A mis colegas, esos esclavos de bata blanca… vivos o muertos!
Primera parte...
Tristemente es hoy bien sabido, que a finales de diciembre de 2019 comenzaron a ser reportados en la ciudad de Wuhan, (provincia de Hubei, República Popular China), una serie de casos por neumonía atípica de origen desconocido, llamada inicialmente “neumonía de Wuhan”. 1 Al comienzo del brote y según las autoridades chinas, los datos epidemiológicos preliminares indicaron una asociación con un mercado mayorista de mariscos que vendía animales vivos, donde la mayoría de los pacientes inicialmente reportados habían trabajado o visitado. 2 Sin embargo, a medida que avanzó el brote, la propagación de persona a persona pasó a ser el principal modo de transmisión. Para el día tres de enero del 2020, unos 44 pacientes habían sido notificados. Tras descubrir y analizar al patógeno causante este padecimiento el 7 de enero de 2020 se atribuyó por parte de las autoridades chinas a un nuevo virus de la familia Coronaviridae, un betacoronavirus (ARN), que pasó a llamarse SARSCoV-2 por su similitud filogenética con el SARS-CoV (severe acute respiratory syndrome coronavirus), y a ser el causante de la nueva enfermedad por coronavirus 2019 (Covid-19). Por la evolución del brote el Comité de Emergencias del Reglamento Sanitario Internacional (RSI, 2005) lo declaró “emergencia de salud pública de interés internacional” a finales de enero, para posteriormente ser declarada por la Organización Mundial de la Salud (WHO) como pandemia el 11 de marzo de 2020 cuando el brote epidémico estaba afectando ya a disimiles regiones en más de un continente. Solo seis meses después la OMS estimó que alrededor del 10% de la población mundial (760 millones de personas), pueden haber sido infectadas basándose en los estudios serológicos (prevalencia) disponibles. [3]
Desde entonces la humanidad se ha visto dramáticamente impactada prácticamente en todas las formas imaginables. Nuestras sociedades transitan por un ingente desafío producto de los cambios vertiginosos en mucho de sus paradigmas, con repercusiones a nivel económico, político, y sociocultural que han originado el miedo, la incertidumbre, el volumen de información, las cuarentenas, los confinamientos, el distanciamiento social y demás medidas sanitarias enfocadas inicialmente en evitar un exponencial número de contagios, o sea, atenuar el pico de casos (aplanar la curva/ flatter the curve) principalmente para evitar el colapso de los sistemas sanitarios (que en un corto período de tiempo acudieran un inmenso número de persona) que por demás, excepto algunos militares, no están preparados para epidemias de tal magnitud. No se informó del todo bien el objetivo de las medidas no farmacológicas iniciales como las cuarentenas y los confinamientos, que no estaban destinadas a eliminar definitivamente el virus del que poco se conocía, sino a ralentizar su propagación y dar tiempo a generar conocimiento y mejores respuestas.
Al momento del comienzo de la redacción de este artículo, el SARS-CoV-2 se ha extendido a todos los rincones del planeta, afectándolos de diferentes e inimaginables formas, la mayor parte de los países del mundo se encuentran en una vorágine de eventos que la sociedad contemporánea no había experimentado, en los cuales nos jugamos nuestro bien más preciado, la salud y en última instancia, nuestra propia existencia, la vida. Aunque este articulo lo comencé a escribí en enero, he tenido que actualizarlo por el número de acontecimientos reciente, ahora son las 09:35 am CET del 9 de diciembre de 2021, se han notificado a la OMS unos 266 504 411 casos confirmados de COVID-19, incluidas 5 268 849 muertes en 232 países y territorios, incluidos cinco cruceros en el mar. Se han administrado 7,952,750,402 dosis de vacunas a nivel mundial. [4]
En Cuba, para diciembre 8, se habían reportado a la OMS 963 269 casos de COVID-19 con 8 311 muertes. [5]
Se han informado más de 268 035 994 de casos en todo el mundo, con más de 241 millones de casos recuperados hasta la fecha y aproximadamente 4 925 344 millones de muertes según los datos recogidos por el Center for Systems Science and Engineering de la Johns Hopkins University. [6]
Los retos derivados de la pandemia de SARS-CoV-2/COVID-19 no tienen precedentes en alcance, y como había sido previsto prácticamente ningún ámbito ha escapado de los devastadores estragos derivados de la misma. La educación se ha visto fuertemente impactada a nivel mundial, la economía pareciera estar cayendo en una recesión que para algunos podría llegar a ser la peor desde la Segunda Guerra Mundial. La “desesperación” asociada al estrés psicológico por el desempleo, o la precariedad económica, el aislamiento social, y la desesperanza inicial condujeron a un aumento del consumo de alcohol y otras drogas, a muertes sobreañadidas por suicidios, a peores cifras de maltrato doméstico incluida la violencia de género y el maltrato infantil [7], repercutiendo significativamente además sobre la salud mental con consecuencias perjudiciales tanto a nivel individual como a nivel social. Sin embargo, aprender a lidiar con el estrés, la ansiedad por el miedo y la incertidumbre, la tristeza y hasta la depresión ante eventos sobre los que no tenemos control, es una necesidad ancestral que actualmente, sin dudas terminará fortaleciéndonos como individuos, como familia, enriqueciendo socioculturalmente a las comunidades y a nuestras sociedades no solo para el presente cercano, sino para el futuro. O esperemos que así sea.
A pesar de ser auténticos absurdos que han alcanzado el tristemente célebre nivel de “infodemia”, o sea, sobreabundancia de información en línea o en otros formatos que conduce a la propagación deliberada de contenidos falsos o engañosos, de información poco rigurosa que conduce a la desinformación y que las personas comparten en redes sociales compulsivamente (por sesgos cognitivos, e ignorancia científica), sin filtrar mediante un pensamiento crítico y objetivo, ha provocado mayores sentimientos de miedo, desesperanza, paranoia, teorías conspirativas, estigmatización, y una mayor vulnerabilidad de la población en general. Personas del mundo entero, aprovechando las redes sociales, y sin el más mínimo conocimiento en el campo de las ciencias médicas, se han lanzado a desacreditar a profesionales, sucumbiendo en su propia arrogancia desde la lógica del ignorante científico y lo que es peor, han arrastrado a otros por el mismo purgatorio a la razón.
“La verdadera sabiduría está en reconocer la propia ignorancia”.
Sócrates (470-399 a. de C.)
En la era de los memes, apelando al humor critico que refleja realidades y en un juego de palabras algunos les hemos llamado Agnorant (Steve Hofstetter en Twitter), o sea, ese individuo que además de ser profundamente ignorante es extremadamente arrogante; por ejemplo, personas que creen saber más de ciencias que los propios científicos por haber visto un par de videos en YOUTUBE. De una forma o de otra hemos fallado como comunidad internacional en unirnos para plantarle cara al nuevo virus para los humanos. [8]
La cuestión de la ignorancia no hace referencia aquí a discriminación, ofensa o insulto alguno, sino que invita a ser conscientes de saber que es aquello de lo que no se sabe, y un recordatorio a que todos somos indoctos en varias ramas del conocimiento, incluso cuando se tiene una alta y especializada educación convencional, como lo ejemplifica el caso de que muchos de los padres que rechazan algún tipo de vacunación para sus hijos o se declaran antivacunas tienen un título universitario. Existen varios ejemplos de seres humanos geniales, altamente cualificados y ejemplarmente exitosos, como es el caso de Steve Jobs, que (quizás), al igual que un gran número de personas en todo el mundo, continúan siendo capaces de tragarse auténticas barrabasadas que les quieren vender las pseudociencias y sus charlatanes, sin un adecuado juicio crítico al respecto, especialmente en momentos de máxima vulnerabilidad como en momentos de afrontar enfermedades graves y potencialmente mortales.
Sócrates, en Apología de Sócrates, de Platón.
La humanidad tendrá que detenerse a pensar una y otra vez sobre los errores cometidos desde el inicio de la pandemia especialmente en cuanto a lo perezosos (como mínimo), lo temerariamente confiados respecto una nueva enfermedad y extremadamente desconfiados ante a las recomendaciones de los expertos, que hemos sido, aun cuando poco se conocía de una enfermedad sin tratamiento farmacológico específico, con unos mecanismos de transmisibilidad y letalidad prácticamente desconocidos, que sobrepasaron las capacidades de los sistemas sanitarios y dificultaron la recomendación e implementación inicial de intervenciones sanitarias eficaces para identificar soluciones y poder ofrecer la mejor atención médica a las comunidades afectadas.
Teniendo presente que el internet (en especial las redes sociales) junto a la deficiente y muchas veces incongruente información ante la pandemia han propiciado al extremo una crisis informacional latente llevando a la población a sufrir colateralmente un hecho insólito hasta ahora, que resultó de ver a la ciencia al desnudo y en vivo, siendo partícipes de prácticamente todo el proceso científico en bruto, pues hasta antes de la pandemia la prensa tenía acceso y comunicaba generalmente los resultados pulidos y ultra procesados, el “producto” final de las investigaciones: la publicación científica en revistas especializadas de revisión por pares. Además, los periodistas y/o comunicadores tenían tiempo para utilizar expertos que ayudaran a traducir la jerga científica. Quedaban ocultos por el camino, la incertidumbre que manejamos los que hacemos clínica, las imprecisiones y errores de los que generamos investigaciones científicas, las imperfecciones en el proceso de medidas, de ensayo y error en el proceso de aprendizaje, los conflictos éticos que deben ser solventados, la corrupción en el mundo científico y editorial, la lenta acumulación de evidencias científicas después de la depuración de estudios de calidad cuestionable, en fin, el cotidiano que hacer solo recorrido por aquellos que participamos de la investigación en humanos, y ahora pasaban a jugar un papel importante en la generación de la infodemia.
“La crisis que atravesamos, y que ha exigido una rápida e improvisada respuesta sanitaria, científica, tecnológica, social y económica, ha hecho que seamos mucho más conscientes de la necesidad de cambiar las cosas”
—Deborah García Bello [9]
Con los profesionales en la primera línea saturados, los investigadores enfocados, y los comunicadores científicos solos y asediados, las conjeturas se vendieron como elaboradas hipótesis y estas dadas por ciencia constituida, sin la más mínima contrastación. Se ha tergiversado el hecho de conocer algunos conceptos básicos, casi que primitivos sobre los virus, o incluso solo escuchar menciones sobre epidemias, con los conocimientos científicos sobre microbiología, epidemiología, salud pública, bioestadística, y metodología de la investigación (método científico), todas por demás especialidades de varios años de estudio, y vidas en consagración. Esto acrecentó abruptamente el ya preexistente abismo ente el mundo científico y la población general, incluidos a veces, sorprendentemente, muchos profesionales expertos en sus campos, pero alejados de la investigación científica en humanos.
“La ciencia es una de las mayores creaciones de la humanidad. No es perfecta porque nada lo es. De hecho, en su proceso de perfeccionamiento algunas virtudes se han tornado en defectos”
— Deborah García Bello (@deborahciencia) [10]
Poco a poco, corrupciones aparte, y a dolorosos golpes, se ha impulsado a la humanidad a tener que recibir un “cursillo acelerado” para ampliar su cultura científica, para comprender mejor el proceso de generación del conocimiento científico, para reconocer el innegable y extraordinario esfuerzo científico mundial destinado a conocer las características de la dinámica de esta pandemia que permita el desarrollo de estrategias de salud pública eficaces en su contención y erradicación. La comunidad científica, por su parte, ha ido tomando notas [11] mientras sufre el ataque de aquellos que intentan desacreditar su esencia, generando discriminación y rechazo, y continúa discutiendo sobre la necesidad de una comunicación transparente y sencilla, que permitan una mayor educación en cultura de salud y en cultura científica para restaurar la confianza perdida en algunos y ganarse la de los más escépticos. Para que lejos de ver cortinas de humo sobre teorías en contra de la humanidad seamos capaces de valorar los avances científicos-técnicos que nos hacen más civilizados y con mejores condiciones y calidad de vida como las que indiscutiblemente disfrutamos hoy día.
De hecho, si nos detenemos un instante en lo que hemos vivido, sin jamás olvidar, ni menospreciar el dolor por las perdida de seres queridos, y del sufrimiento padecido, muchos podemos coincidir en considerar que incluso el primer año de la pandemia ha sido relativamente “bueno” en términos de logros científicos y de ciencias, ese patrimonio universal de conocimientos y avances científicos que hemos creado, con el que la humanidad avanza hacia la prosperidad siempre que se dirija de forma civilizada, con propósitos humanistas y profundamente éticos.
Es realmente sorprendente, la gran hazaña de que, por primera vez en nuestra historia, tengamos vacunas, con novedosa tecnología aplicada, para un virus descubierto solo un año atrás. La riquezas creadas traducidas en la industria biotecnológica, las investigaciones, los grupos multidisciplinarios del mundo entero, con seminarios e intercambios online, las políticas de salud que disminuyen la burocracia en la investigación con humanos al tiempo que fortalecen su ética que proteja la dignidad, la salud y la vida, la cadena de producción dedicadas a las necesidades vitales en la pandemia, la publicación de artículos de libre acceso, sin las demoras del proceso editorial, siendo rápidamente valoradas por expertos que colaboran con la crítica y los han ido decantando por su calidad, han sido parte imprescindible en obtener esos logros.
Independientemente de las dolorosas pero muchas veces inevitables disparidades, de la irritante y nauseabunda politización inescrupulosa, del mercantilismo en las pseudociencias, y demás abusos que junto a la corrupción lanzan sombras sobre nuestras sociedades. Debemos aprender sobre la base de evidencias científicas sólidas, con pensamiento crítico constructivo y con una cooperación sin discriminación, para que la experiencia atesorada como conocimientos, nos ayude en la prevención eficaz de otras epidemias que, sin dudas, están por llegar.
“Tarea ordenamiento: tú (Raul Castro) ordena, que yo miento (Diaz-Canel)”.
Visto en varios MEMES del momento por las redes sociales.
En lo adelante y lo más brevemente posible intentaré poner en contexto político respecto a cómo veo desde dentro el funcionamiento general sobre el mal llamado “Gobierno Cubano” (Régimen Autocrático/ dictadura militar) en el que funciona y el cual rige a nuestro sistema nacional de salud.
Quede claro de antemano mi posición política de contrarrevolucionario (pacifista), aprendiz de los métodos de lucha no violenta, anticastrista, anti-neo-castrista y anticomunista. También que no tengo vínculos a organización política o gobierno alguno. Declarado esto, como conflictos de intereses y sus implicaciones en la parcialidad de este artículo con el que pretendo mostrar argumentos sobre la base de evidencias contrastables que soporten la hipótesis global del mismo y lo más alejado posible de especulaciones sin sentido.
Valórese que en última instancia la conducta social está regida por la moral propia de sus ciudadanos y el relativo consenso social en el que conviven, ya sea impuesto por un estado autoritario o tomado bajo decisiones más o menos democráticas. Por lo tanto, cabe deducir que la ética profesional es el resultado de estos valores sociales, el conjunto de normas y algunas otras variables socioculturales y políticas. En introductorio resumen, las ciencias y los seres humanos que la practican lo hacen dentro de un marco legal y moral determinado, que varía entre los diferentes grupos de personas o sociedades.
Si usted considera a la “Revolución Cubana” como un constructo distópico, el mero nombre de un sistema, el Leviatán, una auténtica organización criminal, que, como mafia al fin, dirige las instituciones del país, tergiversa la información nacional (tanto para consumo interno, como para crear y conservar su imagen exterior) e internacional, incluida las estadísticas, en fin, una dictadura militar al servicio del castrismo, que dedica todo esfuerzo y presupuesto público en proteger su casta y en perpetuar su oligarquía en el poder, más que en el beneficio de la sociedad o de los cubanos como individuos. Entonces es probable que pueda usted saltarse, si desea, la crisis tapiñada e ir directo a naufragar entre los escombros.
Aclaro, además, que los ejemplos concretos y particulares que aquí expongo no necesariamente son los más significativos para la mayoría, y con el perdón de los que no incluya en esta denuncia, les pido que se sientan representados, si así lo desean.
La crisis tapiñada.
«Una pandemia es siempre una crisis en todas las dimensiones posibles, y no una mera cuestión sanitaria»
— Jose Alberto
Las personas no relacionadas con la salud pública y la gestión de los recursos de salud suelen ver únicamente la punta del iceberg, el proceso salud-enfermedad, y aunque lo fundamental siempre somos los seres humanos, los recursos materiales son objetivamente limitados, incluidos los de los sistemas de salud, recursos escasos que deben ser empleados de forma eficiente y, sobre todo, ética.
Esto es importante en el ámbito económico, donde los estragos de la actual crisis mundial son especialmente marcados en los países en vías de desarrollo [12], y peor aún, en regímenes totalitarios como es el caso de Cuba dado que distribuyen el presupuesto “público”, que por demás controlan absolutamente, en funciones de mantenerse en el poder a toda costa, poniendo la seguridad del “Estado” (Sistema, Revolución) por encima de los individuos (sociedad). Esto conduce (siendo a la vez, causa y consecuencia) a la perpetuación del descalabro económico.
Primero por la crisis económica estructural (por ende, permanente) de base en la que vivimos, no por el Embargo (por mucho que este pueda afectar), como le gusta asegurar al régimen, sino por las pésimas gestiones económicas del propio “socialismo/comunismo” y más concretamente, del gobierno que las materializa utilizando dichas ideologías como mera justificación, en particular porque esas gestiones, en realidad van dirigidas a la sustentación de la oligarquía, a la casta en los diferentes niveles del poder, más que en el desarrollo personal y social de los cubanos, limitados específicamente en la creación, obtención y acumulación de riquezas (capital) por temor a que estas permitan generación de poder que ponga en peligro al establishment.
No hace falta filosofar mucho para encontrar los argumentos que tanto intenta ocultar la dictadura militar castrista. Nótese, anótese y promúlguese, que a los cubanos no nos es permitido crear riquezas mediante la creación de empresas, podemos tener muchas iniciativas de emprendimiento, incluso el régimen podría parecer interesado en ellas, pero son truncadas dentro de la burocracia premeditada, que se recicla en un estira y encoge interminable como cinta o banda de Möbius y que intenta ocultar la verdadera razón devenida de criminalizar e ilegalizar la propiedad privada, o sea, el marco jurídico básico que te protege no solo para poseer un bien (mueble o inmueble) sino como garantías para comenzar a emprender. En consecuencia, los cubanos no tenemos, por ejemplo, derecho legal a crear prensa independiente (a la del gobierno), universidades, fabricas… y así una innumerable lista. Por lo tanto, NO, no es el embargo quien nos bloquea, como solemos decir los cubanos dentro o fuera de la isla, el verdadero bloqueo, es interno y a manos de la cúpula del Partido Comunista de Cuba. A nuestro pueblo se le priva además de la posibilidad de importar incluso lo que el régimen (estado/revolución) es incapaz de proveer.
El verdadero freno al desarrollo personal y social en nuestro país es el Régimen Autocrático Castrista.
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No en balde no solo estamos en lo peor del espectro político internacional como un Régimen Autocrático Cerrado, sino que además ostentamos el nefasto puesto de tercer país con menos libertad económica del mundo (puesto 138 entre 180 países en el ranking). [13]

