar apoyo económico, bienes o servicios a una causa social sin esperar recibir algo a cambio. Según el informe mencionado, en 2021 los ciudadanos estadounidenses superaron la cifra de los 480.000 millones de dólares donados, principalmente a organizaciones benéficas, lo que representa un aumento del 5,1% con respecto al año anterior.

Esta cifra equivale al 2,1% del Producto Interno Bruto (PIB) del país y supera significativamente el gasto público destinado a la ayuda al desarrollo, que fue de 34.600 millones de dólares en 2020.

La cultura de la filantropía se fundamenta en valores como la generosidad, la solidaridad, la responsabilidad y la libertad. Los ciudadanos estadounidenses consideran que tienen una obligación moral de ayudar a los demás, especialmente a aquellos en mayor necesidad, y tienen la libertad de elegir a qué causas destinar sus recursos. Esto se refleja en el lema “giving back“, que implica devolver a la sociedad una parte de lo recibido.

La filantropía conlleva beneficios tanto sociales como económicos. Por un lado, fomenta la participación ciudadana, el pluralismo y la innovación social. Las organizaciones benéficas desempeñan un papel fundamental al proporcionar servicios públicos, abogar por los derechos humanos, fomentar la cultura y el arte, y abordar problemas sociales complejos.

Por otro lado, estimula el crecimiento económico, la creación de empleo y la competitividad. Estas organizaciones generan ingresos, pagan impuestos y contratan personal. Según datos de 2017, el sector sin ánimo de lucro empleaba a 12,3 millones de personas en Estados Unidos, lo que representa el 10% del empleo privado.

La crítica a la sociedad estadounidense por parte de la izquierda internacional es un ejemplo de la hipocresía y el doble rasero que caracterizan a muchos de los que se autoproclaman defensores de los derechos humanos y la democracia.

Estos críticos ignoran o minimizan la importancia de la cultura filantrópica que existe en Estados Unidos, y que ha contribuido a crear una sociedad civil fuerte, diversa y comprometida con el bien común.

La izquierda internacional debería reconocer y valorar la cultura filantrópica estadounidense, en lugar de criticarla con prejuicios e ignorancia. La filantropía no es una forma de lavar la imagen o evadir impuestos, sino una expresión genuina de altruismo y compromiso social.

La filantropía no es una amenaza para el Estado o la democracia, como la trata el castrismo y el totalitarismo en general, sino un complemento necesario y legítimo. La filantropía no es un privilegio de unos pocos, sino un derecho y una responsabilidad agradable de todos.

¿Por qué el régimen castrista continúa sin permitir la creación de Organizaciones No Gubernamentales (ONG), ni las de ayuda humanitaria a los cubanos?

En este artículo, he compartido mi opinión sobre la situación de mi país, Cuba, en especial el sistema de salud, y el papel que ha jugado los medios estadounidenses en su historia reciente.

Expreso aquí mi deber de alertar a las sociedades democráticas, como la gran democracia americana, sobre el apoyo que reciben la dictadura militar castrista como eco a las propagandas del régimen en algunos ingenuos y no tan ingenuos que pretenden importarla a las sociedades en democracia.

No dejarse engañar por las mentiras de la narrativa distópica del castrismo, que solo busca perpetuarse en el poder a costa del sufrimiento de los cubanos. Y ejercer subversión politico ideológica anticapitalista en los sistemas democráticos.

Esta narrativa pro-castrista y anticapitalista no solo es falsa, sino también dañina. Por un lado, perjudica a los cubanos que viven en la isla, ya que contribuye a perpetuar el régimen así les niega el derecho a una salud digna y les impone un sistema político que les oprime y les impide prosperar.

Por otro lado, engaña a los ciudadanos de las democracias occidentales, ya que les presenta una imagen distorsionada de Cuba y les hace creer que el socialismo es una alternativa viable al capitalismo. Además, esta narrativa es financiada en parte por los impuestos de estos ciudadanos, lo que representa una contradicción y una injusticia.

Por eso, es importante desmontar esta narrativa pro-castrista y anticapitalista, y denunciar a las organizaciones que la promueven. Estas organizaciones son cómplices del régimen castrista y sus violaciones a los derechos humanos. También son responsables de malgastar el dinero público de los contribuyentes de las democracias occidentales, que debería destinarse a fines más nobles y productivos.

Por otro lado, a pesar de su atractivo para muchos sectores de las sociedades en democracia, el storytelling socialista tiene un costo que no siempre se reconoce. La demonización del capitalismo y la exaltación del líder han llevado a la creación de regímenes autoritarios y represivos en varios países de la región.

Recordemos que la retórica antiimperialista ha sido utilizada para justificar la violencia y la intolerancia hacia aquellos que piensan diferente. Y que, en última instancia, el costo del storytelling socialista es la pérdida de libertades individuales y la imposición de un pensamiento único y dogmático.

La lección que debemos aprender es que la política y la cultura están inevitablemente interconectadas, y que debemos ser críticos y reflexivos sobre las historias que nos cuentan.

¡Contribuyentes del mundo uníos! No permitamos que nuestro dinero se use para financiar el castrismo y su propaganda. Exijamos transparencia y rendición de cuentas a las organizaciones que reciben fondos públicos. Defendamos la libertad y la democracia en Cuba y en el mundo.

Gracias una vez más y los invito a continuar con: ¡Clara-mente, nada es como suena…! referido a la realidad oculta de la industria farmacéutica cubana.


*(criminal, ministro del Ministerio Imperial para la Ilustración Popular y Propaganda Nazi (en alemán: Reichsministerium für Volksaufklärung und Propaganda)

PD: Es posible interpretar la frase “¡Contribuyentes del mundo uníos! Ecos del castrismo en tierra democráticas o ese storytelling socialista que pagan los capitalistas” como una crítica hacia la difusión de la ideología socialista en países democráticos a través de la propaganda y el “storytelling” (narrativa) socialista, que es financiado por algunos sectores capitalistas.

La frase “¡Contribuyentes del mundo uníos!” juega con la conocida consigna del socialismo “Trabajadores del mundo, ¡uníos!”, sugiriendo que los ciudadanos de todo el mundo, incluyendo aquellos que contribuyen con sus impuestos a sus respectivos gobiernos, deberían estar más atentos a cómo se utilizan esos recursos en la política exterior y a apoyar la lucha por la libertad y los derechos humanos en Cuba.

Este mensaje sugiere que los “ecos del castrismo“, es decir, la propaganda y la narrativa que defienden el sistema político y social de Cuba, han llegado a tierras democráticas, lo que puede interpretarse como una crítica a la falta de conocimiento o interés por parte de la sociedad en general para investigar y comprender lo que realmente está sucediendo en Cuba.

A su vez, el término “ecos del castrismo” hace referencia a una advertencia sobre cómo la propaganda socialista puede infiltrarse en sociedades democráticas. Así como a la influencia que ha tenido el régimen comunista cubano en la propagación de la ideología socialista en otros países, a pesar de que en la propia isla con modelo socialista no ha logrado un sistema efectivo y próspero.

Por último, la expresión “ese storytelling socialista que pagan los capitalistas” hace referencia a la idea de que algunas empresas o personas en los países capitalistas, al invertir o hacer negocios con el régimen cubano, pueden estar contribuyendo indirectamente a la difusión de la propaganda socialista y a la perpetuación del sistema político represivo en Cuba.

Yatropropagandética de salud revolucionaria. (Perte II)

Redistribución progresista, esa “plusvalía” socialista de facto, o el arte del escamoteo de ir lucrando con lo ajeno. *

«UNA PASIÓN NO CORRESPONDIDA. La izquierda mexicana, con excepciones, sigue viendo en la figura de Fidel Castro una bandera libertaria digna de su devoción. La dictadura hace uso de esa pasión sólo si le ayuda a perpetuarse». —Christopher Domínguez

Por estos días vuelve a retumbar en las redes las denuncias respecto a las decisiones políticas del régimen castrista en cuanto a la venta de medicamentos a México. País que pareciera cada día ir dando pasos agigantados en camino de ser la sustituta de Venezuela como hospedero del parasitismo económico castrista.  

«Pese a la escasez en Cuba, el Gobierno vende medicamentos a México por unos 84 millones de dólares».

Para quienes no sufren desde dentro la miseria y la escasez impuesta por la tiranía revolucionaria de todo, incluidos los medicamentos. Y pese a toda la evidencia en contra, continúan creyendo en la falsedad de la “potencia médica”, ese hecho de la venta de medicamentos no revela gran cosa. Puesto que la propaganda del régimen castrista ha sido siempre superior a la verdad contrastable e inconveniente a muchos.

«En Cuba la violencia es una violencia silente, una violencia de silencio. Si tú comparas ahora mismo esa detención exprés con los muertos en Colombia, por ejemplo, tú dices ¡ah!, en Cuba no pasa nada. Si tú comparas esto con los secuestros en México, no pasa nada claro. Pero imagínate que yo he estado 60 veces en un calabozo durante dos años. Si calculamos posiblemente sea de a dos por mes. Del Estado cubano, no estamos hablando de que es una pandilla, ni mucho menos, es el Estado cubano. El mismo que tiene que administrarme mi alimentación, mi salud, mi medicina y mi estado de que yo vaya preso o no. Un juez que pone el Estado cubano también y decide si yo voy preso o no. Todo eso lo decide el mismo Estado que me mete preso y que viola mis derechos a diario. Estamos traumatizados “brother” y por eso es que la gente tiene que emigrar». —Luis Manuel Otero Alcántara

Podríamos considerar que esa relativización y trivialización, que el activista y prisionero político cubano Luis Manuel llama “violencia silente” y en lo personal la refiero como “doble enterramiento”, consistente en minimizar, banalizar, o justificar un hecho o acción comparándolo con otros que podrían ser peores o similares.

En lugar de comparar la gravedad de las situaciones, es necesario abordar cada una de ellas de forma individual y buscar soluciones adecuadas a cada caso. Comparar la violencia en Cuba con la violencia en otros países no debería servir como excusa para ignorar o justificar las violaciones a los derechos humanos que ocurren en la isla.

En este caso, se estaría tratando de negar la gravedad de las violaciones a los derechos humanos en un país, comparándolas con otros contextos violentos, como forma de “reducir” lo ocurrido, llevándonos a invisibilizar el sufrimiento y las consecuencias de dichas violaciones, en una especie de negacionismo cómplice.

«La trivialización de la historia, que es una forma de ignorancia, promueve el discurso de odio que, al final, a todos nos hace daño»

Negar o minimizar las violaciones a los derechos humanos en Cuba mediante la comparación con otras realidades violentas no es una respuesta adecuada. Cada país y cada régimen deben ser responsables de sus propias acciones y ser juzgados en base a los estándares internacionales de derechos humanos.

La venta de medicamentos a México por parte del gobierno cubano, a pesar de la escasez que existe en Cuba, es un hecho que pone en evidencia la contradicción entre la imagen de “potencia médica” y la realidad que viven los ciudadanos cubanos.

La propaganda del régimen ha sido efectiva en crear una narrativa que presenta a Cuba como un referente en materia de salud, mientras que en la práctica los ciudadanos sufren las consecuencias de la escasez de medicamentos y la falta de acceso a una atención médica adecuada.

A menos de un año de que salieran a la luz estos datos de la venta de medicamentos a México, la prensa independiente daba a conocer el agravamiento de la situación respecto al deterioro en la calidad de la atención médica y la terapéutica oncológica en la isla.

«Desde 1970, el cáncer constituye una de las tres primeras causas de muerte en Cuba, y desde 2000 es la primera causa de años de vida potencialmente perdidos, según el sitio web del Ministerio de Salud Pública (MINSAP), informó el periódico Granma, principal órgano oficial de propaganda del PCC».

Denunciando desde algunas de las carencias que padece el sistema de salud cubano en cuanto a la detección temprana, los medios diagnósticos, hasta los procederes terapéuticos de los cuales algunos insumos y medicamentos se encontraban en falta desde hacía casi un año atrás.

«Tenemos dificultades para adquirir los insumos que demanda el colonoscopio y lo tuvimos roto por años. No tenemos broncoscopio para pulmón. También existen dificultades para adquirir los citostáticos. La verdad es que el tratamiento para cualquier tipo de cáncer es muy caro y complejo”, admitió Jorge Álvarez Blanco, jefe del Grupo Provincial de Oncología».

He aquí el tremendo rechazo a la inmoralidad castrista que reveló tal noticia, justo en medio de uno de los peores momentos de la ya permanente crisis de medicamentos. En la que la escasez incluso en el mercado negro interno ha terminado obligando a los cubanos a suplicar por las redes sociales tanto a familiares, amigos, como a conocidos y desconocidos en el extranjero. O peor aún a terminar arriesgado sus vidas mediante la emigración a otros países con la esperanza de ser atendidos.

«el director general de la empresa de Laboratorios AICA, Emilio Vallín García, reconocía al diario Granma que la producción de citostáticos para tratar diferentes tipos de cáncer era inestable. Solo estaba asegurado la producción de algunos, por un período de tres meses. De 15 citostáticos que esa empresa elabora, cuatro estaban en falta en esa fecha por “problemas en el financiamiento y la llegada de materias primas y otros insumos»

Lo amargamente chocante continúa siendo la influencia de la maquinaria propagandística castrista, y sus ecos del izquierdismo global respecto a la autoproclamada “potencia médica”. Con todo y a pesar de que, gracias a algunos disidentes y activistas en la isla, sumados a los periodistas y prensa independiente y/o alternativa, ya se cuenta con varios lustros de evidencia periodística que muestra la realidad del deplorable sistema de salud cubano.  

El tirano mayor y profeta de la moringa, conocía perfectamente el poder de la información y mantuvo a los cubanos aislados informacionalmente todo lo que pudo. Incluso a pesar de que desde el 2011 se conectara Cuba por fibra óptica a la red vía Venezuela, estando el cable totalmente operativo en el 2012, en la isla debimos esperar más de 6 años para ver los comienzos de la red en los teléfonos celulares de los ciudadanos de a pie.

Entre las atrocidades a su infernal retiro se lleva la de haber podido masacrar a los manifestantes del inolvidable Maleconazo, a las víctimas del remolcador 13 de marzo que, de haber existido internet o incluso solo móviles, la historia habría sido otra, quizás más parecida al estallido nacional del 11 de julio o al comienzo del final del castrismo en el poder.

«El cable de fibra óptica que enlaza a Venezuela y a Cuba “está absolutamente operativo”, según dijo el ministro de Ciencia y Tecnología venezolano, Jorge Arreaza en un encuentro con medios internacionales; pero la lentitud con que los cibernautas cubanos se conectan a la internet, eso es “asunto soberano” de Cuba, explicó el funcionario»

A pesar de haber sido la nuestra nación, pionera en las telecomunicaciones, instalándose el 10 de septiembre de 1867 el primer cable submarino en unir a Cuba, Estados Unidos y España, solo 9 años del primer intento del ser humano de conectar los continentes mediante la colocación del primer cable submarino transatlántico del mundo, instalado el 5 de agosto de 1858 entre América y Europa.

Y solo 17 años después del primer cable submarino instalado en el mundo, cuando en 1850 quedaron establecidas las comunicaciones entre Reino Unido y Francia, a través de un cable sumergido en el Canal de la Mancha.

«En 1870 la International Ocean Telegraph Company inicia la conexión Habana-Santiago de Cuba a través de Cienfuegos, con la Cuba Submarine Telegraph Company. (…) A lo largo de los años estos cables fueron sustituidos por diferentes compañías. En 1900 se realizó la primera llamada telefónica internacional a través de un cable submarino, entre Key West y La Habana»  

Es imposible no imaginarnos, a qué niveles de desarrollo hubiéramos llegado de haber continuado con la prosperidad con la que avanzábamos antes del fatídico triunfo castrista en 1959. Al menos podríamos tener una idea aproximada sugerida por las estimaciones de algunos economistas, basadas en las tendencias económicas y sociales de la época y en comparación con otros países de la región.

Estas estimaciones sugieren que Cuba podría haberse desarrollado de manera similar a otros países latinoamericanos, como Argentina o Uruguay, que tenían un nivel de ingresos comparable en ese momento. O incluso superior al nivel de la República de Chile, actualmente el más avanzado en vías de desarrollo.

Por ejemplo, Archibald Ritter, economista canadiense que ha estudiado extensamente la economía cubana, estimó que si Cuba hubiera seguido el camino de desarrollo que tenía en la década de 1950, su PIB per cápita en 2000 habría sido de alrededor de $14,000, lo que la habría situado en una posición similar a la de Chile.

Sin embargo, debido a la adopción del socialismo e intentos de falso capitalismo de estado, la economía cubana ha tenido un bajo crecimiento económico y un bajo nivel de vida para su población en comparación con otros países de la región y del mundo.

Regresando al tema central, los testimonios sobre la realidad de la atención médica en Cuba han ido en aumento encabezado principalmente por activistas desde el exterior que desean mostrar la verdad detrás de la cortina propagandística internacional respecto a la salud en Cuba. Aunque su alcance real en la mayoría de los cubanos de a pie tardó en ser significativa por las limitaciones castristas impuestas a la red de redes.

Esa falta de acceso a internet y a medios de comunicación independientes ha permitido al régimen cubano controlar la narrativa y limitar el acceso a información crítica y diversa. La conectividad limitada a internet y la censura del contenido en línea han sido un tema de preocupación para la comunidad internacional y para los defensores de la libertad de expresión y los derechos humanos.

«El internet cubano sigue lento a pesar del supercable venezolano. Conectarse a internet en Cuba es, en el mejor de los casos, difícil; y en el peor, imposible. Solo una pequeña parte de la población tiene permiso para acceder a la red desde casa, como los funcionarios, los científicos y los trabajadores de empresas extranjeras». —Sarah Rainsford, BBC, La Habana, 26 mayo 2012.

Teniendo en cuenta que todos los medios de comunicación en Cuba son estatales, subordinados al régimen, y que los acreditados se han comportado como meros ecos del oficialismo. No ha de ser difícil comprender el nivel de aislamiento, manipulación y adoctrinamiento al que ha podido llegar el régimen sobre la opinión pública nacional.

A lo que se suma que no están permitidas las Organizaciones No Gubernamentales (ONGs) como contrapeso a los datos que pueda emitir el régimen respecto a lo que ocurre o no ocurre en la isla. Por lo que esto repercute también en la vision internacional respecto a la isla.

«El régimen gobierna desde arriba hacia abajo, como una dictadura militar dinástica que no permite que nadie fuera del gobierno, como asociaciones independientes de profesionales de la salud o periodistas, evalúe objetivamente los resultados de la política. El papel de los medios públicos en una autocracia es, en cambio, elogiar al régimen y explicar sus fracasos como obra de enemigos políticos reales o imaginarios. La información pública sobre las tendencias de salud se configura en consecuencia para adaptarse a estas narrativas preestablecidas»

Además, la falta de organizaciones no gubernamentales (ONGs) independientes en el país, que puedan monitorear y denunciar las violaciones de derechos humanos y la corrupción, también ha contribuido a la falta de transparencia y rendición de cuentas en Cuba.

La ignorancia política del cubano, de ese Homo Revolucionarius kubinskiy es tal que la prensa oficialista se permite todo tipo de bazofias absurdas, verdaderos embustes que conforman los estandartes del ridículo revolucionario, que de ser vistos con pensamiento crítico ocasionarían mortíferos bumeranes contra ellos mismos.

Observe como utilizan “Cuba” y no el gobierno, o los políticos, dirigentes como si se atacara a la nación y por ende a su pueblo.

«Medios dependientes del cibernegocio contra Cuba. Se catalogan como independientes o alternativos. Pero basta ir tras la ruta del dinero que los alienta y articula para saber de quién dependen y a qué línea editorial responden…». — Walkiria Juanes Sánchez

De entrada, la frase (anterior) es falaz dado que autor utiliza una falacia de ataque ad hominem, al tratar de desacreditar a los medios independientes o alternativos basándose en la supuesta dependencia de su financiación.

En lugar de debatir las ideas o los argumentos presentados por los medios independientes o alternativos, intenta desacreditarlos basándose en su supuesta dependencia de financiamiento de organizaciones internacionales, y afirma que no son imparciales. Es decir, en lugar de refutar los argumentos presentados, se ataca a la fuente que los presenta.

En este caso, se está utilizando además una falacia de falsa equivalencia, ya que está equiparando dos situaciones que no son equivalentes o comparables de manera justa, y se concluye que deben ser tratadas de la misma manera. Porque se está equiparando la financiación de medios alternativos por parte de organizaciones internacionales con la financiación de medios por parte del régimen castrista.

Como si ambas fuentes de financiación fueran equivalentes y generaran los mismos efectos en la objetividad y la imparcialidad de la información que difunden los medios.

En primer lugar, los medios alternativos reciben financiamiento de organizaciones internacionales precisamente, para poder mantener su independencia editorial y ofrecer información que no es censurada por el régimen castrista.

En cambio, los medios financiados por el régimen castrista están subordinados a los intereses del gobierno y su línea editorial está fuertemente controlada por las autoridades. Comparar estas dos situaciones como si fueran equivalentes es incorrecto y no tiene en cuenta la realidad de la situación en Cuba.

Y muy importante es que esta falacia también se podría considerar como un intento de desviar la atención del verdadero problema, que es la falta de libertad de prensa en Cuba y la censura que se ejerce sobre los medios de comunicación independientes.

Al llamarle “cibernegocio” para referirse a estos medios es una forma de descalificación, no sería una ofensa si entendieran que “negociar” es intercambiar y que lucrar no es ni deshonesto ni inmoral. Que si es rentable el negocio es porque hay mercado, o sea hay demanda, y si hay demanda es porque hay escasez, dado que la competencia no es suficiente.

Como es el caso de los medios oficialistas que nadie soporta, a excepción de algunos en la generación perdida por la rigidez que les es otorgada con los muchos años de adoctrinamiento y autocensura. El oficialismo, con todo y monopolio, con sus historias distópicas, no es ni remotamente suficientes en cubrir las demandas verdaderas de la información real y cotidiana en la isla.

Entonces siguiendo la lógica que ellos aplican, si los medios alternativos tienen una fuente de financiación en organizaciones internacionales, especialmente de los EE. UU., y por eso no son imparciales, entonces las financiadas por el régimen castrista tampoco lo son, subordinadas a los caprichos de la clase dirigente o elite de poder revolucionaria” dueña de un verdadero monopolio por muy “socialista” que se apellide. Tiene indeterminadamente más conflictos de intereses.

Cuando el verdadero debate podría ser: ¿por qué unos pueden como ciudadanos cubanos disponer de los recursos generados por todos los cubanos y otros no? O ¿cuáles de los medios mienten más a los cubanos, incluido el ocultamiento de la realidad imperante en la isla y fuera de ella?

En otras palabras, lo no falaz sería que, en lugar de atacar e intentar desacreditas a los medios independientes, se debería centrar en el debate real sobre el acceso de todos los ciudadanos cubanos a sus recursos públicos y en la transparencia de los medios de comunicación públicos, o sea de todos los cubanos.

Sin embargo, no se puede culpar completamente al pueblo cubano por su “ignorancia política“. Es importante tener en cuenta que el acceso a información independiente y crítica es extremadamente limitado en la isla.

Además, de que aquellos que se atreven a disentir o a criticar públicamente al régimen enfrentan represalias y persecución. Sumado a la abrumadora y agotadora propaganda política y las necesidades que impiden al cubano el mínimo tiempo siquiera para el ejercicio de pensar a patas sueltas.

Aunque no pocas veces nos hemos llamado cobardes, “cubardes”, a nosotros mismos. En lugar de culpar al pueblo cubano, es más productivo enfocar los esfuerzos en promover el acceso a información independiente y en fomentar la educación crítica y el pensamiento reflexivo. Solo así se puede empoderar a las personas para que puedan formarse su propia opinión y participar de manera consciente en el debate político.

«El comunismo no le arrebata a nadie el poder de apropiarse de los productos sociales (bienes creados socialmente, a través del trabajo social); solo el poder de servirse de esa apropiación para someter el trabajo ajeno» Nos cuenta el panfleto comunista en su teoría muy distante de lo que en la práctica hacen:

¿No es utilizar todos los medios de comunicación posibles, en función de “proteger” la “revolución” o sea la elite dirigente dominante, servirse de esa apropiación para someter al resto?

Con “ignorancia política” hago referencia a la falta de conocimiento y/o comprensión de los asuntos públicos, políticos y gubernamentales de la nación.  Esta puede deberse, entre otras, a la falta de acceso a la información, la falta de interés o motivación para aprender sobre estos temas, o la falta de educación o formación en política imparcial.

La ignorancia política puede tener consecuencias negativas en la participación ciudadana y la toma de decisiones informadas, lo que a su vez puede afectar la calidad de la democracia y la gobernanza en una sociedad. Es, en definitiva, el resultado de este proceso de politización sesgada y alienación que ha impedido el desarrollo de una ciudadanía crítica y participativa en la isla.

«El peor enemigo del socialismo no es el capitalismo. Es la realidad» —Margaret Thatcher

La realidad es, volviendo al punto, que actualmente representa una verdadera falta de ética profesional del periodismo internacional (dado que el nacional es simple vocero del régimen y por ende parcializado y carente de ética per se…).

Especialmente desde que en diciembre del 2018 el régimen castrista por fin autorizara el internet en la red móvil, y los cubanos comenzaran una avalancha de verdades sobre la paupérrima situación del sistema de salud cubano, que encontró su acmé ante la crisis humanitaria y sanitaria por el colapso de los servicios de salud que fueron uno de los motores impulsores del estallido nacional del 11 de julio de 2021.

«La persona que sabe, sufre’. Ariel Ruiz Urquiola, huelguista por la falta de medicamentos de su hermana, habla de las irregularidades cometidas contra pacientes con cáncer»

Lo altamente preocupante por indigno y deshonesto es que mientras el mundo hacía elogios al tratamiento de los pacientes oncológicos en Cuba, dentro de la isla llovían las denuncias por las condiciones en que se encuentra el Instituto Nacional de Oncología y Radiología de Cuba (INOR). Incluida la grave falta de medicamentos, el maltrato tanto a pacientes como a sus familiares y amenazas por parte de la Seguridad del Estado para que no se denuncien los problemas.

«”No lo voy a describir porque realmente sería escatológico, asqueante”, señaló Ruiz Urquiola, quien opina que hace tiempo Sanidad tendría que haber clausurado el lugar, porque “las condiciones sanitarias del INOR son infrahumanas”, dijo entonces a Radio Martí.».

Así como denuncias sobre la corrupción institucional en cuanto al trato desigual, acompañada además de la segregación de trabajadores y profesionales por cuestiones políticas. Incluido el caso documentado de la expulsión del bioquímico e investigador, profesor Oscar Casanella Saint-Blancard por presión de la policía política (Seguridad del Estado), los abusos y violaciones del código ético médico cometidos contra la profesora Omara Ruíz Urquiola como paciente de dicho centro.

«Psicólogo cubano estalla en las redes por maltrato a pacientes con cáncer: “Pena, dolor y asco”: “… Es triste ver temprano en la mañana, lo mismo en días fríos o lluviosos, a esas mujeres con sus turbantes y otros pacientes con vendas en la cara, en el cuello o cualquier otra parte, con sus caras tristes y cansadas. Pasar tanto rato en los quicios de las tapas de concreto que hay en el suelo, agrupados unos sobre otros”» —Melanio Ayax Borrero.

También llueven las denuncias sobre el maltrato a pacientes y familiares. Las colas, las listas de espera, la dificultad para realizar las pruebas de laboratorio. La tristeza se apodera la nación y ni el humor está consiguiendo alejarnos de ella.

«“Lo que yo publico no es ninguna mentira. (…) Voy a borrar mis publicaciones cuando me muestren una sola prueba de que en ellas hay difamación o engaño”, expresó el enfermero, quien, dijo, seguirá denunciando las injusticias que ocurren en Cuba. “Todas las injusticias no vienen de afuera, en Cuba se cometen injusticias (…) Dejaron a un enfermero en la calle. Eso es un acto de cobardía”, destacó García Rodríguez» «“Mi baja fue forzada, en contra de mi voluntad y tramitada bajo amenaza y represión por elementos de la Seguridad del Estado y de la directiva del centro, por ejercer mi derecho de libertad de expresión y de pensamiento”, denunció García Rodríguez, que estudia el quinto año de la carrera de Medicina.»

Así denunciaba su expulsión del INOR, el enfermero cubano Pedro Ariel García Rodríguez, por sus publicaciones en redes sociales. En una oleada de aplicación del Decreto-Ley 370, para aumentar el control y la censura sobre las publicaciones en redes sociales, con advertencias, multas y amenazas de presión. 

«Malas Prácticas Médicas, un Eficaz Instrumento De Represión Política En Cuba»

Cualquier tipo de malas prácticas médicas son inaceptables y deben ser condenadas. En el caso específico de Cuba, existen informes de organizaciones internacionales y testimonios de personas denunciando que se han utilizado las prácticas médicas como una forma de represión política. Algo que se mantiene oculto a la mayoría dentro del secretismo del Estado y su monopolio en los medios de comunicación.

En particular, y por increíble que parezca, se ha reportado que algunos médicos y personal de salud en Cuba han participado en la tortura o maltrato de prisioneros políticos o disidentes. Así como involucrados en la negación o limitación del acceso a la atención médica a aquellos que expresan opiniones contrarias al régimen. También se han denunciado casos de médicos que reciben instrucciones de reportar información personal y política de sus pacientes al gobierno.

 Estas prácticas son inaceptables y violan los principios éticos de la profesión médica, que incluyen el respeto por la dignidad humana, la autonomía del paciente y la confidencialidad. Además, el uso de la atención médica como una herramienta de represión política socava la confianza en el sistema de salud y perjudica a la población en general.

Por lo general, el castrismo utiliza a médicos militares, más comprometidos con el cumplimiento de las órdenes (que primero se cumplen y después se discuten), que con los mandamientos deontológicos de la profesión. Este modus operandi se evidencia en las brigadas paramilitares llamadas “Henry Reeve International Medical Brigade”  

Resulta transcendental que se lleven a cabo investigaciones independientes y transparentes sobre estas denuncias y que se tomen medidas efectivas para prevenir y castigar cualquier abuso de poder por parte del personal de salud en Cuba. Pero para eso primero necesitamos la libertad de expresión y la prensa libre e independiente por todo nuestro hermoso archipiélago.

En ese sentido, dicha institución de salud también fue protagonista del escándalo del agente Fernando de la Seguridad del Estado, infiltrado como médico Carlos Leonardo Vázquez González, quien trabajó en los últimos años en la institución (INOR).

Hasta el más reciente de los bochornosos eventos como el del abuso cometido por un médico del mismo centro que la emprendió a golpes con un palo contra una perrita hasta dejarla inconsciente.

El propio director de la institución civil era un miembro activo del MININT: «Denuncian que doctor y director del Instituto de Oncología de Cuba era un coronel de la dictadura»

Es importante destacar que la situación de deterioro de la ética médica en Cuba no es un fenómeno reciente. Desde el inicio de la revolución, el régimen ha utilizado a los médicos y personal de salud como una herramienta de propaganda política, a menudo enviándolos a misiones en el extranjero para promover la imagen internacional de Cuba y recaudar divisas.

Estas misiones, que se presentan como actos de solidaridad y cooperación, en realidad son una forma de explotación laboral y violación de los derechos humanos de los trabajadores sanitarios cubanos, que son sometidos a normas represivas que limitan su libertad, privacidad y dignidad.

Según Human Rights Watch, Cuba ha enviado más de 400.000 trabajadores de la salud a 164 países desde 1963. Sin embargo, estas misiones no son voluntarias ni altruistas. Los médicos cubanos que participan en ellas están sometidos a normas represivas que vulneran sus derechos fundamentales, como la libertad de expresión, asociación y movimiento, así como la privacidad.

Por ejemplo, se les prohíbe tener relaciones o amistades con personas que tengan opiniones contrarias a la revolución cubana o que promuevan un modo de vida diferente al socialista. Además, se les retiene una parte sustancial de su salario y se les amenaza con sanciones penales si abandonan su trabajo.

La ética médica en Cuba ha sido también una historia de propaganda y torturas: «Ni ropa, ni medicina, ni salidas al patio, ni sol, ni cartas, ni visitas de familiares, ni libros. En los inicios de la dictadura castrista, un grupo de presos políticos cubanos, después de haber apoyado a Fidel Castro en su lucha contra Batista, terminaron presos por él» Plantados.

En el libro “Honor bound: American prisoners of war in Southeast Asia, 1961-1973” de Stuart I. Rochester, se hace referencia a la presencia de personal sanitario cubano en Vietnam del Norte, donde brindaron atención médica a los soldados norvietnamitas y también a los prisioneros de guerra estadounidenses. Según el libro, algunos prisioneros de guerra estadounidenses fueron atendidos por médicos cubanos y, en general, recibieron atención médica adecuada.

Sin embargo, el libro también menciona que el personal sanitario cubano estaba a menudo presente en las sesiones de interrogatorio y tortura de los prisioneros de guerra estadounidenses, y que a veces incluso participaba en las mismas.

Según el autor, esto sugiere que el personal sanitario cubano no solo estaba cumpliendo con su deber de brindar atención médica, sino que también estaba involucrado en actividades de inteligencia y represión política.

En general, el libro sugiere que la presencia del personal sanitario cubano en Vietnam del Norte no fue solo para brindar atención médica, sino que también tenía un propósito político y militar más amplio.

Según testimonios de excombatientes y prisioneros de guerra estadounidenses, los médicos cubanos participaron activamente en las sesiones de interrogatorio y tortura que se llevaban a cabo en el campo de prisioneros conocido como “el Zoológico“, donde se alojaban los pilotos derribados por el ejército norvietnamita.

«Prisioneros de Guerra: Las Torturas de Fidel Castro en Vietnam»

Los métodos de tortura empleados por los médicos cubanos eran crueles e inhumanos, e incluían golpes, descargas eléctricas, quemaduras, inyecciones de sustancias tóxicas, privación del sueño y del agua, entre otros.

Los médicos cubanos también se encargaban de certificar la muerte o la supervivencia de los prisioneros después de las sesiones de tortura, y en algunos casos incluso realizaban autopsias para extraer órganos o tejidos que podían ser útiles para fines científicos o militares.

«Después de su liberación, el comandante de la Fuerza Aérea, Jack Bomar, sobreviviente del Zoo, describió la golpiza brutal que un castrista propinara al capitán Earl G. Cobeil, un oficial de guerra electrónica de F-105F. El torturador de Cobeil fue nada menos por el comandante cubano, Fernando Vecino Alegret, conocido por los prisioneros de guerra como “Fidel”, quien después llegaría a ministro de la Educación Superior en Cuba»

La participación de los médicos cubanos en las torturas en Vietnam es una mancha indeleble en la historia de la medicina cubana, que contradice los principios éticos y humanitarios que deben regir esta noble profesión. Es también una prueba más de la hipocresía y la falta de escrúpulos del régimen cubano, que se jacta de ser un ejemplo de solidaridad y cooperación internacional, mientras viola sistemáticamente los derechos humanos dentro y fuera de su territorio.

«Durante un acto de campaña electoral en Miami, bastión de los exiliados anticastristas, McCain dijo en enero que interrogadores cubanos torturaron y mataron a prisioneros estadounidenses en un campo en Vietnam. No obstante, él negó haber sido maltratado por cubanos».

Estas atrocidades fueron cometidas con el consentimiento y el apoyo del gobierno cubano, que consideraba a los prisioneros como “enemigos” y “agentes del imperialismo”. Los médicos cubanos que se negaban a participar en las torturas eran amenazados con represalias o con ser enviados al frente de batalla. Algunos de ellos sufrieron graves traumas psicológicos y morales, por lo que tuvieron que hacer o presenciar.

Vietnamese NLF Victory Map.

Los gobiernos que reciben o solicitan la asistencia de médicos cubanos deberían exigir al gobierno cubano que respete los derechos laborales y personales de estos trabajadores, así como que rinda cuentas por las violaciones cometidas en el pasado y en el presente. Los médicos cubanos merecen trabajar en condiciones dignas y libres, sin ser utilizados como instrumentos políticos o económicos por una dictadura que los oprime y los explota.

«Cubano recibe amenazas por denunciar condiciones de hospital Oncológico».

Mientras el pueblo trata de sobrevivir a tanta miseria e insalubridad, plagado de escasez de todo tipo, especialmente la de medicamentos, lanzando llamados desperados al mundo exterior, salen científicos cubanos anunciando los supuestos avances biotecnológicos de la inmensa empresa estatal cubana, que exporta productos médicos a más de 73 países del mundo.

«Hoy el sistema de Biocubafarma son 32 empresas y 20 000 trabajadores. Y exportación, subrayen este número con un lápiz amarillo de estos – haciendo alusión a un marca textos- a 73 países” declaró en vivo el especialista (Doctor en Ciencias Agustín Lage, asesor del Grupo Empresarial BioCubaFarma)».

Es entonces cuando afloran las preguntas de ¿cómo es posible que se culpe al embargo económico, mal llamado por el castrismo “bloqueo”, de todo mal en la isla, al mismo tiempo que se asegure tener comercio internacional con más de 180 países?

Esto indica una contradicción en su argumento, porque si hay recursos disponibles para exportar, entonces no se puede atribuir la pobreza y la miseria exclusivamente al embargo. Además, esta contradicción es indicativa directa de la falta de transparencia en la gestión de recursos y la falsa “distribución equitativa” de los mismos en Cuba.

La biotecnología es una ciencia que utiliza organismos vivos o sus derivados para crear o modificar productos o procesos con fines diversos, como la salud humana, la agricultura o el medio ambiente. Cuba cuenta con un complejo empresarial estatal que agrupa a más de 30 instituciones dedicadas a la investigación, producción y comercialización de productos biotecnológicos.

Según las cifras oficiales, este sector genera más de 2.000 millones de dólares al año en exportaciones a más de 70 países, principalmente de América Latina, África y Asia. Sin embargo, esta supuesta prosperidad contrasta con la situación de precariedad y escasez que vive el pueblo cubano, especialmente en materia de salud.

Mientras el gobierno presume de sus avances en vacunas contra el covid-19 o el cáncer, los hospitales carecen de los recursos más básicos, como medicamentos, material sanitario o agua potable. Los pacientes tienen que llevar sus propias sábanas, alimentos y hasta jeringuillas. Los médicos trabajan en condiciones infrahumanas y reciben salarios miserables. Y todo aquel que se atreva a denunciar esta realidad son perseguidos y reprimidos.

¿Cómo se explica esta paradoja? ¿Cómo es posible que Cuba exporte productos biotecnológicos mientras su población sufre una crisis humanitaria?

La respuesta está en la falta de transparencia y democracia que caracteriza al régimen castrista. El sector biotecnológico es uno de los pilares económicos del gobierno, que lo utiliza como una herramienta política y diplomática para obtener beneficios e influencia en el exterior. Al mismo tiempo, el gobierno controla toda la información sobre este sector, ocultando sus verdaderos costes y resultados.

Por ejemplo, el gobierno no revela cuánto invierte en investigación y desarrollo biotecnológico, ni cuánto gasta en subsidios y exenciones fiscales a las empresas estatales. Tampoco permite la participación ni el escrutinio de la sociedad civil ni de la comunidad internacional en el desarrollo y la evaluación de sus proyectos biotecnológicos.

El gobierno manipula las estadísticas sanitarias para mostrar una imagen distorsionada de la realidad. Así, Cuba se presenta como un país con una alta esperanza de vida y una baja mortalidad infantil, pero sin tener en cuenta los factores que influyen en estos indicadores, como la emigración masiva o el aborto selectivo.

La biotecnología podría ser una fuente de progreso y bienestar para Cuba si se gestionara con criterios científicos, éticos y sociales. Pero mientras persista un sistema autoritario y opaco que impone su voluntad sobre la voluntad del pueblo, la biotecnología seguirá siendo un instrumento al servicio del poder y no del pueblo.

En conclusión, la biotecnología en Cuba es un ejemplo más de cómo el régimen castrista utiliza la ciencia como un instrumento de propaganda y control social, sin importarle el bienestar de su pueblo. Es necesario exigir más transparencia y rendición de cuentas al gobierno cubano sobre este sector, así como apoyar a los científicos y críticos que trabajan por una biotecnología al servicio de la sociedad y no del poder.

«Hay que tener presentes los gastos de la gran cantidad de centros de enseñanza con que cuentan las FAR y el MININT, y los fondos que seguramente se destinan a instituciones como la Seguridad del Estado y a la Contrainteligencia Militar. Son fondos que no se declaran ante la opinión pública, y por tanto no es difícil imaginar que se tornen incontrolables». 

Todo transcurre mientras que la falta de medicamentos, de suministros médicos y equipos, junto con la falta de personal médico y el deterioro de las infraestructuras sanitarias, es una aplastante realidad que afecta a todos los cubanos de a pie.

«En general, la industria cubana ha adolecido de autonomía en la toma de decisiones financieras. En muchas ocasiones ello impide disponer de capital en el momento necesario y convierte la escasez de recursos financieros en una de sus principales debilidades». 

Y es, en este contexto de la venta de medicamentos al exterior, más que una forma de obtener ingresos para los famosos “programas sociales” que, en la práctica, resultan ser verdaderos fantasmas, es una clara falta de consideración hacia la población cubana que sufre.

Muchas veces, si no las más, los medicamentos que se encuentran en las farmacias estatales (únicas) son de tan mala calidad y no cumplen con los estándares internacionales, que sería imposible exportarlos, en contraste con la calidad de los exportados.

La maquinaria propagandística del régimen castrista ha logrado esparcir no solo el mito de “potencia médica” sino de que goza de un poderoso sector farmacéutico, biotecnológico y producciones biomédicas. Y aunque no es menos cierto que dentro del caos de todos los sectores de la deprimente industria cubana la industria biotecnológica y médico-farmacéutica es la mejor estructurada.

El mito es fácilmente desmontable cuando mídase por donde se mida, si se hace objetivamente. Mientras el régimen alardea del sistema de investigación, desarrollo e innovación (I+D+i), la producción científica de calidad e impacto es deprimente, así como el número de patentes internacionales.

Como credenciales se esparcen la capacidad autónoma de satisfacer gran parte de la demanda nacional de medicamentos. Pero no se aclara que ese número de fármacos es irrisorio comparado a la media y los estándares internacionales. También se desvanece en la retórica nepotista que el impacto multiplicador sobre el resto de la economía es prácticamente nulo.

La situación de Cuba es una de las más dramáticas y complejas del continente americano. La isla, que lleva más de 60 años bajo el control de un régimen comunista, ha sufrido las consecuencias de la represión, el aislamiento, la escasez y la violación sistemática de los derechos humanos de sus habitantes.

Esta es la verdad sobre el abandono de la comunidad internacional a la realidad existente dentro de la isla cárcel. Es así como funciona parte de la maquinaria propagandística del régimen castrista, utilizando campañas internacionales como ecos, que le legitiman y lavan sus crímenes ante el mundo.

Está más que claro que el totalitarismo autocrático castrista utiliza la propaganda y la manipulación de la información para justificar sus acciones y presentarse como una víctima de la intervención extranjera, cuando en realidad es un régimen que ha violado, y viola, los derechos humanos y las libertades civiles de los cubanos durante décadas.

El régimen castrista ha utilizado el discurso antiimperialista y el bloqueo económico de Estados Unidos como excusas para justificar su fracaso económico y social, y para desviar la atención de sus propias responsabilidades.

Pero en realidad el “Embargo” no impide que Cuba pueda comerciar con otros países ni que reciba ayuda humanitaria. De hecho, Cuba es uno de los países que más cooperación internacional recibe en el mundo.

El régimen castrista ha contado con el apoyo político y diplomático de países aliados como Venezuela, Nicaragua, Bolivia, China o Rusia, que han bloqueado o minimizado las iniciativas internacionales para condenar las violaciones de derechos humanos en Cuba.

Asimismo, ha recibido el respaldo de organizaciones e intelectuales afines a su ideología, que han ignorado o negado la realidad del pueblo cubano y han criminalizado a los disidentes y opositores.

El régimen castrista ha rechazado cualquier tipo de diálogo o transición democrática en Cuba, y ha respondido con más represión y censura a las demandas sociales. Los manifestantes del 11-J fueron detenidos arbitrariamente, golpeados, torturados y sometidos a juicios sumarios sin garantías procesales.

Muchos de ellos han recibido condenas desproporcionadas que superan los 20 años de cárcel por el delito de sedición. Además, el gobierno ha cortado el acceso a internet y las redes sociales para impedir la comunicación y la movilización ciudadana.

La comunidad internacional tiene la responsabilidad de ser crítica, informada y coherente en la defensa de los derechos humanos y las libertades civiles en todo el mundo. Esto implica no caer en trampas propagandísticas de regímenes totalitarios y brindar un apoyo adecuado a aquellos que buscan la libertad y la democracia en lugares como Cuba.

La promoción de los derechos humanos y las libertades individuales es un objetivo fundamental de la comunidad internacional. Es responsabilidad de los Estados y de los ciudadanos defender y proteger estos derechos en todas partes del mundo.

No es posible aceptar ciegamente que un régimen que viola los derechos humanos sea un estado de derecho protector de la vida y la felicidad ciudadana. Eso es un doble rasero imperdonable y amoral del que la comunidad internacional no debería ser partícipe.

La comunidad internacional no debe abandonar la situación en Cuba y debe mantenerse informada sobre la situación en la isla y presionar al régimen para que respete los derechos humanos y las libertades civiles.

Puesto que la presión internacional puede ser efectiva en contribuir para obligar al régimen a respetar los derechos humanos y las libertades civiles, pero es importante que esta presión se ejerza de manera coherente y en línea con los valores y principios democráticos.

Esto implica evitar la hipocresía y asegurarse de que se apliquen los mismos estándares a todos los regímenes autoritarios y violadores de derechos, sin importar su orientación política.

Finalmente, es importante escuchar y apoyar a los ciudadanos de Cuba, quienes son los protagonistas de su lucha por la libertad y la democracia. Debemos estar atentos a sus demandas y necesidades, y trabajar en solidaridad con ellos para encontrar soluciones pacíficas y sostenibles.


*PD:

La frase “Redistribución socialista o la ‘plusvalía’ socialista de facto de ir lucrando con lo ajeno” parece implicar que, en los sistemas socialistas, la redistribución de la riqueza es presentada como un medio para corregir las desigualdades económicas, pero en realidad se logra a través de la generación de plusvalía, es decir, la apropiación de la producción de los trabajadores por parte del Estado o de la élite gobernante.

Sugiere además que este sistema es injusto porque se beneficia de la explotación de los trabajadores, quienes son forzados a trabajar por salarios bajos y no tienen la libertad de negociar mejores condiciones de trabajo o cambiar de empleo.

La “redistribución socialista” no es más que una excusa para justificar la apropiación forzada de la producción de aquellos que han trabajado duro para crearla. La supuesta “plusvalía” que se genera en un sistema socialista es en realidad una forma de esclavitud asalariada, en la que los trabajadores son explotados y privados de la libertad de elegir su propio destino económico.

Es una práctica inmoral y éticamente repugnante, que busca enriquecer a los líderes del régimen a costa del sufrimiento del pueblo trabajador. No hay nada noble en robar a los productores para dar a los no productores, y la idea de que el socialismo pueda ser una solución justa o equitativa a los problemas económicos es un mito peligroso que solo ha llevado a la opresión y la miseria.

Gracias y nuevamente los invito a continuer con esta serie: ¡Contribuyentes del mundo uníos! Ecos del castrismo en tierras democráticas o ese storytelling socialista que pagan los capitalistas.


Yatropropagandética  de salud revolucionaria. (Parte I)*

En el Tíbiri-Tábara revolucionario.

«Ninguna cantidad de evidencia logrará convencer a un idiota» —Mark Twain

Algunas personas permanecen tan arraigadas en sus propias creencias y perspectivas de la vida que el maravilloso proceso de descubrir la verdad les resulta demasiado difícil y terriblemente doloroso. Puesto que a menudo escudriñar la verdad requiere cuestionar y desafiar sus propios prejuicios, y estar dispuestos a aceptar nuevas perspectivas y puntos de vista diametralmente opuestos a los suyos.

Al no estar dispuestas a considerar o aceptar información contraria a lo que ya ocupa su sistema de creencias, suele resultar sumamente frustrante y/o desafiante para aquellos que buscan persuadir o convencer a alguien que de esa forma está siendo terco o cerrado de mente.

Desde la perspectiva cognitiva conductual, la destrucción creativa puede entenderse como un proceso de cambio que implica la salida de la zona de confort y la ruptura de paradigmas y creencias establecidas. Este proceso requiere de un esfuerzo cognitivo importante, ya que implica un cambio en la forma de pensar y actuar, lo cual puede generar cierta resistencia en algunas personas.

En este sentido, la destrucción creativa puede ser vista como un desafío que requiere de una disposición para el cambio y la experimentación, lo cual no siempre es fácil de lograr. Sin embargo, se considera que este proceso puede tener efectos positivos en el bienestar psicológico y en la calidad de vida de las personas, al permitirles desarrollar nuevas habilidades y capacidades, así como ampliar su visión del mundo y su capacidad de adaptación a situaciones nuevas y desafiantes.

Para quienes aspiramos a ilustrarnos con la verdad, y su búsqueda nos resulta emocionante y gratificante, no dejamos de recurrir con paciencia a la comprensión y respeto a que no todas las personas están dispuestas o son capaces de aceptar, y/o comprender la verdad. Dado que la mayoría de las veces necesita fuertes cambios en su forma de pensar que repercuten en la de actuar.

En ese sentido, no pocos consideran que en lugar de intentar persuadir a alguien que es terco o habita en la necedad, es más eficaz enfocarse en aquellos que están dispuestos a escuchar y considerar diferentes perspectivas. De cierta forma, los amantes de la verdad encuentran siempre esa ruta por la inteligencia emocional que logren vislumbrar el camino de salida de nuestra propia ignorancia.

A fin de cuantas la verdad es como ese continuo viaje en espiral que tiende al infinito, en el que estamos explorando, descubriendo, aprendiendo y evolucionando, ayudándonos a crecer y desarrollarnos como personas, como miembros de grupos y como sociedad. Es un esfuerzo que requiere humildad, paciencia, respeto y una mente abierta para poder considerar diferentes perspectivas y seguir evolucionando en nuestra comprensión del mundo.

«Verdad viene de Alétheia. “A” es una partícula privativa, “lethia” es el lethos, el olvido, del olvido viene el río Leteo, que hay que cruzar para llegar al Tártaro. La verdad es quitar el velo, el olvido. La verdad es recordar. Desolvidar. Así está en Parménides. Veritas, en latín, no tiene la misma profundidad. La verdad está siempre en todas partes» Antonio Escohotado

Es ampliamente reconocido que la realidad puede resultar difícil de aceptar para algunos, especialmente aquellos que han sido educados en sistemas dogmáticos o ideologías rígidas que limitan su perspectiva y les impiden cuestionar la información que reciben.

Es el caso de quienes todavía conviven bajo las sobras del Volksgeist “ un término alemán que se refiere al “espíritu del pueblo” o al “carácter nacional”, relacionado con el llamado espíritu del Homo sovieticus, esa “alma de la nación rusa” que los predispone a aferrarse a sus implantadas e importadas dogmáticas ideas, como nuestra variante antropológica y cultural, el que doy por nombre Homo Revolucionarius kubinskiy, para quien la realidad tal como es, puede resultar un ingente desafío.

Cuando estos individuos son confrontados con argumentos y se les acorrala con datos contrastables e irrefutables que no concuerdan con sus creencias, dogmas y esquemas de pensamiento aprendidos, a menudo recurren a la irracionalidad, el sentimentalismo implantado y la evasión a toda costa de la disonancia cognitiva que les genera. Eludiendo además su responsabilidad personal, así como la de dentro del grupo y para con los demás.

En una forma de enterrar la cabeza en la propia mentira, como el avestruz, para no tener que enfrentar la verdad, negando así la realidad que se les presenta y a la que realmente pertenecen. Es una muestra más de la complejidad humana y de la forma en que nuestras creencias pueden limitar nuestra comprensión del mundo. Terminando en una atmósfera surrealista y alienante que caracteriza y sobrepasa el imaginario Kafkiano.

«La limonada es la base de todo», según el puesto a dedo Miguel Díaz-Canel Bermúdez títere actual de la Dinastía Castro, popularmente conocido como el “singao” de Cuba.

Esto desde la psicología social podría explicarse parcialmente mediante la perseverancia de las creencias, haciendo referencia a la tendencia de las personas a mantener sus creencias y actitudes incluso después de recibir información que las contradice. Es decir, una vez que se ha formado y arraigada una creencia, esta tiende a persistir y resistir el cambio, incluso en presencia de evidencia que sugiere lo contrario.

Esta perseverancia puede tener varios trasfondos, como la resistencia cognitiva, que ocurre cuando las personas filtran o interpretan selectivamente la información que reciben para evitar que contradiga sus creencias preexistentes. También puede estar influenciada por factores emocionales, como la necesidad de mantener una sensación de coherencia o control sobre el mundo.

Una fuerte perseverancia de las creencias puede tener importantes consecuencias, ya que puede llevar a las personas a mantener creencias falsas o desactualizadas, incluso cuando se enfrentan a información que sugiere lo contrario. Por lo tanto, es importante ser conscientes de esta tendencia y estar abiertos a revisar y actualizar nuestras creencias y actitudes a medida que se presenta nueva información.

Esta perseverancia genera y/o acompaña una especie de “intolerancia a la incertidumbre” representa un estado en el que los individuos aún expuestos a bajos grados de incertidumbre, situaciones inciertas o ambiguas, tendrán una respuesta desproporcionada hacia ella, generando una fuerte reacción emocional, con excesiva preocupación catastrófica, generadora de gran estrés, de agresividad y violencia. Por lo que la mayoría de las veces su respuesta inicial hacia ella resulta en evitarla o tratar de eliminarla o controlar estas situaciones a toda costa.

«“Nos han demostrado que a través de un texto, una imagen o la obra de toda una vida es preferible el dolor de saber”, escribió Sánchez»

Al Homo Revolucionarius kubinskiy le han sustituido abruptamente su Dios, por la “Revolución Socialista” más que “cubana”, convertido así en aquel último hombre de Nietzsche, aquel que prefiere que un constructo distópico, una ambigüedad disfrazada de deidad le salve de sí mismo, para no enfrentar la realidad de que estamos solos y el ingente esfuerzo por salvarse a sí mismo en la búsqueda de la verdad. 

Visto así, el Homo Revolucionarius kubinskiy es un individuo conformista, adaptado a una sociedad homogénea y mansa, con una baja capacidad de razonamiento crítico, un grado de ignorancia y falta de motivación que le impiden buscar nuevos retos y superar los límites. Su sesgada cultura y estrecho espectro de educación le llevan a conformarse a los valores y normas establecidos sin cuestionarlos, lo que le lleva a una falta de madurez personal y una carencia de propósito y significado en la vida.

Continúa vagando en el tiempo como ese hombre masa de Ortega y Gasset, quienes, desde una perspectiva psicoanalítica, se puede decir que ambos comparten una fuerte dependencia de una figura de autoridad, ya sea un líder político carismático o una ideología embaucadora, para establecer su identidad y sentido de pertenencia. Ambos pueden tener una baja tolerancia a la ambigüedad y la incertidumbre, prefiriendo soluciones simplistas y estereotipadas a problemas complejos.

El Homo Revolucionarius kubinskiy atesora una fuerte necesidad de pertenencia y afiliación a un grupo colectivo, y la subordinación de los intereses individuales a los intereses del grupo o de la ideología. Así, su sentido de identidad está construido en gran medida alrededor de su relación con el constructo distópico de la “revolución cubana”. Esta necesidad de adhesión podría ser el resultado de una serie de factores, incluyendo la historia y la cultura cubana, así como experiencias personales de marginalización o exclusión social.

En términos sociológicos, el Homo Revolucionarius kubinskiy podría ser visto como un individuo que se encuentra en una posición subordinada con relación al poder establecido, que encuentra en la pertenencia a un grupo “revolucionario” una forma de ejercer cierta influencia y control sobre los otros y su entorno. Un cobarde que arrodilla su moral ante la de la muchedumbre castrista.

En términos de educación y grado de ignorancia, el Homo Revolucionarius kubinskiy permanece profundamente influenciado por un sistema educativo altamente politizado y profundamente sesgado, que fomenta una ideología revolucionaria y excluye ideas o pensamientos que se consideran opuestos a ella.

Esto puede limitar su capacidad para cuestionar críticamente las suposiciones y creencias fundamentales de su ideología desde edades muy tempranas de la vida. Presentando y reforzando una vez más la dificultad para aceptar información o argumentos que no concuerden con su visión del mundo y para considerar perspectivas diferentes a la suya.

En términos neurocognitivos, el Homo Revolucionarius kubinskiy acentúa su resistencia al cambio y su ya fuerte tendencia a la conformidad con las normas y expectativas sociales del grupo. Muestra una tendencia a la polarización cognitiva, es decir, a pensar de manera dicotómica, en términos de blanco y negro, sin reconocer las complejidades y matices de la realidad.

Reflejo directo, además de una baja tolerancia a la frustración, por ser más propenso a la polarización de pensamiento y a la adopción de posiciones extremas, manifiesto en su tendencia a reaccionar de manera emocional ante situaciones de tensión o conflicto.

«El hecho de que personas jóvenes, inteligentes y bien intencionadas estén dispuestas a llamar blanco al negro es una situación preocupante. Nos hace dudar de nuestros sistemas educativos y de los valores que guían nuestro comportamiento» —Solomon Eliot Asch, (1955).

En la forja de su carácter y personalidad, el Homo Revolucionarius kubinskiy parece ser influenciado por un fuerte sentido de identidad colectiva basado en su pertenencia a la ideología revolucionaria del gobierno cubano. Por lo que su conducta se caracteriza por la lealtad supuestamente inquebrantable a la “causa” revolucionaria, así como por la disposición a actuar violentamente en contra de aquellos que consideran una amenaza a su sistema político, por muy inhumano o irracional que esto sea.

Esa inmadurez personal adquirida y tribal del Homo Revolucionarius kubinskiy contribuye a las dificultades para asumir responsabilidad por sus acciones, y repercutiendo incluso en su forma de establecer relaciones interpersonales satisfactorias, especialmente con aquellos que no comparten su pensamiento gregario.

Representa así, otra reencarnación de la estupidez humana”, esa condición universal y atemporal a lo largo de la “Historia de la estupidez humana” según Paul Tabori, que como fenómeno personal no determinado por la herencia o las influencias externas, sino que es el resultado de su propio comportamiento y duro esfuerzo personal por alcanzar y mantener ciertos grados de estupidez en muchas de sus variadas formas, como la jactancia, la codicia, la vanidad, la credulidad, el conformismo, el temor, los mitos y el prejuicio.

Esta perturbadora estupidez, originada por una mezcla de legalismo y de utopías que ya le va costando más a la humanidad que el resto de todos los males, incluidas por supuesto las guerras. Es además harto difícil de erradicar, habiendo sobrevivido a innumerables impactos directos de críticas y burlas a lo largo del tiempo, sin apenas haber sido perjudicada ni en lo más mínimo.

Como personificación de la idiotez humana, el Homo Revolucionarius kubinskiy, es el prototipo al que el paternalismo del Estado totalitario le mantiene aún más enajenado, en un estado de adolescentismo crónico, dentro de los límites al pensamiento en su “generación idiota” de la que nos ilustra Agustín Lage, dotada de total la falta de compromiso y responsabilidad cívica, de actitud apática y desinteresada en los asuntos públicos que contribuye a perpetuar los problemas y desafíos que enfrenta la sociedad.

Todo para terminar, siendo otro idiota latinoamericano más, retratado por Plinio Apuleyo Mendoza, Carlos Alberto Montaner y Alvaro Vargas Llosa. Ese típico conformista, cuya falta de educación, y cultura lo somete a la superficialidad simplista reflejada en su falta de responsabilidad personal y de compromiso con la sociedad. Acólitos del populismo, carentes de interés real por el desarrollo del país, sin disposición alguna a trabajar por el bien común. Monumentos inamovibles al verdadero obstáculo para el progreso y la prosperidad de nuestra región.

Así adquiere su boleto a la infamosa «La nave de los necios» ya cargada de otro montón de “insensatos”, el Homo Revolucionarius kubinskiy, vagando por su inacabable trasegar hacia constructos mal paridos durante el sueño de la razón, los espejismos oníricos de “Comungania” y “Socialgonia”, sin haber salido jamás de su natal “Archipiélago kubinskiy”.

Intoxicados, habitan en ese estado quiescente de profundanecedad” mortalmente anunciada por Dietrich Bonhoeffer, inmersos como zombies en esa especie de “complacencia peligrosa” que lleva a las personas a aceptar y apoyar el mal sin aparentemente darse cuenta de las consecuencias.

Un estado de ignorancia extrema, en el que su falta de fe, de conciencia crítica, y compromiso moral consigo mismo, y con la sociedad, les impide reconocer su propia estupidez y limitaciones, imposibilítanosle la capacidad de desarrollar una comprensión profunda y auténtica del mundo en el que viven. Reflejándose conductualmente en su profunda falta de responsabilidad individual y colectiva.

La “necedad” en su grado extremo en el Homo Revolucionarius kubinskiy se palpa en su falta de capacidad para razonar críticamente y cuestionar las ideas y creencias que le han inculcado. Esto ha llevado a una aceptación ciega de la ideología más castrista que verdaderamente revolucionaria, sin la capacidad no solo de considerar o respetar siquiera otras perspectivas o puntos de vista.

Si no que no logra ver claramente los límites entre el sí mismo, y la “Revolución”, la “Patria”, y el “Estado”. Vagando en un lodazal donde la doctrina y dogmas colectivos dictan, terminan moldeando y definiendo los conceptos y contornos de la moral y la ética. No logra determinar en qué punto termina el deber del Estado (Poder) como protector autorizado, y el pueblo, al que teóricamente debería proteger.   

El Homo Revolucionarius kubinskiy ha sido programado para creer que todo lo que se opone al régimen es un enemigo del pueblo, sin tener en cuenta los derechos humanos básicos o las libertades civiles. Esta falta de capacidad para considerar los derechos y necesidades de los demás, incluso aquellos que no comparten su ideología, ha llevado a una justificación de la represión y la opresión no solo del pueblo cubano, sino de él mismo como su ciudadano.

Además, esa necedad le ha llevado a una falta de responsabilidad personal y una dependencia excesiva del Estado, incluso en situaciones en las que el Estado ha demostrado no ser capaz de brindar soluciones efectivas. Esta dependencia que implica la pérdida de iniciativa y la falta de creatividad e innovación, lo que ha impedido el progreso y el desarrollo de la sociedad cubana.

«La necedad es la madre de todos los males» —Cicerón

Se trata de la necedad como epidemia, de la que alertó el teólogo y pastor luterano alemán, Dietrich Bonhoeffer que a menudo es considerada peor que la maldad debido a que implica una cruel ignorancia voluntaria, una falta de conocimiento o entendimiento que ocasiona acciones dañinas o destructivas.

Y que, a diferencia de la maldad, que puede ser motivada por una variedad de factores, incluyendo la ambición, la codicia o la venganza, la necedad se basa en la absurda negación o rechazo de la verdad y la evidencia disponible.

Bonhoeffer argumentó que la necedad es peligrosa porque conduce a la indiferencia y la inacción frente a las injusticias y frente al mal en el mundo, y a menudo se utiliza como una forma de justificar la falta de acción.

La maldad puede ser el resultado de la elección deliberada de causar daño a otros, mientras que la necedad puede dar como resultado un daño no intencional, pero no por eso menos grave. La necedad también suele ser difícil de combatir, ya que aquellos que la sufren a menudo no están dispuestos a aceptar información nueva o diferente que contradiga sus creencias arraigadas. Esto puede ocasionar un estancamiento y una falta de progreso en la búsqueda de soluciones a los problemas, lo que puede tener consecuencias graves para la sociedad en general.

En lugar de aceptar la necedad, Bonhoeffer llamó a las personas a comprometerse con la verdad, la justicia y la responsabilidad, incluso si eso significa salir de su zona de confort y enfrentar riesgos y consecuencias.

Pero el Homo Revolucionarius kubinskiy convertido en un ente autómata al que su dependencia del Estado paternalista le ha causado esa baja capacidad de lidiar con la ausencia de certezas en los razonamientos.  Con la imposibilidad de salidas fáciles ante problemas complejos, que les predispone a reaccionar emocionalmente cuando enfrentan problemas que generan incertidumbre, impidiéndole lo que se conoce en psicología como la necesidad de cierre cognitivo, que le brindan la seguridad y la certeza de los pensamientos absolutistas, y profundamente polarizados, para los que solo existen o son relevantes las categorías dicotómicas, lo bueno y lo malo, la “revolución socialista” o la “contrarrevolución mercenaria”.

Esta necesidad de cierre cognitivo, o sea su incapacidad para vivir sin respuestas y de pensamiento dogmático absoluto, puede llevar al Homo Revolucionarius kubinskiy a un estado autoritario y perjuiciosos personales de arrogancia, al cerrarse a nuevas ideas y a nuevas perspectivas, que le impide reconocer la complejidad y la diversidad de la realidad, lo que limita su capacidad para adaptarse y responder de manera efectiva a los desafíos que enfrenta la sociedad.

Además, esta falta de apertura y flexibilidad en el pensamiento extremista y rígido puede llevar a la intolerancia hacia quienes tienen perspectivas diferentes, y a la negación de la diversidad y la complejidad de la realidad.

Esa necesidad de cierre cognitivo para evitar la disonancia cognitiva es un rasgo distintivo del Homo Revolucionarius kubinskiy con un esquema de pensamiento intolerante al que disiente. El mismo que vocifera bazofias revolucionarias en los inmorales e inhumanos actos de repudio que practican los castristas.

«La incertidumbre es una margarita cuyos pétalos no se terminan jamás de deshojar» —Mario Vargas Llosa

Para las neurociencias y las ciencias sociales, aunque no hemos sido, ni somos los únicos, los cubanos actualmente somos el vivo ejemplo de cómo todo un pueblo puede sufrir de una especie de fanatismo tal que termina quedando ciego ante todo lo que pueda poner en riesgo la doctrina para la que le han programado.

Y como algunos ya quizás sospecharan a lo que hago referencia es a las distorsiones cognitivas y en particular a un tipo de sesgo cognitivo denominado, sesgo de confirmación o confirmatorio.

«Entre lo que pienso, lo que quiero decir, lo que creo decir, lo que digo, lo que quieres oír, lo que oyes, lo que crees entender y lo que entiendes, existen nueve posibilidades de no entenderse» —Bernard Werber. “L’Encyclopédie du savoir relatif et absolu”.

Probablemente, la teoría conspirativa que más acepte, el Homo Revolucionarius kubinskiy creyéndola o no, es la de que todos los disidentes, opositores y activistas por los derechos humanos y la democracia en Cuba son mercenarios al servicio del gobierno de los EE. UU. y la CIA. Además, se ha utilizado ampliamente como una estrategia para desacreditar a los activistas, los disidentes y opositores, y justificar así la represión y la violencia contra ellos.

Así como probablemente el argumento falaz que más acepta y confía el Homo Revolucionarius kubinskiy es el de que Cuba es una “potencia médica” y que el sistema de salud cubano es un ejemplo a seguir para el resto del mundo. Cuando en realidad es solo una forma de propaganda política que busca exaltar los logros del régimen cubano, sin reconocer las fallas y limitaciones del agonizante sistema de salud cubano.

En el caso del sistema de salud cubano, se tiende a generalizar a partir de algunos escasos éxitos en la atención médica, pero sin tener en cuenta otros aspectos como la falta de recursos y medicamentos, la baja calidad en la atención en los hospitales, la falta de libertad para elegir médicos y tratamientos, entre otros.

Permítanme ahora, por favor, otra imprescindible perorata de matizados tecnicismos:

En general, un «sesgo» o «error sistemático» hace referencia a cualquier tipo de error no aleatorio, distorsión o desviación de la verdad, que pueda influir en los resultados de una observación, investigación o en la toma de decisiones. Los sesgos son errores predecibles, que pueden tener un impacto significativo en los resultados y conclusiones, por lo que es importante conocerlos, para tenerlos en cuenta y tratar de minimizarlos o eliminarlos en la medida de lo posible.

Por su parte, los errores aleatorios son fluctuaciones al azar, por lo tanto, impredecibles, que se producen cuando se realizan mediciones repetidas. Estos errores tienden a afectar los resultados de manera uniforme en todas las mediciones, lo que significa que no afectan significativamente la precisión (fiabilidad) del experimento, pero pueden afectar la exactitud (validez).

En resumen, los errores aleatorios son impredecibles y tienden a afectar uniformemente todas las mediciones, mientras que los errores sistemáticos son predecibles y afectan los resultados en una dirección específica. Ambos tipos de errores deben ser minimizados o eliminados en la medida de lo posible para obtener resultados precisos (fiables) y exactos (válidos) en una investigación o experimento. Pero, mientras los errores aleatorios generan resultados imprecisos, los sesgos generan resultados poco o no válidos.

Desde el punto de vista de la metodología de la investigación científica, y para los investigadores, especialmente los que investigamos con y en personas, es imprescindible perseguir, después de acatada la ética, que el estudio sea preciso, válido, y reproducible (contrastable), independientemente del tema y los objetivos del estudio, o del mayor o menor interés para el lector o para la comunidad científica.

Para ello es necesario utilizar metodologías adecuadas y rigurosas, diseñar muestras representativas, medir las variables de manera precisa, y aplicar pruebas estadísticas adecuadas para analizar los datos. Además, es importante que el estudio sea reproducible, es decir, que otros investigadores puedan realizar el mismo estudio con los mismos métodos y obtener resultados similares. De esta forma, se puede confirmar la validez de los resultados y obtener un consenso científico en torno al tema estudiado.

Esto, que parecieran puros tecnicismos en el campo de las ciencias biomédicas y médicas como tal, tiene además una envergadura en el campo de la ética que protege no solo a los pacientes, sino también a los animales para experimentación incluidos nosotros, los seres humanos. Un estudio mal planificado, o en el que se menosprecia su calidad científica, metodológica, bioestadística, carece también de ética profesional y hasta de inhumana moralidad.

En primer lugar, si un estudio está mal planificado o si no se crean o no siguen los protocolos adecuados, puede poner en riesgo la seguridad y el bienestar de los sujetos de investigación, ya sean humanos o animales. Esto va en contra de los principios éticos fundamentales de la investigación, que buscan proteger a los sujetos de cualquier daño innecesario.

Además, un estudio mal planificado o con poca calidad científica puede generar resultados inexactos o engañosos, lo que puede tener graves consecuencias para la salud pública y la toma de decisiones médicas. Esto también va en contra de la ética profesional y la responsabilidad de los investigadores de generar evidencia científica confiable y de alta calidad.

Por último, la falta de ética y moralidad en la investigación también son un problema cuando se trata de cuestiones sociales y de justicia. Es por eso por lo que la ética en la investigación debe considerar no solo la seguridad y el bienestar de los sujetos de investigación, sino también las implicaciones sociales y de justicia de los estudios.

Por su parte, un sesgo cognitivo es una distorsión sistemática en el procesamiento de la información que conduce a una interpretación incorrecta o irracional de los estímulos. Estos errores o desviaciones pueden ser influenciados por factores como la experiencia previa, las emociones, las creencias, los valores y la cultura.

Estos errores del pensamiento tienden a afectar la toma de decisiones, la percepción de la realidad y la evaluación de la información, lo que puede conducir a una comprensión distorsionada de los hechos y a comportamientos que no son óptimos o adaptativos.

Aunque se le llamamos «sesgo», son errores sistemáticos que cometemos al procesar la información y no necesariamente implican una equivocación en el pensamiento, ya que en algunos casos los sesgos pueden ser útiles como atajos mentales o necesarios para simplificar la complejidad de la realidad, ahorrar recursos cognitivos y tomar decisiones rápidas, aunque casi siempre con muchas posibilidades de equivocarnos. Y se consideran en gran medida como productos de la evolución en el procesamiento de la información.

«Un sesgo cognitivo es un efecto psicológico que produce una desviación en el procesamiento mental, lo que lleva a una distorsión, juicio inexacto, interpretación ilógica, o lo que se llama en términos generales irracionalidad, que se da sobre la base de la interpretación de la información disponible, aunque los datos no sean lógicos o no estén relacionados entre sí»

Dentro de los sesgos cognitivos, el sesgo de confirmación pertenece al grupo de los sesgos sociales que son tendencias o prejuicios cognitivos que influyen en la forma en que procesamos, interpretamos y recordamos la información social, basándonos en nuestras propias experiencias, actitudes, prejuicios y estereotipos.

Estos sesgos pueden tener un impacto en nuestras percepciones, en nuestras decisiones, juicios y comportamientos hacia ciertas personas o grupos. Los sesgos sociales pueden también tener consecuencias negativas para la igualdad, la justicia y la convivencia en una sociedad.

«Los sesgos sociales se denominan generalmente sesgos atribucionales y afectan a nuestras interacciones sociales de cada día, también están presentes en la probabilidad y toma de decisiones. Ante un estado de confusión, es importante precisar y destacar los mecanismos netamente cognitivos de los intelectivos, ya que estos últimos corresponden en la intuición a sesgos preceptivos conocidos comúnmente como falacias».

Los sesgos sociales y las falacias lógicas son conceptos distintos en el ámbito de la psicología y la argumentación, respectivamente. Ambos forman parte de nuestra vida cotidiana, por lo que conocerlos y diferenciarlos con pensamiento crítico, se vuelve cada vez más crucial en la búsqueda diaria de la verdad.

Las falacias lógicas son errores en el razonamiento o fallas de argumentación que no siguen las reglas de la lógica o la razón (razonamiento distorsionado), debilitando al argumento e invalidando la conclusión a la que se ha llegado.

Por ejemplo, dentro de las falacias más incurridas por la maquinaria propagandística del régimen castrista y sus dirigentes están, la falacia ad hominem, que es atacar al argumentador en lugar de su argumento, y la falacia de falsa dicotomía que es presentar una elección entre dos únicas opciones cuando en realidad hay más opciones posibles.

En resumen, los sesgos sociales se refieren a la forma en que las personas procesan información, mientras que las falacias lógicas se refieren a la forma en que se construyen y argumentan los razonamientos. Los sesgos cognitivos con frecuencia son una tendencia a cometer una falacia lógica como argumento.

El escenario cotidiano actual refleja un abismal incremento en la disponibilidad de información, incluida las útiles en la toma de decisiones, pero a su vez la ingente cantidad de información existente limita gravemente la posibilidad de obtener información de calidad.

«El sesgo de confirmación o sesgo confirmatorio es la tendencia a favorecer, sobrevalorar, buscar, interpretar, y recordar, la información que confirma nuestra preconcepción, o sea, nuestras propias creencias, valores o hipótesis, dando desproporcionadamente menos consideración a posibles alternativas, infravalorándolas, ignorándolas, e incluso tergiversándolas»

En definitiva, las «cosas (objetos/hechos)» no son como las vemos, o no las vemos solo desde una perspectiva lógica objetiva, sino que, lo hacemos primero a través del lente de nuestras percepciones, procesos psicológicos limitados y limitantes, como resultado de una interpretación personalizada de la realidad. Interpretación que pasa por nuestra “forma de pensar” edificada desde la forma de pensar de nuestros padres, abuelos, maestros, amigos, y muchas más generaciones.

Lo mismo que nuestro pensamiento, que es, básicamente, una representación personalizada de la realidad y por ende no puede ser la realidad en sí misma.

«No vemos las cosas como son, sino que vemos las cosas como somos nosotros» El Talmud de Babilonia.

Muchos de los sesgos y de las falacias son considerados Distorsiones Cognitivas, o sea Errores del Pensamiento que distorsionan la realidad y conducen a decisiones erróneas. Representan “malos” hábitos de pensamiento automáticos a través de los que realizamos interpretaciones erróneas de la realidad, deformándola, llevándonos a percibir el mundo de forma poco objetiva y disfuncional, acarreándonos problemas desencadenando emociones negativas que generan conductas desadaptativas y/o no deseadas.

«Las personas no se alteran por los hechos, sino por lo que piensan acerca de los hechos» —Epícteto

Es ampliamente aceptado que independientemente del tipo de acontecimiento o su envergadura, no son en sí mismos los que desencadenan la avalancha de las emociones, sino que tiene relativamente más peso, la interpretación personal que hacemos de ellos, o sea, la manera de percibirlos y el modo en que los interpretamos. Al mismo tiempo que nuestros pensamientos tienen una importante influencia en nuestros estados de ánimo, y finalmente en nuestra conducta.

Durante nuestro desarrollo, a través de las experiencias personales (y ajenas), de la educación y la cultura, vamos construyendo y desarrollando nuestra manera de pensar, y generando «esquemas de pensamiento» habitual, más o menos rígidos, que se instalan a niveles cognitivos en nuestro «sistema de creencias» con gran congruencia entre ambos.

Con mucha frecuencia actuamos de diferentes formas ante situaciones similares, dado que al analizar las distintas situaciones lo hacemos desde varias perspectivas. Pero en ocasiones, sin saberlo, evaluamos de manera errónea la información a procesar, malinterpretando la situación y realizando juicios distorsionados que terminan limitándonos y generando malestar psíquico o disonancia cognitiva.

«Lo que una generación no resolvió, lo repite y lo transmite a la siguiente» (atribuida a varios autores).

El mundo de nuestra mente vive una lucha, en la búsqueda del equilibrio interno entre las antiguas y las nuevas formas de pensar, en especial ante la toma de decisiones que involucran las creencias, los valores, los mitos y los miedos que nos fueron transmitidos casi automáticamente (de una generación a otra), sin que en la mayoría de los casos nos percatemos de ello.

Muchas veces repetimos patrones de pensamiento y conducta, incluso de generaciones anteriores, sin jamás habernos detenido a cuestionarnos si comulgamos con ellos, si están acorde con nuestra forma de ser, o si ya no son vistos de igual manera en la sociedad nuestra actual.

Tenemos un ancla poderosa que es la verdadera fuerza que sostiene nuestros vínculos familiares más profundos, atracciones invisibles que denominamos los compromisos de lealtad. Precisamente la lealtad representa uno de los principales vínculos intergeneracionales. Según el significado y los vinculo de los individuos con la lealtad es posible entender las funciones que cumple en un determinado grupo.   

La teoría intergeneracional, también conocida como teoría de la transmisión intergeneracional, se refiere al proceso mediante el cual las actitudes, valores y comportamientos se transmiten de una generación a otra dentro de una familia y cómo estas relaciones afectan a la dinámica y funcionamiento de esta dentro de la sociedad.

Por otro lado, la teoría multigeneracional se refiere a las formas en que las experiencias y patrones de comportamiento pueden transmitirse de una generación a otra, y cómo estos patrones pueden influir en el desarrollo y comportamiento individual. Ambas teorías se centran en las relaciones entre diferentes generaciones, pero tienen enfoques ligeramente diferentes.

Los compromisos de lealtad generan lazos imperecederos, que se reflejan en nuestro comportamiento cotidiano, como el respeto, el interés y la preocupación por los demás, los cuidados físicos, la forma de expresar los sentimientos, la frecuencia en que necesitamos comunicarnos y lo hacemos, etc. Comportamientos como múltiples formas de expresión de nuestra lealtad sobre la base de nuestros vínculos entre generaciones pasadas y futuras.  

La teoría intergeneracional se ha aplicado al estudio de la transmisión de valores políticos e ideológicos dentro de las familias y su influencia en las creencias y comportamientos políticos de los individuos en las generaciones siguientes.

Se ha investigado cómo los valores políticos y la orientación ideológica de los padres se transmiten a sus hijos a través de procesos de socialización y cómo esto puede influir en la participación política y la orientación ideológica de los hijos en la edad adulta.

La teoría intergeneracional también se ha aplicado al estudio de la transmisión de prejuicios y actitudes hacia grupos étnicos, religiosos u otros en la familia y su efecto en las actitudes y comportamientos de las generaciones posteriores.

La teoría multigeneracional también se ha aplicado a la transmisión de valores políticos e ideológicos en contextos totalitarios y autoritarios. Algunos estudios han explorado cómo las creencias políticas pueden transmitirse a través de generaciones y cómo la socialización política en el hogar puede influir en las actitudes y comportamientos políticos de los individuos a lo largo de su vida.

Estos estudios han encontrado que la socialización política en la familia puede ser un predictor importante de la participación política y la ideología política de los individuos en la edad adulta.

Teniendo en cuenta que, nos guste o no, según algunas estimaciones, todos los días tomamos aproximadamente 2000 decisiones ante las cuales, sin siquiera notarlo, nuestra mente se enfrenta a una poderosa beligerancia entre la intuición y la lógica.

Por sencillo que parezca, la velocidad con la que pensamos y ese número de decisiones a tomar nos dificulta ser consciente de la mayoría de los pensamientos a lo largo de nuestras horas de vigilia, por lo que son automáticos y previamente aprendidos.

En el momento de interpretar diversas situaciones, se activarán los esquemas de pensamiento generalmente irracionales, que a nuestro parecer serán objetivos y basados en los datos aportados, cuando en realidad tenemos una información sesgada de los acontecimientos que determina una mala decisión y conductas inadecuadas posteriores. Esas conductas disfuncionales terminan reforzando a los mismos esquemas de pensamiento que le dieron su origen, perpetuándose la dinámica en un bucle.

«Estamos configurados para poder tomar decisiones de forma muy rápida y eficaz, con muy pocos datos, sin tener que disponer de toda la información ni de mucho tiempo y energía para poder pensar» — Helena Matute, profesora de psicología de la Universidad de Deusto, en España, y autora del libro “Nuestra Mente nos Engaña”.

Dado que las distorsiones cognitivas están presentes en mayor o menor medida en la vida cotidiana de todos, ser conscientes de los errores cognitivos más frecuentes que cometemos, conocerlos y analizarlos nos ayuda a comprender que no siempre la realidad es como uno la cree, y nos permitirá desarrollar pensamientos más racionales y objetivos no solo en la toma de acertadas decisiones informadas, sino en el bienestar de una mente más clara y saludable.   