Pero esa como otras realidades ha sido meticulosamente manipulada a lo largo del macabro proceso de perpetuación en el poder de la dinastía Castro y sus séquitos. Advirtamos brevemente, sobre algunas premias para comprender el contexto y la repercusión en la pandemia, de este círculo de perpetuación que abordaré en otras entradas de este blog.
«The most fundamental element of the Taiwan model is transparency, transparency between the authorities and the public in Taiwan, transparency between Taiwan and the international community».
— Johns Hopkins Bloomberg School of Public Health. [14]
Téngase en cuenta, que todos, absolutamente todos los medios de comunicación [15] en el archipiélago cubano son estatales, y los pocos que logran ser acreditados por el régimen, presentan grandes conflictos de intereses de sus profesionales o de las compañías en sí mismas, lo que hace que sean sólo un eco vergonzoso del oficialismo.
«En la Cuba post 1959 no existe periodismo alguno, sino una inescrupulosa maquinaria propagandística y vergonzosos ecos cómplices del oficialismo»
— José Alberto
La política de la comunicación estatal no utiliza publicidad [16], sino inescrupulosa propaganda [17] [18], es además chapucera y va dando bandazos, típico de la incompetencia de las empresas socialistas, por lo que el sistema siempre tiende a centralizar la información en unos pocos medios que como fuente después es esparcida a corta y pega por el resto. La conducta de comunicación oficialista puede entenderse sobre la base de tres premisas de la propaganda:
- la primera es una especie de incentivación al falso nacionalismo, ese chovinismo limitado al constructo distópico mal llamado Revolución Cubana: “Dentro de la Revolución todo, contra la Revolución nada” [19] ,(frase acuñada por del dictador Fidel Castro evidencia de que como plagiador viviente solo fue original en hundir a nuestra patria en la miseria y el odio al que disiente, mostrando los rasgos fascistas del tirano) [20] [21], un sistema que despersonalizando los logros de los individuos, se apodera de ellos y los revende como propios en la ilusión implantada del Homo revolucionarius kubinskiy (кубинский), que a efectos psicológicos genera la sensación de que las virtudes todas son del sistema (el HomoRevKu) y no de los individuos, dándole además un sentido de unanimidad que impresiona contar con el consenso de toda la nación (como si realmente eso fuera siquiera posible);
- la segunda, (muy relacionada con los principios de vulgarización y silenciación puestos en práctica por el jefe de la propaganda nazi, Joseph Goebbels) es aquella donde lo que no se hace visible no ocurre, donde los medios de comunicación como monopolio del estado deciden ocultar y censurar las noticias que asumen dañarían la imagen de la revolución (sistema) generando una falsa realidad al más puro estilo orwelliano. De esa forma pareciera (el cubano así lo cree y muchos otros también), no existir males en la sociedad “socialista” cubana, ni las desigualdades, la hambruna, la homofobia, el racismo, la prostitución infantil, los suicidios, los robos, una profunda corrupción institucionalizada, etc.; y
- la tercera, (muy relacionada con los principios de la simplificación, el método de contagio, la transposición, exageración y de la desfiguración de Joseph Goebbels) es la creación de una especie de fobia mediante la manipulación y el engaño para intentar la desacreditación basada en estereotipos “socialmente no deseables”, acuñándolos a prácticamente todo, desde el sistema capitalista (casi todo el planeta), hasta instituciones o todo aquel individuo que disiente y/o se oponga al sistema.
Quedando así cerrado el contagioso círculo vicioso en el que la “revolución” y su Homo revolucionarius, se apoderan de lo bueno del cubano (como individuo), o lo crea ficticiamente, después lo engrandece, lo pondera por sobre toda “otra” verdad en una falsa dicotomía, (como si existiera su verdad y la nuestra, cuando sabemos que la verdad no se rige por la física, ni tiene que ver con la teoría de la relatividad, la verdad es y debe ser, en términos morales y psicológicos una sola), hace alarde de ello mediante propaganda y orquestación de medios de comunicación, a la vez que invisibiliza lo negativo que genera internamente, censura a la oposición, al mismo tiempo que muestra sesgada y exageradamente los errores de los otros sistemas.
Esto por más de seis décadas había logrado su objetivo, principalmente por el aislamiento (informacional, sociocultural, educacional, político y geográfico) y el adoctrinamiento sistemático a los que hemos sido sometidos los cubanos, en pos de lograr el hombre nuevo, ese Homo revolucionarius kubinskiy (кубинский) que no es otra cosa que una variante vestigio del Homo Sovieticus (Soviet Man) del marxismo-leninismo pero bajándole varios niveles al estoicismo y sustituyendo el vodka por “Chispa de tren“, o “sudor de tigre“.

Pero desde que el eje del mal de la izquierda internacional entró en crisis, los países cómplices habían disminuido sus suministros al castrismo, por lo que el costoso andamiaje propagandístico y de adoctrinamiento había comenzado a resquebrajarse, y la mente de algunos, especialmente los más jóvenes (hartos ya del vacuo discurso oficialista), había comenzado a cambiar, impulsado entre otras muchas variables, por la miseria creciente, la falta de esperanzas palpable resultante de vivir en un sistema fallido, y gracias a la creciente exposición a información no oficialista y de contraste, consecuencias a una mayor accesibilidad al internet (especialmente en la red móvil) dentro de la isla.
Ese auténtico secuestro por varias décadas de los medios de difusión masiva en una especie de monopolio estatal “socialista” ha evitado en gran medida la generación de crisis locales internas (y su repercusión internacional), que conducen a estallidos sociales mediante la compartimentación del malestar social y en última instancia evitando propagación de sublevaciones locales que conduzcan a rebeliones nacionales. Lo que le ha permitido al régimen autovalidarse y mostrar músculos aludiendo a que el pueblo de Cuba no sufre porque no se revela.
Pienso, ahora y siempre que toco estos temas, en aquellos cubanos malnutridos y debilitados por la hambruna, las epidemias y la desolación en la reconcentración de los Castros de los años 90 que durante el Maleconazo fueron brutalmente reprimidos por equipos de respuesta rápida disfrazados de obreros, o trabajadores del contingente de la construcción “Blas Roca”, que protegían al dictador Fidel Castro mientras este se montaba su habitual teatro. Los atroces ataques que sufrieron sin teléfonos móviles para filmar, sin internet, ni prensa alguna que al menos limitara la brutalidad militar, que tantos sufrieron en esos eventos. Hoy muchos continúan exhibiendo la version tergiversada del régimen y su tirano.
“No le perdono a medio o periodista alguno por aquel entonces en la isla, el agravio de no haber documentado, como mínimo, con detalles aquella masacre”
— Jose Alberto
En la práctica y sin reparar en las causas el estallido social del 11 de julio de 2020 en Cuba (con el desmoronamiento de la falacia de la potencia médica como claro detonante), se propagó y luego se apagó fundamentalmente por la posibilidad de verse en vivo (desafiando el autoritarismo), ofrecida por el internet y a través de las redes sociales, independientemente de los tiros contra mi pueblo desarmado, y la violencia por parte de sabuesos de los bates y de las fuerzas de represión. Pensemos que, si muchos cubanos habrían visto en vivo a alguno de sus familiares, colegas, hermanos, amigos, compatriotas, coterráneos todos, siendo reprimidos brutalmente, incluido el uso indiscriminado de armas de fuego otro gallo cantaría, o eso quiero pensar yo.
“Al final todo es cuestión de tiempo, de resistencia y fuerzas de poder (táctico y estratégico) en esta guerra a la que nos arrastrar la dictadura militar castrista”
— Jose Alberto
Dentro de una Latinoamérica profundamente populista, y habiendo sufrido la debacle fidelista, es comprensible la repulsion al liderazgo mesiánico, que no pocas veces termina rechazando la importancia de los lideres para los grupos humanos. Nos guste o no, en la capacidad de influenciar a (muchas) otras personas para que dirijan su conducta y acciones voluntariamente en el logro de objetivos determinados, muchas veces poco claros en el plano individual, está el carácter catalizador de transformaciones de un líder. Claramente no todos los liderazgos son tóxicos, y podemos tener lideres que como directores de orquesta ayuden a darle vida a una partitura de base y a los intérpretes como un concertador, moderador y conductor de un consenso social mínimo, y sin otorgarle poderes absolutos ni permitirle privilegios más que el de servir al bien público sobre la base de la libertad o libertades individuales.
Este es otro aspecto fundamental en las crisis de sistemas que ha evitado los estallidos sociales en Cuba, las políticas minuciosamente calculadas para el trato personalizado a los líderes. Téngase en cuentas que durante todos los niveles de enseñanza por los que transitamos los cubanos en la isla, se captan tempranamente a aquellos con potencial para ser líderes, (además de captar a los líderes espontáneos que vayan surgiendo), se les segrega y se les corrompe (intoxica, adoctrina) ocupándoles el tiempo en reuniones, organizaciones y privilegios hasta comprometerlos con el sistema. Por otro lado, a los líderes disidentes, opositores y activistas menos vulnerables a ceder ante los chantajes de la dictadura son perseguidos, incriminados, tratados y presentados para linchamiento público como delincuentes, secuestrados al antojo de la policía política disfrazada en el escudo protector del llamado Departamento de la Seguridad del Estado (DSE/G2), que al más sorprendente estilo de ciencia ficción, como si de los pre-delitos de Minority Report se tratara, apoyados en un código penal de mano dura [22], sobre la base de acusaciones infundadas de “Delito de sospecha y castigo preventivo” son además juzgados y condenados sin garantías, en un sistema autoritario que no conoce de separación real de poderes. Actualmente estas políticas nos hacen el quinto país con mayor población penal del mundo. [23]
«Ser juzgado por ‘peligrosidad predelictiva’ lleva a una condena segura en Cuba»
— Diario de Cuba
Todo eso, si no te asesinan directamente como parece ser el caso de los compatriotas, Oswaldo Payá [24] fundador del Movimiento Cristiano Liberación [25] y del el Proyecto Varela [26], quien el 22 de julio de 2012 seguido y acosado por vehículos de la policía política en la carretera de Bayamo que le provoca un incidente y la muerte, junto a Harold Cepero. [27] La petición a la Alta Comisionada Derechos Humanos ONU (UN investigation) Michelle Bachelet para que investigue los hechos ha sobrepasado las 16 mil firmas en Change.com [28].
«Los esbirros del régimen castrista han tatuado de dolor y tortura (física y psicológica) nuestra historia, derramando sangre cubana inocente por tierra, mar y aire»
— Jose Alberto
Como en el caso del hundimiento del remolcador 13 de marzo por parte del regimen castrista donde murieron unas 37 personas entre ellas 10 niños. El caso de los pilotos asesinados con el derribo de aviones de Hermanos al Rescate que no representaban amenaza alguna para la seguridad nacional en la isla. Matar a seres humanos desarmados no tienen, ni debe tener justificación moral, ni de ningún tipo.
O simplemente te dejan morir en la cárcel como a los Presos de Consciencia, Pedro Luis Boitel (1972) [29] y Orlando Zapata Tamayo (2010) [30] [31] ambos durante huelga de hambre. Muchos otros terminan años de tortura psicológica y extorsión en el exilio, siendo obligados al destierro indefinido. Como lo demuestra la estrategia exilio o prisión, seguida después del levantamiento popular del 11J.
Puesto que la “revolución” como sistema aprendió bien temprano que no era necesario fusilar o desaparecer a más cubanos, ni mucho menos hacer gala de ello como hizo el asesino de la cabaña “Che Guevara” el 11 de diciembre de 1964, en representación del régimen socialista cubano ante las Naciones Unidas: “Nosotros tenemos que decir aquí lo que es una verdad conocida, que la hemos expresado siempre ante el mundo: fusilamientos, sí, hemos fusilado; fusilamos y seguiremos fusilando” [32] [33] “Sinceridad” que al parecer no le perdonó Fidel Castro y que probablemente le haya costado la vida al propio verdugo cuando comenzó a entrar en contradicciones con los Rusos, y con el propio Castro. No parece muy azaroso que ningún opositor al Castrismo viviera lo suficiente como para contarlo.
La “revolución” se adaptó tempranamente a que bastaba con que la presión, persecución, extorsión y coacción por parte de la policía política fuera acorralando y los medios de difusión aislando de la vida pública a los pocos opositores que tiene capacidad de liderazgo, a los que no han podido someter, a esos que terminan empujados al destierro y a la vida por tiempo indefinido en el exilio. Como otra de las formas en que han logrado evitar crisis sociales que les ponga en peligro su adicción al poder, y de muestras al mundo de la revolución es solo la fachada de una cruenta dictadura. [34]
Después de las protestas nacionales del 11 de julio de 2021 esto ha quedado perfectamente documentado, pero en realidad era algo que se había denunciado por muchos otros durante las últimas 6 décadas de suplicio nacional. De la misma forma que una ola de represión [35] y una fuerte militarización [36] mantuvo a los manifestantes del grupo Archipiélago y de otras organizaciones sin poder salir a la marcha pacífica el #15NCuba. Incluso muchos líderes fueron detenidos solo por expresar o insinuar la intensión de manifestarse. [37] [38]

Por ejemplo, mientras a los miembros del grupo “Clandestinos” [39] le impusieron cruentas penas de cárcel, Rodríguez Baró (15 años de cárcel), Prieto Tamayo (9 años), Pérez García (1 año por prestar el celular), sólo por pintar unos bustos maltrechos, y violando o aplicando a conveniencia política el universal principio jurídico de proporcionalidad. No se sanciona a los miembros de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR) denunciados en las redes por ultrajar el mausoleo donde descansan las cenizas de Julio Antonio Mella [40] [41], incluso con los agravantes, de que están ahí para cuidar la piedra. O a los tantos miembros de la policía que han sido denunciados por extorsión a quienes realizan labores de prostitución callejera y/o de turismo sexual (jineteras/os y pingueros), llegando a actuar en muchos casos los mismos agentes del orden como proxenetas. [42] [43] [44]
¿Separación real de poderes? Ni siquiera se entiende lo que es eso en la isla. La inmoralidad de la revolución y sus Homo Revolucionarius es la norma demostrable. En tanto al mencionado grupo clandestinos se le hace linchamiento social en los medios de comunicación del país y se les condena públicamente por anticipado [45] [46], el oficialismo oculta la noticia del ultraje cometido por los miembros de la PNR o peor, absuelve al policía que asesinó al joven Diubis Laurencio Tejeda, manifestante (desarmado) de La Güinera (Arroyo Naranjo) e hirió a otros tres, [47] [48] y encarcela con sentencias de 20 y 7 años a un padre y su hija solo por haber sido testigos de dicho asesinato. [49] [50]

Race and Equality @raceandequality
Las dimensiones de la crueldad de la dictadura se hacen horrendas y para muchos impensables, al secuestrar y mantener prisioneros políticos [51] a niños que salieron a las calles el 11 julio, como el caso de Rowland Jesús Castillo Castro, de 17 años, detenido desde el 16 de julio de 2021 y para quien la Fiscalía solicitó 23 años de prisión por la presunta comisión del delito de “sedición” [52]. O el caso de Brandon David Becerra Curbelo quien cumplió sus 18 años estando retenido, sin juicio, por salir a cantar Patria y Vida durante las manifestaciones. De aceptarse la petición de la fiscalía, saldría de las cárceles cubanas con el doble de su edad actual.

128 convicted and 1,916 years in prison in total: the breakdown of the sentences of the Cuban dictatorship to the 11J protesters – Infobae
“Mi hijo fue detenido con 17 años. Cumplió 18 el 7 de noviembre, estando en la prisión. Lleva 4 meses en la Prisión de Jóvenes de Occidente de El Guatao. Me lo recogieron de aquí en La Habana, de la esquina de la casa, como un perro”, cuenta su madre Yanaisy Curbelo Rocío. [53]
La represión y el encarcelamiento a menores de edad ha suscitado la preocupación del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) [54] quien se pronunció al respecto, a pesar de que por muchos años este organismo internacional ha servido de lavado de imagen y fuente de recursos para el adoctrinamiento sistemático de los niños cubanos. Las sanciones a jóvenes pueden llegar hasta los 30 años de prisión por el mero hecho de manifestarse. [55]

Mírese por donde se mire, y por más grosero y vulgar que sea gritar: “Diaz-Canel SINGAO” o cantar el estribillo: “Oye-Policía-Pinga” no es motivo (ni debería ser) para encarcelar a un ser humano. [56] A todas lues es esto una especie de intento de escarmiento que impregne terror a la población como método disuasivo de otras manifestaciones.
La dictadura muestra la no separación real de poderes cuando recrudece sus sanciones contra los que disienten abiertamente perteneciendo a organizaciones de oposición, como demuestra el caso del activista del Movimiento Opositores por una Nueva República, Eduardo Álvarez Rigal a quien le piden 20 años de cárcel por lanzar piedras. [57] Pero quizás el caso actual que más los está dejando en evidencias sea el del joven sin afiliación política Luis Robles Elizástegui [58] declarado en enero como prisionero de conciencia por la ONG Prisoners Defenders (PD) [59], quien lleva un año en presión (centro penitenciario Combinado del Este) sin juicio ni sanción, o sea, secuestrado ilegalmente por los esbirros de la Seguridad del Estado desde el 4 de diciembre de 2020 por mostrar pacíficamente y en silencio [60], un cartel en el que pedía el fin de la represión y la libertad del rapero contestatario Denis Solís miembro del Movimiento San Isidro y amigo, recientemente liberado después de cumplir 8 meses de condena por supuesto delito de desacato a la autoridad. Aunque el derecho a manifestarse pacíficamente y la libertad de expresión, en teoría, están reconocidos por la Constitución –fraude- de la República, los cubanos sabemos que no existen tales derechos para nosotros. [61]
De esta manera, lo que debería ser visto como un legítimo acto cívico, digno de seguir por nuestros jóvenes, la prensa castrista lo tergiversa, y la policía política lo castiga esmeradamente para dejar un abusivo mensaje de escarmiento al resto de la sociedad civil cubana.