«Nuestra vida es una creación de nuestra mente» —Buda

Debemos comentar que estos fenómenos no deben ser confundidos con los prejuicios sociales, de los cuales la mayoría de las personas coincide en que son algo negativo y que está mal tenerlos. Ya sea por presión social o por una mayor sensibilidad y empatía hacia otras personas, la mayoría de la sociedad coincide en que prejuzgar a los demás no está bien, y que se debe hacer un esfuerzo para tratar de superarlos.

Por otro lado, los prejuicios sociales son diferentes de las distorsiones cognitivas, ya que los prejuicios son actitudes negativas hacia ciertos grupos de personas, basados en estereotipos y generalizaciones injustas y sin fundamento. Aunque todos tenemos prejuicios en mayor o menor medida, es importante reconocerlos y hacer un esfuerzo consciente para superarlos, ya que pueden perpetuar la discriminación y la injusticia social. Como dijo Martin Luther King Jr., “No juzgues a una persona por el color de su piel, sino por el contenido de su carácter”.

Esto cobra valor inestimable en un mundo globalizado y altamente interconectado en el que las campañas de marketing cada vez son más sofisticadas que recurren a la economía conductual, y a técnicas de neuromarketing, es decir, que utilizando conocimientos neurocientíficos en la publicidad sacan provecho de la puesta en marcha del condicionamiento de nuestros sesgos cognitivos.

El marketing utiliza los sesgos cognitivos para influir en nuestro comportamiento de compra y hacernos creer que necesitamos o queremos algo que quizás no sea así. Algunos de estos sesgos son el efecto ancla, la aversión a la pérdida, el efecto halo o la falacia del costo hundido. Estos sesgos pueden ser explotados por el marketing para inducirnos a comprar cosas que no necesitamos, que no nos benefician o que nos perjudican.

El marketing es el arte de persuadir a las personas para que compren un producto o servicio. Pero ¿qué pasa cuando el marketing se convierte en una forma de engañar o influir en nuestra mente sin que nos demos cuenta? ¿Qué herramientas tenemos para defendernos de las técnicas de neuromarketing que aprovechan nuestros sesgos cognitivos?

Por ejemplo, la generalizada tendencia inconsciente de evaluar un precio de $99,99, como muy inferior al de $100, cuando la diferencia real es prácticamente despreciable en cuanto al gasto. O la influencia en nuestra toma de decisiones que tiene la información inicial sobre los juicios emitidos posteriormente. Fenómeno conocido como “efecto ancla”, que hace que nos sintamos motivados a pagar un alto precio por algo que continúa siendo caro, o de menor valor.

El efecto ancla es una técnica de persuasión que consiste en influir en la percepción de una persona sobre un tema o una decisión mediante la presentación de una información inicial que sirve de referencia o anclaje. Esta información puede ser verdadera o falsa, relevante o irrelevante, pero lo que importa es que condiciona la forma en que la persona evalúa las informaciones posteriores y las opciones disponibles.

En otras palabras, es un fenómeno psicológico que consiste en que la primera información que recibimos sobre algo influye en nuestra percepción posterior, aunque sea irrelevante o falsa. Es una forma de sesgo cognitivo que puede ser aprovechada por quienes quieren manipular nuestra opinión o nuestro comportamiento.

Esta tendencia a basar nuestras estimaciones en la primera información que recibimos, aunque sea irrelevante o engañosa, ocurre, por ejemplo, cuando se nos muestra un precio inicial que nos parece exorbitante, por ejemplo $1000 por una laptop, y debajo vemos que está “rebajada” a $899 y nos parece tremenda oferta de rebaja, cuando en realidad no ha variado tanto el precio y seguramente las hay mucho más baratas en el mercado, incluso en el propio establecimiento.

«La introducción de anclajes en los puntos finales de la serie, o inmediatamente encima o debajo de la serie, provocará un desplazamiento en la distribución de los juicios de los estímulos en serie en la dirección del anclaje»

Pero el “efecto ancla” no solo se aplica en el mercado, sino también en la política. Un caso muy ilustrativo es el del totalitarismo castrista en Cuba, que desde hace más de 60 años utiliza esta técnica para manipular y desinformar a la población sobre la realidad del país y del mundo.

El “efecto ancla” es también utilizado por el totalitarismo castrista, por ejemplo, cuando utiliza datos de salud del país antes del 1959 y los compara con los de la actualidad, concluyendo que la supuesta diferencia es mejoría y que esta ha sido logro de la salud pública por la “revolución”, a pesar de que los datos de antes de 1959 por lo general no son comparables debido a diferentes condiciones sociales, económicas y de salud.

En vez de poner en contexto ambos períodos y compararlos con el resto de los países, en sus correspondientes momentos históricos, por ejemplo. En cualquier caso, el uso de comparaciones selectivas y engañosas de datos por parte del gobierno o entidad subordinada puede ser una forma de manipulación y desinformación máxime si no tienen contrapesos políticos.

El castrismo ha recurrido al “efecto ancla” para justificar su modelo político y económico, que ha llevado a Cuba a una situación de pobreza, atraso y dependencia. Así, ha presentado la revolución como una liberación del dominio estadounidense, que supuestamente había convertido a Cuba en un “burdel” y una “neocolonia”. Sin embargo, esta visión ignora que Cuba era una de las naciones con mayor crecimiento y desarrollo de América Latina antes de 1959, con indicadores sociales y culturales superiores a los de muchos países de la región.

El “efecto ancla” es una herramienta poderosa para influir en la opinión pública, pero también puede ser contrarrestada con el acceso a la información plural y veraz, el pensamiento crítico y la comparación objetiva. Por eso, el castrismo ha tratado de controlar todos los medios de comunicación y educación, así como de limitar el acceso a internet y las redes sociales.

El régimen castrista ha utilizado la “Revolución Cubana” como un ancla histórica para legitimar su poder y para generar una identidad nacional basada en el antiimperialismo, el patriotismo y el sacrificio. Así, ha presentado la Revolución como un hecho heroico, glorioso e irreversible, que liberó a Cuba del dominio extranjero y le dio soberanía e independencia.

Sin embargo, con el paso del tiempo, la Revolución Cubana se convirtió en una dictadura comunista que eliminó las elecciones libres, la libertad de expresión, la propiedad privada y los partidos políticos. Además, estableció una alianza con la Unión Soviética y se enfrentó a Estados Unidos, lo que provocó un embargo económico y una serie de conflictos diplomáticos y militares.

De esta manera, el régimen castrista ha intentado fijar en la mente de los cubanos una imagen idealizada y distorsionada de la Revolución Cubana, que les impida cuestionar o criticar su gestión o buscar alternativas políticas. Sin embargo, esta estrategia ha perdido efectividad con el paso del tiempo, debido al deterioro de las condiciones de vida de los cubanos, al acceso a otras fuentes de información y al cambio generacional.

La salud pública: como ancla estadística ha sido otro claro ejemplo de cómo el régimen castrista ha usado el “efecto ancla” para manipular la opinión pública. El gobierno cubano ha destacado repetidamente sus indicadores sanitarios como una prueba irrefutable del éxito de su modelo socialista.

Uno de los principales argumentos que utiliza el castrismo para defender su modelo político es el supuesto éxito de la salud pública cubana, que según sus cifras oficiales tiene indicadores comparables o superiores a los de países desarrollados. Sin embargo, estas cifras son cuestionadas por diversos expertos y organizaciones que señalan las inconsistencias metodológicas, las manipulaciones estadísticas y las omisiones deliberadas que hacen los informes del gobierno cubano.

«Antes de 1959, los indicadores sociales ubicaban a Cuba entre los países más destacados de América Latina. La tasa de mortalidad infantil en Cuba a mediados de los años 50 (33 por cada 1,000 nacidos vivos) era aproximadamente igual a las tasas de Europa y un tercio del promedio de América Latina (105 muertes por cada 1,000 nacidos vivos). La esperanza de vida al nacer en Cuba (64) también era mucho más alta que en América Latina en general (50). James W. McGuire y Laura B. Frankel han demostrado que entre 1900 y 1959, Cuba superó a otros países latinoamericanos en el aumento de la longevidad y la reducción de la mortalidad infantil. Eso puede reflejar la fortaleza del sistema de atención médica de Cuba. La isla tenía 10 médicos por cada 10,000 personas (10), casi tantos como Europa (11) y los Estados Unidos (13). América Latina se rezagaba mucho con solo 4 médicos por cada 10,000 habitantes» cubaproject.org

Cuba era en 1958 uno de los países con mayor crecimiento económico y social de América Latina, con una esperanza de vida de 63 años, una tasa de mortalidad infantil de 37 por cada mil nacidos vivos y una cobertura sanitaria del 79 % de la población. Estos datos eran superiores a los de muchos países latinoamericanos e incluso europeos en ese momento.

Sin embargo, el castrismo presenta estos datos como si fueran una muestra del atraso y la miseria que había en Cuba antes de la revolución, y los contrasta con los actuales, sin tener en cuenta que otros países también han avanzado significativamente en sus indicadores sanitarios en las últimas décadas.

Por ejemplo, según datos del Banco Mundial, entre 1960 y 2019 la esperanza de vida aumentó en 21 años en América Latina y el Caribe, mientras que en Cuba solo aumentó en 12 años. La tasa de mortalidad infantil se redujo en un 83 % en América Latina y el Caribe, mientras que en Cuba se redujo en un 76 %.

La tasa de mortalidad materna se redujo en un 64 % en América Latina y el Caribe, mientras que en Cuba se redujo en un 55 %. Estas comparaciones muestran que Cuba no ha sido un caso excepcional ni un modelo a seguir.

Resumidamente, en términos generales, estos datos muestran que, si bien el sistema de salud cubano logró mejoras importantes en la salud pública después de la revolución, el ritmo de mejora no ha sido excepcional en comparación con otros países de la región. Además, hay ciertos datos que muestran que la imagen de Cuba como una “potencia médica” es altamente exagerada.

«La gente quiere respuestas concretas. Pero una gran parte de la ciencia es realmente lidiar con la incertidumbre» — Angela Rasmussen

Casi sin lugar a dudas, una de las falacias más utilizada por los regímenes totalitarios socialistas/ comunistas es la conocida como falsa dicotomía, el falso dilema (dilema falsificado), falacia del tercero excluido, o la falsa dualidad. Esta falacia informal que consiste en presentar una elección entre dos opciones como si fueran las únicas posibles, cuando en realidad existen muchas más alternativas. Al crear un falso dilema, los líderes totalitarios buscan obligar a las personas a elegir entre dos opciones extremas, y así manipularlas emocionalmente y controlar sus decisiones.

«La disyuntiva es clara: vencer en la porfía contra la potencia egoísta o desaparecer como pueblo. Esa es la esencia de la cubanía. No hay otra definición posible para nuestra identidad. O somos lo que soñaron los fundadores o no somos. Ahí están las raíces de nuestro socialismo» —Ricardo Alarcón, en aquel entonces presidente del Parlamento cubano.

En el caso de la cita de Ricardo Alarcón, en uno de los medios propagandistas totalmente parcializados hacia el movimiento izquierdista global, se utiliza la falsa dicotomía de manera clara al presentar la opción entre “vencer en la porfía contra la potencia egoísta” o “desaparecer como pueblo”.

Esta dicotomía sugiere que solo hay dos opciones para Cuba: ser socialista o dejar de existir como pueblo. En realidad, hay muchísimas otras opciones intermedias, distintas y posibles, pero los líderes totalitarios buscan limitar el pensamiento crítico y presentar su ideología como la única solución posible.

Es además una idea absurda y falsa, ya que hay muchas maneras de ser cubano y de expresar la identidad nacional, y ninguna de ellas está necesariamente ligada al socialismo o a cualquier otra ideología política en particular. Además, el hecho de que un régimen político se identifique como socialista no significa que represente la totalidad de la identidad cubana o que sea la única forma de ser cubano. La identidad de un pueblo es compleja y multifacética, y no puede ser reducida a una sola dimensión política o ideológica.

Asimismo, ninguno de nuestros “Padres Fundadores” fue socialista o comunista ni comulgaron con sus ideas. Por lo que podríamos identificar otra forma de pensamiento o idea falaz, en este caso un equívoco o antanaclasis (figura retórica), ya que al hablar de “fundadores”, puede haber una ambigüedad en cuanto a qué se está refiriendo exactamente:

¿Se refiere a los padres de la patria que establecieron la nación cubana y su estructura política, o a aquellos que impulsaron la revolución socialista de 1959? Si se está utilizando este término en el segundo sentido, entonces es posible que se esté cometiendo una antanaclasis al hablar de “socialismo” como parte de la identidad cubana, ya que esta ideología no estaba presente en la fundación de la nación cubana.

«La vida misma no es más que lo que tú consideras» —Marco Aurelio

Insisto, volviendo al hilo conductor, de que, aunque sea conocimiento popular el hecho de que no pensamos con racionalidad en todo momento, lo que es trascendente aquí es, que aun creyendo que estamos siendo racionales y teniendo un pensamiento lógico nuestros pensamientos fallan.  

Y la complejidad de nuestra mente es tal que ni siquiera podemos percatarnos en muchas ocasiones, dado que nuestros pensamientos pueden estar influenciados por una variedad de factores subconscientes que nos llevan a tomar decisiones irracionales o a cometer errores en nuestro razonamiento.

Según la definición publicada en Wikipedia, la disonancia cognitiva es «la tensión o desarmonía interna del sistema de ideas, creencias y emociones (cogniciones) que percibe una persona que tiene al mismo tiempo dos pensamientos que están en conflicto, o por un comportamiento que entra en conflicto con sus creencias».

En Cuba, los ciudadanos se encuentran en situaciones donde experimentan gran disonancia cognitiva, es decir, un conflicto entre sus valores y creencias personales y las acciones o situaciones impuestas por el régimen. Algunas personas eligen conscientemente la opción que consideran como el mal menor, asumiendo la molestia que esto conlleva.

Por ejemplo, podrían participar en actividades que van en contra de sus principios, como apoyar al régimen o realizar acciones que consideran inmorales, como los actos de repudio.

Otros cubanos suelen recurrir a sesgos cognitivos para atenuar la disonancia y evitar la incomodidad emocional que esta provoca. Estos sesgos les permiten justificar sus acciones o encontrar nuevas creencias que respalden su actitud.

Por ejemplo, podrían adoptar la idea de que están defendiendo la patria o evitando males mayores como una forma de justificar su participación en acciones controvertidas.

Esto implica que las personas en la sociedad cubana podrían enfrentar tensiones emocionales al vivir en un sistema totalitario, pero al tomar decisiones basadas en sus valores, alineados a las doctrinas inculcadas, pueden encontrar cierto alivio emocional.

Por otro lado, aquellos que, pensando por sí mismo, ponen distancias entre lo ideológicamente impuesto y la verdad de los datos en la realidad, toman una decisión consciente basada en el análisis crítico de la situación, al involucrar ciertas áreas cerebrales de mayor complejidad, terminan tomando decisiones más acertadas, que le retroalimentan generándole menos incertidumbres, temores y así mucha menor tensión o emociones negativas. Esto puede ser relevante para los cubanos que enfrentan constantes dilemas éticos y emocionales en un entorno represivo.

La sociedad cubana vive bajo el control social de un régimen que ofrecer ciertos placeres o satisfacciones colectivas inmediatas, como la seguridad social básica o el acceso limitado a bienes y servicios, a cambio de la supresión de muchas de las libertades individuales.

Sin embargo, la satisfacción individual a largo plazo, como lograr metas personales desafiantes o alcanzar una mejora en la calidad de vida, puede generar no solo una satisfacción más intensa y duradera que los placeres efímeros proporcionados por el régimen, sino una mejora real directa en la calidad de vida de los cubanos como individuos que terminara repercutiendo en la sociedad.

«¿En qué se diferencia la realidad de cualquier otra cosa? En el infinito pormenor que la rodea. Toda cosa real es interminable en el espacio, en el tiempo, en los detalles. Toda cosa fantaseada, por ejemplo, una utopía, un sueño, una fantasía… ¿A qué ahí no hay infinitud por ninguna parte? Preguntas al personaje que sale en el sueño ¿de qué color son sus calcetines? Y no lo sabes, porque no es real» —Antonio Escohotado

Si bien las distorsiones cognitivas no son exclusivas de las personas que viven bajo regímenes totalitarios autocráticos, es cierto que en estas sociedades hay una mayor propensión a la sugestión y manipulación.  Esto es debido a la falta de libertades y a la presencia de un control estatal más fuerte sobre la información y la narrativa dominante. En contextos democráticos, existe un mayor acceso a la diversidad de opiniones y fuentes de información, lo que puede ayudar a contrarrestar algunos de los sesgos y falacias más comunes.

Acerquémonos a algunos ejemplos prácticos:

Restricción de información y control de los medios de comunicación masiva: En regímenes totalitarios, el gobierno tiende a tener un control estricto sobre los medios de comunicación y la información que se difunde. Esto significa que las personas están expuestas principalmente a la propaganda oficial y tienen un acceso limitado a fuentes de información alternativas o críticas. Como resultado, pueden ser más propensas a creer y aceptar sin cuestionar lo que se les presenta, lo que aumenta su susceptibilidad a la manipulación.

Bajo el régimen totalitario autocrático castrista, el acceso a información objetiva y diversa está profundamente restringida. El gobierno controla los medios de comunicación y filtra la información que se difunde, lo que limita la capacidad de los ciudadanos para tener una visión completa y crítica de la realidad.

Así, no existe un espectro de información variada en Cuba, donde el monopolio socialista de la información y su maquinaria propagandística han desaparecido la información crítica o alternativa que cuestione o contradiga la narrativa oficial. Además de los medios de comunicación, la educación también está controlada por el Estado, lo que limita drásticamente la diversidad de opiniones y la posibilidad de un debate abierto, más acorde a la realidad y más cercano a la verdad.

Limitación de la calidad de la información: Bajo un régimen totalitario, la disponibilidad de información de calidad está severamente restringida. Al controlar y censurar los medios de comunicación, estrechan el abanico de posibilidades y el espectro infinito de la realidad, limitando el acceso a fuentes independientes y objetivas. Esto impide o dificulta a los ciudadanos obtener información precisa y completa, lo que a su vez aumentaría la influencia de los sesgos cognitivos y las distorsiones en la percepción de la realidad.

Manipulación de la realidad: Los regímenes totalitarios a menudo intentan reescribir la historia y manipular la percepción de la realidad. Pueden distorsionar hechos, difundir teorías conspirativas y utilizar técnicas de propaganda para moldear la opinión pública a su favor. Esta manipulación constante de la verdad puede llevar a que las personas tengan dificultades para discernir entre la realidad y la ficción, lo que aumenta su propensión a las distorsiones cognitivas.

Veamos quizás el ejemplo más ilustrativo en la actualidad:

En democracias, donde existe una mayor libertad de prensa y acceso a diversas fuentes de información, es más probable que se presenten diferentes perspectivas y se muestre una imagen más precisa de los acontecimientos.

En el caso específico de la invasión rusa en Ucrania, los medios de comunicación en democracias suelen informar sobre los hechos objetivos, proporcionando información de fuentes variadas y permitiendo un debate abierto. Se exponen los actos de agresión y violación de la soberanía ucraniana por parte de Rusia, así como los impactos humanitarios y las violaciones de los derechos humanos asociadas con la invasión. La diversidad de opiniones y análisis en una democracia permite a las personas formarse una opinión más informada y crítica sobre los acontecimientos.

Sin embargo, en regímenes autoritarios como Cuba, donde existe un control estatal de los medios de comunicación y la información, es más probable que la propaganda y la manipulación se utilicen para moldear la percepción de los ciudadanos.

«Medios oficialistas de Cuba impulsan la narrativa rusa sobre Ucrania con desinformación»

En este caso, el gobierno cubano logra filtrar y distorsionar la información que se presenta sobre la invasión rusa en Ucrania, creando una narrativa falsa y deformada sobre el conflicto con el fin de justificar su alianza y mantener el apoyo al régimen ruso y deslegitimar a las fuerzas democráticas que resisten la agresión rusa para respaldar su propia agenda política.

Como en efecto, mientras el mundo democrático asiste a los horrores de la invasión genocida de Rusia en Ucrania, los cubanos dentro de la isla por el aislamiento, la tergiversación, manipulación de la realidad, de la maquinaria propagandística del régimen castrista viven una realidad alterna, paralela donde el magnánimo Putin ha sido obligado a intervenir para salvar a los oprimidos.

«El Ministerio de Relaciones Exteriores (MINREX) de Cuba reiteró su posición de alineamiento con Moscú en la invasión contra Ucrania, culpó a EE. UU. y la OTAN del conflicto y justificó la agresión» 

El gobierno cubano presenta una narrativa que justifica y minimiza la invasión rusa, argumentando que Putin se ha visto “obligado” a intervenir militarmente para proteger a los rusos y ucranianos en Ucrania. Esta narrativa es totalmente falaz, independientemente de que omite y tergiversar los actos de agresión rusa y los impactos humanitarios negativos causados por la invasión.

«Cuba adopta narrativa rusa sobre guerra en Ucrania (…) Cuando Brent Renaud fue asesinado mientras cubría el impacto de la guerra de Ucrania, los medios estatales en Cuba describieron al fotoperiodista estadounidense como un agente de la CIA. El sitio web de noticias estatal Cubadebate citó a un medio de comunicación iraní como la fuente de la historia, que publicó el 13 de marzo. Pero no especificó el nombre del medio iraní»

En este contexto, las personas en Cuba podrían tener una visión sesgada y limitada de los acontecimientos, confiando en la propaganda y la información filtrada proporcionada por el gobierno. La falta de acceso a fuentes independientes y críticas puede llevar a una aceptación acrítica de la narrativa oficial y dificultar el desarrollo de una opinión informada y objetiva.

La invasión rusa de Ucrania comenzó el 24 de febrero de 2022, cuando el presidente Vladímir Putin ordenó el ataque aéreo y terrestre contra el territorio ucraniano, violando la soberanía y la integridad territorial de ese país. La invasión fue una escalada mayor de la guerra ruso-ucraniana, que había iniciado en 2014 con la anexión ilegal de Crimea por parte de Rusia y el apoyo a los separatistas prorrusos en el este de Ucrania.

«Desmintiendo doce mitos sobre la guerra de Rusia en Ucrania. Hace ahora un año, Rusia inició una guerra de agresión no provocada contra su pacífica vecina Ucrania, mostrando así al mundo el verdadero rostro de las ambiciones imperialistas del Kremlin».

La invasión rusa ha causado decenas de miles de muertos en ambos bandos, y ha provocado la mayor crisis de refugiados en Europa desde la Segunda Guerra Mundial. Además, ha generado una fuerte condena internacional y una respuesta militar y diplomática coordinada por parte de Estados Unidos y sus aliados de la OTAN y el G7, que han enviado armas, tropas y ayuda humanitaria a Ucrania para defender su democracia y su independencia.

Sin embargo, para los cubanos que viven bajo el régimen castrista, esta realidad es muy diferente. El gobierno cubano ha presentado la invasión rusa como una acción legítima y necesaria para proteger a los rusos étnicos que viven en Ucrania, y para frenar las supuestas amenazas y provocaciones de Occidente. El gobierno cubano ha ocultado o minimizado las atrocidades cometidas por las fuerzas rusas contra los civiles ucranianos, y ha exaltado la figura de Putin como un líder valiente y generoso que defiende la paz y la justicia.

«OTRA CLÁSICA MEZCLA ENREVESADA DE FALACIAS Y NARRATIVAS ENGAÑOSAS» abril 20, 2023

El régimen castrista ha utilizado su monopolio de los medios de comunicación estatales para difundir esta propaganda prorrusa, que se basa en mentiras, medias verdades y desinformación. Los periódicos, las radios, las televisiones y las redes sociales controladas por el régimen castrista repiten constantemente los mismos mensajes y consignas que buscan manipular la opinión pública cubana y crear una imagen negativa de Ucrania y sus aliados.

«Cuba: el modelo educativo que adoctrina a niños para la revolución»

Finalmente, es bien sabido que el régimen castrista también ha usado históricamente su control de la educación para adoctrinar a las nuevas generaciones de cubanos con esta visión sesgada y parcial a conveniencia política.

Los libros de texto, los programas escolares y las actividades extracurriculares están diseñados para inculcar una ideología prorrusa y antioccidental en los estudiantes cubanos, que son sometidos a un constante lavado de cerebro.

«Escuela cubana adoctrina a estudiantes a través de un ejercicio de matemática Fuente: The Epoch Times en español»

Sesgo de confirmación en la interpretación de información: Bajo un régimen totalitario, como el Castrista en Cuba, suele darse un sesgo de confirmación generalizado en la sociedad. Los ciudadanos están más propensos a creer y aceptar información que confirme las doctrinas y la propaganda del régimen, mientras ignoran o descartan cualquier información que contradiga sus creencias preestablecidas.

Esto implica que gran parte de los cubanos tienden a buscar, interpretar y recordar información que confirma sus creencias preconcebidas, ignorando o tergiversando posibles alternativas. Por ejemplo, los seguidores del régimen pueden ignorar o minimizar cualquier información que cuestione o critique al gobierno, y, en cambio, se centran en resaltar cualquier dato que respalde la narrativa oficial. Esto limita la capacidad de evaluar objetivamente la realidad y conduce directamente a una comprensión distorsionada de los hechos.

Estigmatización y desacreditación de disidentes. Un ejemplo tácito de manifestarse este sesgo es en la creencia generalizada de que todos los disidentes, opositores y activistas por los derechos humanos y la democracia en Cuba son mercenarios al servicio del gobierno de los Estados Unidos y la CIA. Esta creencia es una teoría conspirativa difundida por el régimen, un argumento falaz, que se utiliza como estrategia para desacreditar a los activistas, los críticos y justificar la persecución, represión y violencia contra aquellos que se oponen al régimen.

Sesgo de confirmación en la percepción del sistema de salud: Otro ejemplo sería el sesgo de confirmación relacionado con el sistema de salud cubano. El régimen promueve la idea de que Cuba es una “potencia médica” y que su sistema de salud es un ejemplo a seguir para el resto del mundo. Esta propaganda política exaltaría los supuestos logros del régimen en el ámbito de la salud, sin reconocer las fallas y limitaciones del sistema, como la falta de recursos y medicamentos, la baja calidad en la atención hospitalaria y en general, así como la falta de libertad para elegir médicos y tratamientos.

Propaganda y exaltación de logros: En una sociedad totalitaria como la cubana, la propaganda se utiliza ampliamente para exaltar los supuestos logros del régimen. Por ejemplo, se puede promover y difundir la idea de que Cuba es una “potencia médica” antes descrita. Mecanismos que se complementan para facilitar una mayor presión y control social sobre los cubanos.

Sesgo atribucional y falacias lógicas en la propaganda: El régimen podría utilizar falacias lógicas, como la falacia ad hominem (atacar al argumentador en lugar de su argumento) y la falacia de falsa dicotomía (presentar una elección entre dos opciones cuando hay más alternativas posibles), para reforzar su propaganda. Estas falacias se utilizarían para desacreditar a los críticos y presentar al régimen como la única opción viable, limitando así el pensamiento crítico y la consideración de otras perspectivas.

Culto a la personalidad y liderazgo carismático: En la mayoría, si no en todos los regímenes totalitarios, se cultiva un culto a la personalidad alrededor del líder o los líderes. Estos líderes suelen ser carismáticos y tienen un poder de persuasión considerable.

En el régimen castrista, se fomenta un culto a la personalidad del líder, en este caso, Fidel Castro, posteriormente su sucesor en la dinastía, Raúl Castro y ahora a su primer títere de turno, Diaz Canel. Se exalta su figura y se promueve una visión idealizada de su liderazgo, lo que dificulta cualquier crítica o cuestionamiento hacia su gobierno. La capacidad de la propaganda y el adoctrinamiento constante para influir en las masas lleva a que las personas acepten y adopten sus ideas, incluso si van en contra de la lógica, la evidencia y la moral.

Represión y miedo: En sociedades autocráticas, la represión política y el miedo a las consecuencias de oponerse al régimen son comunes. Esto crea un clima de temor y desconfianza, lo que puede llevar a que las personas se autocensuren y eviten expresar opiniones contrarias al régimen. En este entorno opresivo, las personas pueden ser más propensas a aceptar las narrativas oficiales y a adoptar una mentalidad conformista para evitar represalias. Por lo general terminan desarrollando un doble pensar y su doble moral.

Represión de la disidencia: Dentro de Cuba, bajo el régimen castrista, se reprime y persigue a los opositores políticos, activistas por los derechos humanos y defensores de la democracia. Esto se realiza a través de detenciones arbitrarias, censura, intimidación y violencia, con el objetivo de silenciar cualquier voz discordante.

Aislamiento social: Los regímenes totalitarios a menudo buscan controlar y limitar las interacciones sociales de las personas. Esto puede conducir al aislamiento social y a la falta de exposición a diferentes perspectivas e ideas. Sin la oportunidad de debatir y discutir libremente, las personas pueden volverse más susceptibles a las distorsiones cognitivas y menos capaces de pensar críticamente.

Estas explicaciones no se aplican necesariamente a todas las personas que viven en sociedades bajo regímenes totalitarios autocráticos. Si bien algunas personas pueden verse más afectadas por estas influencias, otras pueden desarrollar una resistencia y un pensamiento crítico más fuerte. El grado de susceptibilidad individual puede variar considerablemente.

En resumidas cuentas, es importante reconocer que todos podemos ser víctimas de nuestros propios sesgos y prejuicios, incluyendo aquellos relacionados con el régimen autocrático castrista, que ha ejercido durante décadas un control social sobre la población cubana, basado en la desinformación, la propaganda y el adoctrinamiento sistemático bajo la represión y la limitación de las libertades.

Como ciudadanos con pensamiento crítico, debemos identificar y contraargumentar la desinformación y la propaganda. Sin embargo, vivimos en una era de información abrumadora, donde las opiniones especulativas y las teorías de conspiración sobreabundan. Situación que ha generado una serie de sesgos cognitivos y falacias lógicas que afectan la capacidad de los ciudadanos para pensar críticamente y cuestionar el poder autocrático.

Uno de los grupos más vulnerables a estos sesgos es el del Homo Revolucionarius Kubinskiy, que no es sólo un “tipo de cubano” en sí mismo, sino que además representa el espíritu que nos mantiene cautivos de nuestras mentes como daño antropológico, que no se limita a quien se identifica con la revolución y defiende a ultranza el mafioso sistema político vigente. También a quienes en mayor o menor medida fluctúan dentro de un amplio espectro que va desde ser crítico internamente, a defensor acérrimo, no sujetos a los argumentos o la verdad, sino a fin de ganar o reafirmarse en sus propios pensamientos.

Como grupo y en general nos caracterizamos por padecer una visión dogmática e ideologizada de la realidad, que nos impide reconocer las contradicciones, los errores y los abusos del régimen. Además, como he descrito antes, tenemos una intolerancia a la incertidumbre, una falta de cultura política, una perseverancia de las creencias, un sectarismo ideológico radical, que nos lleva a la agónica sensación de falta de control, una desconfianza pública, sumisión política y hasta intereses financieros que le atan fuertemente al statu quo.

Ante el desafío de enfrentar una crisis económica, social y sanitaria sin precedentes, el Homo Revolucionarius Kubinskiy se aferra a la información oficial y a las teorías de conspiración generadas por los Órganos de la Seguridad del Estado, y el Partido Comunista de Cuba, que le ofrecen una falsa seguridad y una justificación de su posición. Sin embargo, esta actitud, y no el régimen sí, es la que le impide ver las oportunidades de cambio y de mejora que existen en el contexto actual, alejadas de su visión distópica.

Como ciudadanos con pensamiento crítico, tenemos la responsabilidad de identificar y contrarrestar los sesgos y preconcepciones que nos impiden tener una visión objetiva y racional de la realidad cubana. Debemos superar la intuición, la emoción y apoyarnos en el raciocinio para analizar e interpretar la información sobre nuestra propia existencia, sin dejarnos influir por la maquinaria propagandística del régimen.

La neuropolítica es el uso de las técnicas de la neurociencia, la psicología social, y la sociología para influir en el comportamiento político de las personas, apelando a sus emociones y creencias. La maquinaria propagandística del totalitarismo autocrático castrista es el conjunto de medios de comunicación, instituciones y agentes que difunden el discurso oficial del régimen cubano, que busca mantener el control absoluto sobre la población y reprimir cualquier forma de disidencia o protesta.

Ante esta realidad, es necesario desarrollar nuestro pensamiento crítico, que es la capacidad de recopilar y analizar información para llegar a una determinada conclusión, minimizando la incertidumbre y los sesgos. El pensamiento crítico nos permite cuestionar las fuentes, los argumentos y las evidencias que se nos presentan, y buscar otras perspectivas y alternativas. El pensamiento crítico también nos ayuda a tomar decisiones más informadas y racionales, basadas en datos y no en emociones o prejuicios.

Para ejercer nuestro pensamiento crítico y nuestra libertad frente a la neuropolítica de la maquinaria propagandística del totalitarismo autocrático castrista, podemos considerar las siguientes estrategias:

Desarrollar el pensamiento crítico: No dar por sentado todo lo que se nos presenta. Analizar la información de manera objetiva, cuestionarla, buscar evidencias y fundamentos sólidos. Estar dispuestos a cambiar de opinión si se presentan nuevos argumentos o pruebas.

Ser éticos: actuar con honestidad, responsabilidad y coherencia moral entre lo que pensamos, decimos y hacemos. La moral humanista y la ética nos guía para defender nuestros valores, nuestros derechos y nuestra dignidad, así como los de los demás.

— Darle un gran peso y valor a la verdad es fundamental para mantenernos informados y tomar decisiones fundamentadas. La verdad es un elemento central en el ejercicio del pensamiento crítico y en la búsqueda de una sociedad libre y justa.

Valorar la verdad implica buscar información precisa y veraz, basada en hechos comprobables y respaldada por evidencia sólida. Rechazar la manipulación y la desinformación nos permite acceder a una comprensión más clara de la realidad y nos ayuda a evitar ser víctimas de la propaganda o los discursos engañosos.

La verdad es esencial en el diálogo y el debate público, ya que nos permite construir argumentos sólidos y alcanzar acuerdos basados en información confiable. Además, la búsqueda de la verdad fomenta la transparencia y la rendición de cuentas por parte de los líderes y las instituciones.

Conocer nuestros derechos: Debemos estar familiarizados con nuestros derechos como ciudadanos y estar dispuestos a defenderlos. Esto incluye el derecho a la libertad de expresión, la libertad de asociación y el derecho a buscar y recibir información.

Buscar educarse y estar informado sobre los principios fundamentales de la justicia y la ética. Familiarizarse con los estándares internacionales de derechos humanos y las nociones de democracia y buen gobierno. Esto nos ayudará a entender los valores y principios que sustentan una sociedad justa y ética, y nos permitirá evaluar críticamente las acciones y políticas del régimen.

Ampliar nuestras perspectivas: no quedarnos con una sola opción o punto de vista, sino buscar otras fuentes de información, tanto dentro como fuera de Cuba, que nos ofrezcan una visión más amplia y diversa de la realidad. Así podremos contrastar los datos y formarnos una opinión propia y fundamentada.

Diversificar nuestras fuentes de información: Es imprescindible buscar información de diversas fuentes, tanto nacionales como internacionales, para obtener una perspectiva más amplia y objetiva. Buscar fuentes de información variadas es fundamental para no depender únicamente de una fuente de información. Exponerse a diversas perspectivas y puntos de vista nos permite obtener una visión más completa y objetiva de los acontecimientos.

Buscar fuentes de información alternativas diversas que no estén controladas por el régimen. Esto podría incluir medios de comunicación internacionales, organizaciones de derechos humanos, publicaciones en línea, testimonios de personas que han vivido experiencias similares y otros canales que ofrezcan una perspectiva más amplia, crítica y ética. Exponernos a diferentes puntos de vista nos ayudará a cuestionar la narrativa oficial y a obtener una visión más objetiva.

Ser escépticos: Es importante cuestionar y analizar críticamente la información que recibimos, no creer todo lo que se nos dice o muestra, aunque sea de canales oficiales, sino verificar la veracidad, la credibilidad y la intención de las fuentes.

También debemos ser conscientes de nuestros propios prejuicios y suposiciones, y dejarlos de lado cuando sea necesario. Es importante desarrollar habilidades críticas y analíticas, como la capacidad de reconocer falacias lógicas, evaluar la evidencia y argumentar de manera efectiva.

— Verificar la veracidad de la información: Antes de creer, aceptar una información como verdadera, o compartir dicha información, es necesario verificar su veracidad y confiabilidad. Podemos hacer esto mediante la búsqueda de otras fuentes que corroboren la información, la revisión de datos estadísticos y la consulta de expertos para contrastar la información.

Análisis crítico de la propaganda: Desarrollar habilidades de pensamiento crítico para evaluar la propaganda y la retórica utilizadas por el régimen. Aprender a identificar las técnicas de manipulación utilizadas, como la tergiversación de hechos, la demonización de opositores o la promoción de un culto a la personalidad. Al cuestionar y analizar de manera crítica los mensajes propagandísticos, podremos desarrollar una perspectiva más objetiva y comprender las manipulaciones detrás de ellos.

Ser curiosos: no conformarnos con lo que sabemos o lo que nos han enseñado, sino buscar más información, más conocimiento, más cultura. La curiosidad nos impulsa a aprender cosas nuevas, a descubrir otras realidades, a desarrollar nuestra creatividad y nuestra capacidad de resolver problemas.

Ser abiertos: Mantener una actitud abierta y reflexiva. Es estar dispuestos a escuchar y entender otras opiniones, otras experiencias, otras formas de pensar. La apertura mental nos permite enriquecernos con la diversidad, respetar las diferencias, dialogar y cooperar con los demás. Evitarnos caer en la intolerancia y el sectarismo.

Ser autónomos: tomar nuestras propias decisiones, basadas en nuestro criterio y nuestra voluntad. La autonomía nos hace libres e independientes, capaces de asumir las consecuencias de nuestras acciones y de cambiar lo que no nos gusta o nos hace daño.

Conocer la historia y el contexto: Entender el contexto histórico, político y social en el que se enmarca la propaganda o la manipulación es fundamental para poder evaluarla adecuadamente. Conocer los antecedentes y las consecuencias de determinadas políticas o acciones nos permite formar juicios más fundamentados.

Preservación de la memoria histórica: No olvides el pasado y las lecciones que se pueden aprender de él. Conoce la historia de tu país y cómo se han desarrollado regímenes totalitarios en el pasado. Examina cómo se ha manipulado la ley y la moralidad para mantener el poder. La memoria histórica puede ayudarte a contextualizar y comprender mejor el presente, y a reconocer las falacias y distorsiones que se utilizan en tu sociedad.

Ser activos: participar en la vida social, política y cultural de nuestro país, expresando nuestras ideas, demandas y propuestas. La participación nos hace ciudadanos conscientes y comprometidos con el cambio social, con la democracia y con los derechos humanos. Debemos participar activamente en los procesos democráticos, incluyendo la elección de líderes y representantes que defiendan nuestros intereses.

Promover el diálogo y el debate abierto: Buscar espacios donde se pueda discutir y debatir de manera respetuosa, intercambiando ideas y puntos de vista. El intercambio de opiniones y el análisis crítico colectivo contribuyen a una visión más amplia y a una mejor comprensión de los temas.

Redes de apoyo y discusión: Busca establecer contactos y conectarte con otras personas que compartan tus preocupaciones. Formar parte de comunidades y redes de apoyo puede brindarte un espacio seguro para expresar tus inquietudes, discutir ideas y encontrar apoyo mutuo. Estas interacciones pueden fortalecer tu comprensión de que la ley y el Estado no siempre representan la justicia y la moralidad más elevadas.

Ser solidarios: apoyar y colaborar con las personas que sufren injusticias, violencia o necesidades. La solidaridad nos hace más humanos y sensibles ante el sufrimiento ajeno, y nos une en la lucha por una sociedad más justa e igualitaria.

Proteger la libertad de expresión: Defender y promover la libertad de expresión es esencial para contrarrestar la manipulación y la propaganda. La diversidad de voces y opiniones enriquece el debate público y nos ayuda a formar nuestras propias opiniones de manera informada.

Estas son algunas estrategias y formas de ejercer nuestro pensamiento crítico y nuestra libertad frente a la neuropolítica de la maquinaria propagandística del totalitarismo autocrático castrista. No son las únicas ni las mejores, pero pueden servirnos como punto de partida para reflexionar sobre nuestra situación actual y sobre cómo podemos mejorarla.

«Ningún gobierno, ya sea democrático o dictatorial, puede liberarse del dominio de la ideología generalmente aceptada» — Ludwig von Mises (Human Action).

El pensamiento crítico es una herramienta poderosa para resistir al autoritarismo y para construir un futuro mejor para nosotros mismos y para nuestro pueblo.

Comencemos simplemente con ser sinceros con nosotros mismos y para con los demás, solo aceptar la verdad nos permitirá reconocer la realidad de la miseria en la que nos tienen, y nos abrirá las puertas del cambio en el clima de las absurdas y obsoletas ideas, presentadas como inamovibles, y así poder señalar con pensamiento crítico libre a las inhumanas políticas públicas de la kakistocracia castrista, que nos permita cambiar la dirección de la economía política ajustada a las necesidades de nuestro pueblo.

«Quienes construyen sobre ideas, construyen por una eternidad» —Ralph Waldo Emerson

Estas perspectivas, las ampliaré más allá de lo personal en modestas recomendaciones a los cubanos como pueblo en el artículo final de esta serie. Muchas gracias.

Los invito a seguir con la serie en la segunda parte: Redistribución progresista, esa “plusvalía” socialista de facto, o el arte del escamoteo de ir lucrando con lo ajeno.

*PD:

Es importante destacar que la denuncia presentada en esta serie de artículos no tiene como objetivo atacar a ningún colega o profesional en particular, ni realizar generalizaciones infundadas. Más bien, se trata de una crítica a cómo un régimen totalitario y autocrático puede ejercer una influencia negativa sobre el pensamiento crítico, la moral y la ética de toda la sociedad, incluyendo a los científicos, médicos y otros profesionales.

Es nuestra responsabilidad ética como profesionales de la comunicación y la información, informar de manera objetiva y rigurosa sobre situaciones que pueden afectar a la salud y el bienestar de las personas. En este sentido, es importante resaltar que la denuncia presentada en el artículo se basa en hechos concretos y documentados, y no en meras especulaciones o rumores infundados.

Por tanto, es nuestro deber como profesionales, fomentar el debate crítico y constructivo en torno a este tema, con el fin de promover el respeto de los derechos humanos y las libertades fundamentales, y de garantizar que la práctica profesional se lleve a cabo de manera ética y responsable.

Asimismo, es nuestra responsabilidad como ciudadanos promover una sociedad justa, democrática y libre, en la que se respeten los derechos y la dignidad de todas las personas, sin excepción alguna.

Lloviendo sobre mojado: o el “ordenamiento” de la crisis tapiñada.

A mis colegas, esos esclavos de bata blanca…  vivos o muertos!

Primera parte...

Tristemente es hoy bien sabido, que a finales de diciembre de 2019 comenzaron a ser reportados en la ciudad de Wuhan, (provincia de Hubei, República Popular China), una serie de casos por neumonía atípica de origen desconocido, llamada inicialmente “neumonía de Wuhan”. 1 Al comienzo del brote y según las autoridades chinas, los datos epidemiológicos preliminares indicaron una asociación con un mercado mayorista de mariscos que vendía animales vivos, donde la mayoría de los pacientes inicialmente reportados habían trabajado o visitado. 2 Sin embargo, a medida que avanzó el brote, la propagación de persona a persona pasó a ser el principal modo de transmisión. Para el día tres de enero del 2020, unos 44 pacientes habían sido notificados. Tras descubrir y analizar al patógeno causante este padecimiento el 7 de enero de 2020 se atribuyó por parte de las autoridades chinas a un nuevo virus de la familia Coronaviridae, un betacoronavirus (ARN), que pasó a llamarse SARSCoV-2 por su similitud filogenética con el SARS-CoV (severe acute respiratory syndrome coronavirus), y a ser el causante de la nueva enfermedad por coronavirus 2019 (Covid-19). Por la evolución del brote el Comité de Emergencias del Reglamento Sanitario Internacional (RSI, 2005) lo declaró “emergencia de salud pública de interés internacional” a finales de enero, para posteriormente ser declarada por la Organización Mundial de la Salud (WHO) como pandemia el 11 de marzo de 2020 cuando el brote epidémico estaba afectando ya a disimiles regiones en más de un continente. Solo seis meses después la OMS estimó que alrededor del 10% de la población mundial (760 millones de personas), pueden haber sido infectadas basándose en los estudios serológicos (prevalencia) disponibles. [3]

Desde entonces la humanidad se ha visto dramáticamente impactada prácticamente en todas las formas imaginables. Nuestras sociedades transitan por un ingente desafío producto de los cambios vertiginosos en mucho de sus paradigmas, con repercusiones a nivel económico, político, y sociocultural que han originado el miedo, la incertidumbre, el volumen de información, las cuarentenas, los confinamientos, el distanciamiento social y demás medidas sanitarias enfocadas inicialmente en evitar un exponencial número de contagios, o sea, atenuar el pico de casos (aplanar la curva/ flatter the curve) principalmente para evitar el colapso de los sistemas sanitarios (que en un corto período de tiempo acudieran un inmenso número de persona) que por demás, excepto algunos militares, no están preparados para epidemias de tal magnitud. No se informó del todo bien el objetivo de las medidas no farmacológicas iniciales como las cuarentenas y los confinamientos, que no estaban destinadas a eliminar definitivamente el virus del que poco se conocía, sino a ralentizar su propagación y dar tiempo a generar conocimiento y mejores respuestas.   

Al momento del comienzo de la redacción de este artículo, el SARS-CoV-2 se ha extendido a todos los rincones del planeta, afectándolos de diferentes e inimaginables formas, la mayor parte de los países del mundo se encuentran en una vorágine de eventos que la sociedad contemporánea no había experimentado, en los cuales nos jugamos nuestro bien más preciado, la salud y en última instancia, nuestra propia existencia, la vida. Aunque este articulo lo comencé a escribí en enero, he tenido que actualizarlo por el número de acontecimientos reciente, ahora son las 09:35 am CET del 9 de diciembre de 2021, se han notificado a la OMS unos 266 504 411 casos confirmados de COVID-19, incluidas 5 268 849 muertes en 232 países y territorios, incluidos cinco cruceros en el mar. Se han administrado 7,952,750,402 dosis de vacunas a nivel mundial. [4

En Cuba, para diciembre 8, se habían reportado a la OMS 963 269 casos de COVID-19 con 8 311 muertes. [5]

Se han informado más de 268 035 994 de casos en todo el mundo, con más de 241 millones de casos recuperados hasta la fecha y aproximadamente 4 925 344 millones de muertes según los datos recogidos por el Center for Systems Science and Engineering de la Johns Hopkins University. [6]

Los retos derivados de la pandemia de SARS-CoV-2/COVID-19 no tienen precedentes en alcance, y como había sido previsto prácticamente ningún ámbito ha escapado de los devastadores estragos derivados de la misma. La educación se ha visto fuertemente impactada a nivel mundial, la economía pareciera estar cayendo en una recesión que para algunos podría llegar a ser la peor desde la Segunda Guerra Mundial. La “desesperación” asociada al estrés psicológico por el desempleo, o la precariedad económica, el aislamiento social, y la desesperanza inicial condujeron a un aumento del consumo de alcohol y otras drogas, a muertes sobreañadidas por suicidios, a peores cifras de maltrato doméstico incluida la violencia de género y el maltrato infantil [7], repercutiendo significativamente además sobre la salud mental con consecuencias perjudiciales tanto a nivel individual como a nivel social. Sin embargo, aprender a lidiar con el estrés, la ansiedad por el miedo y la incertidumbre, la tristeza y hasta la depresión ante eventos sobre los que no tenemos control, es una necesidad ancestral que actualmente, sin dudas terminará fortaleciéndonos como individuos, como familia, enriqueciendo socioculturalmente a las comunidades y a nuestras sociedades no solo para el presente cercano, sino para el futuro. O esperemos que así sea.

A pesar de ser auténticos absurdos que han alcanzado el tristemente célebre nivel de “infodemia”, o sea, sobreabundancia de información en línea o en otros formatos que conduce a la propagación deliberada de contenidos falsos o engañosos, de información poco rigurosa que conduce a la desinformación y que las personas comparten en redes sociales compulsivamente (por sesgos cognitivos, e ignorancia científica), sin filtrar mediante un pensamiento crítico y objetivo, ha provocado mayores sentimientos de miedo, desesperanza, paranoia, teorías conspirativas, estigmatización, y una mayor vulnerabilidad de la población en general. Personas del mundo entero, aprovechando las redes sociales, y sin el más mínimo conocimiento en el campo de las ciencias médicas, se han lanzado a desacreditar a profesionales, sucumbiendo en su propia arrogancia desde la lógica del ignorante científico y lo que es peor, han arrastrado a otros por el mismo purgatorio a la razón.

La verdadera sabiduría está en reconocer la propia ignorancia”.

Sócrates (470-399 a. de C.)

En la era de los memes, apelando al humor critico que refleja realidades y en un juego de palabras algunos les hemos llamado Agnorant (Steve Hofstetter en Twitter), o sea, ese individuo que además de ser profundamente ignorante es extremadamente arrogante; por ejemplo, personas que creen saber más de ciencias que los propios científicos por haber visto un par de videos en YOUTUBE. De una forma o de otra hemos fallado como comunidad internacional en unirnos para plantarle cara al nuevo virus para los humanos. [8]

La cuestión de la ignorancia no hace referencia aquí a discriminación, ofensa o insulto alguno, sino que invita a ser conscientes de saber que es aquello de lo que no se sabe, y un recordatorio a que todos somos indoctos en varias ramas del conocimiento, incluso cuando se tiene una alta y especializada educación convencional, como lo ejemplifica el caso de que muchos de los padres que rechazan algún tipo de vacunación para sus hijos o se declaran antivacunas tienen un título universitario. Existen varios ejemplos de seres humanos geniales, altamente cualificados y ejemplarmente exitosos, como es el caso de Steve Jobs, que (quizás), al igual que un gran número de personas en todo el mundo, continúan siendo capaces de tragarse auténticas barrabasadas que les quieren vender las pseudociencias y sus charlatanes, sin un adecuado juicio crítico al respecto, especialmente en momentos de máxima vulnerabilidad como en momentos de afrontar enfermedades graves y potencialmente mortales.      

Este hombre, por una parte, cree que sabe algo, mientras que no sabe [nada]. Por otra parte, yo, que igualmente no sé [nada], tampoco creo [saber algo].”

Sócrates, en Apología de Sócrates, de Platón.

La humanidad tendrá que detenerse a pensar una y otra vez sobre los errores cometidos desde el inicio de la pandemia especialmente en cuanto a lo perezosos (como mínimo), lo temerariamente confiados respecto una nueva enfermedad y extremadamente desconfiados ante a las recomendaciones de los expertos, que hemos sido, aun cuando poco se conocía de una enfermedad sin tratamiento farmacológico específico, con unos mecanismos de transmisibilidad y letalidad prácticamente desconocidos, que sobrepasaron las capacidades de los sistemas sanitarios y dificultaron la recomendación e implementación inicial de intervenciones sanitarias eficaces para identificar soluciones y poder ofrecer la mejor atención médica a las comunidades afectadas.

Teniendo presente que el internet (en especial las redes sociales) junto a la deficiente y muchas veces incongruente información ante la pandemia han propiciado al extremo una crisis informacional latente llevando a la población a sufrir colateralmente un hecho insólito hasta ahora, que resultó de ver a la ciencia al desnudo y en vivo, siendo partícipes de prácticamente todo el proceso científico en bruto, pues hasta antes de la pandemia la prensa tenía acceso y comunicaba generalmente los resultados pulidos y ultra procesados, el “producto” final de las investigaciones: la publicación científica en revistas especializadas de revisión por pares. Además, los periodistas y/o comunicadores tenían tiempo para utilizar expertos que ayudaran a traducir la jerga científica. Quedaban ocultos por el camino, la incertidumbre que manejamos los que hacemos clínica, las imprecisiones y errores de los que generamos investigaciones científicas, las imperfecciones en el proceso de medidas, de ensayo y error en el proceso de aprendizaje, los conflictos éticos que deben ser solventados, la corrupción en el mundo científico y editorial, la lenta acumulación de evidencias científicas después de la depuración de estudios de calidad cuestionable, en fin, el cotidiano que hacer solo recorrido por aquellos que participamos de la investigación en humanos, y ahora pasaban a jugar un papel importante en la generación de la infodemia.

La crisis que atravesamos, y que ha exigido una rápida e improvisada respuesta sanitaria, científica, tecnológica, social y económica, ha hecho que seamos mucho más conscientes de la necesidad de cambiar las cosas

Deborah García Bello [9]

Con los profesionales en la primera línea saturados, los investigadores enfocados, y los comunicadores científicos solos y asediados, las conjeturas se vendieron como elaboradas hipótesis y estas dadas por ciencia constituida, sin la más mínima contrastación. Se ha tergiversado el hecho de conocer algunos conceptos básicos, casi que primitivos sobre los virus, o incluso solo escuchar menciones sobre epidemias, con los conocimientos científicos sobre microbiología, epidemiología, salud pública, bioestadística, y metodología de la investigación (método científico), todas por demás especialidades de varios años de estudio, y vidas en consagración. Esto acrecentó abruptamente el ya preexistente abismo ente el mundo científico y la población general, incluidos a veces, sorprendentemente, muchos profesionales expertos en sus campos, pero alejados de la investigación científica en humanos.

La ciencia es una de las mayores creaciones de la humanidad. No es perfecta porque nada lo es. De hecho, en su proceso de perfeccionamiento algunas virtudes se han tornado en defectos

Deborah García Bello (@deborahciencia) [10]

Poco a poco, corrupciones aparte, y a dolorosos golpes, se ha impulsado a la humanidad a tener que recibir un “cursillo acelerado” para ampliar su cultura científica, para comprender mejor el proceso de generación del conocimiento científico, para reconocer el innegable y extraordinario esfuerzo científico mundial destinado a conocer las características de la dinámica de esta pandemia que permita el desarrollo de estrategias de salud pública eficaces en su contención y erradicación. La comunidad científica, por su parte, ha ido tomando notas [11] mientras sufre el ataque de aquellos que intentan desacreditar su esencia, generando discriminación y rechazo, y continúa discutiendo sobre la necesidad de una comunicación transparente y sencilla, que permitan una mayor educación en cultura de salud y en cultura científica para restaurar la confianza perdida en algunos y ganarse la de los más escépticos. Para que lejos de ver cortinas de humo sobre teorías en contra de la humanidad seamos capaces de valorar los avances científicos-técnicos que nos hacen más civilizados y con mejores condiciones y calidad de vida como las que indiscutiblemente disfrutamos hoy día.

De hecho, si nos detenemos un instante en lo que hemos vivido, sin jamás olvidar, ni menospreciar el dolor por las perdida de seres queridos, y del sufrimiento padecido, muchos podemos coincidir en considerar que incluso el primer año de la pandemia ha sido relativamente “bueno” en términos de logros científicos y de ciencias, ese patrimonio universal de conocimientos y avances científicos que hemos creado, con el que la humanidad avanza hacia la prosperidad siempre que se dirija de forma civilizada, con propósitos humanistas y profundamente éticos.

Es realmente sorprendente, la gran hazaña de que, por primera vez en nuestra historia, tengamos vacunas, con novedosa tecnología aplicada, para un virus descubierto solo un año atrás. La riquezas creadas traducidas en la industria biotecnológica, las investigaciones, los grupos multidisciplinarios del mundo entero, con seminarios e intercambios online, las políticas de salud que disminuyen la burocracia en la investigación con humanos al tiempo que fortalecen su  ética que proteja la dignidad, la salud y la vida, la cadena de producción dedicadas a las necesidades vitales en la pandemia, la publicación de artículos de libre acceso, sin las demoras del proceso editorial, siendo rápidamente valoradas por expertos que colaboran con la crítica y los han ido decantando por su calidad, han sido parte imprescindible en obtener esos logros.

Independientemente de las dolorosas pero muchas veces inevitables disparidades, de la irritante y nauseabunda politización inescrupulosa, del mercantilismo en las pseudociencias, y demás abusos que junto a la corrupción lanzan sombras sobre nuestras sociedades. Debemos aprender sobre la base de evidencias científicas sólidas, con pensamiento crítico constructivo y con una cooperación sin discriminación, para que la experiencia atesorada como conocimientos, nos ayude en la prevención eficaz de otras epidemias que, sin dudas, están por llegar.

Tarea ordenamiento: tú (Raul Castro) ordena, que yo miento (Diaz-Canel)”.

Visto en varios MEMES del momento por las redes sociales.

En lo adelante y lo más brevemente posible intentaré poner en contexto político respecto a cómo veo desde dentro el funcionamiento general sobre el mal llamado “Gobierno Cubano” (Régimen Autocrático/ dictadura militar) en el que funciona y el cual rige a nuestro sistema nacional de salud.

Quede claro de antemano mi posición política de contrarrevolucionario (pacifista), aprendiz de los métodos de lucha no violenta, anticastrista, anti-neo-castrista y anticomunista. También que no tengo vínculos a organización política o gobierno alguno.  Declarado esto, como conflictos de intereses y sus implicaciones en la parcialidad de este artículo con el que pretendo mostrar argumentos sobre la base de evidencias contrastables que soporten la hipótesis global del mismo y lo más alejado posible de especulaciones sin sentido.

Valórese que en última instancia la conducta social está regida por la moral propia de sus ciudadanos y el relativo consenso social en el que conviven, ya sea impuesto por un estado autoritario o tomado bajo decisiones más o menos democráticas. Por lo tanto, cabe deducir que la ética profesional es el resultado de estos valores sociales, el conjunto de normas y algunas otras variables socioculturales y políticas. En introductorio resumen, las ciencias y los seres humanos que la practican lo hacen dentro de un marco legal y moral determinado, que varía entre los diferentes grupos de personas o sociedades.

Si usted considera a la “Revolución Cubana” como un constructo distópico, el mero nombre de un sistema, el Leviatán, una auténtica organización criminal, que, como mafia al fin, dirige las instituciones del país, tergiversa la información nacional (tanto para consumo interno, como para crear y conservar su imagen exterior) e internacional, incluida las estadísticas, en fin, una dictadura militar al servicio del castrismo, que dedica todo esfuerzo y presupuesto público en proteger su casta y en perpetuar su oligarquía en el poder, más que en el beneficio de la sociedad o de los cubanos como individuos. Entonces es probable que pueda usted saltarse, si desea, la crisis tapiñada e ir directo a naufragar entre los escombros.

Aclaro, además, que los ejemplos concretos y particulares que aquí expongo no necesariamente son los más significativos para la mayoría, y con el perdón de los que no incluya en esta denuncia, les pido que se sientan representados, si así lo desean. 


La crisis tapiñada.      

«Una pandemia es siempre una crisis en todas las dimensiones posibles, y no una mera cuestión sanitaria»

— Jose Alberto

Las personas no relacionadas con la salud pública y la gestión de los recursos de salud suelen ver únicamente la punta del iceberg, el proceso salud-enfermedad, y aunque lo fundamental siempre somos los seres humanos, los recursos materiales son objetivamente limitados, incluidos los de los sistemas de salud, recursos escasos que deben ser empleados de forma eficiente y, sobre todo, ética.

Esto es importante en el ámbito económico, donde los estragos de la actual crisis mundial son especialmente marcados en los países en vías de desarrollo [12], y peor aún, en regímenes totalitarios como es el caso de Cuba dado que distribuyen el presupuesto “público”, que por demás controlan absolutamente, en funciones de mantenerse en el poder a toda costa, poniendo la seguridad del “Estado” (Sistema, Revolución) por encima de los individuos (sociedad). Esto conduce (siendo a la vez, causa y consecuencia) a la perpetuación del descalabro económico.

Primero por la crisis económica estructural (por ende, permanente) de base en la que vivimos, no por el Embargo (por mucho que este pueda afectar), como le gusta asegurar al régimen, sino por las pésimas gestiones económicas del propio “socialismo/comunismo” y más concretamente, del gobierno que las materializa utilizando dichas ideologías como mera justificación, en particular porque esas gestiones, en realidad van dirigidas a la sustentación de la oligarquía, a la casta en los diferentes niveles del poder, más que en el desarrollo personal y social de los cubanos, limitados específicamente en la creación, obtención y acumulación de riquezas (capital) por temor a que estas permitan generación de poder que ponga en peligro al establishment.

No hace falta filosofar mucho para encontrar los argumentos que tanto intenta ocultar la dictadura militar castrista. Nótese, anótese y promúlguese, que a los cubanos no nos es permitido crear riquezas mediante la creación de empresas, podemos tener muchas iniciativas de emprendimiento, incluso el régimen podría parecer interesado en ellas, pero son truncadas dentro de la burocracia premeditada, que se recicla en un estira y encoge interminable como cinta o banda de Möbius y que intenta ocultar la verdadera razón devenida de criminalizar e ilegalizar la propiedad privada, o sea, el marco jurídico básico que te protege no solo para poseer un bien (mueble o inmueble) sino como garantías para comenzar a emprender. En consecuencia, los cubanos no tenemos, por ejemplo, derecho legal a crear prensa independiente (a la del gobierno), universidades, fabricas… y así una innumerable lista. Por lo tanto, NO, no es el embargo quien nos bloquea, como solemos decir los cubanos dentro o fuera de la isla, el verdadero bloqueo, es interno y a manos de la cúpula del Partido Comunista de Cuba. A nuestro pueblo se le priva además de la posibilidad de importar incluso lo que el régimen (estado/revolución) es incapaz de proveer.

El verdadero freno al desarrollo personal y social en nuestro país es el Régimen Autocrático Castrista.

Clasificación de regímenes políticos en el mundo.
Lührmann, A., Tannenberg, M., & Lindberg, S. (2018). Regimes of the World (RoW): Opening New Avenues for the Comparative Study of Political Regimes. Politics and Governance, 6(1), 60-77. doi:https://doi.org/10.17645/pag.v6i1.1214

No en balde no solo estamos en lo peor del espectro político internacional como un Régimen Autocrático Cerrado, sino que además ostentamos el nefasto puesto de tercer país con menos libertad económica del mundo (puesto 138 entre 180 países en el ranking). [13]

Índice de libertad económica de Cuba.
https://www.heritage.org/index/country/cuba

Pero esa como otras realidades ha sido meticulosamente manipulada a lo largo del macabro proceso de perpetuación en el poder de la dinastía Castro y sus séquitos. Advirtamos brevemente, sobre algunas premias para comprender el contexto y la repercusión en la pandemia, de este círculo de perpetuación que abordaré en otras entradas de este blog.

«The most fundamental element of the Taiwan model is transparency, transparency between the authorities and the public in Taiwan, transparency between Taiwan and the international community»

Johns Hopkins Bloomberg School of Public Health. [14]

Téngase en cuenta, que todos, absolutamente todos los medios de comunicación [15] en el archipiélago cubano son estatales, y los pocos que logran ser acreditados por el régimen, presentan grandes conflictos de intereses de sus profesionales o de las compañías en sí mismas, lo que hace que sean sólo un eco vergonzoso del oficialismo.

«En la Cuba post 1959 no existe periodismo alguno, sino una inescrupulosa maquinaria propagandística y vergonzosos ecos cómplices del oficialismo»

— José Alberto

La política de la comunicación estatal no utiliza publicidad [16], sino inescrupulosa propaganda [17] [18], es además chapucera y va dando bandazos, típico de la incompetencia de las empresas socialistas, por lo que el sistema siempre tiende a centralizar la información en unos pocos medios que como fuente después es esparcida a corta y pega por el resto. La conducta de comunicación oficialista puede entenderse sobre la base de tres premisas de la propaganda:

  • la primera es una especie de incentivación al falso nacionalismo, ese chovinismo limitado al constructo distópico mal llamado Revolución Cubana: “Dentro de la Revolución todo, contra la Revolución nada[19] ,(frase acuñada por del dictador Fidel Castro evidencia de que como plagiador viviente solo fue original en hundir a nuestra patria en la miseria y el odio al que disiente, mostrando los rasgos fascistas del tirano) [20] [21], un sistema que despersonalizando los logros de los individuos, se apodera de ellos y los revende como propios en la ilusión implantada del Homo revolucionarius kubinskiy (кубинский), que a efectos psicológicos genera la sensación de que las virtudes todas son del sistema (el HomoRevKu) y no de los individuos, dándole además un sentido de unanimidad que impresiona contar con el consenso de toda la nación (como si realmente eso fuera siquiera posible);
  • la segunda, (muy relacionada con los principios de vulgarización y silenciación puestos en práctica por el jefe de la propaganda nazi, Joseph Goebbels) es aquella donde lo que no se hace visible no ocurre, donde los medios de comunicación como monopolio del estado deciden ocultar y censurar las noticias que asumen dañarían la imagen de la revolución (sistema) generando una falsa realidad al más puro estilo orwelliano. De esa forma pareciera (el cubano así lo cree y muchos otros también), no existir males en la sociedad “socialista” cubana, ni las desigualdades, la hambruna, la homofobia, el racismo, la prostitución infantil, los suicidios, los robos, una profunda corrupción institucionalizada, etc.; y
  • la tercera, (muy relacionada con los principios de la simplificación, el método de contagio, la transposición, exageración y de la desfiguración de Joseph Goebbels) es la creación de una especie de fobia mediante la manipulación y el engaño para intentar la desacreditación basada en estereotipos “socialmente no deseables”, acuñándolos a prácticamente todo, desde el sistema capitalista (casi todo el planeta), hasta instituciones o todo aquel individuo que disiente y/o se oponga al sistema.

Quedando así cerrado el contagioso círculo vicioso en el que la “revolución” y su Homo revolucionarius, se apoderan de lo bueno del cubano (como individuo), o lo crea ficticiamente, después lo engrandece, lo pondera por sobre toda “otra” verdad en una falsa dicotomía, (como si existiera su verdad y la nuestra, cuando sabemos que la verdad no se rige por la física, ni tiene que ver con la teoría de la relatividad, la verdad es y debe ser, en términos morales y psicológicos una sola), hace alarde de ello mediante propaganda y orquestación de medios de comunicación, a la vez que invisibiliza lo negativo que genera internamente, censura a la oposición, al mismo tiempo que muestra sesgada y exageradamente los errores de los otros sistemas.

Esto por más de seis décadas había logrado su objetivo, principalmente por el aislamiento (informacional, sociocultural, educacional, político y geográfico) y el adoctrinamiento sistemático a los que hemos sido sometidos los cubanos, en pos de lograr el hombre nuevo, ese Homo revolucionarius kubinskiy (кубинский) que no es otra cosa que una variante vestigio del Homo Sovieticus (Soviet Man) del marxismo-leninismo pero bajándole varios niveles al estoicismo y sustituyendo el vodka por “Chispa de tren“, o “sudor de tigre“.

Cuba en el Índice libertad de prensa en el mundo.
#RSFINDEX

Pero desde que el eje del mal de la izquierda internacional entró en crisis, los países cómplices habían disminuido sus suministros al castrismo, por lo que el costoso andamiaje propagandístico y de adoctrinamiento había comenzado a resquebrajarse, y la mente de algunos, especialmente los más jóvenes (hartos ya del vacuo discurso oficialista), había comenzado a cambiar, impulsado entre otras muchas variables, por la miseria creciente, la falta de esperanzas palpable resultante de vivir en un sistema fallido, y gracias a la creciente exposición a información no oficialista y de contraste, consecuencias a una mayor accesibilidad al internet (especialmente en la red móvil) dentro de la isla.

Ese auténtico secuestro por varias décadas de los medios de difusión masiva en una especie de monopolio estatal “socialista” ha evitado en gran medida la generación de crisis locales internas (y su repercusión internacional), que conducen a estallidos sociales mediante la compartimentación del malestar social y en última instancia evitando propagación de sublevaciones locales que conduzcan a rebeliones nacionales. Lo que le ha permitido al régimen autovalidarse y mostrar músculos aludiendo a que el pueblo de Cuba no sufre porque no se revela.

Pienso, ahora y siempre que toco estos temas, en aquellos cubanos malnutridos y debilitados por la hambruna, las epidemias y la desolación en la reconcentración de los Castros de los años 90 que durante el Maleconazo fueron brutalmente reprimidos por equipos de respuesta rápida disfrazados de obreros, o trabajadores del contingente de la construcción “Blas Roca”, que protegían al dictador Fidel Castro mientras este se montaba su habitual teatro. Los atroces ataques que sufrieron sin teléfonos móviles para filmar, sin internet, ni prensa alguna que al menos limitara la brutalidad militar, que tantos sufrieron en esos eventos. Hoy muchos continúan exhibiendo la version tergiversada del régimen y su tirano.

No le perdono a medio o periodista alguno por aquel entonces en la isla, el agravio de no haber documentado, como mínimo, con detalles aquella masacre

— Jose Alberto

En la práctica y sin reparar en las causas el estallido social del 11 de julio de 2020 en Cuba (con el desmoronamiento de la falacia de la potencia médica como claro detonante), se propagó y luego se apagó fundamentalmente por la posibilidad de verse en vivo (desafiando el autoritarismo), ofrecida por el internet y a través de las redes sociales, independientemente de los tiros contra mi pueblo desarmado, y la violencia por parte de sabuesos de los bates y de las fuerzas de represión. Pensemos que, si muchos cubanos habrían visto en vivo a alguno de sus familiares, colegas, hermanos, amigos, compatriotas, coterráneos todos, siendo reprimidos brutalmente, incluido el uso indiscriminado de armas de fuego otro gallo cantaría, o eso quiero pensar yo.

Al final todo es cuestión de tiempo, de resistencia y fuerzas de poder (táctico y estratégico) en esta guerra a la que nos arrastrar la dictadura militar castrista

— Jose Alberto

Dentro de una Latinoamérica profundamente populista, y habiendo sufrido la debacle fidelista, es comprensible la repulsion al liderazgo mesiánico, que no pocas veces termina rechazando la importancia de los lideres para los grupos humanos. Nos guste o no, en la capacidad de influenciar a (muchas) otras personas para que dirijan su conducta y acciones voluntariamente en el logro de objetivos determinados, muchas veces poco claros en el plano individual, está el carácter catalizador de transformaciones de un líder. Claramente no todos los liderazgos son tóxicos, y podemos tener lideres que como directores de orquesta ayuden a darle vida a una partitura de base y a los intérpretes como un concertador, moderador y conductor de un consenso social mínimo, y sin otorgarle poderes absolutos ni permitirle privilegios más que el de servir al bien público sobre la base de la libertad o libertades individuales.

Este es otro aspecto fundamental en las crisis de sistemas que ha evitado los estallidos sociales en Cuba, las políticas minuciosamente calculadas para el trato personalizado a los líderes. Téngase en cuentas que durante todos los niveles de enseñanza por los que transitamos los cubanos en la isla, se captan tempranamente a aquellos con potencial para ser líderes, (además de captar a los líderes espontáneos que vayan surgiendo), se les segrega y se les corrompe (intoxica, adoctrina) ocupándoles el tiempo en reuniones, organizaciones y privilegios hasta comprometerlos con el sistema. Por otro lado, a los líderes disidentes, opositores y activistas menos vulnerables a ceder ante los chantajes de la dictadura son perseguidos, incriminados, tratados y presentados para linchamiento público como delincuentes, secuestrados al antojo de la policía política disfrazada en el escudo protector del llamado Departamento de la Seguridad del Estado (DSE/G2), que al más sorprendente estilo de ciencia ficción, como si de los pre-delitos de Minority Report se tratara, apoyados en un código penal de mano dura [22], sobre la base de acusaciones infundadas de “Delito de sospecha y castigo preventivo” son además juzgados y condenados sin garantías, en un sistema autoritario que no conoce de separación real de poderes. Actualmente estas políticas nos hacen el quinto país con mayor población penal del mundo. [23]

«Ser juzgado por ‘peligrosidad predelictiva’ lleva a una condena segura en Cuba»

Diario de Cuba

Todo eso, si no te asesinan directamente como parece ser el caso de los compatriotas, Oswaldo Payá [24] fundador del Movimiento Cristiano Liberación [25] y del el Proyecto Varela [26], quien el 22 de julio de 2012 seguido y acosado por vehículos de la policía política en la carretera de Bayamo que le provoca un incidente y la muerte, junto a Harold Cepero. [27] La petición a la Alta Comisionada Derechos Humanos ONU (UN investigation) Michelle Bachelet para que investigue los hechos ha sobrepasado las 16 mil firmas en Change.com [28].

«Los esbirros del régimen castrista han tatuado de dolor y tortura (física y psicológica) nuestra historia, derramando sangre cubana inocente por tierra, mar y aire»

— Jose Alberto

Como en el caso del hundimiento del remolcador 13 de marzo por parte del regimen castrista donde murieron unas 37 personas entre ellas 10 niños. El caso de los pilotos asesinados con el derribo de aviones de Hermanos al Rescate que no representaban amenaza alguna para la seguridad nacional en la isla. Matar a seres humanos desarmados no tienen, ni debe tener justificación moral, ni de ningún tipo.

O simplemente te dejan morir en la cárcel como a los Presos de Consciencia, Pedro Luis Boitel (1972) [29] y Orlando Zapata Tamayo (2010) [30] [31] ambos durante huelga de hambre. Muchos otros terminan años de tortura psicológica y extorsión en el exilio, siendo obligados al destierro indefinido. Como lo demuestra la estrategia exilio o prisión, seguida después del levantamiento popular del 11J.

Puesto que la “revolución” como sistema aprendió bien temprano que no era necesario fusilar o desaparecer a más cubanos, ni mucho menos hacer gala de ello como hizo el asesino de la cabaña Che Guevara” el 11 de diciembre de 1964, en representación del régimen socialista cubano ante las Naciones Unidas: “Nosotros tenemos que decir aquí lo que es una verdad conocida, que la hemos expresado siempre ante el mundo: fusilamientos, sí, hemos fusilado; fusilamos y seguiremos fusilando[32] [33] “Sinceridad” que al parecer no le perdonó Fidel Castro y que probablemente le haya costado la vida al propio verdugo cuando comenzó a entrar en contradicciones con los Rusos, y con el propio Castro. No parece muy azaroso que ningún opositor al Castrismo viviera lo suficiente como para contarlo.

La “revolución” se adaptó tempranamente a que bastaba con que la presión, persecución, extorsión y coacción por parte de la policía política fuera acorralando y los medios de difusión aislando de la vida pública a los pocos opositores que tiene capacidad de liderazgo, a los que no han podido someter, a esos que terminan empujados al destierro y a la vida por tiempo indefinido en el exilio. Como otra de las formas en que han logrado evitar crisis sociales que les ponga en peligro su adicción al poder, y de muestras al mundo de la revolución es solo la fachada de una cruenta dictadura. [34    

Después de las protestas nacionales del 11 de julio de 2021 esto ha quedado perfectamente documentado, pero en realidad era algo que se había denunciado por muchos otros durante las últimas 6 décadas de suplicio nacional. De la misma forma que una ola de represión [35] y una fuerte militarización [36] mantuvo a los manifestantes del grupo Archipiélago y de otras organizaciones sin poder salir a la marcha pacífica el #15NCuba. Incluso muchos líderes fueron detenidos solo por expresar o insinuar la intensión de manifestarse. [37] [38]

Respuesta represiva estatal a los manifestantes del 11 de julio en Cuba
Desde el 11 de julio, junto a la ONG Cubalex, el grupo de trabajo Justicia 11J se ha dedicado a documentar la respuesta estatal a las manifestaciones de julio en Cuba.

Por ejemplo, mientras a los miembros del grupo “Clandestinos” [39] le impusieron cruentas penas de cárcel, Rodríguez Baró (15 años de cárcel), Prieto Tamayo (9 años), Pérez García (1 año por prestar el celular), sólo por pintar unos bustos maltrechos, y violando o aplicando a conveniencia política el universal principio jurídico de proporcionalidad. No se sanciona a los miembros de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR) denunciados en las redes por ultrajar el mausoleo donde descansan las cenizas de Julio Antonio Mella [40] [41], incluso con los agravantes, de que están ahí para cuidar la piedra. O a los tantos miembros de la policía que han sido denunciados por extorsión a quienes realizan labores de prostitución callejera y/o de turismo sexual (jineteras/os y pingueros), llegando a actuar en muchos casos los mismos agentes del orden como proxenetas. [42] [43] [44]

¿Separación real de poderes? Ni siquiera se entiende lo que es eso en la isla. La inmoralidad de la revolución y sus Homo Revolucionarius es la norma demostrable. En tanto al mencionado grupo clandestinos se le hace linchamiento social en los medios de comunicación del país y se les condena públicamente por anticipado [45] [46], el oficialismo oculta la noticia del ultraje cometido por los miembros de la PNR o peor, absuelve al policía que asesinó al joven Diubis Laurencio Tejeda, manifestante (desarmado) de La Güinera (Arroyo Naranjo) e hirió a otros tres, [47] [48] y encarcela con sentencias de 20 y 7 años a un padre y su hija solo por haber sido testigos de dicho asesinato. [49] [50]

Joven Diubis Laurencio Tejeda asesinado por la policía política cubana durante el estallido social del 11 de julio.

Race and Equality
@raceandequality

Las dimensiones de la crueldad de la dictadura se hacen horrendas y para muchos impensables, al secuestrar y mantener prisioneros políticos [51] a niños que salieron a las calles el 11 julio, como el caso de Rowland Jesús Castillo Castro, de 17 años, detenido desde el 16 de julio de 2021 y para quien la Fiscalía solicitó 23 años de prisión por la presunta comisión del delito de “sedición” [52]. O el caso de Brandon David Becerra Curbelo quien cumplió sus 18 años estando retenido, sin juicio, por salir a cantar Patria y Vida durante las manifestaciones. De aceptarse la petición de la fiscalía, saldría de las cárceles cubanas con el doble de su edad actual.

Sentencias finales de cárcel con 1916 años para 128 manifestantes de la Güinera.
Infobae
128 convicted and 1,916 years in prison in total: the breakdown of the sentences of the Cuban dictatorship to the 11J protesters – Infobae

“Mi hijo fue detenido con 17 años. Cumplió 18 el 7 de noviembre, estando en la prisión. Lleva 4 meses en la Prisión de Jóvenes de Occidente de El Guatao. Me lo recogieron de aquí en La Habana, de la esquina de la casa, como un perro”, cuenta su madre Yanaisy Curbelo Rocío. [53]

La represión y el encarcelamiento a menores de edad ha suscitado la preocupación del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) [54] quien se pronunció al respecto, a pesar de que por muchos años este organismo internacional ha servido de lavado de imagen y fuente de recursos para el adoctrinamiento sistemático de los niños cubanos. Las sanciones a jóvenes pueden llegar hasta los 30 años de prisión por el mero hecho de manifestarse. [55]

Más de mil (1027) prisioneros políticos en Cuba.
De los 1.027 prisioneros políticos presentes en la lista actual, 891 provienen de la represión de las manifestaciones populares pacíficas de julio de 2021, el llamado 11J.

Mírese por donde se mire, y por más grosero y vulgar que sea gritar: “Diaz-Canel SINGAO” o cantar el estribillo: “Oye-Policía-Pinga” no es motivo (ni debería ser) para encarcelar a un ser humano. [56] A todas lues es esto una especie de intento de escarmiento que impregne terror a la población como método disuasivo de otras manifestaciones.

La dictadura muestra la no separación real de poderes cuando recrudece sus sanciones contra los que disienten abiertamente perteneciendo a organizaciones de oposición, como demuestra el caso del activista del Movimiento Opositores por una Nueva República, Eduardo Álvarez Rigal a quien le piden 20 años de cárcel por lanzar piedras. [57] Pero quizás el caso actual que más los está dejando en evidencias sea el del joven sin afiliación política Luis Robles Elizástegui [58] declarado en enero como prisionero de conciencia por la  ONG Prisoners Defenders (PD) [59], quien lleva un año en presión (centro penitenciario Combinado del Este) sin juicio ni sanción, o sea, secuestrado ilegalmente por los esbirros de la Seguridad del Estado desde el 4 de diciembre de 2020 por mostrar pacíficamente y en silencio [60], un cartel en el que pedía el fin de la represión y la libertad del rapero contestatario Denis Solís miembro del Movimiento San Isidro y amigo, recientemente liberado después de cumplir 8 meses de condena por supuesto delito de desacato a la autoridad. Aunque el derecho a manifestarse pacíficamente y la libertad de expresión, en teoría, están reconocidos por la Constitución –fraude- de la República, los cubanos sabemos que no existen tales derechos para nosotros. [61]

De esta manera, lo que debería ser visto como un legítimo acto cívico, digno de seguir por nuestros jóvenes, la prensa castrista lo tergiversa, y la policía política lo castiga esmeradamente para dejar un abusivo mensaje de escarmiento al resto de la sociedad civil cubana.

Foto de Fidel Castro arrestado por el salto armado al cuartel y la del joven Denis con un cartel pacíficamente.
Imagen que circula por las redes haciendo notar la magnitud de la opresión de la tiranía la desproporcionalidad judicial, y la falta de separación de poderes. Castro solo cumple 2 años de condena, por dirigir y asaltar un cuartel en 1953, es liberado por amnistía concedida por el propio dictador Fulgencio Batista. Mientras que al joven Luis Robles Elizástegui le piden 5 años de prisión por levantar un cartel pacíficamente.

Mientras los participantes del estallido social eran cazados en sus casas, secuestrados y al más puro estilo nazi, voceros del régimen en el Centro de Prensa Extranjera del Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba (MINREX) [62] le contaba la versión “revolucionaria” al mundo, y a los cubanos en la isla (después de varios días sin internet):

Las opiniones políticas diversas, incluso las de sentido político diferente al imperante en el país no constituyen delito, pensar diferente, cuestionar lo que se está haciendo, eso en sí mismo no constituye delito. Es más, manifestarse lejos de constituir un delito constituye un derecho constitucional de las personas.

Rubén Remigio Ferro, presidente del Tribunal Supremo Popular.