Mientras los participantes del estallido social eran cazados en sus casas, secuestrados y al más puro estilo nazi, voceros del régimen en el Centro de Prensa Extranjera del Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba (MINREX) [62] le contaba la versión “revolucionaria” al mundo, y a los cubanos en la isla (después de varios días sin internet):
— Rubén Remigio Ferro, presidente del Tribunal Supremo Popular.
“Las opiniones políticas diversas, incluso las de sentido político diferente al imperante en el país no constituyen delito, pensar diferente, cuestionar lo que se está haciendo, eso en sí mismo no constituye delito. Es más, manifestarse lejos de constituir un delito constituye un derecho constitucional de las personas”.
Expresado en comparecencia pública el día 24 de julio del 2021, respecto a las garantías procesales (jurídicas) y el respeto a los derechos humanos a los implicados en las manifestaciones populares del 11 y 12 de Julio de 2020. [63] [64]
«Sueño con ese día de justicia en el que funcionarios sin moral o ética profesional como este, sean separados del cargo e inhabilitados de por vida, y tengan que retractarse pidiendo disculpas a nuestro pueblo públicamente»
— Jose Alberto
Ese, es el verdadero rostro de la “magnánima” revolución cubana, el de una auténtica organización criminal, esa que permite a primeros oficiales del MININT disparar armas de fuego contra mi pueblo desarmado sin siquiera investigarles y menos juzgarles. Mientras persigue, secuestra, encarcela a jóvenes por salir a las calles cantando y pidiendo un país mejor. Pensar diferente y expresarlo libremente no es un delito, por eso el aparato judicial al servicio del PCC utiliza otros delitos penados para enjuiciar al que disiente.
Por desgracia he visto como no pocos caen, cuando de Cuba se trata, en una especie de retórica en la que se tergiversa e intenta normalizarse la violencia policial y estatal, institucionalizada por el régimen cubano, aludiendo por un lado, a que existe en el resto de las naciones, y por otro lado desviando la atención en un intento de comparación (en cuanto a la magnitud), con abusos similares o supuestamente mayores, perpetuados en otros países sin siquiera reparar en el sinsentido cómplice en el que se hunden.
Primero deberían pensar en que alegar que esta violencia no es exclusiva del régimen cubano, no exonera al mismo de la culpa de haberla cometido, ni es razón alguna para atacar a los que nos indignamos por tales abusos donde quiera que sean cometidos. Los que hacen esto se convierten en cómplices de un estado abusador más, y no, en paladines de la imparcialidad, la justicia y la verdad.
Ingenuamente algunos, hipócrita y criminalmente otros, parecen olvidar el detalle de la falta de derechos reales que se materializa porque bajo las dictaduras, los regímenes autoritarios o totalitarios como el cubano, no hay separación real de poderes, así que ir contra el poder tienen además el agravante de que las víctimas lejos de ser protegidas, de garantizárseles el derecho de acusar formal, legalmente a las fuerzas represivas y directamente a los perpetuadores del abuso policial, de que sus juicios sean seguidos por los medios independientes de todo el mundo, y de terminar muchas veces haciéndose justicia que incluye grandes indemnizaciones, esto jamás ha sido permitido en la Cuba castrista.
“Condenamos ola represiva del gobierno de Cuba contra protestas por racismo y violencia, tras muerte de joven negro a manos de la policía cubana”
— Observatorio Cubano de Derechos Humanos, 1 de julio de 2020.
Recordemos que mientras los medios oficiales (y muchísimos cubanos también) de la Isla se hacían eco de Black Lives Matter criticando el asesinato del afroamericano George Floyd a manos de un policía en Estados Unidos, por otro lado, escondían la verdad sobre el cubano Hansel Ernesto Hernández Galiano, de 27 años, negro de piel como Floyd, asesinado por los disparos de un uniformado de la PNR.
Esta típica hipocresía de la izquierda internacional, característica del Homo Revolucionarius Hypocrĭtas, se hizo marcadamente evidente cuando el propio movimiento Black Lives Matter (BLM) tomo partido a favor de la dictadura revolucionaria cubana, no solo ante la muerte del nombrado «George Floyd cubano», sino que traiciona a mi pueblo, muestra la hipocresía y la demagogia características de la izquierda global cuando apoyó públicamente la represión que sufrieron los que intentaron manifestarse contra esa injusticia policial en Cuba y más tarde aludiendo el absurdo de que el estallido social era culpa del gobierno estadounidense. Pero volvamos a Cuba en tiempos de pandemia.
Aunque ciertamente los niveles de politización de la pandemia en el mundo han sido escalofriantes, no son nada comparado con los desplegados por parte de las autoridades cubanas, que quedaran en la memoria histórica de hasta donde pueden llegar el ridículo revolucionario y su inescrupulosa propaganda. A la que se suman no pocos medios internacionales tapiñando la realidad del cubano, y la crisis estructural en la que nos tiene un sistema autoritario que a machetazos chapuceros solo intenta perpetuarse en el poder.
«”La pandemia de covid-19 fue la gota que colmó el vaso de agua“, dice a BBC Mundo el doctor Rodolfo Stusser, bioestadista e investigador independiente que fuera asesor del Ministerio de Salud de Cuba». [65]
Lo que pretendo, es comenzar un grupo de denuncias demostrando que el MISNAP no estaba preparado para afrontar la pandemia, contrario a lo que ha contado el despliegue propagandístico oficialista, y lo haré sobre la base de las deficiencias estructurales intrínsecas del Sistema de Salud Pública Cubano, su trato inhumano a mis colegas y su repercusión en la evolución de la epidemia en la isla. He de exponer además que Cuba con una economía débil y dependiente de escasos renglones económicos no controlados internamente, hace a nuestro sistema de salud más vulnerable y menos resiliente ha fracasado intentando copiar modelos que funciona en economías y sistemas de salud más sólidos que resultaron no funcionar en nuestro entorno.
«A pesar de que la tiranía revolucionaria ha mentido y manipulado las estadísticas desde sus primeras etapas y de que existan evidencias que así lo demuestran, la mayoría prefiere rendirse al mito, a la propaganda del régimen y sus aliados, antes que a la verdad que evidencian los hechos concretos»
— Jose Alberto
La falta de preparación del MINSAP para enfrentar y contener el inicio de la epidemia en la isla por su deprimente situación prepandemia, no solo por la falta de insumos médicos en general que impacta por ejemplo en la disponibilidad de los test PCR y su calidad diagnóstica o de cribado, sino por las malas estrategias en la aplicación de los test, el marcado retraso en la comunicación de los resultados por la inexistente automatización del sistema de salud, el deficiente suministro de equipos de protección personal (PPE del inglés Personal Protective Equipment), la falta de recursos para afrontar las consecuencias de una imprudente pesquisa masiva, que por demás, utilizaron como propaganda, así como los deficientes recursos para tratar a los pacientes en los cetros de aislamiento y en los hospitales. Será parte de lo que desarrollaré a continuación, y en dos partes, pero lo haré, referente a los profesionales y trabajadores de la salud, en un intento de homenaje a mis colegas, esos esclavos de bata blanca. Lo referente al resto de la epidemiología de la epidemia en Cuba lo trataré en otra publicación.
Naufragando entre los escombros.
Dentro de los recursos humanos para la salud (RHS), el personal sanitario, como actores primordiales de la infraestructura crítica contra las epidemias, corren un riesgo de infección considerable. La rápida transmisión de la pandemia de COVID-19 evidenciada por el número exponencialmente creciente de casos en el mundo ha ejercido una tensión sin precedentes sobre los sistemas de salud de los países más afectados. Esto predispone considerablemente a los profesionales de la salud (PS) y en general a los trabajadores de la salud (HCW, acrónimo de Health Care Workers) a mayores cargas de trabajo, a mayor riesgo de contagio, con mayor tiempo de exposición en el entorno de atención sanitaria que se les suman a las exposiciones en la comunidad. Doblar turnos se había hecho cotidiano, o extender las horas de trabajo para apoyar a colegas en momentos de más alta demanda contribuyendo además a un mayor agotamiento, que viene a cerrar un ciclo de vulnerabilidad.
Por otro lado, aunque el personal sanitario está entrenado para situaciones de estrés, no está exento de temor a contagiarse, de preocupación permanente de contagiar a sus seres queridos, y a sus pacientes. Muchos han tenido que asumir roles para los que no están capacitados, con o sin tiempo para recuperar conocimientos que se pierde con los años creando mayor estrés laboral, generando conflictos éticos al ser expuestos a transgresiones de sus principios, como prestar alguna atención clínica sin sentirse en óptimas condiciones para hacerlo con la calidad esperada y deseada. Así como la autoexclusión o algún tipo de rechazo o discriminación social, incluidos casos de violencia que vivieron algunos médicos y personal de primera línea fundamentalmente al inicio de la epidemia. Sumado a las experiencias de gran número de muertes, en muchos casos muy por encima de lo esperado, los escenarios de muerte en ausencia de familiares representan verdaderos factores de riesgo psicosocial que atentan contra la salud mental (solo existe una salud, la distinción entre categorías es netamente didáctica) de estos profesionales.
Objetivamente estos factores varían abismalmente, no solo entre países que transitan por distintas fases de la epidemia, con alcances muy variables en cuanto a los test a la población, las diferencias en la carga sobre sus respectivos sistemas de atención de salud, los diferentes niveles de preparación y capacidades de respuesta, sino también en las diferencias en cuanto a la correcta implementación de medidas de los gobiernos nacionales y locales, así como el estado general de salud de la población y las diferencias en la demografía de la población promedio.
“The Official Coronavirus Numbers Are Wrong, and Everyone Knows It”
— Alexis C. Madrigal (@alexismadrigal) [66]
Desde el comienzo de la pandemia he tratado, como muchos otros, de esclarecer que los reportes que emiten los países, y los que explican la mayoría de comunicadores, son solo una foto de pésima resolución (espacial y temporal), extremadamente imprecisa de la verdadera realidad en la dinámica de la epidemia, que va desde el nivel local, regional, nacional e internacional, y en la mayoría de los casos esos datos ni siquiera sirven para evaluar la respuesta real de los gobiernos a la pandemia, mucho menos a predecir su verdadera evolución.
«Los reportes oficiales de COVID-19 emitidos por países son solo una foto de pésima resolución (espacial y temporal), extremadamente imprecisa de la verdadera realidad sobre la dinámica de la epidemia, datos que en la mayoría de los casos ni siquiera sirven para evaluar la respuesta real de los gobiernos a la pandemia, y mucho menos, a predecir su evolución, ni su impacto»
— Jose Alberto
En este sentido, no pocos de los llamados comunicadores científicos, terminaron confundiendo método epidemiológico, inferencia estadística y probabilidades con burdas comparaciones visuales entre gráficos de datos de países, violando un principio básico de que cuando los sesgos (por ejemplo de información) son tantos que la incertidumbre se hace incontrolable, las conclusiones pasan a ser meras conjeturas, especulaciones no derivadas del análisis de los datos, impactando en la exactitud y la veracidad comprometiendo la validez interna e invalidando los resultados del que pretendieron salir dichas conclusiones. Dicho de otra forma, ocurre una sustancial diferencia entre lo que están valorando y lo que se cree que se está valorando desde el mismo inicio que para el análisis se toman datos sesgados del problema. Aunque muchas veces eso es a ojos de cualquier investigador una mera pérdida de tiempo, en el caso de los regímenes autocráticos y totalitarios podría servir, y de hecho se utiliza para el lavado de la imagen y el ocultamiento de las estadísticas reales de las poblaciones. Algo de lo que deberían cuidarse los dedicados a tal importante labor comunicativa.
Aproximación a la situación epidemiológica de los trabajadores de la salud. ¿Dónde están mis colegas cubanos?
La transmisión nosocomial está ampliamente documentada, los centros sanitarios y en especial los hospitales, como en muchos otros lugares donde se aglutinan personas potencialmente infectadas, pueden comportarse como un entorno favorable para la propagación del SARS-CoV-2.
Los trabajadores de la salud corren un riesgo considerable de infección como principales actores de la infraestructura crítica de los sistemas de salud. Durante los primeros meses de la pandemia (hasta principios de marzo de 2020), se habían descrito al menos 3300 TS infectados en China, el 88% de ellos procedían de Hubei, donde inicialmente se reportó una gran transmisión intrahospitalaria en TS de los hospitales de Wuhan (29%), llegando a ser alrededor del 20% de los TS que respondieron a la pandemia en Italia durante el primer mes. [67]
Los primeros TS víctimas de la pandemia fueron dados a conocer por la OMS en un tweet del 20 de enero de 2020:
En los profesionales de salud la incidencia de la infección osciló ampliamente entre el 0% y el 49,6% (mediante PCR), y la prevalencia del SARS-CoV-2 en estudios de seropositividad osciló entre el 1,6% y el 31,6%, como reflejo fehaciente del enfrentamiento a una nueva enfermedad, en un mundo globalizado, pero naturalmente dispar. Estos amplios rangos de porcentajes reportados probablemente estén relacionados a las diferencias en las tasas de transmisión de las comunidades (su evolución en el tiempo), las diferencias en los entornos de trabajo, las exposiciones, la práctica de las medidas de control de las infecciones entre otros factores. Respecto a la enfermedad grave o crítica y la mortalidad en los profesionales de salud presentaron menor incidencia que la reportada en todos los pacientes. Solo el 5% de los profesionales de salud desarrollaron enfermedades graves y el 0,5% desgraciadamente murieron.
En el análisis de los datos de ingreso hospitalario de 13 sitios en los Estados Unidos, el 6% de los adultos hospitalizados con COVID-19 eran TS. Alrededor del 90% de los profesionales de salud hospitalizados presentaba al menos una afección subyacente, siendo las más frecuentes, la obesidad, hipertensión arterial y la diabetes mellitus. [68] Otro estudio realizado en Escocia mostró que los profesionales de salud y los miembros de sus hogares representaron el 17% de los ingresos hospitalarios.
La prevalencia de hospitalización fue del 15,1% (IC del 95%, 5,6–35) y la tasa de mortalidad fue del 1,5% (IC del 95%, 0,5–3,9). En un metaanálisis de marzo de 2021, que utilizo tres bases de datos e identificó 328 artículos de los cuales se incluyeron 30 artículos en la revisión sistemática y 28 se utilizaron para el metaanálisis. [69]
Según las Organización Mundial de la Salud (OMS) aproximadamente el 14% (rango de 2% a 35%) de los casos informados son de profesionales de salud. [70]
Existe una importante variación de las tasas de infección reportadas en los trabajadores de la salud según la ubicación geográfica: China 4,2%, Holanda 6%, Italia 9%, Reino Unido 10%, Estados Unidos 18%. La seroprevalencia general de anticuerpos del SARS-CoV-2 fue del 8,7%, con una mayor seroprevalencia notificada en América del Norte (12,7%) en comparación con Europa (8,5%), África (8,2%) y Asia (4%), según estimaciones de una revisión sistemática y un metaanálisis de casi 130,000 profesionales de salud.
Tabla 2. Porcentaje de trabajadores de la salud que se ha descubierto que están infectados por el SARS-CoV-2 | ||||
Recolección de muestras | SARS-CoV-2 positivo | |||
REINO UNIDO | 435 pacientes hospitalizados en el hospital universitario de Londres | 2 de marzo a 12 de abril | 15% (tasa de mortalidad: 36%) | Rickman 2020 |
REINO UNIDO | 1718 PCS que participaron en 5148 intubaciones traqueales de riesgo | 23 de marzo-2 de junio de 2020 | 10,7% | El-Boghdadly 2020 |
EE.UU. | 3477 empleados sintomáticos en el sistema médico de la Universidad de Washington | 12 de marzo-23 de abril | 5,3% | Mani 2020 |
China | Wuhan: 44 672 HCWs | Hasta el 11 de febrero | 3,8% | Wu 2020 |
EE.UU. | 1992 HCWs en unidades COVID-19 | 12 de febrero – 9 de abril | 5,4% | Vahidy 2020 |
Italia | 5444 PCS activos | 17 de abril a 20 de mayo | 6,9% | Calcagno 2021 |
REINO UNIDO | Londres, 200 PCS para pacientes | 26 de marzo-8 de abril | 20% de seroconversión durante el período de estudio | Houlihan 2020 |
China | Wuhan, 9684 HCWs en el Hospital Tongji | Del 1 de enero al 9 de febrero | 0,9% | Lai X 2020 |
Según los datos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC; Centers for Disease Control and Prevention), ha habido 362 544 casos de Covid-19 en trabajadores de la salud y 1250 muertes. En comparación con otros 37 países, Estados Unidos tiene la mayor cantidad de infecciones y el riesgo de infección y muerte también es significativamente mayor para los trabajadores de la salud de color. Se recopilaron datos de 16 805 023 personas, pero el estado del personal sanitario solo estaba disponible para 3 198 923 (19,04%) personas. Para los 362 544 casos de COVID-19 entre el personal de salud, el estado de muerte solo estaba disponible para 278 686 (76,87%). [71]

En octubre de 2020 un artículo desde la International journal of infectious diseases denunciaban y lanzaba un llamado al director general de la OMS para que publicara datos sobre infecciones y muertes de trabajadores de la salud, así y catalizar la recopilación de informes país por país para centrar la atención en esta tragedia en curso, resaltar las brechas y disparidades de equipos de protección personal y los pasos a seguir para detener eso:
«Sin embargo, el número de infecciones y muertes de trabajadores de la salud, país por país no está claro porque algunos países no ponen los datos a disposición del público. Además, la sede de la OMS en Ginebra actualmente no publica en su sitio web COVID-19 el número de infecciones y muertes de trabajadores sanitarios por país. Hacemos un llamado al Director General de la OMS para que esta información esté disponible país por país en su sitio web COVID-19 a partir de noviembre de 2020 para centrar la atención en esta tragedia en curso y los pasos que se deben tomar para detenerla» [72]
En un reciente informe regional donde se sintetizan los hallazgos en cinco países de América Latina (Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador y Perú), la OPS/OMS estimó que entre el 3,27% y el 12,62% de los trabajadores de la salud habían sido infectados por SARS-Cov-2, de los cuales entre el 0,20% y 1,97% habían fallecido. [73]
Regionalmente para el 2 de septiembre de 2020 el director de la OPS había reportado como infectados a unos 570 000 trabajadores de la salud y ocasionado la muerte de al menos 2 500 en las Américas. [74] [75] [76]
Estas alarmantes cifras fueron publicadas con detalles en la Alerta Epidemiológica: COVID-19 en personal de salud – 31 de agosto de 2020. [77] En la que se reportan los datos de los 19 países de la región de los que OPS/OMS tienen información disponible. De la cual resulta como mínimo preocupante, que no tengan datos de la auto catalogada “potencia médica” cubana.
¿Por qué la OMS/OPS no publica reportes específicos sobre la situación epidemiológica de los profesionales de la salud de Cuba como en el resto de las naciones?
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¿Por qué está excluida Cuba de los reportes específicos sobre la situación epidemiológica de los profesionales de la salud que publica la OMS/OPS?
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Al echarle un vistazo a las alarmantes cifras mundiales antes expuestas y regionales, que expongo a continuación, y ante las ausencias, omisiones y secretismos respecto a las cifras en Cuba, resulta bastante difícil terminar dando créditos a los datos oficiales aportados por el régimen cubano, y surgen otro sinfín de incógnitas. Continuemos con el informe regional de agosto del 2020.
En Argentina, se notificaron un total de 68516 casos confirmados de COVID-19 en personal de salud a mediados de enero, lo que constituye el 4% del total de los casos confirmados a nivel nacional en ese momento, y reportados 419 TS como fallecidos por Covid-19. [78]
Brasil, por su parte había reportado que entre febrero y agosto de 2020 se notificaron 1.212.430 casos de síndrome gripal con sospecha de COVID-19 en profesionales de la salud, de los que el 22% (268.954 casos) resultaron confirmados para COVID-19. El observatorio de Enfermería, una página para seguimiento en tiempo real registra 48,037 casos de coronavirus entre enfermeras, técnicos de enfermería, asistentes y parteras. De este personal 689 han fallecido. [79] El Consejo Federal de Medicina en una emotiva página en memoria a los médicos fallecidos por covid19 reporta 624 defunciones. [80]
Para agosto de 2020, se notificaron 7.692 casos confirmados de COVID-19 en personal de salud en Colombia, incluyendo 52 fallecidos, 7.362 recuperados y 278 en aislamiento.
En México, según Amnistía Internacional, han muerto más trabajadores sanitarios que en cualquier otro lugar, y el registro detallado de las muertes de TS es ejemplar en cuanto a su transparencia. Entre el 28 de febrero (detección del primer caso de COVID-19) y el 23 de agosto de 2020 se notificaron 97.632 casos confirmados de COVID-19 en personal de salud.
En Paraguay, entre el 13 de marzo al 21 de agosto de 2020, se notificaron 6.869 personas expuestas a SARS-CoV-2 entre personal de salud, de los cuales 620 fueron confirmados por laboratorio para infección por SARS-CoV-2, incluido un fallecido, lo que corresponde al 5% del total de casos confirmados a nivel nacional.
En República Dominicana, entre el 1 de enero y el 23 de agosto de 2020 se notificaron 272 casos confirmados de COVID-19 en trabajadores de salud.
Más de 2 años han pasado desde que esos datos vieran la luz pública, y todos esperaríamos que algún cambio ocurriera respecto a la información epidemiológica respecto a los TS dada por la dictadura cubana a la OMS/OPS, pero los datos objetivamente son testimonio de otra realidad.
Desde la confirmación de los primeros casos de COVID-19 en las Américas hasta el 17 de septiembre de 2021, se han notificado al menos 2 008 680, incluidas 11 502 defunciones, de acuerdo con la información disponible de 40 países y territorios de las Américas (Tabla 10). [81]

El total representa 13,4% del personal de salud total, estimado en 15 millones. Cuba continúa ausente en las estadísticas de la OPS/OMS respecto a la epidemiología de los trabajadores de la salud. [81]

Durante estos últimos párrafos ya la mayoría habrá reparado en algo que resulta sumamente evidente, la falta de datos oficiales respecto a mis colegas cubanos, y se preguntarán:
¿Será posible que no existan publicados reportes oficiales específicos sobre la situación epidemiológicas de los trabajadores y profesionales de la salud en Cuba?
De los 95 reportes a la OPS/OMS sobre la situación epidemiológica respecto al covid-19 en la isla publicados hasta ahora (último el 14 de diciembre 2021 referente a la semana epidemiológica 49) [82], tan solo en 18 (9, 14, 19, 24, 32, 34, 50, 51, 58, 59, 61, 63, 65-68, 77 y el 95) se hace alguna mención (literal) a los TS/PS en Cuba, pero solo en cinco se informa algún dato respecto a ellos (24, 32, 50 – 51 y 95), desde el boletín N.º 58 hasta el N.º 69 solo se hace referencia a los TS en relación a los estudios de los candidatos vacunales cubanos. En el reporte N.º 95 se informa sobre un colaborador reportado como el primer caso con la variante Ómicron. [83]
Cuatro meses desde el primer caso reportado de la pandemia en la isla tardaron en mencionar a los TS y fue en el reporte No. 24 (27 de julio de 2020). En el que hacen mención sobre un “protocolo” sin aclarar concretamente a que se refieren, “Evaluación de factores de riesgo para el coronavirus (COVID-19) en trabajadores de la salud: protocolo para estudio de caso control”, al parecer podría ser un protocolo de investigación que no es más que la documentación del diseño del experimento para valorar sí cumple con los requisitos (éticos, metodológicos, técnicos…) para ser considerada su utilidad científica y avalar su puesta en marcha. Algo que a priori huele a la propaganda acostumbrada del régimen totalitario, y sin una publicación científica (ni siquiera preliminar) hasta el momento (2 años después), pareciera que finalmente lo es.
La otra mención a los TS en el mismo documento es a todas luces un enmascaramiento de los datos presentados como supuesto logro y a la vez otra propaganda inescrupulosa que ha sido el eslogan constante por parte de las autoridades y la prensa estatal al servicio del régimen: “EN LOS ÚLTIMOS 14 DÍAS NO SE HAN PRODUCIDO CASOS EN TRABAJADORES DE LA SALUD EN EL PAÍS” que termina por generar más preguntas que datos reales. [84]
- ¿Si estos reportes son semanales qué hacen reportando dos semanas?
- ¿No resultaría más ilustrativo y de paso más transparente reportar todos los casos acumulados hasta el momento?
- ¿Cuántos TS han resultado contagiados y cuál es el acumulado hasta esa fecha?
- ¿Cómo se comportan esos datos respecto a los territorios, y en particular a las distintas instituciones de salud?
Todo eso a pesar de que para esa fecha (y desde el 8 de abril) en conferencia del Ministerio de Salud Pública (@Minsap) José Ángel Portal Miranda (@japortalmiranda) informó que 14 médicos, 8 enfermeras, 2 técnicos y un chofer de ambulancia, contrajeron la COVID-19. Uno de ellos se encontraba en estado crítico. [85]
De lo que se hicieron eco ese mismo día los medios independientes que informan sobre la isla [86] y al día siguiente el propio Granma lo publica en su retórica habitual, esta vez por parte de Yudy Castro Morales. “Ante tanta entrega, el personal de la salud debe cuidarse”, que para una prensa que se dice a sí misma fuera del sensacionalismo y los intereses manipuladores (nada más alejado de la realidad) es un título que deja mucho que desear. Para un periódico que pide tanto sacrificio, entrega, disciplina a sus lectores y a nuestro pueblo, ¿no resultaría un poco más ético, comunicativo y alentador pedir que “cuidemos todos” al personal de la salud? ¿Qué se podría esperar de un periodista y el medio que le publica, que lejos de entrar a fondo en la noticia, para informar al menos un espectro amplio de posibilidades como, falta de equipos de protección personal en los hospitales, pobre infraestructura por el deterioro en las instituciones de salud, vamos, solo por mencionar algunos ejemplos frecuentes se pierde por algunas ramitas del árbol? Además, las propias palabras del ministro piden que nos cuidemos todos.
El descredito del periódico Granma está ampliamente documentado, y en su propio eslogan deja claro su principal conflicto de intereses, Órgano Oficial del Partido Comunista de Cuba, o sea cualquiera que entienda de conflictos de intereses sabe que su principal función es transmitir propaganda sin compromisos con la ciudadanía.