Expresado en comparecencia pública el día 24 de julio del 2021, respecto a las garantías procesales (jurídicas) y el respeto a los derechos humanos a los implicados en las manifestaciones populares del 11 y 12 de Julio de 2020. [63] [64]

«Sueño con ese día de justicia en el que funcionarios sin moral o ética profesional como este, sean separados del cargo e inhabilitados de por vida, y tengan que retractarse pidiendo disculpas a nuestro pueblo públicamente»

— Jose Alberto

Ese, es el verdadero rostro de la “magnánima” revolución cubana, el de una auténtica organización criminal, esa que permite a primeros oficiales del MININT disparar armas de fuego contra mi pueblo desarmado sin siquiera investigarles y menos juzgarles. Mientras persigue, secuestra, encarcela a jóvenes por salir a las calles cantando y pidiendo un país mejor. Pensar diferente y expresarlo libremente no es un delito, por eso el aparato judicial al servicio del PCC utiliza otros delitos penados para enjuiciar al que disiente.

Por desgracia he visto como no pocos caen, cuando de Cuba se trata, en una especie de retórica en la que se tergiversa e intenta normalizarse la violencia policial y estatal, institucionalizada por el régimen cubano, aludiendo por un lado, a que existe en el resto de las naciones, y por otro lado desviando la atención en un intento de comparación (en cuanto a la magnitud), con abusos similares o supuestamente mayores, perpetuados en otros países sin siquiera reparar en el sinsentido cómplice en el que se hunden.

Primero deberían pensar en que alegar que esta violencia no es exclusiva del régimen cubano, no exonera al mismo de la culpa de haberla cometido, ni es razón alguna para atacar a los que nos indignamos por tales abusos donde quiera que sean cometidos. Los que hacen esto se convierten en cómplices de un estado abusador más, y no, en paladines de la imparcialidad, la justicia y la verdad.

Ingenuamente algunos, hipócrita y criminalmente otros, parecen olvidar el detalle de la falta de derechos reales que se materializa porque bajo las dictaduras, los regímenes autoritarios o totalitarios como el cubano, no hay separación real de poderes, así que ir contra el poder tienen además el agravante de que las víctimas lejos de ser protegidas, de garantizárseles el derecho de acusar formal, legalmente a las fuerzas represivas y directamente a los perpetuadores del abuso policial, de que sus juicios sean seguidos por los medios independientes de todo el mundo, y de terminar muchas veces haciéndose justicia que incluye grandes indemnizaciones, esto jamás ha sido permitido en la Cuba castrista.

“Condenamos ola represiva del gobierno de Cuba contra protestas por racismo y violencia, tras muerte de joven negro a manos de la policía cubana” ​

Observatorio Cubano de Derechos Humanos, 1 de julio de 2020.

Recordemos que mientras los medios oficiales (y muchísimos cubanos también) de la Isla se hacían eco de Black Lives Matter criticando el asesinato del afroamericano George Floyd a manos de un policía en Estados Unidos, por otro lado, escondían la verdad sobre el cubano Hansel Ernesto Hernández Galiano, de 27 años, negro de piel como Floyd, asesinado por los disparos de un uniformado de la PNR.

Esta típica hipocresía de la izquierda internacional, característica del Homo Revolucionarius Hypocrĭtas, se hizo marcadamente evidente cuando el propio movimiento Black Lives Matter (BLM) tomo partido a favor de la dictadura revolucionaria cubana, no solo ante la muerte del nombrado «George Floyd cubano», sino que traiciona a mi pueblo, muestra la hipocresía y la demagogia características de la izquierda global cuando apoyó públicamente la represión que sufrieron los que intentaron manifestarse contra esa injusticia policial en Cuba y más tarde aludiendo el absurdo de que el estallido social era culpa del gobierno estadounidense. Pero volvamos a Cuba en tiempos de pandemia.

Aunque ciertamente los niveles de politización de la pandemia en el mundo han sido escalofriantes, no son nada comparado con los desplegados por parte de las autoridades cubanas, que quedaran en la memoria histórica de hasta donde pueden llegar el ridículo revolucionario y su inescrupulosa propaganda. A la que se suman no pocos medios internacionales tapiñando la realidad del cubano, y la crisis estructural en la que nos tiene un sistema autoritario que a machetazos chapuceros solo intenta perpetuarse en el poder. 

«”La pandemia de covid-19 fue la gota que colmó el vaso de agua“, dice a BBC Mundo el doctor Rodolfo Stusser, bioestadista e investigador independiente que fuera asesor del Ministerio de Salud de Cuba». [65]

Lo que pretendo, es comenzar un grupo de denuncias demostrando que el MISNAP no estaba preparado para afrontar la pandemia, contrario a lo que ha contado el despliegue propagandístico oficialista, y lo haré sobre la base de las deficiencias estructurales intrínsecas del Sistema de Salud Pública Cubano, su trato inhumano a mis colegas y su repercusión en la evolución de la epidemia en la isla. He de exponer además que Cuba con una economía débil y dependiente de escasos renglones económicos no controlados internamente, hace a nuestro sistema de salud más vulnerable y menos resiliente ha fracasado intentando copiar modelos que funciona en economías y sistemas de salud más sólidos que resultaron no funcionar en nuestro entorno. 

«A pesar de que la tiranía revolucionaria ha mentido y manipulado las estadísticas desde sus primeras etapas y de que existan evidencias que así lo demuestran, la mayoría prefiere rendirse al mito, a la propaganda del régimen y sus aliados, antes que a la verdad que evidencian los hechos concretos»

— Jose Alberto

La falta de preparación del MINSAP para enfrentar y contener el inicio de la epidemia en la isla por su deprimente situación prepandemia, no solo por la falta de insumos médicos en general que impacta por ejemplo en la disponibilidad de los test PCR y su calidad diagnóstica o de cribado, sino por las malas estrategias en la aplicación de los test, el marcado retraso en la comunicación de los resultados por la inexistente automatización del sistema de salud, el deficiente suministro de equipos de protección personal (PPE del inglés Personal Protective Equipment), la falta de recursos para afrontar las consecuencias de una imprudente pesquisa masiva, que por demás, utilizaron como propaganda, así como los deficientes recursos para tratar a los pacientes en los cetros de aislamiento y en los hospitales. Será parte de lo que desarrollaré a continuación, y en dos partes, pero lo haré, referente a los profesionales y trabajadores de la salud, en un intento de homenaje a mis colegas, esos esclavos de bata blanca. Lo referente al resto de la epidemiología de la epidemia en Cuba lo trataré en otra publicación. 

Naufragando entre los escombros.

Dentro de los recursos humanos para la salud (RHS), el personal sanitario, como actores primordiales de la infraestructura crítica contra las epidemias, corren un riesgo de infección considerable. La rápida transmisión de la pandemia de COVID-19 evidenciada por el número exponencialmente creciente de casos en el mundo ha ejercido una tensión sin precedentes sobre los sistemas de salud de los países más afectados. Esto predispone considerablemente a los profesionales de la salud (PS) y en general a los trabajadores de la salud (HCW, acrónimo de Health Care Workers) a mayores cargas de trabajo, a mayor riesgo de contagio, con mayor tiempo de exposición en el entorno de atención sanitaria que se les suman a las exposiciones en la comunidad. Doblar turnos se había hecho cotidiano, o extender las horas de trabajo para apoyar a colegas en momentos de más alta demanda contribuyendo además a un mayor agotamiento, que viene a cerrar un ciclo de vulnerabilidad.

Por otro lado, aunque el personal sanitario está entrenado para situaciones de estrés, no está exento de temor a contagiarse, de preocupación permanente de contagiar a sus seres queridos, y a sus pacientes. Muchos han tenido que asumir roles para los que no están capacitados, con o sin tiempo para recuperar conocimientos que se pierde con los años creando mayor estrés laboral, generando conflictos éticos al ser expuestos a transgresiones de sus principios, como prestar alguna atención clínica sin sentirse en óptimas condiciones para hacerlo con la calidad esperada y deseada. Así como la autoexclusión o algún tipo de rechazo o discriminación social, incluidos casos de violencia que vivieron algunos médicos y personal de primera línea fundamentalmente al inicio de la epidemia. Sumado a las experiencias de gran número de muertes, en muchos casos muy por encima de lo esperado, los escenarios de muerte en ausencia de familiares representan verdaderos factores de riesgo psicosocial que atentan contra la salud mental (solo existe una salud, la distinción entre categorías es netamente didáctica) de estos profesionales.

Objetivamente estos factores varían abismalmente, no solo entre países que transitan por distintas fases de la epidemia, con alcances muy variables en cuanto a los test a la población, las diferencias en la carga sobre sus respectivos sistemas de atención de salud, los diferentes niveles de preparación y capacidades de respuesta, sino también en las diferencias en cuanto a la correcta implementación de medidas de los gobiernos nacionales y locales, así como el estado general de salud de la población y las diferencias en la demografía de la población promedio.

“The Official Coronavirus Numbers Are Wrong, and Everyone Knows It”

— Alexis C. Madrigal (@alexismadrigal) [66]

Desde el comienzo de la pandemia he tratado, como muchos otros, de esclarecer que los reportes que emiten los países, y los que explican la mayoría de comunicadores, son solo una foto de pésima resolución (espacial y temporal), extremadamente imprecisa de la verdadera realidad en la dinámica de la epidemia, que va desde el nivel local, regional, nacional e internacional, y en la mayoría de los casos esos datos ni siquiera sirven para evaluar la respuesta real de los gobiernos a la pandemia, mucho menos a predecir su verdadera evolución.

«Los reportes oficiales de COVID-19 emitidos por países son solo una foto de pésima resolución (espacial y temporal), extremadamente imprecisa de la verdadera realidad sobre la dinámica de la epidemia, datos que en la mayoría de los casos ni siquiera sirven para evaluar la respuesta real de los gobiernos a la pandemia, y mucho menos, a predecir su evolución, ni su impacto»

Jose Alberto

En este sentido, no pocos de los llamados comunicadores científicos, terminaron confundiendo método epidemiológico, inferencia estadística y probabilidades con burdas comparaciones visuales entre gráficos de datos de países, violando un principio básico de que cuando los sesgos (por ejemplo de información) son tantos que la incertidumbre se hace incontrolable, las conclusiones pasan a ser meras conjeturas, especulaciones no derivadas del análisis de los datos, impactando en la exactitud y la veracidad comprometiendo la validez interna e invalidando los resultados del que pretendieron salir dichas conclusiones. Dicho de otra forma, ocurre una sustancial diferencia entre lo que están valorando y lo que se cree que se está valorando desde el mismo inicio que para el análisis se toman datos sesgados del problema. Aunque muchas veces eso es a ojos de cualquier investigador una mera pérdida de tiempo, en el caso de los regímenes autocráticos y totalitarios podría servir, y de hecho se utiliza para el lavado de la imagen y el ocultamiento de las estadísticas reales de las poblaciones. Algo de lo que deberían cuidarse los dedicados a tal importante labor comunicativa.


Aproximación a la situación epidemiológica de los trabajadores de la salud. ¿Dónde están mis colegas cubanos?

La transmisión nosocomial está ampliamente documentada, los centros sanitarios y en especial los hospitales, como en muchos otros lugares donde se aglutinan personas potencialmente infectadas, pueden comportarse como un entorno favorable para la propagación del SARS-CoV-2.

Los trabajadores de la salud corren un riesgo considerable de infección como principales actores de la infraestructura crítica de los sistemas de salud. Durante los primeros meses de la pandemia (hasta principios de marzo de 2020), se habían descrito al menos 3300 TS infectados en China, el 88% de ellos procedían de Hubei, donde inicialmente se reportó una gran transmisión intrahospitalaria en TS de los hospitales de Wuhan (29%), llegando a ser alrededor del 20% de los TS que respondieron a la pandemia en Italia durante el primer mes. [67]

Los primeros TS víctimas de la pandemia fueron dados a conocer por la OMS en un tweet del 20 de enero de 2020:

The total number of confirmed cases of #nCoV2019 reported to date is 222 (China: 218, Thailand: 2, Japan: 1, Rep of Korea: 1), including 4 deaths (all in Wuhan, China). The number of people reported with 2019-nCOV in Wuhan, China, includes 15 health care workers”.

En los profesionales de salud la incidencia de la infección osciló ampliamente entre el 0% y el 49,6% (mediante PCR), y la prevalencia del SARS-CoV-2 en estudios de seropositividad osciló entre el 1,6% y el 31,6%, como reflejo fehaciente del enfrentamiento a una nueva enfermedad, en un mundo globalizado, pero naturalmente dispar. Estos amplios rangos de porcentajes reportados probablemente estén relacionados a las diferencias en las tasas de transmisión de las comunidades (su evolución en el tiempo), las diferencias en los entornos de trabajo, las exposiciones, la práctica de las medidas de control de las infecciones entre otros factores. Respecto a la enfermedad grave o crítica y la mortalidad en los profesionales de salud presentaron menor incidencia que la reportada en todos los pacientes. Solo el 5% de los profesionales de salud desarrollaron enfermedades graves y el 0,5% desgraciadamente murieron.

En el análisis de los datos de ingreso hospitalario de 13 sitios en los Estados Unidos, el 6% de los adultos hospitalizados con COVID-19 eran TS. Alrededor del 90% de los profesionales de salud hospitalizados presentaba al menos una afección subyacente, siendo las más frecuentes, la obesidad, hipertensión arterial y la diabetes mellitus. [68] Otro estudio realizado en Escocia mostró que los profesionales de salud y los miembros de sus hogares representaron el 17% de los ingresos hospitalarios.

La prevalencia de hospitalización fue del 15,1% (IC del 95%, 5,6–35) y la tasa de mortalidad fue del 1,5% (IC del 95%, 0,5–3,9). En un metaanálisis de marzo de 2021, que utilizo tres bases de datos e identificó 328 artículos de los cuales se incluyeron 30 artículos en la revisión sistemática y 28 se utilizaron para el metaanálisis. [69]

Según las Organización Mundial de la Salud (OMS) aproximadamente el 14% (rango de 2% a 35%) de los casos informados son de profesionales de salud. [70]

Existe una importante variación de las tasas de infección reportadas en los trabajadores de la salud según la ubicación geográfica: China 4,2%, Holanda 6%, Italia 9%, Reino Unido 10%, Estados Unidos 18%. La seroprevalencia general de anticuerpos del SARS-CoV-2 fue del 8,7%, con una mayor seroprevalencia notificada en América del Norte (12,7%) en comparación con Europa (8,5%), África (8,2%) y Asia (4%), según estimaciones de una revisión sistemática y un metaanálisis de casi 130,000 profesionales de salud.

Tabla 2. Porcentaje de trabajadores de la salud que se ha descubierto que están infectados por el SARS-CoV-2
Recolección de muestrasSARS-CoV-2 positivo
REINO UNIDO435 pacientes hospitalizados en el hospital universitario de Londres2 de marzo a 12 de abril15% (tasa de mortalidad: 36%)Rickman 2020
REINO UNIDO1718 PCS que participaron en 5148 intubaciones traqueales de riesgo23 de marzo-2 de junio de 202010,7%El-Boghdadly 2020
EE.UU.3477 empleados sintomáticos en el sistema médico de la Universidad de Washington12 de marzo-23 de abril5,3%Mani 2020
ChinaWuhan: 44 672 HCWsHasta el 11 de febrero3,8%Wu 2020
EE.UU.1992 HCWs en unidades COVID-1912 de febrero – 9 de abril5,4%Vahidy 2020
Italia5444 PCS activos17 de abril a 20 de mayo6,9%Calcagno 2021
REINO UNIDOLondres, 200 PCS para pacientes26 de marzo-8 de abril20% de seroconversión durante el período de estudioHoulihan 2020
ChinaWuhan, 9684 HCWs en el Hospital TongjiDel 1 de enero al 9 de febrero0,9%Lai X 2020
Tomado de https://covidreference.com/epidemiology_es

Según los datos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC; Centers for Disease Control and Prevention), ha habido 362 544 casos de Covid-19 en trabajadores de la salud y 1250 muertes. En comparación con otros 37 países, Estados Unidos tiene la mayor cantidad de infecciones y el riesgo de infección y muerte también es significativamente mayor para los trabajadores de la salud de color. Se recopilaron datos de 16 805 023 personas, pero el estado del personal sanitario solo estaba disponible para 3 198 923 (19,04%) personas. Para los 362 544 casos de COVID-19 entre el personal de salud, el estado de muerte solo estaba disponible para 278 686 (76,87%). [71]

Los trabajadores de la salud, al frente de la lucha contra la COVID-19 | Statista
• Gráfico: Los trabajadores de la salud, al frente de la lucha contra la COVID-19 | Statista

En octubre de 2020 un artículo desde la International journal of infectious diseases denunciaban y lanzaba un llamado al director general de la OMS para que publicara datos sobre infecciones y muertes de trabajadores de la salud, así y catalizar la recopilación de informes país por país para centrar la atención en esta tragedia en curso, resaltar las brechas y disparidades de equipos de protección personal y los pasos a seguir para detener eso:

«Sin embargo, el número de infecciones y muertes de trabajadores de la salud, país por país no está claro porque algunos países no ponen los datos a disposición del público. Además, la sede de la OMS en Ginebra actualmente no publica en su sitio web COVID-19 el número de infecciones y muertes de trabajadores sanitarios por país. Hacemos un llamado al Director General de la OMS para que esta información esté disponible país por país en su sitio web COVID-19 a partir de noviembre de 2020 para centrar la atención en esta tragedia en curso y los pasos que se deben tomar para detenerla» [72]

En un reciente informe regional donde se sintetizan los hallazgos en cinco países de América Latina (Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador y Perú), la OPS/OMS estimó que entre el 3,27% y el 12,62% de los trabajadores de la salud habían sido infectados por SARS-Cov-2, de los cuales entre el 0,20% y 1,97% habían fallecido. [73]

Regionalmente para el 2 de septiembre de 2020 el director de la OPS había reportado como infectados a unos 570 000 trabajadores de la salud y ocasionado la muerte de al menos 2 500 en las Américas. [74] [75] [76]

Estas alarmantes cifras fueron publicadas con detalles en la Alerta Epidemiológica: COVID-19 en personal de salud – 31 de agosto de 2020. [77] En la que se reportan los datos de los 19 países de la región de los que OPS/OMS tienen información disponible. De la cual resulta como mínimo preocupante, que no tengan datos de la auto catalogada “potencia médica” cubana.

¿Por qué la OMS/OPS no publica reportes específicos sobre la situación epidemiológica de los profesionales de la salud de Cuba como en el resto de las naciones?

¿Por qué está excluida Cuba de los reportes específicos sobre la situación epidemiológica de los profesionales de la salud que publica la OMS/OPS?

Ausencia de Cuba en informe de la OPS/OMS de países que reportan datos epidemiológicos sobre el personal sanitario. Captura de pantalla.
https://www.paho.org/es/alertas-actualizaciones-epidemiologicas

Al echarle un vistazo a las alarmantes cifras mundiales antes expuestas y regionales, que expongo a continuación, y ante las ausencias, omisiones y secretismos respecto a las cifras en Cuba, resulta bastante difícil terminar dando créditos a los datos oficiales aportados por el régimen cubano, y surgen otro sinfín de incógnitas. Continuemos con el informe regional de agosto del 2020.

En Argentina, se notificaron un total de 68516 casos confirmados de COVID-19 en personal de salud a mediados de enero, lo que constituye el 4% del total de los casos confirmados a nivel nacional en ese momento, y reportados 419 TS como fallecidos por Covid-19. [78]

Brasil, por su parte había reportado que entre febrero y agosto de 2020 se notificaron 1.212.430 casos de síndrome gripal con sospecha de COVID-19 en profesionales de la salud, de los que el 22% (268.954 casos) resultaron confirmados para COVID-19. El observatorio de Enfermería, una página para seguimiento en tiempo real registra 48,037 casos de coronavirus entre enfermeras, técnicos de enfermería, asistentes y parteras. De este personal 689 han fallecido. [79] El Consejo Federal de Medicina en una emotiva página en memoria a los médicos fallecidos por covid19 reporta 624 defunciones. [80]

Para agosto de 2020, se notificaron 7.692 casos confirmados de COVID-19 en personal de salud en Colombia, incluyendo 52 fallecidos, 7.362 recuperados y 278 en aislamiento.

En México, según Amnistía Internacional, han muerto más trabajadores sanitarios que en cualquier otro lugar, y el registro detallado de las muertes de TS es ejemplar en cuanto a su transparencia. Entre el 28 de febrero (detección del primer caso de COVID-19) y el 23 de agosto de 2020 se notificaron 97.632 casos confirmados de COVID-19 en personal de salud.

En Paraguay, entre el 13 de marzo al 21 de agosto de 2020, se notificaron 6.869 personas expuestas a SARS-CoV-2 entre personal de salud, de los cuales 620 fueron confirmados por laboratorio para infección por SARS-CoV-2, incluido un fallecido, lo que corresponde al 5% del total de casos confirmados a nivel nacional.

En República Dominicana, entre el 1 de enero y el 23 de agosto de 2020 se notificaron 272 casos confirmados de COVID-19 en trabajadores de salud.

Más de 2 años han pasado desde que esos datos vieran la luz pública, y todos esperaríamos que algún cambio ocurriera respecto a la información epidemiológica respecto a los TS dada por la dictadura cubana a la OMS/OPS, pero los datos objetivamente son testimonio de otra realidad.

Desde la confirmación de los primeros casos de COVID-19 en las Américas hasta el 17 de septiembre de 2021, se han notificado al menos 2 008 680, incluidas 11 502 defunciones, de acuerdo con la información disponible de 40 países y territorios de las Américas (Tabla 10). [81]

Ausencia de Cuba en informe de la OPS/OMS de países que reportan datos epidemiológicos sobre el personal sanitario. Captura de pantalla.
https://www.paho.org/es/documentos/actualizacion-epidemiologica-enfermedad-por-coronavirus-covid-19-27-septiembre-2021

El total representa 13,4% del personal de salud total, estimado en 15 millones. Cuba continúa ausente en las estadísticas de la OPS/OMS respecto a la epidemiología de los trabajadores de la salud. [81]

Metodología del informe de la OPS/OMS de países que reportan datos epidemiológicos sobre el personal sanitario en el que no se encuentra a Cuba. Captura de pantalla.
https://www.paho.org/es/documentos/actualizacion-epidemiologica-enfermedad-por-coronavirus-covid-19-27-septiembre-2021

Durante estos últimos párrafos ya la mayoría habrá reparado en algo que resulta sumamente evidente, la falta de datos oficiales respecto a mis colegas cubanos, y se preguntarán:

¿Será posible que no existan publicados reportes oficiales específicos sobre la situación epidemiológicas de los trabajadores y profesionales de la salud en Cuba?

De los 95 reportes a la OPS/OMS sobre la situación epidemiológica respecto al covid-19 en la isla publicados hasta ahora (último el 14 de diciembre 2021 referente a la semana epidemiológica 49) [82], tan solo en  18 (9, 14, 19, 24, 32, 34, 50, 51, 58, 59, 61, 63, 65-68, 77 y el 95) se hace alguna mención (literal) a los TS/PS en Cuba, pero solo en cinco se informa algún dato respecto a ellos (24, 32, 50 – 51 y 95), desde el boletín N.º 58 hasta el N.º 69 solo se hace referencia a los TS en relación a los estudios de los candidatos vacunales cubanos. En el reporte N.º 95 se informa sobre un colaborador reportado como el primer caso con la variante Ómicron. [83]

Cuatro meses desde el primer caso reportado de la pandemia en la isla tardaron en mencionar a los TS y fue en el reporte No. 24 (27 de julio de 2020). En el que hacen mención sobre un “protocolo” sin aclarar concretamente a que se refieren, “Evaluación de factores de riesgo para el coronavirus (COVID-19) en trabajadores de la salud: protocolo para estudio de caso control”, al parecer podría ser un protocolo de investigación que no es más que la documentación del diseño del experimento para valorar sí cumple con los requisitos (éticos, metodológicos, técnicos…) para ser considerada su utilidad científica y avalar su puesta en marcha. Algo que a priori huele a la propaganda acostumbrada del régimen totalitario, y sin una publicación científica (ni siquiera preliminar) hasta el momento (2 años después), pareciera que finalmente lo es.

La otra mención a los TS en el mismo documento es a todas luces un enmascaramiento de los datos presentados como supuesto logro y a la vez otra propaganda inescrupulosa que ha sido el eslogan constante por parte de las autoridades y la prensa estatal al servicio del régimen: EN LOS ÚLTIMOS 14 DÍAS NO SE HAN PRODUCIDO CASOS EN TRABAJADORES DE LA SALUD EN EL PAÍS que termina por generar más preguntas que datos reales. [84]

  • ¿Si estos reportes son semanales qué hacen reportando dos semanas?
  • ¿No resultaría más ilustrativo y de paso más transparente reportar todos los casos acumulados hasta el momento?
  • ¿Cuántos TS han resultado contagiados y cuál es el acumulado hasta esa fecha?
  • ¿Cómo se comportan esos datos respecto a los territorios, y en particular a las distintas instituciones de salud?

Todo eso a pesar de que para esa fecha (y desde el 8 de abril) en conferencia del Ministerio de Salud Pública (@Minsap) José Ángel Portal Miranda (@japortalmiranda) informó que 14 médicos, 8 enfermeras, 2 técnicos y un chofer de ambulancia, contrajeron la COVID-19. Uno de ellos se encontraba en estado crítico. [85


De lo que se hicieron eco ese mismo día los medios independientes que informan sobre la isla [86] y al día siguiente el propio Granma lo publica en su retórica habitual, esta vez por parte de Yudy Castro Morales. Ante tanta entrega, el personal de la salud debe cuidarse, que para una prensa que se dice a sí misma fuera del sensacionalismo y los intereses manipuladores (nada más alejado de la realidad) es un título que deja mucho que desear. Para un periódico que pide tanto sacrificio, entrega, disciplina a sus lectores y a nuestro pueblo, ¿no resultaría un poco más ético, comunicativo y alentador pedir que “cuidemos todos” al personal de la salud? ¿Qué se podría esperar de un periodista y el medio que le publica, que lejos de entrar a fondo en la noticia, para informar al menos un espectro amplio de posibilidades como, falta de equipos de protección personal en los hospitales, pobre infraestructura por el deterioro en las instituciones de salud, vamos, solo por mencionar algunos ejemplos frecuentes se pierde por algunas ramitas del árbol? Además, las propias palabras del ministro piden que nos cuidemos todos.

El descredito del periódico Granma está ampliamente documentado, y en su propio eslogan deja claro su principal conflicto de intereses, Órgano Oficial del Partido Comunista de Cuba, o sea cualquiera que entienda de conflictos de intereses sabe que su principal función es transmitir propaganda sin compromisos con la ciudadanía.

Nota en el periódico Granma. Captura de pantalla.
Nota en el periódico Granma. Captura de pantalla.

En la nota se lee (las palabras del ministro): «“Sobre las fuentes de infección, refirió que algunos se contagiaron de manera extrahospitalaria, debido al contacto con extranjeros y determinados casos confirmados; otros, por el manejo de pacientes que no aparentaban tener ningún síntoma respiratorio vinculado a la covid-19, y también han enfermado por violaciones de las normas de seguridad”. Podría entenderse que en Cuba es el único país en el que no existen riesgos para el personal de la salud, que los contagios han sido “justificados” por irresponsabilidad del trabajador cuando refuerzan el contagio comunitario (no intrahospitalario), por violaciones de normas y protocolos; y por casos asintomáticos».

Pero, si según el MINSAP el personal de la salud estaba en regímenes de 15 días;

  • ¿Al incorporarse estos trabajadores no se les realiza PCR y una encuesta por contactos con extranjeros u casos sospechosos o positivos? No es eso, una falla del sistema en sí mismo.
  • ¿No están protegidos debidamente todos los TS ante una pandemia que desde sus inicios se conocía un importante número de asintomáticos, presintomáticos y sintomáticos leves?
  • ¿No están capacitados debidamente todos los TS para la práctica diaria en tiempos de una pandemia que terminan contagiados por casos asintomáticos y/o presintomáticos?
  • Y cuando aluden a “casos asintomáticos” como una especia de excusa, (incriminando a las características clínicas de la enfermedad ampliamente conocidas para esta fecha), a qué se refieren, si las normas internacionales dejan bien claro que en las áreas de transmisión generalizada de SARS-CoV-2 es importante que se apliquen estrictamente las precauciones para el control de infecciones en pacientes con y sin sospecha de COVID-19. Por último y lapidario, cuando dice el ministro “a partir de estos acontecimientos (propagación de la epidemia en hospitales), se han tomado medidas como: no ingresar a pacientes con síntomas respiratorios, aun cuando no sean sospechosos de covid-19, y llevarlos a centros donde se atienden estas enfermedades”.
  • ¿Tardaron tres meses desde la declaración de “emergencia de salud pública de preocupación internacional” y un mes del primer caso reportado en la isla para implementar una de las medidas epidemiológicas iniciales básicas en los protocolos para la protección de pacientes, familiares y profesionales de la salud?         

Evidencias del inadecuado enfoque epidemiológico, desde el comienzo subordinado más a los fines políticos mediante al mantenimiento de la imagen propagandística, que a los conocimientos científico-técnicos. O sea, preconizar al poder político sobre el bienestar y la salud de la población. Es escuchar a la rectora de la Facultad de Medicina de la provincia de Holguín y también directora del Hospital Pediátrico, Dra Galina Galcerán Chacón avasallar públicamente a uno de sus estudiantes: ─”Hazme el favor, quítate el tapabocas, para empezar hablando como es“; abusando del poder por su cargo: ─”Quítate el tapabocas, si no sales y me esperas en el rectorado“; ─”Quítate el tapabocas, aquí estamos todos. Los que tienen procesos respiratorios agudos en este momento y no pueden estar en este escenario me hacen el favor y salen. Esto además de la escalofriante violación de todo principio ético profesional, ofrece la verdadera historia de la complicidad de un sistema profundamente corrupto, colmado de falsedad tapada en una imagen falaz de su humanismo. Cuando esta funcionaria publica, en medio de una charla política de extorsión a estudiantes de la carrera de medicina para obligarlos a realizar forzosamente labores de pesquisaje, se refiere a que las indicaciones “de arriba”, son que “los que tengan un proceso respiratorio agudo” no deben estar ahí, y por ende los presentes no necesitarían la necesidad de utilizar las máscaras, da muestras de parecer desconocer la transmisión por parde de asintomáticos y presintomáticos, de los superpropagadores podrían representar más del 80% de los contagios, y del mayor riesgo posible en un teatro a puertas cerradas, o simplemente obedece a su revolución sin el debido juicio clínico epidemiológico, poniendo en grave riesgo a aquellos bajo su responsabilidad como funcionaria.

“El uso del mismo durante la pesquisa provocaría alarma en la población ya que es un factor psicológico muy llamativo”. Alegaciones de las autoridades cubanas para justificar accione que cuestan vidas humanas.

Es como mínimo sospechoso que Cuba se comporte como una rara excepción a la dinámica epidemiológica de la pandemia actual, puesto que en contraste a los que intenta hacer ver las autoridades cubanas, en el mundo, la mayoría de los profesionales de salud con COVID-19 informaron de contacto en el contexto de asistencia sanitaria en los inicios de la crisis. Al menos en un estudio en los EE. UU., donde se investigó a más de 9000 casos informados en los profesionales de salud más de la mitad (55%) tuvo contacto solo en el contexto de los servicios sanitarios, el 27% solo en el hogar, el 13% solo en la comunidad, quedando solo el 5% a los que referían más de un contexto [87].

«La unidad democrática basada en los valores de transparencia y rendición de cuentas es imprescindible no sólo para organizar una respuesta efectiva ante la pandemia, sino también para preservar la libertad en un momento de gran vulnerabilidad». Alessandra Pinna [88]

Pero las sombras de esos datos no terminan ahí, el ministerio que dirige y del cual es responsable el mismo ministro que tanto insiste en la transparencia, y en la cooperación para ayudar a nuestros TS [89] no hace ni una sola referencia a los trabajadores de la salud en el parte del MINSAP de ese mismo día en el que se publicó la conferencia. [90]

O sea, existe una omisión consciente e intencionada de los dados sobre los TS, muy probablemente para no acostumbrar a la población a interesarse por esos datos al verlos días a día, y así manejar las estadísticas a conveniencia. Esto permite, entre otras, que el ministerio informe solo los datos que por relevancia o por filtración les es imposible esconder.

En medio de la falta de datos oficiales y de transparencia en la información respecto a la situación epidemiológica de los TS en la isla, de pronto como si de la nada salieran y a solo diez días de la conferencia, un medio extranjero, en este caso la televisión estatal China, informa sobre al menos 100 casos positivos en TS, entre ellos 47 médicos, 30 enfermeras, 4 técnicos de salud, 5 estudiantes de medicina y otros 11 de diversas áreas. [91]

Resalto aquí que es la primera vez (y única hasta ahora) que se hace referencia a los contagios de los estudiantes universitarios en pesquisaje activo por las calles. Y nos preguntamos nuevamente:

  • ¿Por qué no se publican reportes oficiales específicos sobre la situación epidemiológicas de los estudiantes universitarios expuestos al contagio en las pesquisas activas realizadas día a día en las comunidades en Cuba?
  • ¿Por qué la prensa estatal y sus ecos (los acreditados) no se pregunta ni investiga al respecto?
  • ¿Por qué la “potencia” médica no tiene una web con los datos a tiempo real?
  • ¿Dónde ha estado infomed que tanto presupuesto consume?

Para el 23 de abril, la prensa estatal local comienza a informar sobre estos datos de los TS, y lo hace refiriéndose a “infectados en instituciones de salud” y no en la comunidad: “Con respecto a los trabajadores infectados en instituciones de Salud, se acumulan 102 profesionales afectados; el que define el mayor riesgo epidemiológico es el hospital Calixto García y los más afectados son el personal de enfermería (45) y médicos (37) de las Unidades de Terapia Intensiva”, todo lo contrario a lo expresado por el ministro en conferencia y más acorde a los datos epidemiológico mundiales. [92]  

Para ese mismo día Diario de Cuba informa sobre quejas de médicos respecto a los medios de protección personal, “No tenemos suficientes medios de seguridad” frente al Covid-19, denuncian médicos de Villa Clara, “¿No es eso acaso también propagar la pandemia? (…) ¿Hasta cuándo vamos a seguir esperando?”, apuntan en Facebook. [93] Al siguiente día se hace eco de la noticia varios medios independientes como @ADNCuba recalcando que entre los TS el más afectado era el personal de enfermería.

Al menos 102 profesionales de salud de La Habana están contagiados de coronavirus, según informó el periódico oficial de la capital. El más afectado es el personal de enfermería. [94] Y nuevamente Diario de Cuba, informando que el 9,9% de contagiados por Covid-19 en Cuba corresponde a personal de la salud y resalta que, según el MINSAP, se contagiaron fuera de los hospitales. [95]

Como evidencia de la omisión consciente por parte de las autoridades cubanas ha quedado la ausencia de información sobre estos brotes en instituciones de salud y de TS contagiados en los informes de alertas epidemiológicas correspondientes a esas semanas ya antes mencionados, y continuamos haciéndonos más preguntas:

¿Por qué el MINSAP no reportó los brotes en los hospitales de la capital cubana a la OMS/OPS al inicio de la epidemia en Cuba?

No se reportó nada con respecto a los TS hasta el informe N.º 32 del 21 de septiembre de 2020, (o sea, 5 meses después), en el que se reporta que de los 5 los eventos de transmisión local recientes, 2 se originaron en centros de salud de la provincia Ciego de Ávila, con 98 TS contagiados en dos instituciones de nivel secundario, o sea hospitales. Siempre después de haber sido ampliamente denunciado durante meses en las redes sociales poniendo en evidencias la total falta de transparencia. Para nuevamente continuar en silencio por cuatro meses hasta el informe N.º 50 donde son reportados otros 200 TS contagiados en la capital cubana, y ningún dato respecto a los TS del resto de la isla.

Si el régimen y su prensa oficialista no hablan de los TS en la isla, es de suponer que tampoco lo hagan de nuestros colegas en misiones oficiales, y mucho menos de los que ejercen fuera del yugo de la oligarquía castrista, a los que han llamado históricamente como traidores, gusanos, desertores e incluso “excubanos”. Como en efecto, a finales del propio mes de abril, comienzan a ser reportados casos positivos importados de Venezuela, incluidos TS: “Médico cubano de misión en Venezuela se contagia de coronavirus [96] Reportados inicialmente por medios venezolanos. [97] Durante varios meses, gracias a la prensa independiente que continuó llenando el vacío informativo de los medios estatales, reportado casos de TS positivos al SARS-CoV-2 en trabajadores que arribaban al país desde el extranjero, principalmente desde Venezuela. Llegando a ser reportados más de una veintena de casos a principios de agosto. [98][99][100]

Datos no solo provenientes de fuentes dentro y fuera de la isla, sino también del cotejo de los casos publicados diariamente por las autoridades. La respuesta a esos datos ofrecidos por los medios independientes no se hizo esperar, y para la primera quincena de agosto comenzaron a modificar el informe para omitir información útil de este tipo. [101]

Así lo denunciaba en Twitter el importantísimo proyecto inventario [102]: 1/ Los expertos en vaguedad con fines estadísticos del @MINSAPCuba nos regalan hoy esta nueva formulación para ocultar de qué países vienen los 20 casos importados: “Contacto con fuente de infección en el extranjero.” [103] Curiosamente (por así decir) un día después de que anunciaran en un mapa que: 1/ Venezuela pasa a ser el principal emisor de casos importados de #covid19 en Cuba. [104]

Durante esos meses iniciales, la única alusión a la situación epidemiológica del personal de la salud en Cuba fue emitida por @cubadebatecu [105] medio estatal que rige la información como fuente primaria, que posteriormente será proporcionada por el resto de los medios oficialistas. Al parecer, esta centralización de la información es un intento de concentrar en una sola voz autorizada los lineamientos a seguir por el resto de los medios de la maquinaria propagandística del régimen totalitario. Con esto evitan los errores frecuentes que por lo general cometen las ciberclarias [106] [107] #CiberClarias [108] [109], ese ejército de ciber-combatientes [110] que fue creado (y opera mayormente desde la UCI) para diseminar como plaga las propagandas del régimen totalitario, además de hacer aparentar un supuesto apoyo popular a la revolución y sus tiranos. Tropa de la que formaba parte el hoy opositor Eliécer Avila [111] quien lo expuso públicamente dejando testimonios por primera vez. Las ciberclarias están probablemente dirigidas o controladas por el grupo de informática de la seguridad del estado, que después de una maestría relámpago en la CUJAE salieron a entrenarse a varios países, aunque en su mayoría fueron a China. Y, por otro lado, esta centralización de la información intenta darle validez, visibilidad y alcance a un medio político, ampliamente engañoso y manipulador de la información que no es más que el centro de propaganda de la izquierda internacional “socialista/comunista” creado y pensado para generar influencia en las nuevas generaciones de todo el mundo. Evidencias de todo el andamiaje de esa red las está aportando el exjefe de la Inteligencia y contrainteligencia venezolana Hugo ‘El Pollo’ Carvajal ante la justicia española. [112, 113, 114, 115 y 116]

En realidad, cubadebate forma parte, y suele obtener sus fuentes de una red de medios de extrema izquierda sin escrúpulos, como son, TeleSur, rebelion.org, Red Voltaire (voltairenet.org) o lahaine.org. Comportándose cubadebate para la izquierda global en la fuente primaria respecto a Cuba. De esta manera comparten información sin verificar agilizando la propagación de la propaganda y versando sobre un mismo discurso. Resulta tan inverosímil que ronda el ridículo, esa supuesta unanimidad con la que todo izquierdista te pregunte con el eslogan de si te paga la CIA, como si hiciera falta que la Central de Inteligencia Americana le pagara a todo disidente o individuo molesto con el régimen y su miseria en el mundo para convertirlo en un crítico activista.  

La Red La Haine es una red internacional, hasta ahora extendida por el estado español y America latina, de proyectos autogestionados y autónomos con una base común de lucha contra el capitalismo y por la justicia, intentando crear un polo de referencia informativa opuesto al de las grandes cadenas mediáticas y mafiosas; un proyecto plural, pero con unas bases firmes y de crítica radical del ordenamiento mundial. Esta red permite a los proyectos implicados fortalecer su capacidad informativa a través del debate, la propaganda y la coordinación del trabajo, para mostrar al mundo la realidad de los dominados”. [117]

Véase cuan hipócritas pueden llegar a ser cuando desean un sistema como el socialismo que no permite prensa libre, ni libertad de expresión y lo haces además desde el capitalismo que es tan malo que les permite no solo la libertad de ser abiertamente disidentes, sino que les deja aprovechar y disfrutar de la tecnología y los medios creados gracias a ese mismo sistema capitalista de mercado.