En la nota se lee (las palabras del ministro): «“Sobre las fuentes de infección, refirió que algunos se contagiaron de manera extrahospitalaria, debido al contacto con extranjeros y determinados casos confirmados; otros, por el manejo de pacientes que no aparentaban tener ningún síntoma respiratorio vinculado a la covid-19, y también han enfermado por violaciones de las normas de seguridad”. Podría entenderse que en Cuba es el único país en el que no existen riesgos para el personal de la salud, que los contagios han sido “justificados” por irresponsabilidad del trabajador cuando refuerzan el contagio comunitario (no intrahospitalario), por violaciones de normas y protocolos; y por casos asintomáticos».
Pero, si según el MINSAP el personal de la salud estaba en regímenes de 15 días;
- ¿Al incorporarse estos trabajadores no se les realiza PCR y una encuesta por contactos con extranjeros u casos sospechosos o positivos? No es eso, una falla del sistema en sí mismo.
- ¿No están protegidos debidamente todos los TS ante una pandemia que desde sus inicios se conocía un importante número de asintomáticos, presintomáticos y sintomáticos leves?
- ¿No están capacitados debidamente todos los TS para la práctica diaria en tiempos de una pandemia que terminan contagiados por casos asintomáticos y/o presintomáticos?
- Y cuando aluden a “casos asintomáticos” como una especia de excusa, (incriminando a las características clínicas de la enfermedad ampliamente conocidas para esta fecha), a qué se refieren, si las normas internacionales dejan bien claro que en las áreas de transmisión generalizada de SARS-CoV-2 es importante que se apliquen estrictamente las precauciones para el control de infecciones en pacientes con y sin sospecha de COVID-19. Por último y lapidario, cuando dice el ministro “a partir de estos acontecimientos (propagación de la epidemia en hospitales), se han tomado medidas como: no ingresar a pacientes con síntomas respiratorios, aun cuando no sean sospechosos de covid-19, y llevarlos a centros donde se atienden estas enfermedades”.
- ¿Tardaron tres meses desde la declaración de “emergencia de salud pública de preocupación internacional” y un mes del primer caso reportado en la isla para implementar una de las medidas epidemiológicas iniciales básicas en los protocolos para la protección de pacientes, familiares y profesionales de la salud?
Evidencias del inadecuado enfoque epidemiológico, desde el comienzo subordinado más a los fines políticos mediante al mantenimiento de la imagen propagandística, que a los conocimientos científico-técnicos. O sea, preconizar al poder político sobre el bienestar y la salud de la población. Es escuchar a la rectora de la Facultad de Medicina de la provincia de Holguín y también directora del Hospital Pediátrico, Dra Galina Galcerán Chacón avasallar públicamente a uno de sus estudiantes: ─”Hazme el favor, quítate el tapabocas, para empezar hablando como es“; abusando del poder por su cargo: ─”Quítate el tapabocas, si no sales y me esperas en el rectorado“; ─”Quítate el tapabocas, aquí estamos todos. Los que tienen procesos respiratorios agudos en este momento y no pueden estar en este escenario me hacen el favor y salen“. Esto además de la escalofriante violación de todo principio ético profesional, ofrece la verdadera historia de la complicidad de un sistema profundamente corrupto, colmado de falsedad tapada en una imagen falaz de su humanismo. Cuando esta funcionaria publica, en medio de una charla política de extorsión a estudiantes de la carrera de medicina para obligarlos a realizar forzosamente labores de pesquisaje, se refiere a que las indicaciones “de arriba”, son que “los que tengan un proceso respiratorio agudo” no deben estar ahí, y por ende los presentes no necesitarían la necesidad de utilizar las máscaras, da muestras de parecer desconocer la transmisión por parde de asintomáticos y presintomáticos, de los superpropagadores podrían representar más del 80% de los contagios, y del mayor riesgo posible en un teatro a puertas cerradas, o simplemente obedece a su revolución sin el debido juicio clínico epidemiológico, poniendo en grave riesgo a aquellos bajo su responsabilidad como funcionaria.
“El uso del mismo durante la pesquisa provocaría alarma en la población ya que es un factor psicológico muy llamativo”. Alegaciones de las autoridades cubanas para justificar accione que cuestan vidas humanas.
Es como mínimo sospechoso que Cuba se comporte como una rara excepción a la dinámica epidemiológica de la pandemia actual, puesto que en contraste a los que intenta hacer ver las autoridades cubanas, en el mundo, la mayoría de los profesionales de salud con COVID-19 informaron de contacto en el contexto de asistencia sanitaria en los inicios de la crisis. Al menos en un estudio en los EE. UU., donde se investigó a más de 9000 casos informados en los profesionales de salud más de la mitad (55%) tuvo contacto solo en el contexto de los servicios sanitarios, el 27% solo en el hogar, el 13% solo en la comunidad, quedando solo el 5% a los que referían más de un contexto [87].
«La unidad democrática basada en los valores de transparencia y rendición de cuentas es imprescindible no sólo para organizar una respuesta efectiva ante la pandemia, sino también para preservar la libertad en un momento de gran vulnerabilidad». Alessandra Pinna [88]
Pero las sombras de esos datos no terminan ahí, el ministerio que dirige y del cual es responsable el mismo ministro que tanto insiste en la transparencia, y en la cooperación para ayudar a nuestros TS [89] no hace ni una sola referencia a los trabajadores de la salud en el parte del MINSAP de ese mismo día en el que se publicó la conferencia. [90]
O sea, existe una omisión consciente e intencionada de los dados sobre los TS, muy probablemente para no acostumbrar a la población a interesarse por esos datos al verlos días a día, y así manejar las estadísticas a conveniencia. Esto permite, entre otras, que el ministerio informe solo los datos que por relevancia o por filtración les es imposible esconder.
En medio de la falta de datos oficiales y de transparencia en la información respecto a la situación epidemiológica de los TS en la isla, de pronto como si de la nada salieran y a solo diez días de la conferencia, un medio extranjero, en este caso la televisión estatal China, informa sobre al menos 100 casos positivos en TS, entre ellos 47 médicos, 30 enfermeras, 4 técnicos de salud, 5 estudiantes de medicina y otros 11 de diversas áreas. [91]
Resalto aquí que es la primera vez (y única hasta ahora) que se hace referencia a los contagios de los estudiantes universitarios en pesquisaje activo por las calles. Y nos preguntamos nuevamente:
- ¿Por qué no se publican reportes oficiales específicos sobre la situación epidemiológicas de los estudiantes universitarios expuestos al contagio en las pesquisas activas realizadas día a día en las comunidades en Cuba?
- ¿Por qué la prensa estatal y sus ecos (los acreditados) no se pregunta ni investiga al respecto?
- ¿Por qué la “potencia” médica no tiene una web con los datos a tiempo real?
- ¿Dónde ha estado infomed que tanto presupuesto consume?
Para el 23 de abril, la prensa estatal local comienza a informar sobre estos datos de los TS, y lo hace refiriéndose a “infectados en instituciones de salud” y no en la comunidad: “Con respecto a los trabajadores infectados en instituciones de Salud, se acumulan 102 profesionales afectados; el que define el mayor riesgo epidemiológico es el hospital Calixto García y los más afectados son el personal de enfermería (45) y médicos (37) de las Unidades de Terapia Intensiva”, todo lo contrario a lo expresado por el ministro en conferencia y más acorde a los datos epidemiológico mundiales. [92]
Para ese mismo día Diario de Cuba informa sobre quejas de médicos respecto a los medios de protección personal, “No tenemos suficientes medios de seguridad” frente al Covid-19, denuncian médicos de Villa Clara, “¿No es eso acaso también propagar la pandemia? (…) ¿Hasta cuándo vamos a seguir esperando?”, apuntan en Facebook. [93] Al siguiente día se hace eco de la noticia varios medios independientes como @ADNCuba recalcando que entre los TS el más afectado era el personal de enfermería.
Al menos 102 profesionales de salud de La Habana están contagiados de coronavirus, según informó el periódico oficial de la capital. El más afectado es el personal de enfermería. [94] Y nuevamente Diario de Cuba, informando que el 9,9% de contagiados por Covid-19 en Cuba corresponde a personal de la salud y resalta que, según el MINSAP, se contagiaron fuera de los hospitales. [95]
Como evidencia de la omisión consciente por parte de las autoridades cubanas ha quedado la ausencia de información sobre estos brotes en instituciones de salud y de TS contagiados en los informes de alertas epidemiológicas correspondientes a esas semanas ya antes mencionados, y continuamos haciéndonos más preguntas:
¿Por qué el MINSAP no reportó los brotes en los hospitales de la capital cubana a la OMS/OPS al inicio de la epidemia en Cuba?
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No se reportó nada con respecto a los TS hasta el informe N.º 32 del 21 de septiembre de 2020, (o sea, 5 meses después), en el que se reporta que de los 5 los eventos de transmisión local recientes, 2 se originaron en centros de salud de la provincia Ciego de Ávila, con 98 TS contagiados en dos instituciones de nivel secundario, o sea hospitales. Siempre después de haber sido ampliamente denunciado durante meses en las redes sociales poniendo en evidencias la total falta de transparencia. Para nuevamente continuar en silencio por cuatro meses hasta el informe N.º 50 donde son reportados otros 200 TS contagiados en la capital cubana, y ningún dato respecto a los TS del resto de la isla.
Si el régimen y su prensa oficialista no hablan de los TS en la isla, es de suponer que tampoco lo hagan de nuestros colegas en misiones oficiales, y mucho menos de los que ejercen fuera del yugo de la oligarquía castrista, a los que han llamado históricamente como traidores, gusanos, desertores e incluso “excubanos”. Como en efecto, a finales del propio mes de abril, comienzan a ser reportados casos positivos importados de Venezuela, incluidos TS: “Médico cubano de misión en Venezuela se contagia de coronavirus” [96] Reportados inicialmente por medios venezolanos. [97] Durante varios meses, gracias a la prensa independiente que continuó llenando el vacío informativo de los medios estatales, reportado casos de TS positivos al SARS-CoV-2 en trabajadores que arribaban al país desde el extranjero, principalmente desde Venezuela. Llegando a ser reportados más de una veintena de casos a principios de agosto. [98][99][100]
Datos no solo provenientes de fuentes dentro y fuera de la isla, sino también del cotejo de los casos publicados diariamente por las autoridades. La respuesta a esos datos ofrecidos por los medios independientes no se hizo esperar, y para la primera quincena de agosto comenzaron a modificar el informe para omitir información útil de este tipo. [101]
Así lo denunciaba en Twitter el importantísimo proyecto inventario [102]: 1/ Los expertos en vaguedad con fines estadísticos del @MINSAPCuba nos regalan hoy esta nueva formulación para ocultar de qué países vienen los 20 casos importados: “Contacto con fuente de infección en el extranjero.” [103] Curiosamente (por así decir) un día después de que anunciaran en un mapa que: 1/ Venezuela pasa a ser el principal emisor de casos importados de #covid19 en Cuba. [104]
Durante esos meses iniciales, la única alusión a la situación epidemiológica del personal de la salud en Cuba fue emitida por @cubadebatecu [105] medio estatal que rige la información como fuente primaria, que posteriormente será proporcionada por el resto de los medios oficialistas. Al parecer, esta centralización de la información es un intento de concentrar en una sola voz autorizada los lineamientos a seguir por el resto de los medios de la maquinaria propagandística del régimen totalitario. Con esto evitan los errores frecuentes que por lo general cometen las ciberclarias [106] [107] #CiberClarias [108] [109], ese ejército de ciber-combatientes [110] que fue creado (y opera mayormente desde la UCI) para diseminar como plaga las propagandas del régimen totalitario, además de hacer aparentar un supuesto apoyo popular a la revolución y sus tiranos. Tropa de la que formaba parte el hoy opositor Eliécer Avila [111] quien lo expuso públicamente dejando testimonios por primera vez. Las ciberclarias están probablemente dirigidas o controladas por el grupo de informática de la seguridad del estado, que después de una maestría relámpago en la CUJAE salieron a entrenarse a varios países, aunque en su mayoría fueron a China. Y, por otro lado, esta centralización de la información intenta darle validez, visibilidad y alcance a un medio político, ampliamente engañoso y manipulador de la información que no es más que el centro de propaganda de la izquierda internacional “socialista/comunista” creado y pensado para generar influencia en las nuevas generaciones de todo el mundo. Evidencias de todo el andamiaje de esa red las está aportando el exjefe de la Inteligencia y contrainteligencia venezolana Hugo ‘El Pollo’ Carvajal ante la justicia española. [112, 113, 114, 115 y 116]
En realidad, cubadebate forma parte, y suele obtener sus fuentes de una red de medios de extrema izquierda sin escrúpulos, como son, TeleSur, rebelion.org, Red Voltaire (voltairenet.org) o lahaine.org. Comportándose cubadebate para la izquierda global en la fuente primaria respecto a Cuba. De esta manera comparten información sin verificar agilizando la propagación de la propaganda y versando sobre un mismo discurso. Resulta tan inverosímil que ronda el ridículo, esa supuesta unanimidad con la que todo izquierdista te pregunte con el eslogan de si te paga la CIA, como si hiciera falta que la Central de Inteligencia Americana le pagara a todo disidente o individuo molesto con el régimen y su miseria en el mundo para convertirlo en un crítico activista.
“La Red La Haine es una red internacional, hasta ahora extendida por el estado español y America latina, de proyectos autogestionados y autónomos con una base común de lucha contra el capitalismo y por la justicia, intentando crear un polo de referencia informativa opuesto al de las grandes cadenas mediáticas y mafiosas; un proyecto plural, pero con unas bases firmes y de crítica radical del ordenamiento mundial. Esta red permite a los proyectos implicados fortalecer su capacidad informativa a través del debate, la propaganda y la coordinación del trabajo, para mostrar al mundo la realidad de los dominados”. [117]
Véase cuan hipócritas pueden llegar a ser cuando desean un sistema como el socialismo que no permite prensa libre, ni libertad de expresión y lo haces además desde el capitalismo que es tan malo que les permite no solo la libertad de ser abiertamente disidentes, sino que les deja aprovechar y disfrutar de la tecnología y los medios creados gracias a ese mismo sistema capitalista de mercado.
Irónicamente, ningún debate ocurre más allá del premeditado nombre de este inescrupuloso medio propagandístico al servicio de la casta castrista y su oligarquía. Incluso, yendo más allá, jamás un político, o funcionario cubano se ha enfrentado a verdaderas preguntas y críticas en vivo. El propio dictador y mentiroso en jefe Fidel Castro Ruz, en su habitual cobardía, creo el sistema para ello, que evitaba ser expuesto a cuestionamientos, formado por anillos tal y como se organizó su escolta personal. Una de las evidencias más elocuentes de la falacia de Fidel como pensador, improvisador, y demás adulaciones, es el video en el que una joven periodista argentina con una simple pregunta inesperada y que se salía del perpetuo guion al que someten a todas sus entrevistadores, le hace tartamudear, balbucear, quedarse segundos sin respuestas, terminar respondiendo un verdadero absurdo [118] y quedando en ridículo que ha sido solo superado por el de Ricardo Alarcón como presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular [119] ante las preguntas de Eliecer Ávila sobre los aviones colapsando en el espacio aéreo.
Pero nada ha sido caer tan bajo moral y profesionalmente hablando que con el intento de legitimación del llamado “Guerrero Cubano” [120], un perfil anónimo en las redes sociales que compartiendo información de origen dudosos y muchas veces solo asequible por la policía política (G2/DSE) y en su mayoría falsos, que genera calumnias por demás punibles en las democracias y que cada vez gana más espacios en los medios oficiales en un intento de legitimación que recalca la deficiente ética profesional del periodismo oficialista esbirro, al servicio de la casta en el poder. Sorprende como una revolución que se nombra tan humanista, benefactora y pregona a los cuatro vientos de gozar con un inmenso apoyo, tenga que mostrar sus supuestas verdades a través de alguien (en realidad varios) que ni siquiera tiene el valor de dar la cara al público, aun estando en Cuba con el favor y la protección de la dictadura militar y todos sus séquitos. Por mucho que cueste a la razón, el escaso pensamiento crítico de los cubanos dentro de la isla hace que muchos crean más en este perfil evidentemente manipulador que en los hechos y en la realidad objetiva.
Es altamente probable que este perfil tripulado por el régimen haya salido a la luz para contrarrestar el auge de YOUTUBERS e INFLUENCERS cubanos que muestran la deprimente realidad de la vida de los cubanos de a pie, y directamente al connotado Alexander Otaola y su programa Hola Otaola en Cubanos por el Mundo. Este polémico cubano ha logrado junto a su equipo de trabajo, sus cooperantes y su público desquiciar a la dictadura a sus esbirros y su cardumen de ciberclarias. Independientemente de sus detractores, de los que lo critican por disimiles criterios, la realidad es que, no le podrán quitar el mérito de haber sacado del closet político a una gama importante de famosos e influyentes cubanos de farándula, incluidos a los integrantes del grupo musical Gente de Zona, y al cantautor Descemer Bueno, y de haber revelado algunos de los testaferros al servicio de los Castros, y sobre todo, ha denunciado uno de los lastres más vergonzosos que arrastra alguna parte del exilio cubano, el lucrar haciendo negocios con la oligarquía castrista y la casta neo-castrista. Al parecer su aparente independencia, por ahora, le confiere menos conflictos de intereses, por lo general comunes al resto, lo que le permite dar machete a trocha y mocha con menos hipocresía impuesta, algo que hasta el momento y en mi modesta opinión ha ayudado a mostrar las dos caras de la moneda en cuanto al régimen cubano se trata.
«La mentira, la hipocresía y esa doble moral que caracterizan a aquellos que gozan de la venia del régimen cubano para habitar las dos orillas, y lucran de ello, es uno de los lastres que más hunden la fuerza moral de los cubanos. Esos verdaderos testaferros oficiales o no, sustentan a la casta, y lavan la imagen a la cruenta dictadura militar castrista»
— Jose Alberto
Consientes o no, quienes, por migajas dan la espalda a la crueldad y al sometimiento que sufre el cubano de a pie, terminan siendo cómplices consientes de la dictadura militar que nos mantiene en la miseria. Seas quien quiera que seas, y te llames como te llames, dígase artista, escritor, músico, pintor, intelectual, o emprendedor, si no reconoces a la dictadura por su nombre, puede que estés en tu derecho, incluso tu derecho a defender esa posición social superior a la del cubano promedio, como auténtico Homo Rev. Hypocrĭtas. Pero no salgas disfrazado de empático humanista, o mítico socialista/comunista en defensa de tus migajas, menos haciéndote el revolucionario que alza su voz supuestamente en nombre de los humildes, ese restante 99% de cubanos de a pie, que jamás han disfrutado ninguno de tus beneficios.
Así pues, con este titular sensacionalista y extremadamente chovinista: “Las trágicas cifras de personal de salud en el mundo muerto por la COVID-19; ninguno en Cuba” [121]. Cubadebate hace una referencia a los datos sobre la muerte de médicos en el enfrentamiento al Covid-19 en algunos países del mundo.
“Cuba no ha actualizado su cifra de personal de salud contagiado. Lo más reciente conocido es la cifra de más de cien contagiados en La Habana. Pero afortunadamente, hasta el día de hoy, ni un sólo trabajador de la salud en Cuba ha fallecido como consecuencia de la COVID-19” Noticia que fue reproducida tal cual y como de costumbre, en varios medios estatales [122], incluido el portal de los profesionales de la salud infomed. [123]
Hago notar, por si no ha reparado usted aun en ello, que el flujo de toda la información (incluida la técnica y la especializada) respecto a la pandemia (y en general) cuyas fuentes deberían ser las instituciones sanitarias y/o sus expertos, en un régimen totalitario como el cubano y siendo la politización la base de perpetuarse en el poder, este flujo va desde los medios políticos al resto. Lo vergonzoso de aquí en que no solo al resto de medios oficialistas que son parte dependiente del sistema en sí mismo, sino a la prensa internacional acreditada y a la del exterior que se lanzan como eco a replicar la propaganda ideada por los órganos políticos del régimen de La Habana. Hasta los reportes técnicos a la OPS/OMS se utilizan y citan a los mismos medios políticos (cubadebate y/o Granma).
¿Acaso no están siendo cómplices de la dictadura, aquellos que como la OPS/OMS lavan la imagen de esta mediante la aceptación, y difusión de información no científica de sus fuentes?

Epidemiológicamente al parecer, y según lo poco reportado en Cuba, al igual que en el resto del mundo los PS más frecuentemente afectados han sido los del personal de enfermería.
A finales de octubre de 2020, el Consejo Internacional de Enfermeras (ICN en inglés, International Council of Nurses), confirmaba el fallecimiento de 1 500 enfermeras por COVID-19 en 44 países y estima que las muertes de trabajadores sanitarios por esta enfermedad podrían superar las 20 000 en todo el mundo. [124] Para principios de 2021 advierte sobre el efecto de la COVID 19 del que el personal de enfermería era especialmente vulnerable, enfrentándose a un trauma colectivo, con peligro inmediato para la profesión y el futuro de nuestros sistemas de salud. [125]
Aunque las recientes evidencias de más de una veintena de estudios sugieren que existe poca o ninguna asociación consistente entre el rol del trabajador de la salud (enfermero versus médico) y el riesgo de infección por SARS-CoV-2. [126] No obstante, al menos un estudio que controló algunos factores de confusión, la razón de posibilidades (OR) ajustada para el riesgo de seropositividad al SARS-CoV-2 para enfermeras versus médicos fue de 1,52 (IC del 95%, 1,18 a 1,95).
Tampoco contamos con ningún dato de la situación epidemiológica de nuestro personal de enfermería. Y nos preguntamos:
¿Por qué no existen publicados reportes oficiales específicos sobre la situación epidemiológicas de los trabajadores y profesionales de la salud en Cuba?
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Vergonzosamente preocupante, además, es que no exista ni una sola palabra fuera de la propaganda y de aplausos “espontáneos”, sobre nuestros profesionales sanitarios que trabajan en la llamada línea roja o primera línea (frontline), esos que presentan al menos tres veces más probabilidades de ser ingresados en un hospital comparado con los que no trabajan de cara al paciente. A lo que se suman otros factores de riesgo para la seropositividad reportados por los estudios recientes, que incluían el sexo masculino, la etnia de raza negra, asiática o hispana, trabajar en una unidad COVID-19, trabajar de cara a pacientes.
En Cuba ni siquiera contamos con estudios epidemiológicos específicos al respecto, a más de dos años ya del inicio de la pandemia. Pero de la producción científica durante la pandemia me ocupare en otro artículo.
La única publicación en revista científica respecto a los trabajadores y profesionales de la salud en Cuba, es una especie de estudio cualitativo titulado: Gestión de los riesgos sanitarios en el enfrentamiento a la COVID-19 en Cuba, en el que se afirman detalles políticos como este: “La gestión gubernamental cubana enfrentó el gran reto de mantener un sistema de salud gratuito frente a una crisis económica recrudecida por el bloqueo económico, comercial y financiero de los Estados Unidos contra Cuba”. [127] Sin aportar datos respecto a los riesgos sanitarios alguno.
A la deriva y sin Amnistía. O el famoso caso de buscando una ONG.
Mientras la maquinaria propagandística del régimen cubano continuaba pintando un paraíso en nuestro sistema de salud al más puro estilo orwelliano del Ministerio de la Verdad. En el mundo real la oscuridad invadía el trabajo cotidiano de los TS. Y a medida que fue avanzando la pandemia, los reportes internacionales sobre la situación de los TS fueron tomando mayor importancia. Entre los que destacan el de Amnistía internacional “Expuesto, acallado, y atacado deficiencias en la protección del personal sanitario y que realiza labores esenciales durante la pandemia de Covid-19”, publicado el 13 julio 2020. En el que se concluía que más de 3.000 profesionales sanitarios habían muerto tras contraer la COVID-19. Y denunció las enormes dificultades que afrontan para realizar su labor los TS como la escasez de EPI para el personal sanitario y los trabajadores esenciales en casi la totalidad de los países y territorios de los que se tiene información, el aumento en el volumen y las cargas de trabajo, las malas condiciones laborales, y así como la marcadamente insuficiente protección de los gobiernos. Denuncias con total validez para los TS en Cuba, pero que son omitidas por la prensa estatal y sus ecos (prensa internacional acreditada por el régimen) como monopolio único de información.
Señala además el informe, la denuncia de que en muchos casos los TS han sufrido represalias, como el despido e incluso la detención. En al menos 31 países los TS habían protestado públicamente, habían amenazado con ir a la huelga o habían estado en huelga, sin embargo, en otros países los gobiernos y/o algunas entidades empleadoras impusieron restricciones o impartieron instrucciones para impedir que los TS hablasen públicamente de su situación o sus preocupaciones laborales. Esto que en las democracias parecería increíble que aún suceda, en los regímenes dictatoriales como el de Cuba es la norma. Además, en las democracias el estado/gobierno no tienen poder absoluto, se puede reclamar civil y judicialmente, obtener remuneraciones por demandas e indemnizaciones. Entre otras garantías imposibles de tener en una dictadura cuando se enfrenta un ciudadano al sistema de gobierno en el poder.
Recordaré (pondré en contexto) brevemente que durante muchos años los profesionales de la salud (y muchos otros también) fuimos presos del sistema a capricho del dictador, cautivos en nuestra propia nación por el único hecho de haber escogido tan noble profesión, y hemos sido la “carne de cañón” del dictador Fidel Castro y los títeres posteriores a él. —“Los niños lindos de Fidel” —decían, como dando una idea de privilegios, cuando nuestra situación como médicos escondía otra dolorosa realidad.
“Desde el triunfo mismo de la Revolución, nunca nuestro país puso obstáculos a la emigración legal de los ciudadanos cubanos a Estados Unidos o a cualquier otro país”.
Fidel Alejandro Castro Ruz Discurso pronunciado en el Protestódromo (Tribuna Antimperialista) “José Martí”, 27 de noviembre del 2001
Así mentía públicamente el tirano durante una época en la que los médicos cubanos pasaban más de 10 años desvinculados de su profesión por extorsión y chantaje del MINSAP para poder recibir el “permiso de salida”, “permiso de viaje al exterior” (carta o tarjeta blanca), un engendro de 150 dorales (salario medio menor de 10 dólares por aquellos tiempos), requerido a cada cubano para poder viajar fuera de la isla y se tramitaba directamente con el ministro del Ministerio al que se perteneciera, sin derechos a reclamos o apelaciones. [128]
¿Quién o quiénes pagarán por esas injusticias a tantos cubanos por tantos años?
De esa manera los médicos contestatarios u opositores que terminaban siendo obligados al exilio por la persecución de la policía política no tenían más remedio que callar y aguantar hasta salir del país. Imaginen el grado de tortura psicológica, de aislamiento social y de deterioro de sus capacidades técnicas que sufre un médico tantos años impedido de su ejercicio profesional.
¿Cómo se le reponen tantos años de sufrimiento a un ser humano?
Esto genera también un estado de incertidumbre en el resto del gremio médico que les limita profundamente la libertad de crítica, al restringir y condicionar la conducta respecto al régimen la posibilidad de emigrar, por demás única salida una vez que se disentía. Las repercusiones de estas ignominias van más allá del ámbito personal y familiar de estos colegas, atenta fundamentalmente con la capacidad de críticas y denuncias al sistema imperante dejando a nuestros pacientes y a los propios profesionales indefensos ante negligencias, abusos y daños por mala praxis. Nuestro sistema de salud lejos de ser humanista esconde tras la fachada propagandística, un férreo paternalismo dictatorial, una corrupción interna y una burocracia que limita la capacidad de resiliencia y la evolución de la calidad en la atención a nuestro pueblo y a los propios trabajadores.
Posteriormente en la época del implantado fervor Chavista, los médicos eran obligados a trabajar donde fueran ubicados por el MINSAP durante 8 años con la misma finalidad, pero ahora la dictadura necesitaba más fuerza laboral cubriendo a la masa enviada a Venezuela y otras partes del mundo, como esclavos a cambio de inversión en la isla, petróleo y quien sabe que más. ¿No es esto otro ejemplo de trabajo forzoso impuesto por el Estado?
“…chinaaa (Raul Castro Rúz), dale consíguete un rabo… de nubeee, pa’ que se lleve lo malo”.
estribillo machista (homófobo) cantado frecuentemente por el “comunista” de la trova Ray Fernandez en el Diablo Tun Tun, centro de divertimento enmascarado del MININT. [129] [130]
Después de las presiones por el “deshielo” con EE. UU., llegó la supuesta eliminación del permiso de salida (sí, así es, siempre fuimos esclavos con dueños) prometido para mejorar su imagen desde 2008 [131] por el dictador y sucesor de su hermano en la dinastía Castro, el General de Ejército Raul Castro quien puso en vigencia la reforma en enero del 2013, en el contexto de las negociaciones con el Gobierno de Barak Obama, pero dejó una indignante enmienda, la impopular categoría de los “regulados”, [132] [133] que no solo impide la salida del país a especialistas y otros profesionales, sino que continúa impidiendo la entrada a su propio país a quienes permanezcan más de dos años residiendo fuera, como si el concepto de cubano estuviera sujeto al lugar donde resides, o a los que decidan romper con el contrato laboral (civil), violando los derechos humanos, sometiéndolos al destierro forzoso, sin poder entrar por 8 años o más a su propio país. Pero el oprobio a los médicos no queda ahí, la Revolución les tilda de desertores humillándolos e intentando manchar su prestigio ante la sociedad, generando daños irreparables a estos profesionales y sus familiares. [134] Separando así a miles de familias cubanas, a hijos de sus padres, a hermanos, y amigos. [135] En contra de esta inolvidable injusticia existe un constante reclamo en las redes sociales [136] por plataformas como la de “No Somos Desertores”, o “Prisoners Defenders”. [137]
Siempre me he cuestionado, cómo es que le hemos dado ese poder a esta tiranía y en la búsqueda neuropolítica de esa respuesta ha nacido este blog.
«Ninguna persona, gobierno o institución, debería tener la capacidad de impedir la entrada a su patria a otro ser humano»
— Jose Alberto
Lo que ha terminado siendo una de las más demoledoras consecuencias de habernos permitido ponderar a un sistema político sobre la dignidad y la libertad del ciudadano, el individuo como ser humano. En la Cuba que yo sueño y por la que lucho, ha de haber indemnización a estos colegas y a sus familias. Y ningún cubano será impedido de entrar a su terruño en ninguna circunstancia.
«El desembolso de seis millones de dólares para traer a 585 profesionales de la salud desde la isla representa el mayor despliegue de la diplomacia cubana en medio de la pandemia». — Elías Camhaji [138]
Durante décadas el pueblo cubano ha tenido que aceptar que se exporten sus profesionales de la salud en detrimento de nuestro propio sistema sanitario y por ende la salud de todos los cubanos. La mano de obra esclava disfrazada de solidaridad, pero de una “solidaridad” muy lucrativa para la casta en el poder de la revolución esclavista. Para quienes conocemos la verdadera cara de las misiones nos resulta vergonzoso y asquerosamente inmoral la campaña política para el Premio Nobel de la Paz a la brigada paramilitar “Henry Reeve”. Muchos activistas y organizaciones han estado haciendo excelente trabajo para darle a conocer al mundo la realidad detrás de la propaganda, y han comenzado a obtenerse resultados relevantes al respecto. Justamente el Nobel no les ha sido entregado. Cada día gracias a algunos en la isla, al exilio cubano y a verdaderos amigos, se va haciendo consciencia de la realidad de estos colegas al servicio de la dictadura que les tiene trabajando en condiciones de esclavitud [139] en el mundo entero, obligándolos bajo extorsión y chantaje a realizar prácticas poco éticas, como modificar estadísticas. [140] [141]
— @ConnectasOrg
Le pregunto a todos esos que defienden a las brigadas paramilitares disfrazadas de solidaridad, si ellos comprenden que los galenos cubanos prácticamente no tienen la posibilidad de escoger si ir o no ir a las llamadas “misiones médicas” cubanas, si conocen que en realidad estos colegas viven al margen de la pobreza con sueldos por debajo de los 2 dólares diarios, que trabajan en condiciones laborales miserables y sin recursos para defenderse de un único empleador (el autoritario régimen cubano), quien lucrando de las misiones, les “ofrece”, bajo contratos laborales abusivos, la posibilidad de viajar (por tantos años vedada al cubano y en especial a los médicos), en el cual podrán “ganar” un poco más que sus salarios actuales (lógicamente ante salarios tan bajos) y algunos que otros productos inexistentes en la isla, o inalcanzables para ellos por los precios estatales y/o los precios del mercado negro.
- ¿No es eso acaso, esclavitud moderna pura y dura, una forma de trabajo forzoso impuesto por el Estado?
- ¿Quién, bajo esas condiciones de esclavitud, no aceptaría lo que sea para al menos aliviar el peso y el dolor de sus grilletes?
«El millonario negocio de la salud del régimen se sostiene sobre dos pilares: un servicio de alta calidad para extranjeros en la isla y la exportación masiva de profesionales de la salud a través de las misiones médicas. Este lucrativo modelo le ha permitido al gobierno hacer propaganda y vender una faceta altruista, mientras los cubanos sufren el colapso hospitalario y los médicos que integran las misiones son sometidos a todo tipo de violaciones de sus derechos».
— Diario de Cuba & Conectas
Todo esto sin siquiera adentrarnos en la corruptela detrás del departamento creado para la decisión de quines cumplen con lo “méritos” para ir de misión y quienes no. Los criterios pocas veces son realmente técnicos, o de pericia, sino primero politicos, y en segunda instancia a conveniencia lucrativa de los que dirigen el tinglado. Es harto conocido que se pagan (de diversas formas) los puestos para las misiones en dependencia de la calidad del país y las ventajas que otorgue. Si tuviéramos prensa libre ya hubiera sido un escándalo. y en cuanto al plano moral, pues con “la luchita” lo resolvemos todo; quien me consigue el viaje, está “luchándosela” igual que yo, así que ahí vamos. la inmoralidad y la falta de ética que termina imperando en toda sociedad socialista que hemos conocido. Esto también atañe a los gobiernos y pueblos a los que van los médicos no por su calidad o cualificación sino por un proceso de selección ajeno a toda calidad.
A la sazón respecto a la ética profesional, y en medio de la desesperación (quizás aparente) que le ha generado a la dictadura el movimiento pacífico Archipiélago [142] [143] y su marcha el #15NCuba [144] apoyada por el exilio y reprimida ya incluso antes de haber comenzado [145], el régimen de La Habana quemó supuestamente a uno de sus agentes infiltrados aparentemente para aportar información sobre el exlíder de la plataforma Yunior García Aguilera. El doctor Carlos Leonardo Vázquez González [146], destapado como el “agente Fernando” por los Órganos la Seguridad del Estado, además de no aportar pruebas ni argumento alguno, puso en evidencia los inadmisibles conflictos de intereses bajo los cuales operan violando todo código de ética profesional y médica muchos de los profesionales al servicio de la tiranía revolucionaria, jerarquía de valores en sus propias palabras: “soy… …y lo más grande un fidelista y hace 25 años, soy el agente Fernando de los Órganos de la Seguridad del Estado a la cual le he dedicado mi vida”. Nótese que digo supuestamente porque no sabemos si realmente era agente o solo un chivato (soplón, cooperante) conocidos como informantes. Existen evidencias documentales sobre como la seguridad del estado cubano inventa perfiles de oficiales infiltrados, incluso expedientes de supuesta pertenencia a organizaciones políticas como el PCC.
Me detengo aquí para recalcar que el contexto ético moral de los profesionales cubanos (y universalmente) no puede ser separado de la cultura de su entorno (impuesta o no), de la atmosfera del sistema que pondera sus intereses por encima del derecho de los otros, induciendo a la mentira, al ocultamiento de la verdad, mediante premios al confiable y castigos al que disiente. A colación aquí la llamada “emulación socialista“, otro nefasto artificio político que merece una entrada propia en este blog.