Irónicamente, ningún debate ocurre más allá del premeditado nombre de este inescrupuloso medio propagandístico al servicio de la casta castrista y su oligarquía. Incluso, yendo más allá, jamás un político, o funcionario cubano se ha enfrentado a verdaderas preguntas y críticas en vivo. El propio dictador y mentiroso en jefe Fidel Castro Ruz, en su habitual cobardía, creo el sistema para ello, que evitaba ser expuesto a cuestionamientos, formado por anillos tal y como se organizó su escolta personal. Una de las evidencias más elocuentes de la falacia de Fidel como pensador,  improvisador, y demás adulaciones, es el video en el que una joven periodista argentina con una simple pregunta inesperada y que se salía del perpetuo guion al que someten a todas sus entrevistadores, le hace tartamudear, balbucear, quedarse segundos sin respuestas, terminar respondiendo un verdadero absurdo [118] y quedando en ridículo que ha sido solo superado por el de Ricardo Alarcón como presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular [119] ante las preguntas de Eliecer Ávila sobre los aviones colapsando en el espacio aéreo.

Pero nada ha sido caer tan bajo moral y profesionalmente hablando que con el intento de legitimación del llamado “Guerrero Cubano[120], un perfil anónimo en las redes sociales que compartiendo información de origen dudosos y muchas veces solo asequible por la policía política (G2/DSE) y en su mayoría falsos, que genera calumnias por demás punibles en las democracias y que cada vez gana más espacios en los medios oficiales en un intento de legitimación que recalca la deficiente ética profesional del periodismo oficialista esbirro, al servicio de la casta en el poder. Sorprende como una revolución que se nombra tan humanista, benefactora y pregona a los cuatro vientos de gozar con un inmenso apoyo, tenga que mostrar sus supuestas verdades a través de alguien (en realidad varios) que ni siquiera tiene el valor de dar la cara al público, aun estando en Cuba con el favor y la protección de la dictadura militar y todos sus séquitos. Por mucho que cueste a la razón, el escaso pensamiento crítico de los cubanos dentro de la isla hace que muchos crean más en este perfil evidentemente manipulador que en los hechos y en la realidad objetiva. 

Es altamente probable que este perfil tripulado por el régimen haya salido a la luz para contrarrestar el auge de YOUTUBERS e INFLUENCERS cubanos que muestran la deprimente realidad de la vida de los cubanos de a pie, y directamente al connotado Alexander Otaola y su programa Hola Otaola en Cubanos por el Mundo. Este polémico cubano ha logrado junto a su equipo de trabajo, sus cooperantes y su público desquiciar a la dictadura a sus esbirros y su cardumen de ciberclarias. Independientemente de sus detractores, de los que lo critican por disimiles criterios, la realidad es que, no le podrán quitar el mérito de haber sacado del closet político a una gama importante de famosos e influyentes cubanos de farándula, incluidos a los integrantes del grupo musical Gente de Zona, y al cantautor Descemer Bueno, y de haber revelado algunos de los testaferros al servicio de los Castros, y sobre todo, ha denunciado uno de los lastres más vergonzosos que arrastra alguna parte del exilio cubano, el lucrar haciendo negocios con la oligarquía castrista y la casta neo-castrista. Al parecer su aparente independencia, por ahora, le confiere menos conflictos de intereses, por lo general comunes al resto, lo que le permite dar machete a trocha y mocha con menos hipocresía impuesta, algo que hasta el momento y en mi modesta opinión ha ayudado a mostrar las dos caras de la moneda en cuanto al régimen cubano se trata.

«La mentira, la hipocresía y esa doble moral que caracterizan a aquellos que gozan de la venia del régimen cubano para habitar las dos orillas, y lucran de ello, es uno de los lastres que más hunden la fuerza moral de los cubanos. Esos verdaderos testaferros oficiales o no, sustentan a la casta, y lavan la imagen a la cruenta dictadura militar castrista»

— Jose Alberto

Consientes o no, quienes, por migajas dan la espalda a la crueldad y al sometimiento que sufre el cubano de a pie, terminan siendo cómplices consientes de la dictadura militar que nos mantiene en la miseria. Seas quien quiera que seas, y te llames como te llames, dígase artista, escritor, músico, pintor, intelectual, o emprendedor, si no reconoces a la dictadura por su nombre, puede que estés en tu derecho, incluso tu derecho a defender esa posición social superior a la del cubano promedio, como auténtico Homo Rev. Hypocrĭtas. Pero no salgas disfrazado de empático humanista, o mítico socialista/comunista en defensa de tus migajas, menos haciéndote el revolucionario que alza su voz supuestamente en nombre de los humildes, ese restante 99% de cubanos de a pie, que jamás han disfrutado ninguno de tus beneficios.

Así pues, con este titular sensacionalista y extremadamente chovinista: “Las trágicas cifras de personal de salud en el mundo muerto por la COVID-19; ninguno en Cuba[121]. Cubadebate hace una referencia a los datos sobre la muerte de médicos en el enfrentamiento al Covid-19 en algunos países del mundo.

“Cuba no ha actualizado su cifra de personal de salud contagiado. Lo más reciente conocido es la cifra de más de cien contagiados en La Habana. Pero afortunadamente, hasta el día de hoy, ni un sólo trabajador de la salud en Cuba ha fallecido como consecuencia de la COVID-19” Noticia que fue reproducida tal cual y como de costumbre, en varios medios estatales [122], incluido el portal de los profesionales de la salud infomed. [123]

Hago notar, por si no ha reparado usted aun en ello, que el flujo de toda la información (incluida la técnica y la especializada) respecto a la pandemia (y en general) cuyas fuentes deberían ser las instituciones sanitarias y/o sus expertos, en un régimen totalitario como el cubano y siendo la politización la base de perpetuarse en el poder, este flujo va desde los medios políticos al resto. Lo vergonzoso de aquí en que no solo al resto de medios oficialistas que son parte dependiente del sistema en sí mismo, sino a la prensa internacional acreditada y a la del exterior que se lanzan como eco a replicar la propaganda ideada por los órganos políticos del régimen de La Habana. Hasta los reportes técnicos a la OPS/OMS se utilizan y citan a los mismos medios políticos (cubadebate y/o Granma).

¿Acaso no están siendo cómplices de la dictadura, aquellos que como la OPS/OMS lavan la imagen de esta mediante la aceptación, y difusión de información no científica de sus fuentes?

Referencias del reporte de la situación del Covid-19 en Cuba donde se demuestra la utilización de medios politicos como fuentes de información a la OMS/OPS durante la pandmeia. Captura de pantalla.
https://www.paho.org/es/documentos/reporte-situacion-covid-19-cuba-no-85-4-octubre-2021

Epidemiológicamente al parecer, y según lo poco reportado en Cuba, al igual que en el resto del mundo los PS más frecuentemente afectados han sido los del personal de enfermería.

A finales de octubre de 2020, el Consejo Internacional de Enfermeras (ICN en inglés, International Council of Nurses), confirmaba el fallecimiento de 1 500 enfermeras por COVID-19 en 44 países y estima que las muertes de trabajadores sanitarios por esta enfermedad podrían superar las 20 000 en todo el mundo. [124] Para principios de 2021 advierte sobre el efecto de la COVID 19 del que el personal de enfermería era especialmente vulnerable, enfrentándose a un trauma colectivo, con peligro inmediato para la profesión y el futuro de nuestros sistemas de salud. [125]

Aunque las recientes evidencias de más de una veintena de estudios sugieren que existe poca o ninguna asociación consistente entre el rol del trabajador de la salud (enfermero versus médico) y el riesgo de infección por SARS-CoV-2. [126] No obstante, al menos un estudio que controló algunos factores de confusión, la razón de posibilidades (OR) ajustada para el riesgo de seropositividad al SARS-CoV-2 para enfermeras versus médicos fue de 1,52 (IC del 95%, 1,18 a 1,95).

Tampoco contamos con ningún dato de la situación epidemiológica de nuestro personal de enfermería. Y nos preguntamos:

¿Por qué no existen publicados reportes oficiales específicos sobre la situación epidemiológicas de los trabajadores y profesionales de la salud en Cuba?

Vergonzosamente preocupante, además, es que no exista ni una sola palabra fuera de la propaganda y de aplausos “espontáneos”, sobre nuestros profesionales sanitarios que trabajan en la llamada línea roja o primera línea (frontline), esos que presentan al menos tres veces más probabilidades de ser ingresados en un hospital comparado con los que no trabajan de cara al paciente. A lo que se suman otros factores de riesgo para la seropositividad reportados por los estudios recientes, que incluían el sexo masculino, la etnia de raza negra, asiática o hispana, trabajar en una unidad COVID-19, trabajar de cara a pacientes.

En Cuba ni siquiera contamos con estudios epidemiológicos específicos al respecto, a más de dos años ya del inicio de la pandemia. Pero de la producción científica durante la pandemia me ocupare en otro artículo.

La única publicación en revista científica respecto a los trabajadores y profesionales de la salud en Cuba, es una especie de estudio cualitativo titulado: Gestión de los riesgos sanitarios en el enfrentamiento a la COVID-19 en Cuba, en el que se afirman detalles políticos como este: “La gestión gubernamental cubana enfrentó el gran reto de mantener un sistema de salud gratuito frente a una crisis económica recrudecida por el bloqueo económico, comercial y financiero de los Estados Unidos contra Cuba”. [127]   Sin aportar datos respecto a los riesgos sanitarios alguno.    

A la deriva y sin Amnistía. O el famoso caso de buscando una ONG.

Mientras la maquinaria propagandística del régimen cubano continuaba pintando un paraíso en nuestro sistema de salud al más puro estilo orwelliano del Ministerio de la Verdad. En el mundo real la oscuridad invadía el trabajo cotidiano de los TS. Y a medida que fue avanzando la pandemia, los reportes internacionales sobre la situación de los TS fueron tomando mayor importancia. Entre los que destacan el de Amnistía internacional “Expuesto, acallado, y atacado deficiencias en la protección del personal sanitario y que realiza labores esenciales durante la pandemia de Covid-19”, publicado el 13 julio 2020. En el que se concluía que más de 3.000 profesionales sanitarios habían muerto tras contraer la COVID-19. Y denunció las enormes dificultades que afrontan para realizar su labor los TS como la escasez de EPI para el personal sanitario y los trabajadores esenciales en casi la totalidad de los países y territorios de los que se tiene información, el aumento en el volumen y las cargas de trabajo, las malas condiciones laborales, y así como la marcadamente insuficiente protección de los gobiernos. Denuncias con total validez para los TS en Cuba, pero que son omitidas por la prensa estatal y sus ecos (prensa internacional acreditada por el régimen) como monopolio único de información.

Señala además el informe, la denuncia de que en muchos casos los TS han sufrido represalias, como el despido e incluso la detención. En al menos 31 países los TS habían protestado públicamente, habían amenazado con ir a la huelga o habían estado en huelga, sin embargo, en otros países los gobiernos y/o algunas entidades empleadoras impusieron restricciones o impartieron instrucciones para impedir que los TS hablasen públicamente de su situación o sus preocupaciones laborales. Esto que en las democracias parecería increíble que aún suceda, en los regímenes dictatoriales como el de Cuba es la norma. Además, en las democracias el estado/gobierno no tienen poder absoluto, se puede reclamar civil y judicialmente, obtener remuneraciones por demandas e indemnizaciones. Entre otras garantías imposibles de tener en una dictadura cuando se enfrenta un ciudadano al sistema de gobierno en el poder. 

Recordaré (pondré en contexto) brevemente que durante muchos años los profesionales de la salud (y muchos otros también) fuimos presos del sistema a capricho del dictador, cautivos en nuestra propia nación por el único hecho de haber escogido tan noble profesión, y hemos sido la “carne de cañón” del dictador Fidel Castro y los títeres posteriores a él. —“Los niños lindos de Fidel” —decían, como dando una idea de privilegios, cuando nuestra situación como médicos escondía otra dolorosa realidad.

“Desde el triunfo mismo de la Revolución, nunca nuestro país puso obstáculos a la emigración legal de los ciudadanos cubanos a Estados Unidos o a cualquier otro país”.

Fidel Alejandro Castro Ruz Discurso pronunciado en el Protestódromo (Tribuna Antimperialista) “José Martí”, 27 de noviembre del 2001

Así mentía públicamente el tirano durante una época en la que los médicos cubanos pasaban más de 10 años desvinculados de su profesión por extorsión y chantaje del MINSAP para poder recibir el “permiso de salida”, “permiso de viaje al exterior” (carta o tarjeta blanca), un engendro de 150 dorales (salario medio menor de 10 dólares por aquellos tiempos), requerido a cada cubano para poder viajar fuera de la isla y se tramitaba directamente con el ministro del Ministerio al que se perteneciera, sin derechos a reclamos o apelaciones. [128]

¿Quién o quiénes pagarán por esas injusticias a tantos cubanos por tantos años? 

De esa manera los médicos contestatarios u opositores que terminaban siendo obligados al exilio por la persecución de la policía política no tenían más remedio que callar y aguantar hasta salir del país. Imaginen el grado de tortura psicológica, de aislamiento social y de deterioro de sus capacidades técnicas que sufre un médico tantos años impedido de su ejercicio profesional.

¿Cómo se le reponen tantos años de sufrimiento a un ser humano?

Esto genera también un estado de incertidumbre en el resto del gremio médico que les limita profundamente la libertad de crítica, al restringir y condicionar la conducta respecto al régimen la posibilidad de emigrar, por demás única salida una vez que se disentía. Las repercusiones de estas ignominias van más allá del ámbito personal y familiar de estos colegas, atenta fundamentalmente con la capacidad de críticas y denuncias al sistema imperante dejando a nuestros pacientes y a los propios profesionales indefensos ante negligencias, abusos y daños por mala praxis.  Nuestro sistema de salud lejos de ser humanista esconde tras la fachada propagandística, un férreo paternalismo dictatorial, una corrupción interna y una burocracia que limita la capacidad de resiliencia y la evolución de la calidad en la atención a nuestro pueblo y a los propios trabajadores.

Posteriormente en la época del implantado fervor Chavista, los médicos eran obligados a trabajar donde fueran ubicados por el MINSAP durante 8 años con la misma finalidad, pero ahora la dictadura necesitaba más fuerza laboral cubriendo a la masa enviada a Venezuela y otras partes del mundo, como esclavos a cambio de inversión en la isla, petróleo y quien sabe que más. ¿No es esto otro ejemplo de trabajo forzoso impuesto por el Estado?

 “…chinaaa (Raul Castro Rúz), dale consíguete un rabo… de nubeee, pa’ que se lleve lo malo”.

estribillo machista (homófobo) cantado frecuentemente por el “comunista” de la trova Ray Fernandez en el Diablo Tun Tun, centro de divertimento enmascarado del MININT. [129] [130]

Después de las presiones por el “deshielo” con EE. UU., llegó la supuesta eliminación del permiso de salida (sí, así es, siempre fuimos esclavos con dueños) prometido para mejorar su imagen desde 2008 [131] por el dictador y sucesor de su hermano en la dinastía Castro, el General de Ejército Raul Castro quien puso en vigencia la reforma en enero del 2013, en el contexto de las negociaciones con el Gobierno de Barak Obama, pero dejó una indignante enmienda, la impopular categoría de los “regulados”, [132] [133] que no solo impide la salida del país a especialistas y otros profesionales, sino que continúa impidiendo la entrada a su propio país a quienes permanezcan más de dos años residiendo fuera, como si el concepto de cubano estuviera sujeto al lugar donde resides, o a los que decidan romper con el contrato laboral (civil), violando los derechos humanos, sometiéndolos al destierro forzoso, sin poder entrar por 8 años o más a su propio país. Pero el oprobio a los médicos no queda ahí, la Revolución les tilda de desertores humillándolos e intentando manchar su prestigio ante la sociedad, generando daños irreparables a estos profesionales y sus familiares. [134] Separando así a miles de familias cubanas, a hijos de sus padres, a hermanos, y amigos. [135] En contra de esta inolvidable injusticia existe un constante reclamo en las redes sociales [136] por plataformas como la de “No Somos Desertores”, o “Prisoners Defenders”. [137]

Siempre me he cuestionado, cómo es que le hemos dado ese poder a esta tiranía y en la búsqueda neuropolítica de esa respuesta ha nacido este blog.

«Ninguna persona, gobierno o institución, debería tener la capacidad de impedir la entrada a su patria a otro ser humano»

— Jose Alberto

Lo que ha terminado siendo una de las más demoledoras consecuencias de habernos permitido ponderar a un sistema político sobre la dignidad y la libertad del ciudadano, el individuo como ser humano. En la Cuba que yo sueño y por la que lucho, ha de haber indemnización a estos colegas y a sus familias. Y ningún cubano será impedido de entrar a su terruño en ninguna circunstancia.

«El desembolso de seis millones de dólares para traer a 585 profesionales de la salud desde la isla representa el mayor despliegue de la diplomacia cubana en medio de la pandemia».  — Elías Camhaji [138]

Durante décadas el pueblo cubano ha tenido que aceptar que se exporten sus profesionales de la salud en detrimento de nuestro propio sistema sanitario y por ende la salud de todos los cubanos. La mano de obra esclava disfrazada de solidaridad, pero de una “solidaridad” muy lucrativa para la casta en el poder de la revolución esclavista. Para quienes conocemos la verdadera cara de las misiones nos resulta vergonzoso y asquerosamente inmoral la campaña política para el Premio Nobel de la Paz a la brigada paramilitar “Henry Reeve”. Muchos activistas y organizaciones han estado haciendo excelente trabajo para darle a conocer al mundo la realidad detrás de la propaganda, y han comenzado a obtenerse resultados relevantes al respecto. Justamente el Nobel no les ha sido entregado. Cada día gracias a algunos en la isla, al exilio cubano y a verdaderos amigos, se va haciendo consciencia de la realidad de estos colegas al servicio de la dictadura que les tiene trabajando en condiciones de esclavitud [139] en el mundo entero, obligándolos bajo extorsión y chantaje a realizar prácticas poco éticas, como modificar estadísticas. [140] [141]

«Tras la imagen de solidaridad y la grandilocuencia de las cifras de profesionales de la salud que llegan a trabajar a otros países, se esconde una realidad de asedio y sufrimiento poco conocida».

@ConnectasOrg

Le pregunto a todos esos que defienden a las brigadas paramilitares disfrazadas de solidaridad, si ellos comprenden que los galenos cubanos prácticamente no tienen la posibilidad de escoger si ir o no ir a las llamadas “misiones médicas” cubanas, si conocen que en realidad estos colegas viven al margen de la pobreza con sueldos por debajo de los 2 dólares diarios, que trabajan en condiciones laborales miserables y sin recursos para defenderse de un único empleador (el autoritario régimen cubano), quien lucrando de las misiones, les “ofrece”, bajo contratos laborales abusivos, la posibilidad de viajar (por tantos años vedada al cubano y en especial a los médicos), en el cual podrán “ganar” un poco más que sus salarios actuales (lógicamente ante salarios tan bajos) y algunos que otros productos inexistentes en la isla, o inalcanzables para ellos por los precios estatales y/o los precios del mercado negro.

  • ¿No es eso acaso, esclavitud moderna pura y dura, una forma de trabajo forzoso impuesto por el Estado?
  • ¿Quién, bajo esas condiciones de esclavitud, no aceptaría lo que sea para al menos aliviar el peso y el dolor de sus grilletes?

«El millonario negocio de la salud del régimen se sostiene sobre dos pilares: un servicio de alta calidad para extranjeros en la isla y la exportación masiva de profesionales de la salud a través de las misiones médicas. Este lucrativo modelo le ha permitido al gobierno hacer propaganda y vender una faceta altruista, mientras los cubanos sufren el colapso hospitalario y los médicos que integran las misiones son sometidos a todo tipo de violaciones de sus derechos».

Diario de Cuba & Conectas

Todo esto sin siquiera adentrarnos en la corruptela detrás del departamento creado para la decisión de quines cumplen con lo “méritos” para ir de misión y quienes no. Los criterios pocas veces son realmente técnicos, o de pericia, sino primero politicos, y en segunda instancia a conveniencia lucrativa de los que dirigen el tinglado. Es harto conocido que se pagan (de diversas formas) los puestos para las misiones en dependencia de la calidad del país y las ventajas que otorgue. Si tuviéramos prensa libre ya hubiera sido un escándalo. y en cuanto al plano moral, pues con “la luchita” lo resolvemos todo; quien me consigue el viaje, está “luchándosela” igual que yo, así que ahí vamos. la inmoralidad y la falta de ética que termina imperando en toda sociedad socialista que hemos conocido. Esto también atañe a los gobiernos y pueblos a los que van los médicos no por su calidad o cualificación sino por un proceso de selección ajeno a toda calidad.

A la sazón respecto a la ética profesional, y en medio de la desesperación (quizás aparente) que le ha generado a la dictadura el movimiento pacífico Archipiélago [142] [143] y su marcha el #15NCuba [144] apoyada por el exilio y reprimida ya incluso antes de haber comenzado [145], el régimen de La Habana quemó supuestamente a uno de sus agentes infiltrados aparentemente para aportar información sobre el exlíder de la plataforma Yunior García Aguilera. El doctor Carlos Leonardo Vázquez González [146], destapado como el “agente Fernando” por los Órganos la Seguridad del Estado, además de no aportar pruebas ni argumento alguno, puso en evidencia los inadmisibles conflictos de intereses bajo los cuales operan violando todo código de ética profesional y médica muchos de los profesionales al servicio de la tiranía revolucionaria, jerarquía de valores en sus propias palabras: “soy… …y lo más grande un fidelista y hace 25 años, soy el agente Fernando de los Órganos de la Seguridad del Estado a la cual le he dedicado mi vida. Nótese que digo supuestamente porque no sabemos si realmente era agente o solo un chivato (soplón, cooperante) conocidos como informantes. Existen evidencias documentales sobre como la seguridad del estado cubano inventa perfiles de oficiales infiltrados, incluso expedientes de supuesta pertenencia a organizaciones políticas como el PCC.

Me detengo aquí para recalcar que el contexto ético moral de los profesionales cubanos (y universalmente) no puede ser separado de la cultura de su entorno (impuesta o no), de la atmosfera del sistema que pondera sus intereses por encima del derecho de los otros, induciendo a la mentira, al ocultamiento de la verdad, mediante premios al confiable y castigos al que disiente. A colación aquí la llamada “emulación socialista“, otro nefasto artificio político que merece una entrada propia en este blog.

MEME del doctor Carlos Leonardo Vázquez González, destapado como el "agente Fernando" por los Órganos la Seguridad del Estado cubano.

Las redes, ese espacio aparentemente libre vuelven a hacer justicia y el pávido agente ha terminado siendo más una nueva fuente de memes que de argumentos críticos contra los del grupo Archipiélago. [147 

La manipulación de la información por parte del régimen castrista está ampliamente documentada y como he venido señalando, no es algo que en realidad debería sorprender si tomamos en cuenta su modus operandi habitual y la forma en que trata no solo a sus médicos 148, sino a otros profesionales como lo periodistas independientes (de los que niega hasta su existencia, como hace con la oposición) y al pueblo en general. 149

¿Alguien podría esperar algo bueno de un sistema que como una auténtica organización criminal allana moradas, secuestra ciudadanos sin cargos, ni órdenes judiciales?

Lo peor moral y éticamente hablando es estructural, es el sistema en sí mismo, ese constructo distópico, y llega desde su consigna propagandística insignia, plagiada del fascismo, carta de advertencia a los intelectuales y cárcel de todos los cubanos: Dentro de la Revolución todo, contra la Revolución nada150 como he comentado antes, el eslogan que más atenta contra la dignidad del cubano, incluidas inimaginables violaciones de la ética médica. Es la cultura de ponderal al confiable al sistema sobre el competente, del ocultamiento de la realidad a diferentes niveles, la normalización de lo incorrecto o lo cuestionable, el adoctrinamiento sistemático en las universidades que impide adquirir pensamiento crítico universal. Lo que permite que ocurran atrocidades como la que le ocurrió al recientemente nombrado por TIMES 151 entre las 100 personas más influyentes del 2021  Luis Manuel Otero Alcántara artista 152 y activista del Movimiento San Isidro, recluido en el Hospital Universitario Calixto García (una institución de salud) después de haber sido secuestrado (literalmente) por la policía política (DSE/G2) del MINIT en horas de la madrugada, para interrumpirle la huelga de hambre y sed, mediante la cual él protestaba pacíficamente por el robo de sus obras a manos de las mismas fuerzas represivas que días antes había allanado su morada a ojos del mundo entero. 153 Muchos cubanos lejos de entender que no importa si sus obras son arte o no, si él es artista o no, ni si se comparten sus ideas o no, o si se está en su espectro político o no, que lo importante son los abusos a un cubano, a un ser humano, sintonizan su escaso o nulo pensamiento crítico con las falacias de la dictadura, y su discriminante forma de etiquetar de “delincuentes” a los que piensan diferente.

Así comenzaron a salir una serie de videos 154 de LMOA como paciente supuestamente de la mano de la enfermera Dora Álvarez y del doctor Ifrán Martínez Gálvez por demás vicedirector quirúrgico del Calixto García, donde se violaba toda ética médica convirtiendo a estos individuos en cómplices de otra de las atrocidades de la dictadura. 155 Tras casi un mes de reclusión fue liberado 156 y expresó las formas de tortura a las que fue sometido en la institución de salud. 157 158 159 Otero Alcántara actualmente se recupera del Covid-19 (adquirido en prisión) 160 y está en huelga de hambre desde el 27 de septiembre en prisión donde ha estado incomunicado y permanece aislado en la cárcel de máxima seguridad de Guanajay, en la que lleva más de cinco meses, después de haber sido detenido el pasado 11 de julio mientras trataba de unirse a las manifestaciones populares masivas que sacudieron Cuba. No debe haber un solo instante en el que luchemos como podamos por la liberación de él y todos nuestros presos políticos.

Más reciente ha sido la presencia y participación activa del doctor Rafael González Ponce de León (@Rafael__Ponce), decano de la Facultad General Calixto García (@HospitalGarcia), de la Universidad de Ciencias Médicas de La Habana (@UCMHabana) en la extorsión durante los interrogatorios por la policía política al twittero y estudiante de medicina de la facultad que él dirige, después de haber sido detenido 161 por su participación en el estallido social del #11JCuba para coaccionarlo respecto a su activismo y apoyo a #SOSCuba poniendo como moneda de cambio su permanencia en la carrera.

Esta práctica profundamente inmoral que se aleja de toda ética profesional probablemente no se haya visto jamás en nuestro país en ninguna de las cruentas dictaduras anteriores al fatídico 1959. Ariel Falcón conocido en las redes sociales como @YoUsoMiNasobuco (#YUMN) acaba de narrar en su primer video 162 desde Madrid las atrocidades que sufrió y vio cometer al más puro estilo nazis y como se sintió le recordaba en el campo de concentración de Auschwitz 163 mientras pasaban entre dos filas de policías con perros pastores alemanes ladrando agresivamente y mordiendo a alguno de ellos. 164

Desde la isla, o desde el exilio, cubanos todos, apoyados por buenos amigos del mundo entero, han creado disimiles organizaciones que son verdaderos podios de ilustración y testimonio de las barbaries del autoritarismo, y el totalitarismo en Cuba. Otros lo han expresado y dejado constancia en blogs que anteceden por décadas en calidad, y patriotismo a este que modestamente he comenzado.

A todos esos activistas (disidentes, opositores, y a la diáspora) mi respeto, admiración y agradecimiento siempre. En su labor no solo exploran, visibilizan y archivan importantes testimonios de nuestros tiempos bajo la dictadura revolucionaria. Sino que representan uno de los frentes de lucha no violenta de nuestra incipiente sociedad civil.

Entre los ejemplos más recientes de estas auténticas barbaries a la ética profesional y la moral humana son los cometidos contra estos colegas médicos:

El día de hoy fue despedido David Alejandro Martínez Espinosa @DavidMtnezEsp quien se desempeñaba como profesor en el Departamento de Formación Básica General de la Universidad de Ciencias Médicas de Cienfuegos por supuesta pérdida de ejemplaridad, prestigio y requisitos” para ejercer como profesor”. 165 166

Dr. Alexander Raúl Pupo Casas graduado de medicina en 2018 en la provincia de Holguín. Por cuestionamientos respecto a la precariedad material incluida la falta de medicamentos y el abastecimiento de agua de su barrio y del pueblo cubano en general, fue requerido inicialmente en sus redes sociales por la Dra. Lissett Ponce de León Norniella, jefa del Servicio de Neurocirugía del Hospital Docente Dr. Ernesto Guevara de la Serna, en la provincia Las Tunas profesora de la Universidad de Ciencias Médicas de dicha provincia. Después del típico proceso de hostigamiento que incluyó su expulsión de la residencia estudiantil donde vivía, el comité de ética encargado de evaluar su “caso” finalmente determinó su sanción y expulsión de la especialidad de Neurocirugía. 167 168   

Cuando la verdad se convierta en una amenaza para una Revolución, entonces sabremos que esa Revolución no es justa“…. — Dr. Alexander Raúl Pupo Casas (septiembre 21, 2020)

Quedando como testimonio ante otro caso de segregación ideológica (discriminación por razones político-ideológicas), las violaciones a la libertad de opinión, expresión, acceso a la información, derecho a la educación, y el mal sistémico en el que un “comité de ética” subordina su actuación al régimen político de la dictadura en detrimento de los verdaderos valores éticos y morales. No existe ética si quienes la representan legalmente tienen conflictos de intereses que les obligan responder al poder institucional, abandonado así todo principio de parcialidad y justicia.

“Dr. Manuel Guerra Guerrero es detenido por la policía cuando se dirigía a asistir a un paciente. Fue trasladado a la 1ra estación de la PNR. Se declaró en huelga de hambre. Le informaron a su madre que será traslado a Instrucciones Penales y que sería procesado por el presunto delito de desobediencia. Fue excarcelado al día siguiente luego de una oleada de solidaridad que se generó en las redes”. 169

“…el Dr. Manuel Guerra, miembro del equipo de coordinadores de la plataforma Archipiélago y uno de los firmantes de la petición entregada a las autoridades de Holguín para desarrollar la Marcha Cívica por el Cambio el próximo 15 de noviembre (15N), fue separado de su puesto de trabajo en la sala de Ginecología y Obstetricia del Hospital Municipal “Nicodemus Regalado” en el municipio Calixto García, de la provincia de Holguín, en donde laboraba desde hacía dos años y medio”. 170

Están separando a un médico de su puesto laboral por ideas políticas, sigue la dictadura haciendo de las suyas. ¿Hasta cuándo? No más acoso laboral. Esto es otra causa para [marchar] el 15N. Viva Cuba libre”, denunció el especialista en su perfil de Facebook. 171

Y el más reciente caso, el del colega Dr. Alexander Jesús Figueredo IzaguirreNo violé el juramento hipocrático sino el juramento comunista”, dijo el también miembro del Gremio Médico Cubano Libre en una directa donde rebatió los argumentos de las autoridades de salud. 172

Pero una vez más, nada nuevo ha ocurrido aquí, es indignante la impunidad de ese sistema maquiavélico y sus esbirros durante más de 60 años. Estos casos recién ocurridos nos recuerdan el #ProhibidoOlvidar que llevamos tatuado una vez que pasamos a la resistencia contra la dictadura más longeva del continente americano. Y recordamos a los Dres. Rodolfo Martínez Vigoa y Jeovany Jimenez Vega, dos médicos cubanos que trabajaron durante 12 años para el MINSAP en Guanajay, al oeste de la Provincia La Habana actualmente Artemisa, hasta octubre de 2006, cuando fueron inhabilitados para el ejercicio de la Medicina en todo el territorio nacional por tiempo indefinido por el mero hecho de enviarle una carta al ministro de Salud Pública en aquel entonces el Dr. José Ramón Balaguer Cabrera para hablar sobre sus salarios. 173 174

¿Quién podría esperar algo bueno de un sistema que discrimina por la forma de pensar impidiendo su entrada o expulsando a cubanos de las instituciones públicas de educación como las universidades?

Un sistema que discrimina a los cubanos y los expulsas de las instituciones públicas (únicas, además) incluidos residentes de especialidades médicas, en medio de una crisis sanitaria, por quejarse ante las injusticias, o de su dura realidad en el trabajo.

La periodista Claudia Padrón Cueto (@padroncueto) ha dejado (en @TremendanotaC) una excelente línea del tiempo con una treintena de casos de segregación ideológica en las universidades revolucionarias. Recomiendo a todo interesado el trabajo que al respecto está haciendo el Periodista, profesor e investigador José Raúl Gallego (@joseraul86) y el Observatorio de Libertad Académica (OLA).

También se han denunciado estos atropellos a otros trabajadores de la salud, como el camillero auxiliar Omar Ortega Mendoza, quien fue procesado en juicio sumario y condenado a 10 meses de privación de libertad 175 simplemente por denunciar el colapso sanitario en el Hospital Provincial Roberto Rodríguez, del municipio avileño de Morón donde trabajaba. Mientras el periódico Invasor de información local dejaba ver a la postre que sus denuncias eran ciertas el continúa injustamente en prisión. Para después acotar otro artículo de acostumbrada propaganda sobre inicios de reparaciones al centro hospitalario. 176 177

Nótese como patron básico, que constante e impunemente el oficialismo (Homo rev. mendacium, el Homo rev. Manipulare y el Homo rev. Fecalis Ridículus Continuum) niega hasta más no poder los males del sistema, el Homo Revolucionarius kubinskiy no solo le cree a esa fauna revolucionaria, sino que confía en su opresor, quien le jura no haber tales problemas, para posteriormente terminar aceptando todos que van (en futuro) a arreglar esos males que “no” existían en el pasado negacionista. En fin… el fenómeno cubano del cual profundizaré en este blog desde una perspectiva neuropolítica.

Una de las prácticas revolucionarias que más me indignan, y de la cual jamás fui consciente estando en Cuba, son los repugnantes abusos diarios a mujeres cubanas, que van más allá de los cometidos constantemente contra las Damas de Blanco como la joven de 23 años Sissi Abascal Zamora 178, la opositora Yakelín Heredia Morales 179 y su líder Berta de los Ángeles Soler Fernández 180, que no por cotidianos esos atropellos debemos dejar de denunciar y combatir. 181

«Esa actuación evidentemente ilegal y de carácter mafioso de recluir a mujeres en sus viviendas, mediante la vigilancia continua de agentes de la Seguridad del Estado, es una cruz que pesa como grillete en la vida de cada cubano con honor y respeto por la dignidad humana»

— Jose Alberto

Resaltan por ejemplo los casos de las periodistas como Camila Acosta Rodríguez @CamilaAcostaCu que lleva unos 4 meses (desde el 16 de julio) bajo medida cautelar de reclusión domiciliaria y vigilancia policial constante. Camila está en espera de juicio, acusada injustamente de desorden público y de instigación a delinquir, por salir a reportar las protestas del #11JCuba, acaba de ser citada por la policía política para “discutir” sobre el expediente judicial que las autoridades le abrieron por los sucesos del 11 de julio. 182 183 184 185 186

“Seguimos en las mismas, la seguridad metiendo prisma / Esas cosas a mi como me indignan, se acabó el enigma / Ya sa’ tu revolución maligna”

Patria y Vida

Y dos de las mujeres que junto a Yoani Sánchez (@yoanisanchez) admiro y respeto, aún sin conocerlas más que virtualmente, por su lucha cívica por una Cuba “con todos y para el bien de todos” como fue anhelo perenne de nuestro Apóstol de la Independencia, el revolucionariamente vilipendiado por los castros, José Martí. La periodista y activista Iliana Hernández (@ilianahcuba) quien es blanco constante de acoso y reclusión domiciliaria al igual que su colega Luz Escobar (@Luz_Cuba) quien además es constantemente amenazada con extrema bajeza por esbirros de la policía política respecto a sus hijas. 187 188 189 190 191 192 193

Independientemente de que contra ellas se teje una opinión sobre sus posibles relaciones con la seguridad del estado, la oligarquía o el cambio fraude que tanto daño nos haría. En lo personal apoyo a todo aquel que al menos ilustre la realidad de mis coterráneos en la isla, dado que el Satyagraha (abrazo de la verdad) de Mahatma Gandhi es también una de nuestras mejores armas contra la “revolución” de la oscuridad. Objetivamente todos tenemos nuestros propios límites y conflictos de intereses, el que comparta delitos por ser cómplice algún día también será juzgado.

Hasta que no conquistemos la libertad y tengamos democracia verdadera, todos y cada uno de nuestros esfuerzos deben estar dirigidos a derrocar al regimen autocrático castrista y al restablecimiento posterior de una democracia.

La historia de represión castrista sobre las madres opositoras aun sangra activamente como en el caso de la activista y opositora de 35 años, Lizandra Góngora Espinosa madre de cinco hijos quien podría recibir la sentencia más alta que se haya impuesto a una mujer por salir a manifestarse el 11 de julio en el municipio artemiseño de Güira de Melena. “Los oficiales se negaron a entregar las pertenencias de ella. En esencia, no se sabe si está bien, si está allí. Hasta hoy nadie la ha visto. Nadie ha oído su voz“, concluyó la ONG Cubalex. 194 195

Cuando las mujeres protestan por las condiciones sociales que están sufriendo en la isla, también son víctimas de la violencia institucional”, señala a Efe en Madrid Elena Larrinaga @EllSantaelena, directora ejecutiva de Red Femenina de Cuba en cuya página se puede encontrar un “Listado de feminicidios y agresiones a las mujeres en Cuba” referente al mes agosto pasados los sucesos del 11 de julio.

También se suman nuevas generaciones de mujeres cubanas, como Carolina Barrero Ferrer (@carolinabferrer) historiadora y curadora de arte miembro del @27Ncuba que siguió siendo acosada, permaneció bajo vigilancia, reclusión domiciliaria, y detenida varias veces por la policía política, hasta su salida del país. 196 197

Otra vez es la periodista Claudia Padrón Cueto quien nos acerca al perfil de 20 cubanas violentadas por el régimen cubano. 198

Preocupante ha de resultar los casos de los patriotas José Daniel Ferrer condenado a 25 años de cárcel en el 2003 durante la Primavera Negra, que deberá cumplir ahora 4 años más de cárcel, 199 200 y el de Félix Navarro Rodríguez también “…opositor del Grupo de los 75 que vuelve a prisión por su activismo por una Cuba democrática, cuando fuentes desde la isla informan que fue trasladado nuevamente a la prisión Combinado del Sur en Matanzas”. 201

La realidad es que se me quedan muchísimos presos políticos, activistas, incluidos jóvenes y menores de edad, cubanos todos que hoy sufren las arbitrariedades y las torturas de la policía política a los que les dedicaré además de estos renglones aquí, otros artículos y mi tiempo, en todo lo que pueda, por justicia para ellos y por su liberación inmediata. La ONG Cuban Prisoners Defenders (@CubanDefenders) que actualiza cada día su lista de presos políticos denuncia el aumento sufrido desde los últimos meses en el número de detenciones de cubanos. Por su parte Cubalex detectó más de 50 actos de hostigamiento durante la jornada del 15N. 202 203

A estas alturas es fácil reconocer que esto es otro modus operandi habitual de las fuerzas represoras de la dictadura castrista que podría sorprender a la mayoría, pero la realidad es que muchos lo han sufrido durante las últimas seis décadas, solo que ahora el internet permite darle visibilidad y seguimiento en tiempo real.  Siendo inevitable pensar en cuánto y cuántos cubanos habrán sufrido en silencio y bajo las sombras de las atrocidades de tan inescrupulosa dictadura. Quizás la historia de los Plantados llevada recientemente al cine por Lilo Vilaplana nos aproxime un poco a la crueldad real de la revolución y sus revolucionarios, esa manada de hienas, de buitres” descrita por Huber Matos. 204

Así podemos cerrar simplificando, el círculo de represión de la “Revolución Cubana” (a la que muchos le llamamos “RoBolución” de robo-ilusión y todo lo demás), que comenté en la introducción. Con torturas y persecución a la oposición, los medios de comunicación evitan que el cubano en la isla y el mundo se entere, dejándolos solos en el olvido, o en el exilio, mientras la propaganda continúa inculcando una supuesta continuidad de la obra “magnánima” de la revolución.

Partiendo lo que he comentado hasta aquí, y en lo adelante, espero no les sea difícil entender que el pensamiento crítico es muy escaso dentro de la Isla, fundamentalmente por el adoctrinamiento sistemático, la manipulación de la información, las escazas opciones de contraste de dicha información y la poca voluntad de realizar un pensamiento crítico real, a causa de estas mismas variables comentadas al principio, entre muchas otras como la enajenación por el estrés diario en búsqueda de comida (por mencionar la más popular), todo sumado al absolutismo resultante en una soberbia de los dirigentes compartida prácticamente como identidad nacional ante las unánimes opiniones políticas del cubano dentro de la isla.

«El pueblo cubano, esa masa de Homo revolucionarius kubinskiy, pareciera padecer de una especie de Síndrome de Estocolmo (Stockholm Syndrome) colectivo, al haber creado un vínculo sentimental con el sistema abusador (Revolución Cubana) como respuesta psicológica a tantos años de sometimiento»

— Jose Alberto

El sentimiento nacional de amenaza e indefensión ante el Leviatán de la tiranía revolucionaria con poder absoluto, al mismo tiempo que los cubanos (como sus víctimas), dependen casi exclusivamente del propio sistema para sobrevivir, y del cual recibe algunos premeditados gestos de bondad, termina originándose el medio propicio para el surgimiento y desarrollado de la conexión de la víctima con su verdugo, padeciendo así el síndrome de Estocolmo (Stockholm Syndrome). De este modo los cubanos en un intento de humanizar o justificar las atrocidades que el régimen abusador muestran sentimientos positivos a la revolución, enfocados solo en sus supuestas bondades (aunque solo sean propaganda o nimiedades comparadas al sufrimiento y la miseria), mientras desprecia y muestra rechazo hacia quienes quieran ayudar (EE. UU.), o hacia quienes quieren hacer justicia como el caso del exilio cubano y los disidentes dentro de la isla. 

«Básicamente el pueblo cubano (Homo revolucionarius kubinskiy como víctima) piensa que las barbaries revolucionarias (medidas sociales necesarias) ejecutadas por los esbirros (dirigentes revolucionarios, miembros del PCC), de su verdugo (estado/gobierno/revolución/sistema), son por un bien común (la construcción y perpetuación del propio monstruo, del socialismo/comunismo/revolución), en contra de un enemigo común (el imperialismo Yankee, el capitalismo, la derecha política), y lo defiende a toda costa, sin reparar que, en realidad, es el propio sistema el Leviatán que da origen a todos sus males»

— Jose Alberto

En lo personal, soy de los que piensa que este preámbulo, que se me ha hecho imprescindible, aun siendo anecdótico, e independientemente de algunos datos y argumentos expuestos, debería ser suficiente para inferir la bochornosa realidad sobre el enfrentamiento de las autoridades cubanas a la pandemia en cuanto a la forma en que esta tiranía revolucionaria ha maltratado (a lo largo de toda su existencia) y maltrata a sus trabajadores, especialmente a los de la salud y a nuestro pueblo en general. Pero hemos sufrido como individuos, tantos engaños, en nuestras sociedades, que la moral, el prestigio y la palabra del hombre parecen haber perdido todo valor. Entonces, aportemos evidencias sobre la base de los conocimientos científicos epidemiológicos actuales respecto a la pandemia y a los datos respecto a mis colegas.

Cabe aquí una aclaración más y volviendo sobre el informe de Amnistía, dado que el régimen cubano no permite ONG en la isla (las representaciones de las pocas que existen solo cuentan con personal cubano, altamente seleccionado por los órganos de control del estado) y en su cinismo habitual desacredita los reportes de ONG cuando no le son favorables, alegando que son parcializados y subsidiados por el gobierno de los EEUU, (tristemente ese es el sentimiento general en la población cubana manipulada), pero al mismo tiempo son capaces de utilizar datos de estas mismas organizaciones para señalar en detalles y hasta la saciedad los aspectos que son negativos a los países o al capitalismo como un todo, no pocas veces sin sentido alguno.

Por lo que, al ir a la metodología del informe, encontramos que, “Amnistía Internacional recogió información sobre los derechos del personal sanitario y los trabajadores y trabajadoras esenciales en 63 países y territorios del mundo, 18 de Europa, 4 de la región de Oriente Medio y el Norte de África, 10 de Asia, 10 de las Américas y 21 de África” efectivamente, entre los países reportados como es habitual no se encuentra a Cuba. Aun así, varias ONGs han sido creadas clandestinamente dentro de la isla, o desde el exterior en un intento de conocer y divulgar la realidad del pueblo cubano que el régimen y sus esbirros ocultan. 205

«Sería especialmente saludable para nuestra nación que se permitiera la creación interna y la acreditación de ONGs independientes que brinden una retroalimentación, y a la vez ejerzan presión como contrapeso, indispensable para la transparencia del gobierno y sus instituciones»

— Jose Alberto

Ganaríamos en calidad, en control del presupuesto, en protección a nuestros pacientes y trabajadores de la salud. Es algo inherente a las democracias y por lo que muchos hemos luchado como hemos podido. Los cubanos debemos entender las funciones del contrapeso político a la hora de regular y auditar el quehacer de las instituciones.

Y no podemos olvidar, otra de las caras del mismo problema, no pocas ONGs generan notas, informes, sobre la base de datos de la dictadura que terminan por ser un espaldarazo a las violaciones de los derechos humanos más que una ayuda a los mismos. Estas organizaciones por lo general presentan grandes conflictos de intereses en cuanto a un apoyo incondicional al movimiento izquierdista global. Terminan demostrando gran hipocresía respecto a nuestros problemas como el caso de Oxfam 206, MEDICC y su revista (@ReviewMedicc) entre otras que se preocupan, por ejemplo, del impacto que tiene el embargo en los niños cubanos, pero ni una sola palabra sobre los menores de edad secuestrados después del estallido social del 11 julio 207, por los que ha insinuado preocupación UNICEF.

Como he comentado con anterioridad, hoy día la prensa independiente se está haciendo cargo cada vez mejor y más profesionalmente de este agujero negro de las estadísticas nacionales y de las realidades de la pandemia no mostradas por la prensa oficialista de nuestro país. No obstante, el informe de Amnistía aplica especialmente para los colegas en la isla y para la forma de conducción de la pandemia por parte del régimen cuando comunica: 

«La obligación de proteger la salud y la seguridad del personal sanitario y los trabajadores y trabajadoras esenciales emana del derecho a la salud y el derecho al disfrute de unas condiciones de trabajo equitativas y satisfactorias. El derecho a la salud incluye “el derecho a la higiene del trabajo y del medio ambiente”, que entraña “la adopción de medidas preventivas en lo que respecta a los accidentes laborales y enfermedades profesionales”» refleja el informe. 


Si se revisan las leyes cubanas, y se midieran los “ingentes esfuerzos” de las administraciones (publicados por el oficialismo) vociferado enérgicamente por la propaganda, no cabría dudas de que deberíamos cumplir con creces los estándares de los países industrializados, pero la realidad de nuestro sistema de salud es muy diferente.

Partamos desde el hecho de que en Cuba no tenemos medios reales para proteger al consumidor (incluido el paciente), legalmente. Durante décadas de incultura e involución civil revolucionaria, el estandarte para todo descontento como consumidor era la frase “por los canales pertinentes” haciendo referencia a que fuera a través de los sindicatos y demás organizaciones de masas. Pero todos absolutamente están subordinados a un mismo poder y único partido. A medida que la dictadura se ha visto obligada a realizar reformas hemos comenzado a ver algunos incipientes recursos legales siempre y cuando no vayan contra el estado, el partido ni sus dirigentes. Entonces existe el mecanismo jurídico, pero solo si no pereces ante un premeditado y represivo muro de Berlín burocrático. 208

Introduzco aquí otro paréntesis necesario sobre nuestro nefasto sistema sindical post revolución. Las asociaciones sindicales por definición y razón de ser son (deben) independientes, o sea, gobernadas y administradas sin intrusión del Estado ni de los empleadores. Algo que como se comprenderá no ocurre en Cuba, donde todas las organizaciones de masas son subordinadas al PCC directa o indirectamente y utilizadas para proteger al sistema (revolución) antes que a sus “queridos” obreros, padeciendo también de una institucionalizada discriminación político-ideológica. 209 210 211

«Una Asociación Sindical es una agrupación permanente de trabajadores que ejerce una actividad profesional o económica para la defensa y promoción de los intereses de los trabajadores y para lograr mejores condiciones de vida».

Una de las formas en que se evidenciaba esta falta de separación de poderes es con el simple ejemplo de que, para viajar, a los trabajadores les era solicitado un aval del sindicato del centro laboral, pudiendo este vetarte el viaje. Las organizaciones de masas han formado y forman parte importante de los mecanismos de extorsión del régimen obligando a los trabajadores a participar de los eventos políticos como marchas, desfiles o actos de repudios como moneda de cambio de mantener el aval requerido para permanecer siendo “idóneos” (otras de las categorías que discriminan segregando por la orientación política) en el centro laboral. Y ha permitido ver a millones de cubanos supuestamente marchado espontáneamente a favor del régimen dictatorial.   

De ahí que se entiendan titulares como este de CNN: «Médicos cubanos lanzan inusuales críticas a la gestión del gobierno contra el covid-19». puesto que son realmente inusuales las denuncias a pesar de las lúgubres condiciones del sistema de salud cubano. Es por esto que se podrían considerar que prácticamente todos los médicos (y los cubanos en general) hemos sido al mismo tiempo, de una forma o de otra, víctimas y cómplices de la tiranía revolucionaria castrista.  

En consecuencia y practicando la hipocresía habitual del régimen, y estando fuera de la isla los jefes de las brigadas paramilitares cubanas no se limitan a reclamar públicamente lo que dentro de su propio país jamás les sería siquiera permitido: “Solo exigimos que se cumplan los protocolos establecidos para poder trabajar en este tipo de unidad, donde hay un gran flujo de manipulación de paciente” Dr. Raudel Vargas Olivera, jefe de la Brigada Médica cubana en Perú, en un intento de desvirtuar las denuncias sobre la inadecuada preparación y bajo rendimiento de los profesionales de la Isla enviado a Perú, acusados incluso de abandonar sus puestos de trabajo exigiendo condiciones laborales que ni siquiera tenían sus colegas peruanos en medio de la crisis. 212 213

El barco está haciendo agua/ La línea de flotación, está llena de agujeros/y roto el palo mayor

Ray Fernandez, otro comunñanga tramoyista de la trova.

La higiene y la seguridad laboral (ocupacional) representan esa precaución materializada mediante la toma de acciones preventivas para minimizar o erradicar los riesgos ocupacionales que, como tantas otras cosas en Cuba, son imposibles de sacar de los panfletos propagandísticos de aquellos cuyos puestos de trabajo inservibles e ineficientes.

Comencemos, para no perdernos en la totalidad de la indolencia revolucionaria, por las necesidades fisiológicas o básicas en la Jerarquía de Necesidades Humanas (Pirámide Maslow).

https://triangulum.com.mx/piramide-maslow-empresas/

Hablemos de alimentación, por comenzar apenas con un ejemplo esencial dentro de las condiciones de trabajo, durante más de cinco décadas, y hasta hace solo unos pocos años los médicos no teníamos alimentación adecuada, siguiera digna en los hospitales, y era inexistente en los policlínicos, donde los médicos de familia (portada de propaganda) terminaban por consumir los alimentos que les eran regalados en consulta, o en casa de pacientes, vecinos, y en sus propios hogares, si tenían. En el 2009 después de una reforma fuera de la salud pública donde el estado intentó quitarse, en una medida “experimental”, la logística de los almuerzos en los centros de trabajo, 214 llamados “comedores obreros” (1963), algo salpicó al sistema de salud, por aquel entonces en la atención primaria de salud se nos dio a escoger entre trabajar esa “hora del almuerzo” y terminar antes la jornada laboral, pero todo en un limbo de lo extraoficial. Así mientras casi la totalidad de los sistemas de salud del mundo garantizan la alimentación adecuada y de calidad para sus trabajadores los médicos al servicio del MINSAP no tienen derecho ni a quejarse.

“Los trabajadores y los sindicatos han de actuar con diligencia para proteger su derecho a unos alimentos fiables, agua potable y períodos de descanso en el lugar de trabajo. Del mismo modo, deben comprender el valor de una comida y un descanso adecuados durante la jornada laboral para reducir tensiones, mantener la agudeza en el puesto de trabajo y conservarse en buenas condiciones de salud”. ILO

Evidentemente el MINSAP no se ha planteado jamás la interrogante que preocupa a la Organización Internacional del Trabajo (ILO, International Labour Organization): ¿Cómo comen los trabajadores durante la jornada laboral? Puesto que el ambiente laboral de los TS en Cuba lejos de facilitar la nutrición adecuada representa un obstáculo para su consecución. 215

Pasemos ahora al siguiente nivel de la pirámide, las necesidades de seguridad y protección con el simple ejemplo de los guantes médicos, el elemento más común entre los equipos de protección de los trabajadores de la salud.

«Vengan, vengan a la Feria de los Tontos, ya comienza el circo pronto. Tenemos domadores, marionetas, magos y caretas.

Vengan, vengan a la Casa de los Juegos donde se reparte el miedo y todos llevan una venda y un bastón de ciegos»

Carlos Varela

Tan tempranamente como a principios del mismo mes de marzo de 2020 en que fuera declarada la pandemia, comenzaron a sonar las alarmas respecto a los suministros de equipos de protección personal, la propia OMS exhorto a las industrias y sus gobiernos a aumentar la producción en más del 40% en función de satisfacer el previsto aumento de la demanda mundial. 216

A pesar de que en Cuba la escasez de prácticamente todo es la norma, y digo prácticamente porque la represión y la propaganda jamás escasean. Los insumos y los productos médicos, por demás no sujetos a embargo, apenas alcanzan para sostener al sistema nacional que se encuentra siempre al límite de que ocurra algún desastre, e impactando drásticamente en la calidad de la atención médica, poniendo en riesgo para los TS y sus pacientes. 

“La odontóloga es amiga suya. Utiliza guantes para no contagiarse ella, porque no se los cambia en todo el día. Atiende a todos los pacientes con los mismos (guantes). Fuma con ellos; se ata los zapatos, etc.”

Vila-Coia, X. (2008). Diario no velado de La Habana. Spain: Lapinga ediciones.

Pero vamos por pasos, comencemos aclarando que en Cuba solo existen los guantes quirúrgicos, excepto temporalmente y por alguna donación, no hay los guantes para examen del paciente, ni los específicos para el manejo de agentes quimioterapéuticos. Tampoco hay variedad en cuanto a los diferentes materiales al látex, como el vinilo o el nitrilo, útiles en casos de alergia. Los guantes quirúrgicos que en el resto del mundo son desechables, vienen esterilizados, por pares, y por tamaños (mejor ajusten posible a la mano), en Cuba son reesterilizados hasta en varias ocasiones 217 o directamente reutilizados después de tenderlos al aire libre por imposible que esto parezca. 218 Incluso podemos ir al 2017 en la oficialista revista de divulgación científica Juventud Técnica y quedar anonadados con las profundas y preocupantes deficiencias intrínsecas de las Normas de Bioseguridad del MINSAP y de cómo la periodista Claudia Alemañy @claualecast a pesar de su atrevido y necesario reportaje, juega a tapar el sol con un dedo dando circunloquios que evitan señalar a los responsables directos, mientras explica la ausencia de medidas higiénico sanitarias en nuestros centros de salud, a través de anécdotas como la de una estomatóloga cubana que hierve en su propia casa los guantes que utiliza durante toda una semana, la falta de higiene en las consultas por baja percepción del riesgo y mala cultura sanitaria, las dificultades con los Residuos Hospitalarios Peligrosos (químicos, biológicos o radioactivos) al no existir los medios para la separación por categorías estos remanentes peligrosos desde su origen, o el abandono que sufre algún trabajador al sufrir un accidente en algún laboratorio del que el cual pudo haber sido contagiado o contaminado. 219

Respecto a los equipos de protección de los trabajadores se lee en el artículo:

«Por desgracia, en algunos centros hospitalarios nacionales esas medidas de protección no son cumplidas con rigor y predominan los métodos alternativos y poco seguros para el manejo de los desechos. Por lo general, las prendas son “las que aparecen” y no las adecuadas».

En este reportaje se entrevista como expertos a la doctora Raquel Junco Díaz, especialista de Seguridad Ambiental del Instituto Nacional de Higiene, Epidemiología y Microbiología (INHEM), y a la Dra. Regla Bermúdez Pérez, especialista de segundo grado en Microbiología y coordinadora nacional del Programa de Desechos Sólidos y de Bioseguridad del Ministerio de Salud Pública. Dejando claro además de que los funcionarios tienen pleno conocimiento de estas violaciones a la Seguridad Laboral que comprometen seriamente al poner en riesgo a la salud y la seguridad de nuestra población. El cual termina como prácticamente todos los reportajes oficialistas, culpando a los trabajadores mal preparados, a los elevados costos de los equipamientos, y el siempre mágico punto final de que se requieren análisis más exhaustivos. Y es así como la nauseabunda retorica en la que hemos vivido, le permite al sistema (y los responsables de ponerlo en práctica), no ser señalado por la crítica, ni rendir cuentas por sus deberes, dejando a nuestra sociedad en riesgo permanente. 220

En el Hospital Gineco-Obstétrico América Arias, más conocido entre los cubanos como Maternidad de Línea, los guantes usados son colgados en tendederas para luego reutilizarlos”. CiberCuba

Este preocupante problema ha sido vendido como un logro por la prensa oficialista durante la pandemia: “Muestra eficiencia central de esterilización del Hospital Mario Muñoz.

Durante la Convención Internacional de Salud Pública del año 2015 el periodista y escritor cubano José Hugo Fernández había señalado la hipocresía del sistema de salud cubano haciéndose propaganda a sí mismo, mientras sus trabajadores carecían de guantes médicos, muy baratos en el mercado internacional, no sujetos al embargo y por demás vendidos en las propias tiendas en divisas extrajeras “shopping” de La Habana. Y denunció como que por regulación oficial se les prohíbe a los dentistas usar guantes adquiridos por ellos mismos en el mercado estatal. 221

Muchas veces nos indican reciclar los guantes, porque de lo contrario tendríamos que estar semanas sin brindar servicio a la población reportaba Jorge E. Rodríguez en el 2019.

«Una doctora que labora en el Hospital “Calixto García” en La Habana denunció que el personal médico y de enfermería de la Unidad de Cuidados Intensivos de este centro, entró a trabajar “sin agua, guantes, ni ropa de protección”»

Lógicamente estas carencias se agudizaron fuertemente durante la pandemia, donde se acentuaron marcadamente las carencias previas de todo tipo, incluido por supuesto, el abastecimiento de agua y el oxígeno a principios del 2021 cuando el régimen se vio obligado a reconocer la crisis sanitaria 222 y justo unos meses antes del colapso del sistema sanitario. 223 224 225

Pero Reuters (entre otras) por ejemplo, decidió colaborar con el régimen esparciendo sus propagandas con artículos poco profesionales como en el que se alude a la supuesta producción de 4000 equipos y dispositivos médicos para la atención de pacientes con COVID-19, en el cual mencionan algunos tipos de estos equipos entre los que se encuentran algunos no necesarios para la atención específica de este tipo de pacientes. Y claro, todo este “gran logro” es… a pesar del “bloqueo”. Esta forma aparentemente ingenua de tratar de decir “solo” la noticia, de informar “objetivamente”, lejos de ser imparcial, es claramente una forma de desinformación y complicidad con el sistema de propaganda hacia la imagen del régimen.

Al mismo tiempo en que la OMS alertaba al mundo sobre la pandemia, el régimen cubano andaba en su deshonrosa propaganda vendiendo la isla como un destino turístico seguro. Sí, exactamente, empresas de turismo gestionada por el “socialismo” utilizando la propaganda que tanto critican del capitalismo “brutal”, para aprovecharse de la epidemia lucrando dólares a los que el pueblo jamás tendrá acceso.

«Con el lema de “Cuba un destino seguro” y apelando a la no comprobada información de que las altas temperaturas afectan la diseminación de la enfermedad, turoperadores como Havanatur y Cubatur muestran paquetes de ofertas de sol y playa».

— 14ymedio

De esa abominable y profundamente dañina propaganda, de la que además de empresas estatales participaron esbirros del régimen como el Embajador cubano en Italia José Carlos Rodríguez Ruiz, quien invitando a todos en especial a los italianos a Cuba precisamente en medio del clúster de brotes en el norte de Italia que origino el colapso del sistema sanitario italiano. Todo aludiendo a un supuestamente estricto protocolo para el enfrentamiento de la pandemia que garantizaba a Cuba como destino “seguro”, mientras los hospitales cubanos no tenían ni termómetros. 226 Afirmaciones sin fundamento científico, y apoyadas por el propio Dr. Francisco Durán, jefe de Higiene y Epidemiología del Ministerio de Salud Pública, quien explicó que el famoso protocolo consistía en someter a turistas que vengan de países de alto riesgo (como si no fueran prácticamente todos en una pandemia), a una encuesta sobre síntomas, como si para esa fecha no se supiera que existía gran número de pacientes asintomáticos y que algunos estudios mostraron que eran necesarios solo unos pocos casos (tan pocos como 4) para que fuera prácticamente imposible detener la epidemia. Estas acciones con una evidencia irrefutable y premonitoria de que lo importante para la casta en el poder no es la salud, ni son las vidas de los cubanos.

En tanto, los que tienen la sartén por el mango, habitantes de la cima del poder en la cúspide de ese sistema piramidal que es la revolución cubana, en esta dictadura de aquellos que dejaron de ser proletariados, esos que por migajas prostituyeron su moral, y que sin piedad le exigen y obligan a la base, esa mayoría de cubanos de a pie (incluido los TS) que soporta el peso del estado como esclavos sin opciones más que la de rendirse a sus amos, a cumplir todo tipo de sacrificios a cambio de más explotación, menos libertades, más desigualdad e insondable miseria, y una profunda e inhumana indolencia, como ignominia a su mismo eslogan: “de los humildes, por los humildes y para los humildes”. 227

Esos mismos responsables de la profunda decadencia sin límites de toda infraestructura de salud, de ver cómo las instituciones sanitarias se deterioran muchas veces al punto de la insalubridad, 228 llegando a ser descrito por una madre y turista canadiense como devastados por la guerra.

«las condiciones en el hospital eran “repugnantes”, con agua corriendo por las paredes, los inodoros se desbordaban e, incluso, estaban construyendo justo al lado de la habitación de mi hijo. Había polvo por todas partes”, dijo. “Parecía una zona de guerra»

Salones de operaciones en pleno funcionamiento con ratones, goteras o verdaderas inundaciones,229 moho, humedad, muchas veces sin aire acondicionado, con total ausencia de limpieza y desinfección en las salas por días, es lo mínimo que he vivido personalmente en los hospitales de la isla, y que continúa siendo reportado por la prensa independiente y por testimonios de pacientes y/o sus familiares o allegados, usuarios todos de nuestro deprimente sistema de salud.

Ninguna institución de salud en Cuba cumple con los estándares de los centros de salud más avanzados del mundo, y a excepción de algunos Institutos (de carácter terciario, nacional y reparados a finales de la década de los 2000, con recursos venezolanos y brasileños por demás), los destinados al turismo internacional (Las Praderas, el Camilo Cienfuegos, CIREN), y del hospital de la oligarquía castrista el CIMEQ, o la clínica de 42 en playa, tiene condiciones que cumpla con los mínimos estándares internacionales de los centros de salud más modestos en el mundo, por difícil que sea de creerse para aquellos que están ajenos al sistema de salud cubano y del resto del mundo. La realidad es la más elocuente evidencia de ello. Reto para desmentirme a todo el que así lo desee a dar un recorrido por nuestras instituciones de salud.

Para quien desea comprobar desde la distancia, aquí les dejo una de las cuentas (que yo conozca) con más testimonios de cubanos en la isla sobre la realidad del sistema de salud entre las que conozco, me refiero a la del profesor cubano Yasmany Puga, (José Cemí en Twitter) y a otro perfil en Facebook dedicado a denunciar el fracasado del sistema sanitario cubano y sus falacias a través de testimonios que evidencian, además, las dos caras del mismo sistema con abismales diferencias entre la atención a los nacionales y a los extranjeros del turismo de salud.

La situación de nuestro sistema de salud era ya deplorable en todos los sentidos mucho antes de la crisis generada por la pandemia. 230 231

«La salud es un derecho para todos los ciudadanos, pero todos los ciudadanos no tienen el derecho por igual a la salud». @GLALegalDefense

Por otra parte, la marcada diferencia entre las instituciones sanitarias exclusivas para extranjeros, y las disponibles para los cubanos de a pie ponen en evidencias que en realidad el sistema de salud cubano a pesar de ser universal su cobertura, discrimina y desprotege a la gran mayoría. 232

«“El aire acondicionado no era funcional y era muy ruidoso; y un olor a humo rancio persistía en la habitación y no era posible abrir la puerta del patio”, relataron. La pareja pasó otro mal momento cuando las aguas negras del inodoro se desbordaron al piso del baño».

Era de esperar que con la relativa libertad virtual que nos ha brindado el internet comenzaran a aflorar las denuncias sobre las deficiencias, las negligencias de un sistema de salud enfermo y profundamente corrupto como el cubano. La red de redes recoge denuncias reales, testimonios verificables de muertes de niños por negligencias y faltas de medicamentos, incorrectos diagnósticos y conductas terapéuticas, secuelas en adultos mayores, complicaciones derivadas de la mala praxis, iatrogenias todas de diversa índole 233 234 y la falta de atención médica de diferentes causas, que se agravan durante la crisis del covid-19. 235

En fin, la realidad cotidiana de la mayoría de los sistemas de salud de los países subdesarrollados, que por tantos años ha permanecido sepultada por la maquinaria propagandística y represiva de la dictadura militar castrista. Que ahora forma parte de las evidencias de la decadencia previa de un sistema de salud que se sabía colapsaría ante la más mínima crisis.

«Todo aquel que observe el estado real y la corrupción oculta del sistema de salud cubano con objetividad científica y con sinceridad moral, no necesitará más argumentos sobre su incapacidad para el manejo no solo de la pandemia actual sino de cualquier otra crisis sanitaria»

— Jose Alberto

¿Pero, objetivamente que tan mal podríamos estar, acaso es posible que el sistema de salud cubano tan elogiado mundialmente sea tan precario?

“Inaugural Global Health Security Index Finds No Country Is Prepared for Epidemics or Pandemics

The Global Health Security Index (October 24, 2019)

Tan mal como que estamos en la posición 129 de 195 países estudiados por el panel de expertos internacionales del “Índice Mundial de Seguridad Sanitaria” (The Global Health Security Index) que realiza un ranking a partir de la evaluación de las capacidades de seguridad sanitaria mundial en 195 países preparada por el Centro Johns Hopkins para la Seguridad Sanitaria (Johns Hopkins Center for Health Security), la Iniciativa contra la Amenaza Nuclear (Nuclear Threat Initiative) y la Unidad de Inteligencia Económica (Economist Intelligence Unit).

Puesto de Cuba en el "Índice Mundial de Seguridad Sanitaria" (The Global Health Security Index)
https://www.ghsindex.org/country/cuba/

Las más de 170 preguntas utilizadas para el Índice de GHS están organizadas en seis categorías.

  1. PREVENCIÓN. Prevención de la aparición o liberación de agentes patógenos.
  2. DETECCIÓN Y REPORTE. Detección temprana y reporte de epidemias de potencial preocupación internacional.
  3. RESPUESTA RÁPIDA. Respuesta rápida y mitigación de la propagación de una epidemia.
  4. SISTEMA DE SALUD. Sistema de salud adecuado y sólido para tratar a los enfermos y proteger a los trabajadores de la salud.
  5. CUMPLIMIENTO DE LAS NORMAS INTERNACIONALES. Compromisos para mejorar la capacidad nacional, los planes de financiamiento para abordar las brechas y el cumplimiento de las normas internacionales.
  6. ENTORNO DE RIESGO. Entorno de riesgo general y vulnerabilidad del país a las amenazas biológicas.

pero… Y ¿Cómo estábamos previo a la pandemia? por ejemplo, en cuanto a punto 2 (detectar y responder ante epidemias) de las 6 categorías del reporte.

Cuba con una puntuación normalizada (100 es la más favorable) de 10,5 estuvo muy por debajo del promedio 41,9 de los 195 países analizados en cuanto a la detección temprana y reporte de epidemias de potencial preocupación internacional quedando en el puesto 177/195. Muy similar en cuanto a la respuesta rápida y mitigación de la propagación de una epidemia, en el puesto 149/195 con 25,9 (de 100) por debajo del promedio global de 38,4 en esta categoría.

https://www.ghsindex.org/wp-content/uploads/2020/12/NTI_SpanishGHSIndex.pdf

Incluso algunos meses antes del inicio de la pandemia el sistema de salud pasaba por una situación crítica agravada por el aumento de casos con dengue teniendo incluso que habilitar salas improvisadas ante el colapso del IPK. Todo en medio de las continuas denuncias a los hospitales por sus deprimentes condiciones, tanto en los centros para la atención a los adultos como en los de atención obstétrica y los pediátricos.

Las autoridades cubanas son conscientes del mal estado y continuo deterioro del sistema de salud, y se precian del conocimiento y control de cada problema en la nación. Está claro que son culpables de sus malas estrategias, de no permitir a nuevas generaciones de cubanos más capaces de dirigir mejor al país, sino que, además, con la mentira como sustento a su propaganda, dejan a la luz pública que no tienen límites para saciar su adicción al poder.

«Los políticamente confiables funcionarios revolucionarios son conscientes de nuestros problemas, pero resuelven su disonancia cognitiva, si es que la tienen, apoyados en el sistema (su Revolución/Estado) que le induce y facilita ir acudiendo al ocultamiento de información, la falsedad documental, a la mentira y a la propaganda que apuntale su puesto y del de su superior. Finalmente son tantos los problemas y tan cotidianas las falacias que terminan habitando en un conveniente universo paralelo. Todo en detrimento de nuestra sociedad, de nuestro pueblo, del cubano de a pie»

— José Alberto

Las denuncias comenzaron bien temprano durante la pandemia: “Estamos en un hospital terrible, en condiciones sanitarias dramáticas” quejas de Marta Cavallo, turista italiana atrapada en Cuba durante la pandemia. 236 Los calificativos de “horror”, de auténtica estafa, de sentirse prisioneros, entre mucho otros son habituales entre quienes describen sus vivencias en el deprimente sistema de salud o los centros de aislamiento. 237 238 239 240

Es un centro de foco infeccioso, están constantemente saliendo y entrando extranjeros, hay plaga de ratones, no es un hotel que estuviera habilitado” denunció la actriz chilena Carolina Cox pidiendo auxilio al gobierno chileno tras quedar varada en Cuba a raíz de que Panamá cerrara sus fronteras en marzo de 2020. Por las reacciones a su video pidiendo desesperadamente salir de la isla la actriz apoyaba y hacia alarde de la supuesta maravillosa vida en Cuba, hasta que salió de esa burbuja del turismo y comenzó a ponerse en el pellejo de un cubano de a pie.

Algo que les ha ocurrido a muchos izquierdistas declarados defensores de la revolución cubana y del dictador Fidel, como el caso de Armando Unsain, ciudadano español residente permanente en Cuba que después de disfrutar lo que lo que a los cubanos de a pie les está prohibido, como negocios, propiedades, etc., el Ministerio del Interior le dio 30 días para abandonar el país. Suerte esta con la que no cuentan los miles de cubanos encarcelados por cuestiones de negocios en la isla.

El deterioro de las instalaciones llega a ser tal que muchas veces opaca otro problema aun mayor, que es la falta y/o el deterioro de equipos médicos, como los medios diagnósticos; “El hombre, que está en coma, se encuentra ingresado en un hospital del municipio de Morón, en Ciego de Ávila, donde no hay un escáner para determinar los daños que tiene en el cerebro y además contrajo un estafilococo”. 241 242

«”La gente está muriendo en los pasillos“: sistema de Salud Pública en Matanzas desbordado por el COVID-19»

La obediente población cubana, y las tardías restricciones de movimiento lograron ralentizar levemente el curso de la epidemia, y a un año de su comienzo, los cubanos tenían que ser víctimas de como el régimen castrista se jactaba y sus cómplices eructaban, el supuesto control sobre la pandemia en la isla, gracias a ellos y a pesar de la indisciplina social, pero nuevas sombras se apoderaban de la realidad de los cubanos de a pie.

Entre el mes de abril y julio en la provincia de Matanzas aparejado al colapso sanitario la letalidad comenzó a generar temor y a propiciar más denuncias. 243 En la localidad de Torriente, poblado del municipio Jagüey Grande, en confinamiento y totalmente militarizado por un brote que inicialmente las autoridades cubanas intentaron ocultar, aumentaron las denuncias sobre fallecidos que eran llevados al cementerio sin pasar por las funerarias y sin ser reportados en los partes diarios oficiales 244 Así daba comienzo el agravamiento a su máximo posible, de la típica lucha del cubano por sobrevivir en una cruenta y miserable realidad que la dictadura castrista niega inescrupulosamente.

“Ver a tantas personas agonizando y no poder hacer nada”

“¿Cómo es posible que en medio de esta pandemia se esté trabajando de forma tan superficial e irresponsable?” 

Diario de Cuba

Durante esos meses la propaganda intentó aplacar el descontento nacional con visitas de Díaz-Canel a Villa Clara, Sancti Spíritus y Cienfuegos en un intento de desvirtuar la mirada lejos de la crítica situación que existía en Matanzas, y no tardaron las redes en recriminárselo:

«“No salgan más a las provincias. Salgan del poder. En Matanzas y Ciego de Ávila hay gente muriendo en los pasillos de los hospitales. Reconócelo: ¡se te fue de las manos esta situación!”, apuntó un cubano identificado comoun poeta ahí».

Los funcionarios de las autoridades sanitarias también se sumaron a la repugnante desinformación propagandística en un despliegue de disimulos, y cruces de falsedades para intentar tapar una verdad como el sol, con un solo dedo. Lo que terminó generando indignación en los trabajadores sanitarios.

He sido testigo durante estos últimos días de las historias más tristes y he visto médicos llorar de dolor, de impotencia, de desgaste”. Daily Rizo Cabrera, licenciada en Psicología que trabaja en el Policlínico Héroes del Moncada, de Cárdenas, Matanzas.

“Esta situación es insoportable e insostenible. Supuestamente son dos pacientes graves por enfermero. Ayer (sábado 3 de julio) se atendieron cuatro por enfermero y en ciertos horarios fueron más, sin condiciones, después que se dijera que el hospital tenía las condiciones y estaba preparado para esto, porque estábamos sobrecargados, no colapsados”.

“Quiero que me digan dónde están esas condiciones, cuando el hospital no dispone de una camilla tan siquiera para recibir a un paciente en el cuerpo de guardia ni en la emergencia. Tenemos más de 50 personas en el cuerpo de guardia de respiratorio entre familiares y pacientes sin poder ser ingresados. La emergencia repleta de pacientes. Estamos trabajando al filo de la navaja con pacientes positivos, sí, positivos, no se dejen engañar”.

“Yo le pregunto al Gobierno y al Partido y al Ministerio de Salud Pública dónde están creadas las condiciones que tanto hablan. No engañen más al pueblo, no expongan más a su personal, que somos nosotros los que damos la cara al problema y a los familiares. No hay camas ni camillas, un hospital sin agua por más de seis horas en dos periodos del día”, denunció Javier Alejandro Velázquez Hernández, enfermero de emergencias del Hospital Faustino Pérez. 245

Fue principalmente la falta de transparencia la que dio origen a rumores en la población sobre nuevos agentes infecciosos y otras enfermedades desconocidas generando mayor incertidumbre y temor que ante el evidente colapso del sistema sanitario se convirtió en un verdadero movimiento en las redes con el #SOSMatanzas al que se sumaron otras provincias y finalmente el lapidario #SOSCuba.

Rápidamente los siempre predecibles Homo rev. mendacium, esos voceros oficialistas salieron a desmentir y a acusar de campaña para agredir a Cuba‘ las denuncias del #SOSMatanzas y #SOSCuba y como acostumbran terminan degenerando en Homo rev. ridiculus, cuando los Homo rev. fecalis del régimen les desmienten aceptando lo previamente negado.

Tras el #SOSMatanzas, el Gobierno cubano envía a unos 500 profesionales y médicos recién graduados al territorio

Solo después de las tantas denuncias hechas virales en las redes es que salen a desmentir los rumores de nuevas enfermedades, pero se ven obligados a aceptar el tantas veces negado colapso hospitalario.

Todos los estudios clínicos, epidemiológicos y de laboratorios que se han realizado a los casos relacionados en los controles de foco y el evento institucional, corroboran el diagnóstico de COVID-19, no identificándose otros virus que pueden ocasionar Infecciones Respiratorias Agudas

«El Director del Centro Provincial de Higiene, Epidemiología y Microbiología de Matanzas, Fernando Acevo Figueroa, desmintió “rumores que circulan entre la población matancera” acerca de la presencia de nuevos virus causantes de varios casos de neumonía».

Para este entonces ya nada pararía el histórico grito virtual de #SOSCuba (#SOSMatanzas) y una mecha prendida en San Antonio de los Baños se propago por tola la nación en la inspiradora y multitudinaria manifestación espontánea nunca vista en la Cuba postrevolucionaria. Este acápite del que lamentablemente fui testigo desde la distancia, ya es un sello de lo mejor que nos ha podido ocurrir como sociedad con deseos de libertades.

Miles de cubanos denuncian ‘miseria’ en las protestas más numerosas en décadas. Las concentraciones, inusuales en un país que limita la disidencia, fueron desencadenadas por la crisis económica agravada por la pandemia”. Frances Robles para el New York Times.

En medio de la terrible exacerbación de la represión a mi pueblo, los aturdidos dirigentes comenzaron a defecar más errores que de costumbre agravando profundamente la situación y generando muchas más denuncias que sacaban a la luz la verdadera cara de la pandemia en nuestra tierra. Esta vez volviendo a arremeter contra los profesionales y trabajadores de la salud:

Esta provincia está igualita que las demás con la falta de test de antígenos, la falta de medicamentos, los mismos problemas objetivos. Pero hay más quejas de los problemas subjetivos que de los problemas objetivos. Cuando usted suma la falta de medicinas, esto, lo otro, es inferior que la cantidad de quejas y denuncias por el maltrato, la dejadez, porque no los visitan. Es increíble eso“, dijo el primer ministro Manuel Marrero Cruz en una reunión con dirigentes locales de Cienfuegos. 246

Aprecie usted por favor, la misma estructura propagandística antes denunciada, en la que, haciendo el paripé de sinceridad mediante el reconocimiento de varios problemas graves (como minimizándolos), desvirtúa la atención hacia los médicos a quienes hace lucir como culpables de un problema “mayor”, y no porque lo ha inventado él, o su partido (sistema, revolución) sino, según los usuarios del sistema de salud, o sea los cubanos de a pie, a pesar de que estos se desgalillan gritándoles todo lo contrario. Las consecuencias de esta afrenta a la verdad no tardaron, y un nuevo alud de críticas, esta vez desde el mismo sistema de salud se les vino encima.  

«”Solo pedimos que digan la verdad”, dijo la doctora Rosell Alberteris, en un video publicado en internet. “Solo exigimos los suministros para tratar a nuestros pacientes con dignidad y decoro”».

«”Queremos seguir trabajando, queremos seguir salvando vidas”, dijo el doctor Daily Almaguer en el video. “No somos responsables del colapso sanitario en nuestro país”».

Dijeron al menos 39 trabajadores y profesionales de la salud que han subido videos desde Holguín, quejándose de las pésimas condiciones de los hospitales colapsados por el covid-19. 247

La crisis seguía sin respuestas adecuadas, y el establishment castrista poniendo más parches que de costumbre, probablemente por estar volcado en evitar las réplicas del estallido social. 

No hay medicamentos, se están muriendo como ‘cucarachas’ los cubanos. En el cementerio habilitaron una parte, donde te meten en un nylon negro y te tiran allí como a un perro, nadie lo creería sino es porque lo vivimos aquí.

Pronto se hacía imposible para el régimen ocultar la terrible situación epidemiológica que habían logrado silenciar (y hacer mercadotecnia del supuesto logro), ante los ojos del mundo. 248

En este sentido el sistema de propagandas invierte y malgasta grandes cantidades de recursos públicos y mantiene una actitud agresiva con las críticas internas, por un lado, además de la desinformación al cubano sobre los sistemas de salud del resto mundo, y por otro siendo selectivo ante los visitantes.

Para visitantes de países industrializados tiene un discurso modesto de “cuanto se ha podido logar con tan poco y bajo un cruento bloqueo (Embargo)”. Y para los países en desarrollo y más desfavorecidos pues les muestra la supuesta calidad superior que les acredita como digno ejemplo a seguir. Siempre utilizando visitas guiadas a centros determinados, que no son para nada representativos de las condiciones reales del resto de las instituciones del país y cuyos alrededores son saneados días antes de las visitas. 249 Todo es un auténtico montaje que ha existido desde hace décadas, que quizás comenzó durante la Reconcentración de los Castros, mal llamada el período especial, cuando la hambruna y el deterioro del país hacían imposible la foto de portada del dictador Fidel Castro visitando nuestros barrios. 250 251

Y esto quedándome netamente en lo estructural de las instituciones, pero la corrupción y la exportación de mano de obra médica han hecho mellas en la educación y la calidad de la enseñanza de los galenos cubanos. 252 Tema que argumentaré con evidencias en otra entrada de este blog.

Demos unos pasos más desmontando la propaganda en tiempos de pandemia. Por ejemplo, con una simple y superficial revisión visual de los medios oficialistas es posible comprobar que ninguna imagen en la que fuera visibles los trajes especiales como EPP había salido antes de las fechas en las que llegaron las primeras donaciones a la isla. 253

ONU Cuba: Personal de salud del Instituto de Medicina Tropical Pedro Kourí en La Habana, Cuba [i]

[i] “Todo el mundo tiene miedo de acercarse a la muerte”, tres enfermeros cubanos luchan contra el coronavirus https://shar.es/aWK63D

En la propia publicación oficial de la OMS/OPS no existe ninguna otra foto de los servicios o del personal sanitario cubano, y rellenaron con otras dos imágenes de productos americanos. Y al final de la divulgación deja claro que: “Reportaje realizado por ONU Cuba y la Organización Panamericana de la Salud en Cuba”. 254

Al parecer el origen de la foto fue el MINREX, en una apología al IPK el 7 de marzo de 2020 y por supuesto, ha sido portada de los cómplices de la dictadura como la ONG cubanamerican friendship society. Que recaudan ingentes cantidades de recursos supuestamente para los más desfavorecidos en Cuba, pero terminan lavándole la imagen a la dictadura haciéndose fotos para la propaganda como si de un zoológico se tratara, sin siquiera interesarse al menos por la realidad de los cubanos de a pie. O incluso llegando más allá del inocente desconocimiento participando activamente en la propagación directa de propaganda política. Y publicando fotos de sus reuniones celebrando el International Women’s Day 2021 en el Hotel Nacional de Cuba (1930), uno de los Hoteles más caros de la isla privativo para más del 99% de los cubanos.