Las redes, ese espacio aparentemente libre vuelven a hacer justicia y el pávido agente ha terminado siendo más una nueva fuente de memes que de argumentos críticos contra los del grupo Archipiélago. [147]
La manipulación de la información por parte del régimen castrista está ampliamente documentada y como he venido señalando, no es algo que en realidad debería sorprender si tomamos en cuenta su modus operandi habitual y la forma en que trata no solo a sus médicos 148, sino a otros profesionales como lo periodistas independientes (de los que niega hasta su existencia, como hace con la oposición) y al pueblo en general. 149
¿Alguien podría esperar algo bueno de un sistema que como una auténtica organización criminal allana moradas, secuestra ciudadanos sin cargos, ni órdenes judiciales?
Lo peor moral y éticamente hablando es estructural, es el sistema en sí mismo, ese constructo distópico, y llega desde su consigna propagandística insignia, plagiada del fascismo, carta de advertencia a los intelectuales y cárcel de todos los cubanos: “Dentro de la Revolución todo, contra la Revolución nada” 150 como he comentado antes, el eslogan que más atenta contra la dignidad del cubano, incluidas inimaginables violaciones de la ética médica. Es la cultura de ponderal al confiable al sistema sobre el competente, del ocultamiento de la realidad a diferentes niveles, la normalización de lo incorrecto o lo cuestionable, el adoctrinamiento sistemático en las universidades que impide adquirir pensamiento crítico universal. Lo que permite que ocurran atrocidades como la que le ocurrió al recientemente nombrado por TIMES 151 entre las 100 personas más influyentes del 2021 Luis Manuel Otero Alcántara artista 152 y activista del Movimiento San Isidro, recluido en el Hospital Universitario Calixto García (una institución de salud) después de haber sido secuestrado (literalmente) por la policía política (DSE/G2) del MINIT en horas de la madrugada, para interrumpirle la huelga de hambre y sed, mediante la cual él protestaba pacíficamente por el robo de sus obras a manos de las mismas fuerzas represivas que días antes había allanado su morada a ojos del mundo entero. 153 Muchos cubanos lejos de entender que no importa si sus obras son arte o no, si él es artista o no, ni si se comparten sus ideas o no, o si se está en su espectro político o no, que lo importante son los abusos a un cubano, a un ser humano, sintonizan su escaso o nulo pensamiento crítico con las falacias de la dictadura, y su discriminante forma de etiquetar de “delincuentes” a los que piensan diferente.
Así comenzaron a salir una serie de videos 154 de LMOA como paciente supuestamente de la mano de la enfermera Dora Álvarez y del doctor Ifrán Martínez Gálvez por demás vicedirector quirúrgico del Calixto García, donde se violaba toda ética médica convirtiendo a estos individuos en cómplices de otra de las atrocidades de la dictadura. 155 Tras casi un mes de reclusión fue liberado 156 y expresó las formas de tortura a las que fue sometido en la institución de salud. 157 158 159 Otero Alcántara actualmente se recupera del Covid-19 (adquirido en prisión) 160 y está en huelga de hambre desde el 27 de septiembre en prisión donde ha estado incomunicado y permanece aislado en la cárcel de máxima seguridad de Guanajay, en la que lleva más de cinco meses, después de haber sido detenido el pasado 11 de julio mientras trataba de unirse a las manifestaciones populares masivas que sacudieron Cuba. No debe haber un solo instante en el que luchemos como podamos por la liberación de él y todos nuestros presos políticos.
Más reciente ha sido la presencia y participación activa del doctor Rafael González Ponce de León (@Rafael__Ponce), decano de la Facultad General Calixto García (@HospitalGarcia), de la Universidad de Ciencias Médicas de La Habana (@UCMHabana) en la extorsión durante los interrogatorios por la policía política al twittero y estudiante de medicina de la facultad que él dirige, después de haber sido detenido 161 por su participación en el estallido social del #11JCuba para coaccionarlo respecto a su activismo y apoyo a #SOSCuba poniendo como moneda de cambio su permanencia en la carrera.
Esta práctica profundamente inmoral que se aleja de toda ética profesional probablemente no se haya visto jamás en nuestro país en ninguna de las cruentas dictaduras anteriores al fatídico 1959. Ariel Falcón conocido en las redes sociales como @YoUsoMiNasobuco (#YUMN) acaba de narrar en su primer video 162 desde Madrid las atrocidades que sufrió y vio cometer al más puro estilo nazis y como se sintió le recordaba en el campo de concentración de Auschwitz 163 mientras pasaban entre dos filas de policías con perros pastores alemanes ladrando agresivamente y mordiendo a alguno de ellos. 164
Desde la isla, o desde el exilio, cubanos todos, apoyados por buenos amigos del mundo entero, han creado disimiles organizaciones que son verdaderos podios de ilustración y testimonio de las barbaries del autoritarismo, y el totalitarismo en Cuba. Otros lo han expresado y dejado constancia en blogs que anteceden por décadas en calidad, y patriotismo a este que modestamente he comenzado.
A todos esos activistas (disidentes, opositores, y a la diáspora) mi respeto, admiración y agradecimiento siempre. En su labor no solo exploran, visibilizan y archivan importantes testimonios de nuestros tiempos bajo la dictadura revolucionaria. Sino que representan uno de los frentes de lucha no violenta de nuestra incipiente sociedad civil.
Entre los ejemplos más recientes de estas auténticas barbaries a la ética profesional y la moral humana son los cometidos contra estos colegas médicos:
“El día de hoy fue despedido David Alejandro Martínez Espinosa @DavidMtnezEsp quien se desempeñaba como profesor en el Departamento de Formación Básica General de la Universidad de Ciencias Médicas de Cienfuegos por supuesta pérdida de ejemplaridad, prestigio y requisitos” para ejercer como profesor”. 165 166
Dr. Alexander Raúl Pupo Casas graduado de medicina en 2018 en la provincia de Holguín. Por cuestionamientos respecto a la precariedad material incluida la falta de medicamentos y el abastecimiento de agua de su barrio y del pueblo cubano en general, fue requerido inicialmente en sus redes sociales por la Dra. Lissett Ponce de León Norniella, jefa del Servicio de Neurocirugía del Hospital Docente Dr. Ernesto Guevara de la Serna, en la provincia Las Tunas profesora de la Universidad de Ciencias Médicas de dicha provincia. Después del típico proceso de hostigamiento que incluyó su expulsión de la residencia estudiantil donde vivía, el comité de ética encargado de evaluar su “caso” finalmente determinó su sanción y expulsión de la especialidad de Neurocirugía. 167 168
“Cuando la verdad se convierta en una amenaza para una Revolución, entonces sabremos que esa Revolución no es justa“…. — Dr. Alexander Raúl Pupo Casas (septiembre 21, 2020)
Quedando como testimonio ante otro caso de segregación ideológica (discriminación por razones político-ideológicas), las violaciones a la libertad de opinión, expresión, acceso a la información, derecho a la educación, y el mal sistémico en el que un “comité de ética” subordina su actuación al régimen político de la dictadura en detrimento de los verdaderos valores éticos y morales. No existe ética si quienes la representan legalmente tienen conflictos de intereses que les obligan responder al poder institucional, abandonado así todo principio de parcialidad y justicia.
“Dr. Manuel Guerra Guerrero es detenido por la policía cuando se dirigía a asistir a un paciente. Fue trasladado a la 1ra estación de la PNR. Se declaró en huelga de hambre. Le informaron a su madre que será traslado a Instrucciones Penales y que sería procesado por el presunto delito de desobediencia. Fue excarcelado al día siguiente luego de una oleada de solidaridad que se generó en las redes”. 169
“…el Dr. Manuel Guerra, miembro del equipo de coordinadores de la plataforma Archipiélago y uno de los firmantes de la petición entregada a las autoridades de Holguín para desarrollar la Marcha Cívica por el Cambio el próximo 15 de noviembre (15N), fue separado de su puesto de trabajo en la sala de Ginecología y Obstetricia del Hospital Municipal “Nicodemus Regalado” en el municipio Calixto García, de la provincia de Holguín, en donde laboraba desde hacía dos años y medio”. 170
“Están separando a un médico de su puesto laboral por ideas políticas, sigue la dictadura haciendo de las suyas. ¿Hasta cuándo? No más acoso laboral. Esto es otra causa para [marchar] el 15N. Viva Cuba libre”, denunció el especialista en su perfil de Facebook. 171
Y el más reciente caso, el del colega Dr. Alexander Jesús Figueredo Izaguirre “No violé el juramento hipocrático sino el juramento comunista”, dijo el también miembro del Gremio Médico Cubano Libre en una directa donde rebatió los argumentos de las autoridades de salud. 172
Pero una vez más, nada nuevo ha ocurrido aquí, es indignante la impunidad de ese sistema maquiavélico y sus esbirros durante más de 60 años. Estos casos recién ocurridos nos recuerdan el #ProhibidoOlvidar que llevamos tatuado una vez que pasamos a la resistencia contra la dictadura más longeva del continente americano. Y recordamos a los Dres. Rodolfo Martínez Vigoa y Jeovany Jimenez Vega, dos médicos cubanos que trabajaron durante 12 años para el MINSAP en Guanajay, al oeste de la Provincia La Habana actualmente Artemisa, hasta octubre de 2006, cuando fueron inhabilitados para el ejercicio de la Medicina en todo el territorio nacional por tiempo indefinido por el mero hecho de enviarle una carta al ministro de Salud Pública en aquel entonces el Dr. José Ramón Balaguer Cabrera para hablar sobre sus salarios. 173 174
¿Quién podría esperar algo bueno de un sistema que discrimina por la forma de pensar impidiendo su entrada o expulsando a cubanos de las instituciones públicas de educación como las universidades?
Un sistema que discrimina a los cubanos y los expulsas de las instituciones públicas (únicas, además) incluidos residentes de especialidades médicas, en medio de una crisis sanitaria, por quejarse ante las injusticias, o de su dura realidad en el trabajo.
La periodista Claudia Padrón Cueto (@padroncueto) ha dejado (en @TremendanotaC) una excelente línea del tiempo con una treintena de casos de segregación ideológica en las universidades revolucionarias. Recomiendo a todo interesado el trabajo que al respecto está haciendo el Periodista, profesor e investigador José Raúl Gallego (@joseraul86) y el Observatorio de Libertad Académica (OLA).
También se han denunciado estos atropellos a otros trabajadores de la salud, como el camillero auxiliar Omar Ortega Mendoza, quien fue procesado en juicio sumario y condenado a 10 meses de privación de libertad 175 simplemente por denunciar el colapso sanitario en el Hospital Provincial Roberto Rodríguez, del municipio avileño de Morón donde trabajaba. Mientras el periódico Invasor de información local dejaba ver a la postre que sus denuncias eran ciertas el continúa injustamente en prisión. Para después acotar otro artículo de acostumbrada propaganda sobre inicios de reparaciones al centro hospitalario. 176 177
Nótese como patron básico, que constante e impunemente el oficialismo (Homo rev. mendacium, el Homo rev. Manipulare y el Homo rev. Fecalis Ridículus Continuum) niega hasta más no poder los males del sistema, el Homo Revolucionarius kubinskiy no solo le cree a esa fauna revolucionaria, sino que confía en su opresor, quien le jura no haber tales problemas, para posteriormente terminar aceptando todos que van (en futuro) a arreglar esos males que “no” existían en el pasado negacionista. En fin… el fenómeno cubano del cual profundizaré en este blog desde una perspectiva neuropolítica.
Una de las prácticas revolucionarias que más me indignan, y de la cual jamás fui consciente estando en Cuba, son los repugnantes abusos diarios a mujeres cubanas, que van más allá de los cometidos constantemente contra las Damas de Blanco como la joven de 23 años Sissi Abascal Zamora 178, la opositora Yakelín Heredia Morales 179 y su líder Berta de los Ángeles Soler Fernández 180, que no por cotidianos esos atropellos debemos dejar de denunciar y combatir. 181
«Esa actuación evidentemente ilegal y de carácter mafioso de recluir a mujeres en sus viviendas, mediante la vigilancia continua de agentes de la Seguridad del Estado, es una cruz que pesa como grillete en la vida de cada cubano con honor y respeto por la dignidad humana»
— Jose Alberto
Resaltan por ejemplo los casos de las periodistas como Camila Acosta Rodríguez @CamilaAcostaCu que lleva unos 4 meses (desde el 16 de julio) bajo medida cautelar de reclusión domiciliaria y vigilancia policial constante. Camila está en espera de juicio, acusada injustamente de desorden público y de instigación a delinquir, por salir a reportar las protestas del #11JCuba, acaba de ser citada por la policía política para “discutir” sobre el expediente judicial que las autoridades le abrieron por los sucesos del 11 de julio. 182 183 184 185 186
“Seguimos en las mismas, la seguridad metiendo prisma / Esas cosas a mi como me indignan, se acabó el enigma / Ya sa’ tu revolución maligna”
— Patria y Vida
Y dos de las mujeres que junto a Yoani Sánchez (@yoanisanchez) admiro y respeto, aún sin conocerlas más que virtualmente, por su lucha cívica por una Cuba “con todos y para el bien de todos” como fue anhelo perenne de nuestro Apóstol de la Independencia, el revolucionariamente vilipendiado por los castros, José Martí. La periodista y activista Iliana Hernández (@ilianahcuba) quien es blanco constante de acoso y reclusión domiciliaria al igual que su colega Luz Escobar (@Luz_Cuba) quien además es constantemente amenazada con extrema bajeza por esbirros de la policía política respecto a sus hijas. 187 188 189 190 191 192 193
Independientemente de que contra ellas se teje una opinión sobre sus posibles relaciones con la seguridad del estado, la oligarquía o el cambio fraude que tanto daño nos haría. En lo personal apoyo a todo aquel que al menos ilustre la realidad de mis coterráneos en la isla, dado que el Satyagraha (abrazo de la verdad) de Mahatma Gandhi es también una de nuestras mejores armas contra la “revolución” de la oscuridad. Objetivamente todos tenemos nuestros propios límites y conflictos de intereses, el que comparta delitos por ser cómplice algún día también será juzgado.
Hasta que no conquistemos la libertad y tengamos democracia verdadera, todos y cada uno de nuestros esfuerzos deben estar dirigidos a derrocar al regimen autocrático castrista y al restablecimiento posterior de una democracia.
La historia de represión castrista sobre las madres opositoras aun sangra activamente como en el caso de la activista y opositora de 35 años, Lizandra Góngora Espinosa madre de cinco hijos quien podría recibir la sentencia más alta que se haya impuesto a una mujer por salir a manifestarse el 11 de julio en el municipio artemiseño de Güira de Melena. “Los oficiales se negaron a entregar las pertenencias de ella. En esencia, no se sabe si está bien, si está allí. Hasta hoy nadie la ha visto. Nadie ha oído su voz“, concluyó la ONG Cubalex. 194 195
“Cuando las mujeres protestan por las condiciones sociales que están sufriendo en la isla, también son víctimas de la violencia institucional”, señala a Efe en Madrid Elena Larrinaga @EllSantaelena, directora ejecutiva de Red Femenina de Cuba en cuya página se puede encontrar un “Listado de feminicidios y agresiones a las mujeres en Cuba” referente al mes agosto pasados los sucesos del 11 de julio.
También se suman nuevas generaciones de mujeres cubanas, como Carolina Barrero Ferrer (@carolinabferrer) historiadora y curadora de arte miembro del @27Ncuba que siguió siendo acosada, permaneció bajo vigilancia, reclusión domiciliaria, y detenida varias veces por la policía política, hasta su salida del país. 196 197
Otra vez es la periodista Claudia Padrón Cueto quien nos acerca al perfil de 20 cubanas violentadas por el régimen cubano. 198
Preocupante ha de resultar los casos de los patriotas José Daniel Ferrer condenado a 25 años de cárcel en el 2003 durante la Primavera Negra, que deberá cumplir ahora 4 años más de cárcel, 199 200 y el de Félix Navarro Rodríguez también “…opositor del Grupo de los 75 que vuelve a prisión por su activismo por una Cuba democrática, cuando fuentes desde la isla informan que fue trasladado nuevamente a la prisión Combinado del Sur en Matanzas”. 201
La realidad es que se me quedan muchísimos presos políticos, activistas, incluidos jóvenes y menores de edad, cubanos todos que hoy sufren las arbitrariedades y las torturas de la policía política a los que les dedicaré además de estos renglones aquí, otros artículos y mi tiempo, en todo lo que pueda, por justicia para ellos y por su liberación inmediata. La ONG Cuban Prisoners Defenders (@CubanDefenders) que actualiza cada día su lista de presos políticos denuncia el aumento sufrido desde los últimos meses en el número de detenciones de cubanos. Por su parte Cubalex detectó más de 50 actos de hostigamiento durante la jornada del 15N. 202 203
A estas alturas es fácil reconocer que esto es otro modus operandi habitual de las fuerzas represoras de la dictadura castrista que podría sorprender a la mayoría, pero la realidad es que muchos lo han sufrido durante las últimas seis décadas, solo que ahora el internet permite darle visibilidad y seguimiento en tiempo real. Siendo inevitable pensar en cuánto y cuántos cubanos habrán sufrido en silencio y bajo las sombras de las atrocidades de tan inescrupulosa dictadura. Quizás la historia de los Plantados llevada recientemente al cine por Lilo Vilaplana nos aproxime un poco a la crueldad real de la revolución y sus revolucionarios, esa manada “de hienas, de buitres” descrita por Huber Matos. 204
Así podemos cerrar simplificando, el círculo de represión de la “Revolución Cubana” (a la que muchos le llamamos “RoBolución” de robo-ilusión y todo lo demás), que comenté en la introducción. Con torturas y persecución a la oposición, los medios de comunicación evitan que el cubano en la isla y el mundo se entere, dejándolos solos en el olvido, o en el exilio, mientras la propaganda continúa inculcando una supuesta continuidad de la obra “magnánima” de la revolución.
Partiendo lo que he comentado hasta aquí, y en lo adelante, espero no les sea difícil entender que el pensamiento crítico es muy escaso dentro de la Isla, fundamentalmente por el adoctrinamiento sistemático, la manipulación de la información, las escazas opciones de contraste de dicha información y la poca voluntad de realizar un pensamiento crítico real, a causa de estas mismas variables comentadas al principio, entre muchas otras como la enajenación por el estrés diario en búsqueda de comida (por mencionar la más popular), todo sumado al absolutismo resultante en una soberbia de los dirigentes compartida prácticamente como identidad nacional ante las unánimes opiniones políticas del cubano dentro de la isla.
«El pueblo cubano, esa masa de Homo revolucionarius kubinskiy, pareciera padecer de una especie de Síndrome de Estocolmo (Stockholm Syndrome) colectivo, al haber creado un vínculo sentimental con el sistema abusador (Revolución Cubana) como respuesta psicológica a tantos años de sometimiento»
— Jose Alberto
El sentimiento nacional de amenaza e indefensión ante el Leviatán de la tiranía revolucionaria con poder absoluto, al mismo tiempo que los cubanos (como sus víctimas), dependen casi exclusivamente del propio sistema para sobrevivir, y del cual recibe algunos premeditados gestos de bondad, termina originándose el medio propicio para el surgimiento y desarrollado de la conexión de la víctima con su verdugo, padeciendo así el síndrome de Estocolmo (Stockholm Syndrome). De este modo los cubanos en un intento de humanizar o justificar las atrocidades que el régimen abusador muestran sentimientos positivos a la revolución, enfocados solo en sus supuestas bondades (aunque solo sean propaganda o nimiedades comparadas al sufrimiento y la miseria), mientras desprecia y muestra rechazo hacia quienes quieran ayudar (EE. UU.), o hacia quienes quieren hacer justicia como el caso del exilio cubano y los disidentes dentro de la isla.
«Básicamente el pueblo cubano (Homo revolucionarius kubinskiy como víctima) piensa que las barbaries revolucionarias (medidas sociales necesarias) ejecutadas por los esbirros (dirigentes revolucionarios, miembros del PCC), de su verdugo (estado/gobierno/revolución/sistema), son por un bien común (la construcción y perpetuación del propio monstruo, del socialismo/comunismo/revolución), en contra de un enemigo común (el imperialismo Yankee, el capitalismo, la derecha política), y lo defiende a toda costa, sin reparar que, en realidad, es el propio sistema el Leviatán que da origen a todos sus males»
— Jose Alberto
En lo personal, soy de los que piensa que este preámbulo, que se me ha hecho imprescindible, aun siendo anecdótico, e independientemente de algunos datos y argumentos expuestos, debería ser suficiente para inferir la bochornosa realidad sobre el enfrentamiento de las autoridades cubanas a la pandemia en cuanto a la forma en que esta tiranía revolucionaria ha maltratado (a lo largo de toda su existencia) y maltrata a sus trabajadores, especialmente a los de la salud y a nuestro pueblo en general. Pero hemos sufrido como individuos, tantos engaños, en nuestras sociedades, que la moral, el prestigio y la palabra del hombre parecen haber perdido todo valor. Entonces, aportemos evidencias sobre la base de los conocimientos científicos epidemiológicos actuales respecto a la pandemia y a los datos respecto a mis colegas.
Cabe aquí una aclaración más y volviendo sobre el informe de Amnistía, dado que el régimen cubano no permite ONG en la isla (las representaciones de las pocas que existen solo cuentan con personal cubano, altamente seleccionado por los órganos de control del estado) y en su cinismo habitual desacredita los reportes de ONG cuando no le son favorables, alegando que son parcializados y subsidiados por el gobierno de los EEUU, (tristemente ese es el sentimiento general en la población cubana manipulada), pero al mismo tiempo son capaces de utilizar datos de estas mismas organizaciones para señalar en detalles y hasta la saciedad los aspectos que son negativos a los países o al capitalismo como un todo, no pocas veces sin sentido alguno.
Por lo que, al ir a la metodología del informe, encontramos que, “Amnistía Internacional recogió información sobre los derechos del personal sanitario y los trabajadores y trabajadoras esenciales en 63 países y territorios del mundo, 18 de Europa, 4 de la región de Oriente Medio y el Norte de África, 10 de Asia, 10 de las Américas y 21 de África” efectivamente, entre los países reportados como es habitual no se encuentra a Cuba. Aun así, varias ONGs han sido creadas clandestinamente dentro de la isla, o desde el exterior en un intento de conocer y divulgar la realidad del pueblo cubano que el régimen y sus esbirros ocultan. 205

«Sería especialmente saludable para nuestra nación que se permitiera la creación interna y la acreditación de ONGs independientes que brinden una retroalimentación, y a la vez ejerzan presión como contrapeso, indispensable para la transparencia del gobierno y sus instituciones»
— Jose Alberto
Ganaríamos en calidad, en control del presupuesto, en protección a nuestros pacientes y trabajadores de la salud. Es algo inherente a las democracias y por lo que muchos hemos luchado como hemos podido. Los cubanos debemos entender las funciones del contrapeso político a la hora de regular y auditar el quehacer de las instituciones.
Y no podemos olvidar, otra de las caras del mismo problema, no pocas ONGs generan notas, informes, sobre la base de datos de la dictadura que terminan por ser un espaldarazo a las violaciones de los derechos humanos más que una ayuda a los mismos. Estas organizaciones por lo general presentan grandes conflictos de intereses en cuanto a un apoyo incondicional al movimiento izquierdista global. Terminan demostrando gran hipocresía respecto a nuestros problemas como el caso de Oxfam 206, MEDICC y su revista (@ReviewMedicc) entre otras que se preocupan, por ejemplo, del impacto que tiene el embargo en los niños cubanos, pero ni una sola palabra sobre los menores de edad secuestrados después del estallido social del 11 julio 207, por los que ha insinuado preocupación UNICEF.
Como he comentado con anterioridad, hoy día la prensa independiente se está haciendo cargo cada vez mejor y más profesionalmente de este agujero negro de las estadísticas nacionales y de las realidades de la pandemia no mostradas por la prensa oficialista de nuestro país. No obstante, el informe de Amnistía aplica especialmente para los colegas en la isla y para la forma de conducción de la pandemia por parte del régimen cuando comunica:
«La obligación de proteger la salud y la seguridad del personal sanitario y los trabajadores y trabajadoras esenciales emana del derecho a la salud y el derecho al disfrute de unas condiciones de trabajo equitativas y satisfactorias. El derecho a la salud incluye “el derecho a la higiene del trabajo y del medio ambiente”, que entraña “la adopción de medidas preventivas en lo que respecta a los accidentes laborales y enfermedades profesionales”» refleja el informe.
Si se revisan las leyes cubanas, y se midieran los “ingentes esfuerzos” de las administraciones (publicados por el oficialismo) vociferado enérgicamente por la propaganda, no cabría dudas de que deberíamos cumplir con creces los estándares de los países industrializados, pero la realidad de nuestro sistema de salud es muy diferente.
Partamos desde el hecho de que en Cuba no tenemos medios reales para proteger al consumidor (incluido el paciente), legalmente. Durante décadas de incultura e involución civil revolucionaria, el estandarte para todo descontento como consumidor era la frase “por los canales pertinentes” haciendo referencia a que fuera a través de los sindicatos y demás organizaciones de masas. Pero todos absolutamente están subordinados a un mismo poder y único partido. A medida que la dictadura se ha visto obligada a realizar reformas hemos comenzado a ver algunos incipientes recursos legales siempre y cuando no vayan contra el estado, el partido ni sus dirigentes. Entonces existe el mecanismo jurídico, pero solo si no pereces ante un premeditado y represivo muro de Berlín burocrático. 208
Introduzco aquí otro paréntesis necesario sobre nuestro nefasto sistema sindical post revolución. Las asociaciones sindicales por definición y razón de ser son (deben) independientes, o sea, gobernadas y administradas sin intrusión del Estado ni de los empleadores. Algo que como se comprenderá no ocurre en Cuba, donde todas las organizaciones de masas son subordinadas al PCC directa o indirectamente y utilizadas para proteger al sistema (revolución) antes que a sus “queridos” obreros, padeciendo también de una institucionalizada discriminación político-ideológica. 209 210 211
Una de las formas en que se evidenciaba esta falta de separación de poderes es con el simple ejemplo de que, para viajar, a los trabajadores les era solicitado un aval del sindicato del centro laboral, pudiendo este vetarte el viaje. Las organizaciones de masas han formado y forman parte importante de los mecanismos de extorsión del régimen obligando a los trabajadores a participar de los eventos políticos como marchas, desfiles o actos de repudios como moneda de cambio de mantener el aval requerido para permanecer siendo “idóneos” (otras de las categorías que discriminan segregando por la orientación política) en el centro laboral. Y ha permitido ver a millones de cubanos supuestamente marchado espontáneamente a favor del régimen dictatorial.
De ahí que se entiendan titulares como este de CNN: «Médicos cubanos lanzan inusuales críticas a la gestión del gobierno contra el covid-19». puesto que son realmente inusuales las denuncias a pesar de las lúgubres condiciones del sistema de salud cubano. Es por esto que se podrían considerar que prácticamente todos los médicos (y los cubanos en general) hemos sido al mismo tiempo, de una forma o de otra, víctimas y cómplices de la tiranía revolucionaria castrista.
En consecuencia y practicando la hipocresía habitual del régimen, y estando fuera de la isla los jefes de las brigadas paramilitares cubanas no se limitan a reclamar públicamente lo que dentro de su propio país jamás les sería siquiera permitido: “Solo exigimos que se cumplan los protocolos establecidos para poder trabajar en este tipo de unidad, donde hay un gran flujo de manipulación de paciente” Dr. Raudel Vargas Olivera, jefe de la Brigada Médica cubana en Perú, en un intento de desvirtuar las denuncias sobre la inadecuada preparación y bajo rendimiento de los profesionales de la Isla enviado a Perú, acusados incluso de abandonar sus puestos de trabajo exigiendo condiciones laborales que ni siquiera tenían sus colegas peruanos en medio de la crisis. 212 213
“El barco está haciendo agua/ La línea de flotación, está llena de agujeros/y roto el palo mayor”
Ray Fernandez, otro comunñanga tramoyista de la trova.
La higiene y la seguridad laboral (ocupacional) representan esa precaución materializada mediante la toma de acciones preventivas para minimizar o erradicar los riesgos ocupacionales que, como tantas otras cosas en Cuba, son imposibles de sacar de los panfletos propagandísticos de aquellos cuyos puestos de trabajo inservibles e ineficientes.
Comencemos, para no perdernos en la totalidad de la indolencia revolucionaria, por las necesidades fisiológicas o básicas en la Jerarquía de Necesidades Humanas (Pirámide Maslow).

Hablemos de alimentación, por comenzar apenas con un ejemplo esencial dentro de las condiciones de trabajo, durante más de cinco décadas, y hasta hace solo unos pocos años los médicos no teníamos alimentación adecuada, siguiera digna en los hospitales, y era inexistente en los policlínicos, donde los médicos de familia (portada de propaganda) terminaban por consumir los alimentos que les eran regalados en consulta, o en casa de pacientes, vecinos, y en sus propios hogares, si tenían. En el 2009 después de una reforma fuera de la salud pública donde el estado intentó quitarse, en una medida “experimental”, la logística de los almuerzos en los centros de trabajo, 214 llamados “comedores obreros” (1963), algo salpicó al sistema de salud, por aquel entonces en la atención primaria de salud se nos dio a escoger entre trabajar esa “hora del almuerzo” y terminar antes la jornada laboral, pero todo en un limbo de lo extraoficial. Así mientras casi la totalidad de los sistemas de salud del mundo garantizan la alimentación adecuada y de calidad para sus trabajadores los médicos al servicio del MINSAP no tienen derecho ni a quejarse.
“Los trabajadores y los sindicatos han de actuar con diligencia para proteger su derecho a unos alimentos fiables, agua potable y períodos de descanso en el lugar de trabajo. Del mismo modo, deben comprender el valor de una comida y un descanso adecuados durante la jornada laboral para reducir tensiones, mantener la agudeza en el puesto de trabajo y conservarse en buenas condiciones de salud”. ILO
Evidentemente el MINSAP no se ha planteado jamás la interrogante que preocupa a la Organización Internacional del Trabajo (ILO, International Labour Organization): ¿Cómo comen los trabajadores durante la jornada laboral? Puesto que el ambiente laboral de los TS en Cuba lejos de facilitar la nutrición adecuada representa un obstáculo para su consecución. 215
Pasemos ahora al siguiente nivel de la pirámide, las necesidades de seguridad y protección con el simple ejemplo de los guantes médicos, el elemento más común entre los equipos de protección de los trabajadores de la salud.
«Vengan, vengan a la Feria de los Tontos, ya comienza el circo pronto. Tenemos domadores, marionetas, magos y caretas.
Vengan, vengan a la Casa de los Juegos donde se reparte el miedo y todos llevan una venda y un bastón de ciegos»
Carlos Varela
Tan tempranamente como a principios del mismo mes de marzo de 2020 en que fuera declarada la pandemia, comenzaron a sonar las alarmas respecto a los suministros de equipos de protección personal, la propia OMS exhorto a las industrias y sus gobiernos a aumentar la producción en más del 40% en función de satisfacer el previsto aumento de la demanda mundial. 216
A pesar de que en Cuba la escasez de prácticamente todo es la norma, y digo prácticamente porque la represión y la propaganda jamás escasean. Los insumos y los productos médicos, por demás no sujetos a embargo, apenas alcanzan para sostener al sistema nacional que se encuentra siempre al límite de que ocurra algún desastre, e impactando drásticamente en la calidad de la atención médica, poniendo en riesgo para los TS y sus pacientes.
“La odontóloga es amiga suya. Utiliza guantes para no contagiarse ella, porque no se los cambia en todo el día. Atiende a todos los pacientes con los mismos (guantes). Fuma con ellos; se ata los zapatos, etc.”
Vila-Coia, X. (2008). Diario no velado de La Habana. Spain: Lapinga ediciones.
Pero vamos por pasos, comencemos aclarando que en Cuba solo existen los guantes quirúrgicos, excepto temporalmente y por alguna donación, no hay los guantes para examen del paciente, ni los específicos para el manejo de agentes quimioterapéuticos. Tampoco hay variedad en cuanto a los diferentes materiales al látex, como el vinilo o el nitrilo, útiles en casos de alergia. Los guantes quirúrgicos que en el resto del mundo son desechables, vienen esterilizados, por pares, y por tamaños (mejor ajusten posible a la mano), en Cuba son reesterilizados hasta en varias ocasiones 217 o directamente reutilizados después de tenderlos al aire libre por imposible que esto parezca. 218 Incluso podemos ir al 2017 en la oficialista revista de divulgación científica Juventud Técnica y quedar anonadados con las profundas y preocupantes deficiencias intrínsecas de las Normas de Bioseguridad del MINSAP y de cómo la periodista Claudia Alemañy @claualecast a pesar de su atrevido y necesario reportaje, juega a tapar el sol con un dedo dando circunloquios que evitan señalar a los responsables directos, mientras explica la ausencia de medidas higiénico sanitarias en nuestros centros de salud, a través de anécdotas como la de una estomatóloga cubana que hierve en su propia casa los guantes que utiliza durante toda una semana, la falta de higiene en las consultas por baja percepción del riesgo y mala cultura sanitaria, las dificultades con los Residuos Hospitalarios Peligrosos (químicos, biológicos o radioactivos) al no existir los medios para la separación por categorías estos remanentes peligrosos desde su origen, o el abandono que sufre algún trabajador al sufrir un accidente en algún laboratorio del que el cual pudo haber sido contagiado o contaminado. 219
Respecto a los equipos de protección de los trabajadores se lee en el artículo:
«Por desgracia, en algunos centros hospitalarios nacionales esas medidas de protección no son cumplidas con rigor y predominan los métodos alternativos y poco seguros para el manejo de los desechos. Por lo general, las prendas son “las que aparecen” y no las adecuadas».
En este reportaje se entrevista como expertos a la doctora Raquel Junco Díaz, especialista de Seguridad Ambiental del Instituto Nacional de Higiene, Epidemiología y Microbiología (INHEM), y a la Dra. Regla Bermúdez Pérez, especialista de segundo grado en Microbiología y coordinadora nacional del Programa de Desechos Sólidos y de Bioseguridad del Ministerio de Salud Pública. Dejando claro además de que los funcionarios tienen pleno conocimiento de estas violaciones a la Seguridad Laboral que comprometen seriamente al poner en riesgo a la salud y la seguridad de nuestra población. El cual termina como prácticamente todos los reportajes oficialistas, culpando a los trabajadores mal preparados, a los elevados costos de los equipamientos, y el siempre mágico punto final de que se requieren análisis más exhaustivos. Y es así como la nauseabunda retorica en la que hemos vivido, le permite al sistema (y los responsables de ponerlo en práctica), no ser señalado por la crítica, ni rendir cuentas por sus deberes, dejando a nuestra sociedad en riesgo permanente. 220

“En el Hospital Gineco-Obstétrico América Arias, más conocido entre los cubanos como Maternidad de Línea, los guantes usados son colgados en tendederas para luego reutilizarlos”. CiberCuba

Este preocupante problema ha sido vendido como un logro por la prensa oficialista durante la pandemia: “Muestra eficiencia central de esterilización del Hospital Mario Muñoz”.


Durante la Convención Internacional de Salud Pública del año 2015 el periodista y escritor cubano José Hugo Fernández había señalado la hipocresía del sistema de salud cubano haciéndose propaganda a sí mismo, mientras sus trabajadores carecían de guantes médicos, muy baratos en el mercado internacional, no sujetos al embargo y por demás vendidos en las propias tiendas en divisas extrajeras “shopping” de La Habana. Y denunció como que por regulación oficial se les prohíbe a los dentistas usar guantes adquiridos por ellos mismos en el mercado estatal. 221
“Muchas veces nos indican reciclar los guantes, porque de lo contrario tendríamos que estar semanas sin brindar servicio a la población“ reportaba Jorge E. Rodríguez en el 2019.

Lógicamente estas carencias se agudizaron fuertemente durante la pandemia, donde se acentuaron marcadamente las carencias previas de todo tipo, incluido por supuesto, el abastecimiento de agua y el oxígeno a principios del 2021 cuando el régimen se vio obligado a reconocer la crisis sanitaria 222 y justo unos meses antes del colapso del sistema sanitario. 223 224 225
Pero Reuters (entre otras) por ejemplo, decidió colaborar con el régimen esparciendo sus propagandas con artículos poco profesionales como en el que se alude a la supuesta producción de 4000 equipos y dispositivos médicos para la atención de pacientes con COVID-19, en el cual mencionan algunos tipos de estos equipos entre los que se encuentran algunos no necesarios para la atención específica de este tipo de pacientes. Y claro, todo este “gran logro” es… a pesar del “bloqueo”. Esta forma aparentemente ingenua de tratar de decir “solo” la noticia, de informar “objetivamente”, lejos de ser imparcial, es claramente una forma de desinformación y complicidad con el sistema de propaganda hacia la imagen del régimen.
Al mismo tiempo en que la OMS alertaba al mundo sobre la pandemia, el régimen cubano andaba en su deshonrosa propaganda vendiendo la isla como un destino turístico seguro. Sí, exactamente, empresas de turismo gestionada por el “socialismo” utilizando la propaganda que tanto critican del capitalismo “brutal”, para aprovecharse de la epidemia lucrando dólares a los que el pueblo jamás tendrá acceso.
— 14ymedio
De esa abominable y profundamente dañina propaganda, de la que además de empresas estatales participaron esbirros del régimen como el Embajador cubano en Italia José Carlos Rodríguez Ruiz, quien invitando a todos en especial a los italianos a Cuba precisamente en medio del clúster de brotes en el norte de Italia que origino el colapso del sistema sanitario italiano. Todo aludiendo a un supuestamente estricto protocolo para el enfrentamiento de la pandemia que garantizaba a Cuba como destino “seguro”, mientras los hospitales cubanos no tenían ni termómetros. 226 Afirmaciones sin fundamento científico, y apoyadas por el propio Dr. Francisco Durán, jefe de Higiene y Epidemiología del Ministerio de Salud Pública, quien explicó que el famoso protocolo consistía en someter a turistas que vengan de países de alto riesgo (como si no fueran prácticamente todos en una pandemia), a una encuesta sobre síntomas, como si para esa fecha no se supiera que existía gran número de pacientes asintomáticos y que algunos estudios mostraron que eran necesarios solo unos pocos casos (tan pocos como 4) para que fuera prácticamente imposible detener la epidemia. Estas acciones con una evidencia irrefutable y premonitoria de que lo importante para la casta en el poder no es la salud, ni son las vidas de los cubanos.
En tanto, los que tienen la sartén por el mango, habitantes de la cima del poder en la cúspide de ese sistema piramidal que es la revolución cubana, en esta dictadura de aquellos que dejaron de ser proletariados, esos que por migajas prostituyeron su moral, y que sin piedad le exigen y obligan a la base, esa mayoría de cubanos de a pie (incluido los TS) que soporta el peso del estado como esclavos sin opciones más que la de rendirse a sus amos, a cumplir todo tipo de sacrificios a cambio de más explotación, menos libertades, más desigualdad e insondable miseria, y una profunda e inhumana indolencia, como ignominia a su mismo eslogan: “de los humildes, por los humildes y para los humildes”. 227
Esos mismos responsables de la profunda decadencia sin límites de toda infraestructura de salud, de ver cómo las instituciones sanitarias se deterioran muchas veces al punto de la insalubridad, 228 llegando a ser descrito por una madre y turista canadiense como devastados por la guerra.
Salones de operaciones en pleno funcionamiento con ratones, goteras o verdaderas inundaciones,229 moho, humedad, muchas veces sin aire acondicionado, con total ausencia de limpieza y desinfección en las salas por días, es lo mínimo que he vivido personalmente en los hospitales de la isla, y que continúa siendo reportado por la prensa independiente y por testimonios de pacientes y/o sus familiares o allegados, usuarios todos de nuestro deprimente sistema de salud.
Ninguna institución de salud en Cuba cumple con los estándares de los centros de salud más avanzados del mundo, y a excepción de algunos Institutos (de carácter terciario, nacional y reparados a finales de la década de los 2000, con recursos venezolanos y brasileños por demás), los destinados al turismo internacional (Las Praderas, el Camilo Cienfuegos, CIREN), y del hospital de la oligarquía castrista el CIMEQ, o la clínica de 42 en playa, tiene condiciones que cumpla con los mínimos estándares internacionales de los centros de salud más modestos en el mundo, por difícil que sea de creerse para aquellos que están ajenos al sistema de salud cubano y del resto del mundo. La realidad es la más elocuente evidencia de ello. Reto para desmentirme a todo el que así lo desee a dar un recorrido por nuestras instituciones de salud.
Para quien desea comprobar desde la distancia, aquí les dejo una de las cuentas (que yo conozca) con más testimonios de cubanos en la isla sobre la realidad del sistema de salud entre las que conozco, me refiero a la del profesor cubano Yasmany Puga, (José Cemí en Twitter) y a otro perfil en Facebook dedicado a denunciar el fracasado del sistema sanitario cubano y sus falacias a través de testimonios que evidencian, además, las dos caras del mismo sistema con abismales diferencias entre la atención a los nacionales y a los extranjeros del turismo de salud.
La situación de nuestro sistema de salud era ya deplorable en todos los sentidos mucho antes de la crisis generada por la pandemia. 230 231
«La salud es un derecho para todos los ciudadanos, pero todos los ciudadanos no tienen el derecho por igual a la salud». @GLALegalDefense
Por otra parte, la marcada diferencia entre las instituciones sanitarias exclusivas para extranjeros, y las disponibles para los cubanos de a pie ponen en evidencias que en realidad el sistema de salud cubano a pesar de ser universal su cobertura, discrimina y desprotege a la gran mayoría. 232
Era de esperar que con la relativa libertad virtual que nos ha brindado el internet comenzaran a aflorar las denuncias sobre las deficiencias, las negligencias de un sistema de salud enfermo y profundamente corrupto como el cubano. La red de redes recoge denuncias reales, testimonios verificables de muertes de niños por negligencias y faltas de medicamentos, incorrectos diagnósticos y conductas terapéuticas, secuelas en adultos mayores, complicaciones derivadas de la mala praxis, iatrogenias todas de diversa índole 233 234 y la falta de atención médica de diferentes causas, que se agravan durante la crisis del covid-19. 235
En fin, la realidad cotidiana de la mayoría de los sistemas de salud de los países subdesarrollados, que por tantos años ha permanecido sepultada por la maquinaria propagandística y represiva de la dictadura militar castrista. Que ahora forma parte de las evidencias de la decadencia previa de un sistema de salud que se sabía colapsaría ante la más mínima crisis.
«Todo aquel que observe el estado real y la corrupción oculta del sistema de salud cubano con objetividad científica y con sinceridad moral, no necesitará más argumentos sobre su incapacidad para el manejo no solo de la pandemia actual sino de cualquier otra crisis sanitaria»
— Jose Alberto
¿Pero, objetivamente que tan mal podríamos estar, acaso es posible que el sistema de salud cubano tan elogiado mundialmente sea tan precario?
“Inaugural Global Health Security Index Finds No Country Is Prepared for Epidemics or Pandemics”
The Global Health Security Index (October 24, 2019)
Tan mal como que estamos en la posición 129 de 195 países estudiados por el panel de expertos internacionales del “Índice Mundial de Seguridad Sanitaria” (The Global Health Security Index) que realiza un ranking a partir de la evaluación de las capacidades de seguridad sanitaria mundial en 195 países preparada por el Centro Johns Hopkins para la Seguridad Sanitaria (Johns Hopkins Center for Health Security), la Iniciativa contra la Amenaza Nuclear (Nuclear Threat Initiative) y la Unidad de Inteligencia Económica (Economist Intelligence Unit).