De esa forma y mientras las evidencias de la decadencia brotan en redes sociales y medios independientes el aparato propagandístico continúa resguardando su producto de estafa más rentable, la imagen de potencia médica. Y lo hace premeditadamente muy temprano en la pandemia, a través de cómplices internacionales (conscientes o inconscientes) que realizan publicaciones no científicas con alto contenido emocional en el que sin siquiera entender la realidad de Cuba culpan al embargo tal y como les enseño el oficialismo al servicio del régimen totalitario.

Pondré como ejemplo a uno de los artículos más convenientemente citados por el oficialismo y sus cómplices, publicado en una de las revistas de mayor impacto en el mundo respecto al tema, intentándole dar así validez a la información aportada.

Pongámosle algún ápice de pensamiento crítico al artículo: “Behind Cuba’s successful pandemic response” publicado bajo la autoría de Talha Burki (Talha Khan Burki) en la revista The Lancet Infectious Diseases (@TheLancetInfDis).

Dándole riendas sueltas a la tergiversación de los medios oficialistas castristas: Prestigious British publication recognizes Cuba’s response to COVID-19 by Jorge Ruiz Miyares de Radio Habana Cuba. Incluidos también sus blogs. 255

Sin entrar en los detalles sobre qué es una publicación científica o los distintos tipos que existen, ni de las clasificaciones de las revistas científicas según las mediciones de su impacto en la comunidad científica, lo primero que hay que aclarar es que ni siquiera es un artículo científico, es simplemente una noticia más, publicado en la sección de informaciones (NEWSDESK, World Reports and News) de la revista en cuestión.  

O sea, una simple opinión de alguien que ni siquiera es experto, puesto que su autor, según la propia revista The Lancet informa que se trata de un periodista, un reportero de salud colaborador de la misma. Aclaro intencionalmente que esto no es un intento de argumento ad hominem, para desestimar la validez del contenido de dicha publicación, es que, en una publicación o artículo científico secundario o no original «que no sea investigación», 256 257 conocer quien la publica aporta información relevante respecto al grado de experticia sobre el tema del cual opina.

#Cuba Este tweet es para recordarnos que incluso las revistas científicas de alto impacto publican artículos repugnantemente políticos

Jose Alberto

Esto lógicamente se traduce en el prácticamente nulo impacto que ha tenido dicha publicación a través de las citas bibliográficas al miso, o sea, cuantas veces ha sido tomado como referencias. 258 Como es de esperar la comunidad científica lo ha ignorado por completo, con solo 5 citas de ellas cuatro en revistas científicas incluida una cubana, en artículos netamente informativos o de opinión. Unas 10 Menciones, de ellas, la mayoría en medios de prensa y en blogs, y ha sido compartido unas 2590 veces en rede sociales, principalmente en Twitter con 1452 interacciones, 381 tweets y 1,071 retweets. 258

https://www.scopus.com/results/citedbyresults.uri?sort=plf-f&cite=2-s2.0-85103532776&src=s&imp=t&sid=3115dc8511580f0f2253c0f436ceed4b&sot=cite&sdt=a&sl=0&origin=inward&editSaveSearch=&txGid=87651293a5654946980568c7037a6f0e

Es preocupante como se esparcen estos artículos noticiosos en los medios internacionales dándolos por acertados, como ciencia constituida y que además sean utilizados para atacar a las democracias aupando a un régimen totalitario como el cubano.

En la primavera de 2020, el gobierno cubano emitió un llamado: cualquier persona capaz de desarrollar una vacuna COVID-19 debería hacerlo@TheWorld. En una dictadura que no nos permite la iniciativa privada es como mínimo ofensivo estas sandeces del régimen repetidas como válidas. Ya desde el título: “Cuba, líder mundial en medicina…” resalte como una auténtica falacia, y era de esperar que le lavaran la imagen a la dictadura.

A major piece of the Cuban Revolution since 1959 is Cuba’s increasing medical excellence, the idea that Cuba has an excellent public health system, is able to protect its citizens, and that it’s the government’s responsibility to protect the Cuban people Daniel Rodriguez, Brown University, USA. Esta terriblemente dañina falacia es lo que muchos tienen incorporados como cierto respecto a Cuba, es el resultado de que historiadores, reporteros, intelectuales y científicos, que no conocen la realidad cubana, que no tienen ni la más mínima idea del sistema de salud cubano, se lanzan a opinar a ciegas y sin el debido comedimiento de la objetividad y terminan esparciendo una mera especulación como argumento válido.

Luego en el mismo artículo reconocen que antes del 1959 ya teníamos el primer Ministerio de Salud Pública del mundo, que nació en nuestra primera República, algo que la mayoría de los cubanos desconocen:

El 28 de enero de 1909, al restablecerse la República y ponerse en vigor la nueva Ley Orgánica del Poder Ejecutivo, entra en funciones la Secretaría de Sanidad y Beneficencia, primer Ministerio de Salud Pública del mundo, cuya creación respondía exclusivamente al desarrollo histórico de la salud pública en el país y a las ideas avanzadas en materia salubrista de la Escuela de Higienistas Cubanos de principios de siglo”.

Pero reproduce la propaganda del régimen cuando afirma que le ha sido difícil al régimen cubano adquirir las materias primas para las vacunas: Acquiring the necessary raw materials to make vaccines has been a struggle al parecer todo debido al embargo, lo cual resulta difícil de creer cuando en medio de la crisis sanitaria la dictadura prefirió comprar 1,2 millones de euros (1.202.500 euros, equivalentes a 1.418.950 dólares) en armas al Gobierno de España (socialistas) 259 260 doblando las cifras de 2019, antes de invertir en los mencionados insumos. Armas que terminaron siendo utilizadas contra mi pueblo desarmado el día del estallido nacional. 261 De nuevo el exilio cubano responde y desde España pide que no se le venda más arsenal militar a la dictadura militar castrista. 262

Armas largas en manos de tropas antimotines en La Habana el 11 de julio.
Armas largas en manos de tropas antimotines en La Habana el 11 de julio. ABRAHAM JIMÉNEZ ENOA / TWITTER

Esta información totalmente parcializada, poco profunda y no muy profesional sobre la realidad cubana que termina beneficiando al régimen castrista fue la tónica de todos los medios (Luke Taylor de ABC Online; Kathleen Parker en The Washington Post; Emily Morris en The Conversation; Global Advisors) que referenciaron el citado artículo, utilizándolo a conveniencia política más que a un periodismo profesional y constructivo. Solo vean sus títulos culpando a las “sanciones” de los EE. UU. También cometió la misma imprudencia, por así llamarle, Jerome Amir Singh (BA, LLB, LLM, MHSc, PhD) en su blog. 263


Existen además un importante número de evidencias demostrando que muchos medios internacionales tergiversaron como yuntas de los oficialistas del régimen de La Habana, la esencia de las protestas incluso cuando durante las mismas se escuchaba bien claro el grito de «¡LIBERTAD!», las ansias de cambio y el rechazo al Partido Comunista de Cuba.

“There is no food, no medicine, there is no freedom. They do not let us live,”

“We are not afraid. We want change, we do not want any more dictatorship,”

BBC Mundo

En las redes sociales además de las ciberclarias y los medios oficialistas la principal fuente de lavado de la imagen del sistema de salud cubano es la revista Medicc Review perteneciente a MEDICC una organización sin fines de lucro con sede en Oakland, California que se define a sí misma como medio de propaganda del régimen: “worked to promote US-Cuba health collaboration and highlight Cuba’s public health contributions to global health equity and universal Health”. Esta organización a través de su revista, única de la isla indexada a MEDLINE/PubMed, traduce al inglés y publica artículos convenientemente seleccionados políticamente para darles visibilidad.

No podemos zanjar este tema sin antes mencionar a los ultras poderosos como The New York Times en una serie dedicada a la “Revolución Cubana” en la cual aparece un artículo de opinión escrito por Nicholas Kristof titulado, nada más y nada menos como: «Lo que podemos aprender del sistema de salud de Cuba» en español, pero en ingles repugna aún más: «Why Infants May Be More Likely to Die in America Than Cuba». El cual en un acto de intentar librarse (como si en realidad fuera posible) de responsabilidades morales comienza alegando: “Cuba es una nación pobre, con un régimen opresor y una economía disfuncional, pero en el ámbito de la atención médica realiza un trabajo asombroso del que podría aprender Estados Unidos”. Y les pregunto:

¿Sería ética o moralmente correcto decir que los Nazis fueron malvados, pero… sus experimentos podrían ayudarnos?

Clara y rotundamente NO, no existen peros que valgan ante las violaciones de los derechos humanos cometidos por regímenes fascistas como lo ha sido y es también el Castrismo.

«Nada tenemos que apreciar o aprender de dictaduras, absolutamente nada, más allá de denunciarlas, combatirlas y estudiar sus causas para que no vuelvan a repetirse nunca más. Esta retorica vendida como inofensivos argumentos útiles a las democracias solo terminan siendo cómplices de los regímenes autocráticos herméticos y totalitarios, al lavarle la imagen ante el público que los desconoce, que no los sufre, y que incluso por esa razón, los defiende y aclama»

— José Alberto

Pero volvamos al informe de Amnistía: << Además, según el artículo 7 del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (PIDESC), “[l]os Estados Partes en el presente Pacto reconocen el derecho de toda persona al goce de condiciones de trabajo equitativas y satisfactorias que le aseguren en especial […]: a) i) un salario equitativo e igual por trabajo de igual valor, sin distinciones de ninguna especie […]; b) la seguridad y la higiene en el trabajo […];>> recoge el informe.

Empecemos por dejar claro que el régimen totalitario que rige en Cuba no ha ratificado los pactos internacionales sobre los derechos humanos. 264 Vamos, solo con eso debería bastarle al mundo para desenmascarar la doble moral en la que viven los dirigentes cubanos y su régimen. Tampoco tienen intención alguna de hacerlo, como relató recientemente la fundación privada, sin fines de lucro y a-partidaria CADAL en su informe sobre la falta de voluntad del régimen de la Habana con la lucha por los derechos humanos y la solidaridad democrática internacional.

“El gobierno de Cuba ha demostrado de forma consistente e inalterada hasta el presente, que su voluntad de cooperación es escasa, relativa y tiene límites claros preestablecidos por sí misma, puesto que acepta parcialmente algunos de los resortes de los mecanismos de derechos humanos y no se compromete con otros. La ausencia de un auténtico compromiso se traduce de varias maneras, entre otras, la falta de adhesión o ratificación de tratados, la inobservancia de recomendaciones realizadas por los distintos actores del sistema, la falta de presentación a término de los informes que le competen, y la negativa a extender una invitación permanente a los procedimientos especiales del Consejo de Derechos Humanos.”

Centro para la Apertura y el Desarrollo de América Latina (CADAL)

Ninguna de estas condiciones (del artículo 7 PIDESC) se cumple en Cuba, donde como ya he venido exponiendo la mayoría de los hospitales y centros de salud presentan profundo deterioro incluso con las infraestructuras básicas, como roturas de aires acondicionados, falta en el suministro eléctrico y de agua, dificultades con la limpieza al punto de la insalubridad, así como falta de equipamiento y materiales adecuados que exponen a los médicos y les genera situaciones de estrés ante los pacientes. Históricamente la mayoría de los testimonios reales de pacientes cubanos, ni en la isla, ni en el mundo son verdaderamente conocidos, como indiqué inicialmente, “la revolución” adoctrinó a los cubanos a que la crítica del sistema es malsana, sumándose la falta de referencias con que comparar la calidad de los servicios y por la represión contra la prensa acreditada, la independiente o el ciudadano denunciante.

No existen en el sistema de salud cubano, con algunas excepciones, las condiciones que le garanticen confort ni en las áreas de descanso, ni en las de atención clínico quirúrgicas. Condiciones tétricas de los baños, de los comedores, con una alimentación deprimente tanto en lo nutricional como en lo estético. Esto sin contar las dificultades en el transporte público, con varias horas de espera, y el hacinamiento durante el trayecto casi siempre de pie. O las dificultades por la escasez de combustible o los precios prácticamente impagables para los poquísimos (1%) TS que cuentan con transporte propio.

¿Entonces, si estas condiciones han sido ignoradas por décadas, no es como mínimo sensato que nos cuestionemos la forma en que se protege al personal de salud cubano durante la pandemia actual?

“La disponibilidad de los Recursos Humanos para la Salud se vio reducida porque los trabajadores de la salud tuvieron que ponerse en aislamiento, se enfermaron o murieron por la COVID-19”.

— OPS/OMS

Vuelven las redes sociales a dejarnos testimonio de lo que la dictadura trata de enterrar, mostrando que pasado un año de la pandemia lejos de organización y experiencia el MINSAP continuaba improvisando con los regímenes de trabajo incluso con el personal de primera línea. 

«…un enfermero denunció públicamente la situación laboral que viven en el Hospital Naval Doctor Luis Díaz Soto, en el municipio de La Habana del Este. “No tenemos casi relevos, estamos trabajando 16 días, 8 de cuarentena en las villas militares y descansamos en la casa solo 5 días”, escribió en Facebook el joven identificado como Adam Roque. “Estamos viviendo un estrés constante”, lamentó. “No nos dan una respuesta y cuando hablamos con los jefes nos dicen que, si no nos gusta que pidamos la baja”, denunció, al tiempo que se preguntaba “por qué la falta de respeto a los profesionales” y pedía ayuda para hacer “viral” su publicación».

Como en efecto, pronto comenzaron a salir a la luz pública las cifras referentes al déficit del personal de la salud para hacer frente a la epidemia, como reporta el 14yMedio «“casi un tercio del personal de Salud en La Habana está con licencia en sus casas”, y “habrá medidas para obligar a los sanitarios cubanos a asistir a su trabajo”». siendo esto evidencia y reflejo del temor de los TS para enfrentarse a la pandemia con tan malas condiciones en sus puestos de trabajo. En el mismo se reproduce la denuncia de un enfermero del hospital Hijas de Galicia, en el municipio de Diez de Octubre lamentando la falta de protección: «”A pesar de que los enfermeros somos los que más contacto tenemos con los pacientes infectados, a nosotros nos dan los equipos de peor calidad”. “Las mejores máscaras se las reparten los directivos, el personal administrativo y los doctores”, indica. Además, lamenta “la mala calidad de la comida y las meriendas” que recibe el personal sanitario que pasa días “acuartelado” en el lugar».

A lo que debemos agregar el sufrimiento por décadas de un salario irrisorio y abusivo, que no brinda siquiera la oportunidad de satisfacer las necesidades básicas de la familia ni las propias de los médicos y demás TS. Y entendiendo como pobreza, toda condición en la que el ser humano es privado de sus derechos económicos, impidiéndole el desarrollo personal, sufriendo la ausencia o escases de condiciones materiales básicas, como ropa, vivienda, agua potable y alimentos como elementos indispensables para subsistir, de qué le vale tener acceso a la a la salud si su calidad es deplorable, o a la educación si es para el puro adoctrinamiento en contra de toda libertad, o al trabajo si ganas menos de 2 dólares diarios (actual umbral de pobreza), llevándote al punto de exponer tu propia vida para salir de tales condiciones de miseria. 265

¿Cómo puede un ser humano desarrollarse dignamente, bajo las condiciones de un régimen totalitario que no le permiten más que estar preocupado por no tener que llevarle de comer a los suyos al día siguiente?

Esclavitud moderna. Trabajo forzoso impuesto por el Estado en Cuba
https://50forfreedom.org/es/esclavitud-moderna/

Si rompemos con el mito de que la esclavitud se ha erradicado, 266 que es cosa de siglos atrás, y vamos descubriendo que continúa siendo un negocio lucrativo, además de un crimen oculto que afecta a todos los países del mundo y tomamos como referencia los nuevos conceptos de esclavitud moderna que “básicamente, se refiere a situaciones de explotación que una persona no puede rechazar o abandonar por amenazas, violencia, coacción, engaño y/o abuso de poder”, podemos entender que los médicos cubanos entramos en la categoría de esclavos modernos por trabajo forzoso impuesto por el Estado, en especial los que salen en las llamadas “misiones internacionalistas” pertenecientes a la brigada paramilitar “Henry Reeve”. 267 268

¿Qué es el trabajo forzoso? Por trabajo forzoso puede entenderse el trabajo que se realiza de manera involuntaria y bajo amenaza de una pena cualquiera. Se refiere a situaciones en las cuales personas están forzadas a trabajar mediante el uso de violencia o intimidación, o por medios más sutiles como una deuda manipulada, retención de documentos de identidad o amenazas de denuncia a las autoridades de inmigración.”

International Labour Organization

A la sazón, no ha de sorprender que en el más reciente informe del Índice Global de Esclavitud 2018, Cuba ocupa el 4to puesto de mayor prevalencia de esclavitud moderna del ranking regional, con 3,8 víctimas por cada mil habitantes. 269 Y somos el tercer país de mayor vulnerabilidad después de Venezuela y Haití. Al mismo tiempo que junto a Surinam y Venezuela estamos entre los países cuyos gobiernos presentan las respuestas más débiles en el enfrentamiento a la esclavitud moderna, con la clasificación más baja de la región. 270

¿A caso no es también esclavitud moderna el caso de los estudiantes universitarios chantajeados con perder la carrera si no colaboran contra su voluntad en las labores de pesquisaje (cribado) de casos de covid19?

“Se les va a controlar la asistencia, se les va a controlar el pase, y ya veremos después si continúan en la carrera de Medicina o no”. Amenaza y chantaje de una profesora a sus estudiantes de medicina, bastante descompuesta las formas, además.

Apunto aquí y dejo claro…quizás sin necesidad, porque por lo general muchos hubiesen acudido voluntariamente, y los otros muchos se incorporarían paulatinamente cuando el temor fuera mermando. Pero la coacción ha sido siempre el arma para subyugar al cubano, que acude sin alternativas a donde le imponga el estado opresor. No caben dudas que estos estudiantes esclavizados son más económicos que pagarles a trabajadores comunitarios de la salud (TSC) como se hace en los países con democracia, desempeñando un papel trascendental en el cumplimiento de los compromisos globales de fortalecer los sistemas de atención primaria y mejorar la cobertura de salud. En esta línea, una revisión sistemática encontró que los incentivos financieros basados en el desempeño por sí solos pueden mejorar los resultados de la prestación de servicios de los trabajadores de salud comunitarios, con el riesgo de que se descuiden las tareas no incentivadas. Por su parte los incentivos no financieros pueden ser efectivos para aumentar la motivación y el desempeño de los TSC cuando promueven el reconocimiento social. 271

«Según el Convenio sobre el trabajo forzoso, 1930 (núm. 29) de la OIT, el trabajo forzoso u obligatorio designa: “todo trabajo o servicio exigido a un individuo bajo la amenaza de una pena cualquiera y para el cual dicho individuo no se ofrece voluntariamente”».

Volviendo, con el perdón de todos por ser reiterativo, a esa máxima de orgullo para los revolucionarios, como si nuestra nación fuera solo de ellos, y recalcándola como el garrote que ha permitido a la revolución cubana, no solo impedir la entrada a universidades a jóvenes cubanos que piensan diferente,272 sino expulsarlos de todo tipo de instituciones, 273 y hasta recluirlos en campos de trabajo forzoso variantes castrista del Gulag Ruso de Stalin como fueron las Unidades Militares de Ayuda a la Producción (UMAP) 274 275 276 277 278 279 280 solo por su orientación sexual, su pensamiento político diferente, la moda o sus gustos culturales o quizás peor, recluirlos por padecer enfermedades contagiosas como el SIDA. 281 Recientemente retomados y utilizados contra los jóvenes participantes en el estallido social del 11 de julio, 282 283 solo que esta vez utilizaron granjas de instituciones penales para enmascarar el asunto.

Me pregunto, ¿No hemos sido todos los trabajadores cubanos esclavos de la Revolución como dictadura militar? teniendo en cuenta que nuestro único empleador posible es el estado, ese mismo que nos paga unos salarios injustos, en una moneda devaluada que no sirve nada más que para ser cambiada por otra más cara por ellos inventada, el mismo que no mejora nuestras condiciones de trabajo, y nos exige que aceptemos trabajar así en nombre del “sistema que nos ha dado tanto”.


¿Dónde están los fallecidos? O buscando bajo el doble entierro revolucionario.  

El jueves 28 de enero de 2021, el vocero de las autoridades cubanas Dr Duran García, (una especia de copia ridícula del Dr. Anthony Fauci), vinculado con las violaciones a la ética médica durante la discriminación y segregación de los pacientes con VIH/SIDA 284 285 reporta entre los fallecidos por Covid-19 al supuesto primer galeno que fallece dentro de la isla (minuto 7:53): “Hay que decir que este paciente que fallece ayer era médico, sería el primer médico que fallece” … “indiscutiblemente para todos los cubanos representa un golpe duro”.

Nuevamente, no existe referencias al paciente como médico en el informe oficial del MINSAP. Y como era de esperar los medios inmediatamente se hacen eco de la lamentable y triste noticia, sin sospechar quizás el ocultamiento de la verdad. 286 287 288 289 290

Pero como dice el refrán las mentiras tienen las patas cortas, pronto estallan las redes sociales con dudas sobre las cifras dadas respecto a los profesionales de la salud, de la que se hace eco la prensa independiente, y en particular resalta la de un joven colega que declara: «Hasta hoy tuve credibilidad por el Dr. Durán…la imagen que tenía suya se acaba de ir al suelo…», confesó Miguel Jesús Morán en jueves, 28 de enero de 2021.

«Primer médico que fallece por Covid-19 ¿En serio? ¿O será que acaso el Doctor Geovanis Delisle, quien fuera director provincial de Salud de Guantánamo, y la doctora Kenia Rojas, especialista de 1er grado en MGI e Imagenología no cuentan? ¿O acaso que, por ser de Guantánamo, la provincia más marginada de este país no cuentan?»

«Basta ya…digan la verdad…dejen de fingir que todo está bien…dejen de querer aparentar lo que no somos…hoy día el Covid-19 nos ha sobrepasado a todos…y con ocultar las cosas nada se resuelve…»

Solo un día tardaron en aclarar la situación, evidentemente por la presión social en las redes, el doctor Durán se vio obligado a rectificar que habían dejado de reportar a otro médico fallecido, y explica el día 29 de enero, que era el caso de una paciente de 50 años reportada el día 25 entre los fallecidos del día 24 de enero, pero habían omitido que era doctora. 292 Parece tratarse de una médica, radióloga de Guantánamo denunciada en Facebook por el colega Miguel Jesus Morán. Y así de pronto sumaron los dos primeros PS fallecidos por covid19 en Cuba. No hubo ninguna aclaración de los motivos para omitir el reporte de esa doctora fallecida, ni esa aclaración se encuentra en el informe oficial del MINSAP.

¿Cuáles fueron los motivos de ocultar al supuesto primer fallecido por covid19 entre los profesionales de la salud en la isla?  

Es así como ocurre otra de las evidencias irrefutables del manejo político de las estadísticas respecto a la pandemia. Sin las denuncias en las redes sociales probablemente no habría contado en la estadística oficialista. 293

¿A Cuántos otros habrán dejado de contabilizar? Teniendo en cuenta que el informe del MINSAP ni la conferencia de prensa permite identificar a los médicos fallecidos, por ejemplo:

Dr. Jhon Doe 49 años (27 de enero 2021). En el parte reza: «“De la Habana del Este era un hombre de 49 años, que estuvo con un largo período de sintomatología, su evolución fue lenta y desfavorable. Era médico, es el primer galeno que fallece según indicó el Doctor Durán, aunque no se contagió trabajando en zona roja.”» 294 295 296 297

Quien, según reporta @cubanoticias360, podría tratarse del Dr Reynaldo Blanco Valdes. Fallecido el 25 de enero de 2021. de 54 años, de Alamar, municipio Habana del Este, policlínico 13 de marzo.

«Dr. Nelson Rubal dijo: Hoy en horas de la madrugada falleció el Dr. Reinaldo, médico del cuerpo de guardia del policlínico 13 de marzo de Alamar. Fue el caso del paciente sano de 41 años, crítico inestable que seguimos tantos días. Ya no salía en los reportes, pues el PCR empezó a dar negativo, y los protocolos establecidos lo sacan de las estadísticas. Les dejo un mensaje que un amigo publicó en fb»

«”Una dolorosa, y lamentable pérdida. Amigos, familiares y conocidos; quiero comunicarles que nuestro Dr Rey ha fallecido en la madrugada de hoy por complicaciones del COVID 19; un joven fuerte, sano que tantas vidas salvo, y por mucho que luchó por la suya propia no lo logró. Cuidémonos por nosotros y por todos aquellos que están al frente de esta terrible enfermedad. Descansa en paz querido Dr Reynaldo Blanco Valdes” 26 ENERO 2021 A LAS 10:56»

“Tengo una triste noticia que darles y es el fallecimiento por COVID-19 del primer médico en Cuba, el Dr Reynaldo Blanco, residente en Alamar, municipio Habana del Este, de 54 años, sin patologías de base. Su fallecimiento fue informado por el Canal Habana, en Habana Noticiario, sin mencionar era médico.” 298 299 300

Así ha quedado documentado el caso de otra doctora de 50 años, fallecida en Guantánamo.

Dra. Jane Doe La ciudadana de Guantánamo de 50 años que aparece como fallecida en el parte del día 25 de enero 301 era la Dra. Kenia Rojas De la Cruz, especialista de primer grado en Medicina General Integral, e Imageneología. 302

La muerte de la doctora queda confirmada por el oficialismo en las condolencias de la Sociedad Cubana de Radiología:

Homenaje póstumo a Dra. Kenia Rojas De la Cruz. La S. C. R. tiene la reconfortante pero difícil misión de rendir homenaje póstumo a una mujer destacada, sensible y especial, médico especialista en Medicina General Integral e Imagenología de gran vocación y rigor científico indiscutible. El día 25 de enero del presente año, falleció en la ciudad de Guantánamo nuestra amiga Kenia Rojas De la Cruz, su deceso se lamentó en todo el ámbito médico local ya que esperábamos más frutos de su labor intelectual y de sus características como persona.” Tampoco reza la causa de muerte, como se de muerte natural se tratara.

Las redes sociales han quedado como un muro de lamento, en el que se ha documentado los casos de los profesionales fallecidos no reportados:

 “Alertamos a los funcionarios de salud a que hagan un pesquizaje exhaustivo en los trabajadores del Sector pues ya tenemos varios enfermos de la Covid en los que cuidan la salud del pueblo. Hoy estamos muy tristes con la pérdida física por Covid del Dr. Geovanis Rogelio Delisle Cobas quien fue Director de Salud de Guantánamo por más de 20 años y dirigió la misión médica en Ghana desde 1997 al 2003,como ven este microscópico virus no tiene cara, pero si hacemos la labor de pesquisa como debe ser no sería tan crítica la situación, estuvo 3 días en casa con catarro y dónde estaban los pesquizadores, sentimos mucho lo que está pasando en esa provincia así como en la nuestra de Santiago, damos nuestras condolencias a familiares y amigos de parte de todos los que lo conocimos y sabemos que Dios lo tendrá en su Gloria. Por favor compañeros de la Salud cuidémonos y también a nuestra familia y amigos y debemos exigir que se nos tenga en cuenta y se nos haga pruebas diagnósticas pues ya son muchos los enfermos y decesos.303 304

La falta de trasparencia, de ética profesional y de empatía con los profesionales y trabajadores de la salud en general ha quedado perfectamente evidenciada durante la actual pandemia. Mientras las autoridades cubanas, y todos, absolutamente todos sus medios de propaganda intentan disfrazar y/u ocultar cifras sobre los TS, el resto del mundo se viene uniendo desde muy tempranamente para darle visibilidad y rendirle homenaje y honores a los TS y PS que han muerto en el enfrentamiento del SARSCov-2 y la Covid-19. 

Desde los inicios de la pandemia se crearon listas, cuentas en las redes sociales y páginas webs en memoria de los colegas. Tan temprano como el primero de abril la página @MEDSCAPE creo “In Memoriam: Healthcare Workers Who Have Died of COVID-19”, lista en la cual hemos cooperado agregando a nuestros colegas cubanos.

Medios como The Guardian se ha asociado con Kaiser Health News en un esfuerzo por documentar a todos los trabajadores de la salud de EE. UU. que mueren a causa de Covid-19 “Lost on the frontline”. Y no solo se limitan al reporte, ellos investigan si fueron prevenibles esas muertes: “Did they have to die?305 306

A lo que se han sumado iniciativas en las redes sociales, alguna de las cuales “COVID Heroes” comenzaron con tweets por colegas “Hospital confirms he died:  Today, we lost another hero – a compassionate colleague, friend and selfless caregiver.

Otras iniciativas también intentan documentar más allá de las estadísticas: SFacesOfCOVID @FacesOfCOVID Stories of those lost to COVID per news reports, obits & submissions. They were more than a statistic. Created by @alexjgoldstein Covid-19 RIP @covid19rip1I retweet posts honoring those lost to Covid19. You can @ me to retweet your memorial. DMs open. Mistakes/omissions are unintentional and will be corrected”

La prensa mundial por su lado se ha unido a los homenajes haciendo visible la emotividad de las despedidas a los TS y PS. 307

Las asociaciones y sociedades científicas o médicas crean páginas en memoria de sus colegas fallecidos durante la pandemia, como la emotiva web del Consejo Federal de Medicina de Brasil que lanza un “monumento virtual” para honrar a los profesionales que se fueron durante la pandemia de Covid-19, en la que reza:

http://CFM – Memorial aos médicos que se foram durante o combate à COVID-19

Por trás das máscaras e dos equipamentos de proteção, existiam mais do que grandes médicos, existiam pessoas de um coração tão enorme quanto sua vontade de ajudar”. 

Detrás de las máscaras y el equipo de protección, había más que grandes médicos, había personas con un corazón tan grande como su voluntad de ayudar”.  

http://COFEN – Observatório da Enfermagem

El portal argentino Infobae comunica:

«“Los héroes que hemos perdido” … “Desde que comenzó la pandemia hubo 46.430 casos* confirmados de COVID-19 entre médicos, enfermeros y auxiliares. Representan el 5,0% del total de los contagios. De ellos, 229 fallecieron*: 138 varones y 91 mujeres. 138 de ellos, el 60,3% eran menores de 60 años. Representan el 0,90% de las muertes por coronavirus. Son los que murieron en el frente de batalla, peleando cara a cara con el coronavirus sin bajar los brazos más allá de las condiciones de trabajo que hayan tenido que enfrentar. Aquí, las historias de quienes perdieron la vida”».

Al mismo tiempo que contar con de datos abiertos permite entre otras posibilidades, que se sumen iniciativas para tener una mejor aproximación a las cifras reales de la repercusión de la pandemia en general y en los TS y PS en particular.

Muchos andan tras la verdad, como este estudio (solo por citar un ejemplo) en el que se propusieron determinar: ¿Cuántos trabajadores de la salud han perdido la vida luchando contra la enfermedad por coronavirus (COVID-19)? Y sobre la base de la utilización del método de captura-recaptura, estimaron que unos 1 652 (IC del 95%: 1618-1693) habían fallecido para el 20 de mayo de 2020, y lo consideraron como una profunda subestimación. Concluyendo que el estudio aporta alguna evidencia de que muchos trabajadores de la salud han sacrificado sus vidas luchando contra COVID-19. 308

El contraste de la conducta mundial que hasta aquí he narrado con el secretismo del régimen totalitario y sus voceros es abismal, con total falta de ética médica, profesional y sin el más mínimo pudor dejan un vacío informativo sobre los TS y PS no solo en la isla, sino que tampoco han reconocido a cubanos fallecidos fuera de Cuba.

Gracias a la prensa independiente, a denuncias en las redes, y en algunas ocasiones a la de los medios de otros países hoy contamos con listas sobre estos datos. A continuación, muestro una lista de confección propia y en evolución (por fecha de fallecimiento):

Dr. Héctor Pablo Morales Pardo. (18 de mayo 2020) natural de Morón, Ciego de Ávila y fallecido en Brasil. Trabajó en Policlínico Belkis Sotomayor, en Ciego de Ávila. 309 310

Dr. Maikel Pérez Alba, (sábado 29 de mayo 2020) Reconocido pediatra cubano Emergencista Intensivista Pediátrico en el Hospital General Francisco de Orellana. Natural del municipio Baracoa, en la provincia de Guantánamo. 311 312

Dr Eugenio Suárez Utria. (domingo 30 de mayo 2020) médico en el Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS). 313 314

Dr. Guillermo Sáez (jueves 6 de agosto de 2020) médico cirujano de 51 años, CDI del Balneario en Catia la Mar y en Seguro Social, La Guaira, Venezuela. 315 316 Sobre el fallecimiento de este colega el diario @14ymedio señalo: Una de las respuestas a ese post hace alusión a la muerte de otro doctor cubano en Venezuela como consecuencia del covid-19: Hace unos días también falleció en Venezuela el médico cubano Guillermo Sáez, también contagiado por covid-19. Fue mi compañero de estudios en el IPUEC 8 de octubre. Qué tristeza. Que descansen en paz”, escribió la usuaria Myléne González. 317

Lic. Yoel Rodríguez (martes 25 de agosto de 2020), enfermero de 46 años, de Pinar del Río, falleció en Puerto de la Cruz, Venezuela. 318 319

Dr. Leonel Rafael Batista Hierrezuelo (jueves 27 de agosto 2020), médico de 28 años, Centro de Diagnóstico Integral “Dr Jacobo Antonio Roth”, Miranda, Venezuela. 320 “Honor y Gloria a nuestro guerrero…” publicó en Twitter el Consejo Legislativo del Estado Trujillo (CLET), en Venezuela. 321 322

Dr. Pedro Antonio Milán Barreiro (lunes 31 de agosto de 2020), Ortopédico de 56 años, Venezuela. 323

Dr. Orlando Quintana (miércoles 2 de septiembre de 2020) de 51 años, cardiólogo, Maiquetía, Vargas, Venezuela. 324 325 326

Ante el silencio oficialista el día 3 de septiembre de 2020 el gobierno de los EE. UU. ofrece condolencias por los médicos cubanos fallecidos en Venezuela a través de un tweet del Departamento de Estado @StateDept 327

Dr. José Alberto Alonso Méndez (4 de octubre de 2020) “El Chino” especialista en Anestesiología, llevaba tres años de misión en Angola y este era su último año. 328

Pero las muertes de los médicos cubanos no son las únicas que, a conveniencia, el régimen castrista oculta al pueblo con su doble enterramiento.

El día 8 de febrero era reportado el fallecimiento del profesor Dr. Francisco Fidel Llorente Llano cirujano de 63 años, había fallecido el día anterior, 7 de febrero de 2021, 329 330 azarosamente el día que se conmemoró un año de la muerte del Dr. Li Wenliang oftalmólogo de 33 años, que advirtió sobre el brote de COVID-19. Nace en Beizhen, China, el 12 de octubre de 1986, y fallece después de infectarse con SARS-CoV-2 en Wuhan, China, el 7 de febrero de 2020. Pero este valiente doctor, ejemplo de ética médica y profesional pareciera no haber existido para los esbirros y cómplices medios de comunicación en Cuba. 331 332

La razón por la que vergonzosamente no aparezca la causa de muerte del profesor Dr. Francisco Fidel Llorente Llano por el covid19 en la página oficial de @InfomedCuba, 333 ni en la web de la Sociedad Cubana de Coloproctología, en la cual es portada, no la sabemos.

Pero la razón por la que el régimen oculta conscientemente al Dr. Li Wenliang es la represión y la extorsión a la que fue sometido por el régimen chino, tras el intento de alertar a sus colegas médicos advirtiendo sobre un virus que creía que se parecía al SARS, otro coronavirus mortal, al comentar sobre siete pacientes tienen síntomas similares al SARS y están en cuarentena, en un mensaje por chat el 30 de diciembre de 2019, en el que les advirtió del brote y les recomendó usar equipo de protección para evitar contagiarse, así como le informaran a sus familiares. 334

Tan solo cuatro días más tarde, recibió una visita de funcionarios de la Oficina de Seguridad Pública, quienes le dijeron a firmar una carta donde lo acusaban de «hacer comentarios falsos» que había «perturbado severamente el orden social». «Le advertimos solemnemente: si sigue siendo terco e impertinente, y continúa con esta actividad ilegal, será llevado ante la Justicia ¿se entiende?». Debajo, Li escribió: «Sí, entiendo». No menos trágico fue el anuncio de su fallecimiento, puesto que murió dos veces en los medios estatales chinos. Este desastre épico del régimen de China, nos recuerda el día a día de los medios cubanos, teniendo que rectificar a conveniencia cuando la desinformación se les sale de control, algo que ocurre cada vez con más frecuencia por las denuncias en las redes sociales. 334 335

«Ni siquiera la notoriedad de haber sido el primer médico en notificar la aparición del brote de SARS-CoV-2, (COVID-19) ha salvado al Dr. Li Wenliang de la discriminación del régimen autoritario cubano»

Jose Alberto

Por su parte cubadebate bien bajito nos cuenta: “Li Wenliang, un médico de la ciudad china de Wuhan, en la central provincia de Hubei, advirtió los primeros casos de coronavirus entre el 12 y el 29 de diciembre de 2019”, en una de sus dos únicas alusiones al Dr Li, ocultando la represión, extorsión y multa que sufrió. Y en un artículo dedicado a la pandemia en los EE. UU. y contra el expresidente Donald Trump deja caer esta joyita: «Recién el 30 de diciembre se confirma que hay una nueva epidemia en China, gracias al doctor Li Wenliang, que envía un mensaje a más cien colegas por redes sociales. Li habla de “casos de SARS” y luego confirma que es un coronavirus “de tipo a determinar”. Al día siguiente, las autoridades de Wuhan confirman que hay decenas de casos de una neumonía hasta entonces desconocida», reflejo directo que como manipulan la información a traves de la omisión conveniente al régimen y a sus amos económicos tipo “sugar daddy” más que ideológicos.

https://www.dailymail.co.uk/news/article-8091705/Fourth-colleague-Chinas-coronavirus-whistle-blower-doctor-dies-disease.html

El Dr. Li fue solo uno de los tantos que fueron silenciados, y como él al menos otros 4 colegas habían muerto en el mismo hospital en menos de un mes. Como si un déjà vu de los medios castristas se tratara, el 2 de enero, en un intento por contener la información con miedo, la Televisión Central de China publicó un artículo sobre los médicos que difundieron la noticia de un brote cuatro días antes. Médicos, a los que se hace referencia solo como «traficantes de rumores» y «usuarios de Internet», fueron interrogados por la Oficina de Seguridad Pública de Wuhan y «fueron tratados» «de acuerdo con la ley». 336

Cualquier parecido con la realidad de los medios estatales de la dictadura militar castrista no es pura coincidencia, es aprendizaje y capacitación entre los dos corruptos partidos comunistas.

Dr. Alberto Alcántara Paisán, (5 de abril 2021) quien al momento del deceso se encontraba de misión en Angola, en el Hospital General de Benguela, donde ejercía como urólogo y colaboraba como profesor de la Facultad de Medicina de la FUKB. 337

Dr. Oscar José Vera Cabezas (sábado 10 de abril de 2021). Profesor Vera, de 73 años, nacido en Holguín. Funcionario del MINSAP que al momento de su fallecimiento trabajaba en el Centro Nacional de Mínimo Acceso. 338 339 340

Dr. Pedro Vilorio Barrera (miércoles 26 de mayo de 2021) de 89 años, vivía en el municipio Plaza de la Revolución, en la capital, y estuvo 28 días ingresado. “Una gran pérdida para la cirugía pediátrica en Cuba, el profesor Pedro Vilorio, excelente profesional, maestro de maestros…“, lamentó la Sociedad Cubana de Cirugía Pediátrica en su muro de Facebook. 341 342 343

Dr. Jhon Doe (viernes 4 de junio de 2021) médico cubano de 66 años, residía en el municipio Batabanó ubicado en la provincia de Mayabeque y murió 22 días después de haber ingresado a un hospital provincial. 344 345 346

Dr. Orbe Luis López (11 de junio 2021) neurocirujano, colaborador en Beira, Mozambique, profesor del Hospital General Calixto García. 347

Prof. Dr. Humberto Sabás Hernández Zayas (5 de diciembre de 1933 – 16 de junio del 2021) de 88 años, eminente neurocirujano, profesor de profesores, científico, profesor de generaciones de cubanos y extranjeros durante décadas, galardonado con premios nacionales e internacionales.