Las más de 170 preguntas utilizadas para el Índice de GHS están organizadas en seis categorías.
- PREVENCIÓN. Prevención de la aparición o liberación de agentes patógenos.
- DETECCIÓN Y REPORTE. Detección temprana y reporte de epidemias de potencial preocupación internacional.
- RESPUESTA RÁPIDA. Respuesta rápida y mitigación de la propagación de una epidemia.
- SISTEMA DE SALUD. Sistema de salud adecuado y sólido para tratar a los enfermos y proteger a los trabajadores de la salud.
- CUMPLIMIENTO DE LAS NORMAS INTERNACIONALES. Compromisos para mejorar la capacidad nacional, los planes de financiamiento para abordar las brechas y el cumplimiento de las normas internacionales.
- ENTORNO DE RIESGO. Entorno de riesgo general y vulnerabilidad del país a las amenazas biológicas.
pero… Y ¿Cómo estábamos previo a la pandemia? por ejemplo, en cuanto a punto 2 (detectar y responder ante epidemias) de las 6 categorías del reporte.
Cuba con una puntuación normalizada (100 es la más favorable) de 10,5 estuvo muy por debajo del promedio 41,9 de los 195 países analizados en cuanto a la detección temprana y reporte de epidemias de potencial preocupación internacional quedando en el puesto 177/195. Muy similar en cuanto a la respuesta rápida y mitigación de la propagación de una epidemia, en el puesto 149/195 con 25,9 (de 100) por debajo del promedio global de 38,4 en esta categoría.

Incluso algunos meses antes del inicio de la pandemia el sistema de salud pasaba por una situación crítica agravada por el aumento de casos con dengue teniendo incluso que habilitar salas improvisadas ante el colapso del IPK. Todo en medio de las continuas denuncias a los hospitales por sus deprimentes condiciones, tanto en los centros para la atención a los adultos como en los de atención obstétrica y los pediátricos.
Las autoridades cubanas son conscientes del mal estado y continuo deterioro del sistema de salud, y se precian del conocimiento y control de cada problema en la nación. Está claro que son culpables de sus malas estrategias, de no permitir a nuevas generaciones de cubanos más capaces de dirigir mejor al país, sino que, además, con la mentira como sustento a su propaganda, dejan a la luz pública que no tienen límites para saciar su adicción al poder.
«Los políticamente confiables funcionarios revolucionarios son conscientes de nuestros problemas, pero resuelven su disonancia cognitiva, si es que la tienen, apoyados en el sistema (su Revolución/Estado) que le induce y facilita ir acudiendo al ocultamiento de información, la falsedad documental, a la mentira y a la propaganda que apuntale su puesto y del de su superior. Finalmente son tantos los problemas y tan cotidianas las falacias que terminan habitando en un conveniente universo paralelo. Todo en detrimento de nuestra sociedad, de nuestro pueblo, del cubano de a pie»
— José Alberto
Las denuncias comenzaron bien temprano durante la pandemia: “Estamos en un hospital terrible, en condiciones sanitarias dramáticas” quejas de Marta Cavallo, turista italiana atrapada en Cuba durante la pandemia. 236 Los calificativos de “horror”, de auténtica estafa, de sentirse prisioneros, entre mucho otros son habituales entre quienes describen sus vivencias en el deprimente sistema de salud o los centros de aislamiento. 237 238 239 240
“Es un centro de foco infeccioso, están constantemente saliendo y entrando extranjeros, hay plaga de ratones, no es un hotel que estuviera habilitado” denunció la actriz chilena Carolina Cox pidiendo auxilio al gobierno chileno tras quedar varada en Cuba a raíz de que Panamá cerrara sus fronteras en marzo de 2020. Por las reacciones a su video pidiendo desesperadamente salir de la isla la actriz apoyaba y hacia alarde de la supuesta maravillosa vida en Cuba, hasta que salió de esa burbuja del turismo y comenzó a ponerse en el pellejo de un cubano de a pie.
Algo que les ha ocurrido a muchos izquierdistas declarados defensores de la revolución cubana y del dictador Fidel, como el caso de Armando Unsain, ciudadano español residente permanente en Cuba que después de disfrutar lo que lo que a los cubanos de a pie les está prohibido, como negocios, propiedades, etc., el Ministerio del Interior le dio 30 días para abandonar el país. Suerte esta con la que no cuentan los miles de cubanos encarcelados por cuestiones de negocios en la isla.
El deterioro de las instalaciones llega a ser tal que muchas veces opaca otro problema aun mayor, que es la falta y/o el deterioro de equipos médicos, como los medios diagnósticos; “El hombre, que está en coma, se encuentra ingresado en un hospital del municipio de Morón, en Ciego de Ávila, donde no hay un escáner para determinar los daños que tiene en el cerebro y además contrajo un estafilococo”. 241 242
«”La gente está muriendo en los pasillos“: sistema de Salud Pública en Matanzas desbordado por el COVID-19»
La obediente población cubana, y las tardías restricciones de movimiento lograron ralentizar levemente el curso de la epidemia, y a un año de su comienzo, los cubanos tenían que ser víctimas de como el régimen castrista se jactaba y sus cómplices eructaban, el supuesto control sobre la pandemia en la isla, gracias a ellos y a pesar de la indisciplina social, pero nuevas sombras se apoderaban de la realidad de los cubanos de a pie.
Entre el mes de abril y julio en la provincia de Matanzas aparejado al colapso sanitario la letalidad comenzó a generar temor y a propiciar más denuncias. 243 En la localidad de Torriente, poblado del municipio Jagüey Grande, en confinamiento y totalmente militarizado por un brote que inicialmente las autoridades cubanas intentaron ocultar, aumentaron las denuncias sobre fallecidos que eran llevados al cementerio sin pasar por las funerarias y sin ser reportados en los partes diarios oficiales 244 Así daba comienzo el agravamiento a su máximo posible, de la típica lucha del cubano por sobrevivir en una cruenta y miserable realidad que la dictadura castrista niega inescrupulosamente.
“Ver a tantas personas agonizando y no poder hacer nada”
“¿Cómo es posible que en medio de esta pandemia se esté trabajando de forma tan superficial e irresponsable?”
— Diario de Cuba
Durante esos meses la propaganda intentó aplacar el descontento nacional con visitas de Díaz-Canel a Villa Clara, Sancti Spíritus y Cienfuegos en un intento de desvirtuar la mirada lejos de la crítica situación que existía en Matanzas, y no tardaron las redes en recriminárselo:
«“No salgan más a las provincias. Salgan del poder. En Matanzas y Ciego de Ávila hay gente muriendo en los pasillos de los hospitales. Reconócelo: ¡se te fue de las manos esta situación!”, apuntó un cubano identificado como “un poeta ahí“».
Los funcionarios de las autoridades sanitarias también se sumaron a la repugnante desinformación propagandística en un despliegue de disimulos, y cruces de falsedades para intentar tapar una verdad como el sol, con un solo dedo. Lo que terminó generando indignación en los trabajadores sanitarios.
“He sido testigo durante estos últimos días de las historias más tristes y he visto médicos llorar de dolor, de impotencia, de desgaste”. Daily Rizo Cabrera, licenciada en Psicología que trabaja en el Policlínico Héroes del Moncada, de Cárdenas, Matanzas.
“Esta situación es insoportable e insostenible. Supuestamente son dos pacientes graves por enfermero. Ayer (sábado 3 de julio) se atendieron cuatro por enfermero y en ciertos horarios fueron más, sin condiciones, después que se dijera que el hospital tenía las condiciones y estaba preparado para esto, porque estábamos sobrecargados, no colapsados”.
“Quiero que me digan dónde están esas condiciones, cuando el hospital no dispone de una camilla tan siquiera para recibir a un paciente en el cuerpo de guardia ni en la emergencia. Tenemos más de 50 personas en el cuerpo de guardia de respiratorio entre familiares y pacientes sin poder ser ingresados. La emergencia repleta de pacientes. Estamos trabajando al filo de la navaja con pacientes positivos, sí, positivos, no se dejen engañar”.
“Yo le pregunto al Gobierno y al Partido y al Ministerio de Salud Pública dónde están creadas las condiciones que tanto hablan. No engañen más al pueblo, no expongan más a su personal, que somos nosotros los que damos la cara al problema y a los familiares. No hay camas ni camillas, un hospital sin agua por más de seis horas en dos periodos del día”, denunció Javier Alejandro Velázquez Hernández, enfermero de emergencias del Hospital Faustino Pérez. 245
Fue principalmente la falta de transparencia la que dio origen a rumores en la población sobre nuevos agentes infecciosos y otras enfermedades desconocidas generando mayor incertidumbre y temor que ante el evidente colapso del sistema sanitario se convirtió en un verdadero movimiento en las redes con el #SOSMatanzas al que se sumaron otras provincias y finalmente el lapidario #SOSCuba.
Rápidamente los siempre predecibles Homo rev. mendacium, esos voceros oficialistas salieron a desmentir y a acusar de ‘campaña para agredir a Cuba‘ las denuncias del #SOSMatanzas y #SOSCuba y como acostumbran terminan degenerando en Homo rev. ridiculus, cuando los Homo rev. fecalis del régimen les desmienten aceptando lo previamente negado.
Solo después de las tantas denuncias hechas virales en las redes es que salen a desmentir los rumores de nuevas enfermedades, pero se ven obligados a aceptar el tantas veces negado colapso hospitalario.
Para este entonces ya nada pararía el histórico grito virtual de #SOSCuba (#SOSMatanzas) y una mecha prendida en San Antonio de los Baños se propago por tola la nación en la inspiradora y multitudinaria manifestación espontánea nunca vista en la Cuba postrevolucionaria. Este acápite del que lamentablemente fui testigo desde la distancia, ya es un sello de lo mejor que nos ha podido ocurrir como sociedad con deseos de libertades.
“Miles de cubanos denuncian ‘miseria’ en las protestas más numerosas en décadas. Las concentraciones, inusuales en un país que limita la disidencia, fueron desencadenadas por la crisis económica agravada por la pandemia”. Frances Robles para el New York Times.
En medio de la terrible exacerbación de la represión a mi pueblo, los aturdidos dirigentes comenzaron a defecar más errores que de costumbre agravando profundamente la situación y generando muchas más denuncias que sacaban a la luz la verdadera cara de la pandemia en nuestra tierra. Esta vez volviendo a arremeter contra los profesionales y trabajadores de la salud:
“Esta provincia está igualita que las demás con la falta de test de antígenos, la falta de medicamentos, los mismos problemas objetivos. Pero hay más quejas de los problemas subjetivos que de los problemas objetivos. Cuando usted suma la falta de medicinas, esto, lo otro, es inferior que la cantidad de quejas y denuncias por el maltrato, la dejadez, porque no los visitan. Es increíble eso“, dijo el primer ministro Manuel Marrero Cruz en una reunión con dirigentes locales de Cienfuegos. 246
Aprecie usted por favor, la misma estructura propagandística antes denunciada, en la que, haciendo el paripé de sinceridad mediante el reconocimiento de varios problemas graves (como minimizándolos), desvirtúa la atención hacia los médicos a quienes hace lucir como culpables de un problema “mayor”, y no porque lo ha inventado él, o su partido (sistema, revolución) sino, según los usuarios del sistema de salud, o sea los cubanos de a pie, a pesar de que estos se desgalillan gritándoles todo lo contrario. Las consecuencias de esta afrenta a la verdad no tardaron, y un nuevo alud de críticas, esta vez desde el mismo sistema de salud se les vino encima.
«”Solo pedimos que digan la verdad”, dijo la doctora Rosell Alberteris, en un video publicado en internet. “Solo exigimos los suministros para tratar a nuestros pacientes con dignidad y decoro”».
«”Queremos seguir trabajando, queremos seguir salvando vidas”, dijo el doctor Daily Almaguer en el video. “No somos responsables del colapso sanitario en nuestro país”».
Dijeron al menos 39 trabajadores y profesionales de la salud que han subido videos desde Holguín, quejándose de las pésimas condiciones de los hospitales colapsados por el covid-19. 247
La crisis seguía sin respuestas adecuadas, y el establishment castrista poniendo más parches que de costumbre, probablemente por estar volcado en evitar las réplicas del estallido social.
Pronto se hacía imposible para el régimen ocultar la terrible situación epidemiológica que habían logrado silenciar (y hacer mercadotecnia del supuesto logro), ante los ojos del mundo. 248
En este sentido el sistema de propagandas invierte y malgasta grandes cantidades de recursos públicos y mantiene una actitud agresiva con las críticas internas, por un lado, además de la desinformación al cubano sobre los sistemas de salud del resto mundo, y por otro siendo selectivo ante los visitantes.
Para visitantes de países industrializados tiene un discurso modesto de “cuanto se ha podido logar con tan poco y bajo un cruento bloqueo (Embargo)”. Y para los países en desarrollo y más desfavorecidos pues les muestra la supuesta calidad superior que les acredita como digno ejemplo a seguir. Siempre utilizando visitas guiadas a centros determinados, que no son para nada representativos de las condiciones reales del resto de las instituciones del país y cuyos alrededores son saneados días antes de las visitas. 249 Todo es un auténtico montaje que ha existido desde hace décadas, que quizás comenzó durante la Reconcentración de los Castros, mal llamada el período especial, cuando la hambruna y el deterioro del país hacían imposible la foto de portada del dictador Fidel Castro visitando nuestros barrios. 250 251
Y esto quedándome netamente en lo estructural de las instituciones, pero la corrupción y la exportación de mano de obra médica han hecho mellas en la educación y la calidad de la enseñanza de los galenos cubanos. 252 Tema que argumentaré con evidencias en otra entrada de este blog.
Demos unos pasos más desmontando la propaganda en tiempos de pandemia. Por ejemplo, con una simple y superficial revisión visual de los medios oficialistas es posible comprobar que ninguna imagen en la que fuera visibles los trajes especiales como EPP había salido antes de las fechas en las que llegaron las primeras donaciones a la isla. 253

[i] “Todo el mundo tiene miedo de acercarse a la muerte”, tres enfermeros cubanos luchan contra el coronavirus https://shar.es/aWK63D
En la propia publicación oficial de la OMS/OPS no existe ninguna otra foto de los servicios o del personal sanitario cubano, y rellenaron con otras dos imágenes de productos americanos. Y al final de la divulgación deja claro que: “Reportaje realizado por ONU Cuba y la Organización Panamericana de la Salud en Cuba”. 254
Al parecer el origen de la foto fue el MINREX, en una apología al IPK el 7 de marzo de 2020 y por supuesto, ha sido portada de los cómplices de la dictadura como la ONG cubanamerican friendship society. Que recaudan ingentes cantidades de recursos supuestamente para los más desfavorecidos en Cuba, pero terminan lavándole la imagen a la dictadura haciéndose fotos para la propaganda como si de un zoológico se tratara, sin siquiera interesarse al menos por la realidad de los cubanos de a pie. O incluso llegando más allá del inocente desconocimiento participando activamente en la propagación directa de propaganda política. Y publicando fotos de sus reuniones celebrando el International Women’s Day 2021 en el Hotel Nacional de Cuba (1930), uno de los Hoteles más caros de la isla privativo para más del 99% de los cubanos.
De esa forma y mientras las evidencias de la decadencia brotan en redes sociales y medios independientes el aparato propagandístico continúa resguardando su producto de estafa más rentable, la imagen de potencia médica. Y lo hace premeditadamente muy temprano en la pandemia, a través de cómplices internacionales (conscientes o inconscientes) que realizan publicaciones no científicas con alto contenido emocional en el que sin siquiera entender la realidad de Cuba culpan al embargo tal y como les enseño el oficialismo al servicio del régimen totalitario.
Pondré como ejemplo a uno de los artículos más convenientemente citados por el oficialismo y sus cómplices, publicado en una de las revistas de mayor impacto en el mundo respecto al tema, intentándole dar así validez a la información aportada.
Pongámosle algún ápice de pensamiento crítico al artículo: “Behind Cuba’s successful pandemic response” publicado bajo la autoría de Talha Burki (Talha Khan Burki) en la revista The Lancet Infectious Diseases (@TheLancetInfDis).
Dándole riendas sueltas a la tergiversación de los medios oficialistas castristas: “Prestigious British publication recognizes Cuba’s response to COVID-19” by Jorge Ruiz Miyares de Radio Habana Cuba. Incluidos también sus blogs. 255
Sin entrar en los detalles sobre qué es una publicación científica o los distintos tipos que existen, ni de las clasificaciones de las revistas científicas según las mediciones de su impacto en la comunidad científica, lo primero que hay que aclarar es que ni siquiera es un artículo científico, es simplemente una noticia más, publicado en la sección de informaciones (NEWSDESK, World Reports and News) de la revista en cuestión.

O sea, una simple opinión de alguien que ni siquiera es experto, puesto que su autor, según la propia revista The Lancet informa que se trata de un periodista, un reportero de salud colaborador de la misma. Aclaro intencionalmente que esto no es un intento de argumento ad hominem, para desestimar la validez del contenido de dicha publicación, es que, en una publicación o artículo científico secundario o no original «que no sea investigación», 256 257 conocer quien la publica aporta información relevante respecto al grado de experticia sobre el tema del cual opina.
Jose Alberto
Esto lógicamente se traduce en el prácticamente nulo impacto que ha tenido dicha publicación a través de las citas bibliográficas al miso, o sea, cuantas veces ha sido tomado como referencias. 258 Como es de esperar la comunidad científica lo ha ignorado por completo, con solo 5 citas de ellas cuatro en revistas científicas incluida una cubana, en artículos netamente informativos o de opinión. Unas 10 Menciones, de ellas, la mayoría en medios de prensa y en blogs, y ha sido compartido unas 2590 veces en rede sociales, principalmente en Twitter con 1452 interacciones, 381 tweets y 1,071 retweets. 258

Es preocupante como se esparcen estos artículos noticiosos en los medios internacionales dándolos por acertados, como ciencia constituida y que además sean utilizados para atacar a las democracias aupando a un régimen totalitario como el cubano.
“En la primavera de 2020, el gobierno cubano emitió un llamado: cualquier persona capaz de desarrollar una vacuna COVID-19 debería hacerlo” @TheWorld. En una dictadura que no nos permite la iniciativa privada es como mínimo ofensivo estas sandeces del régimen repetidas como válidas. Ya desde el título: “Cuba, líder mundial en medicina…” resalte como una auténtica falacia, y era de esperar que le lavaran la imagen a la dictadura.
“A major piece of the Cuban Revolution since 1959 is Cuba’s increasing medical excellence, the idea that Cuba has an excellent public health system, is able to protect its citizens, and that it’s the government’s responsibility to protect the Cuban people” Daniel Rodriguez, Brown University, USA. Esta terriblemente dañina falacia es lo que muchos tienen incorporados como cierto respecto a Cuba, es el resultado de que historiadores, reporteros, intelectuales y científicos, que no conocen la realidad cubana, que no tienen ni la más mínima idea del sistema de salud cubano, se lanzan a opinar a ciegas y sin el debido comedimiento de la objetividad y terminan esparciendo una mera especulación como argumento válido.
Luego en el mismo artículo reconocen que antes del 1959 ya teníamos el primer Ministerio de Salud Pública del mundo, que nació en nuestra primera República, algo que la mayoría de los cubanos desconocen:
Pero reproduce la propaganda del régimen cuando afirma que le ha sido difícil al régimen cubano adquirir las materias primas para las vacunas: “Acquiring the necessary raw materials to make vaccines has been a struggle” al parecer todo debido al embargo, lo cual resulta difícil de creer cuando en medio de la crisis sanitaria la dictadura prefirió comprar 1,2 millones de euros (1.202.500 euros, equivalentes a 1.418.950 dólares) en armas al Gobierno de España (socialistas) 259 260 doblando las cifras de 2019, antes de invertir en los mencionados insumos. Armas que terminaron siendo utilizadas contra mi pueblo desarmado el día del estallido nacional. 261 De nuevo el exilio cubano responde y desde España pide que no se le venda más arsenal militar a la dictadura militar castrista. 262

Esta información totalmente parcializada, poco profunda y no muy profesional sobre la realidad cubana que termina beneficiando al régimen castrista fue la tónica de todos los medios (Luke Taylor de ABC Online; Kathleen Parker en The Washington Post; Emily Morris en The Conversation; Global Advisors) que referenciaron el citado artículo, utilizándolo a conveniencia política más que a un periodismo profesional y constructivo. Solo vean sus títulos culpando a las “sanciones” de los EE. UU. También cometió la misma imprudencia, por así llamarle, Jerome Amir Singh (BA, LLB, LLM, MHSc, PhD) en su blog. 263

Existen además un importante número de evidencias demostrando que muchos medios internacionales tergiversaron como yuntas de los oficialistas del régimen de La Habana, la esencia de las protestas incluso cuando durante las mismas se escuchaba bien claro el grito de «¡LIBERTAD!», las ansias de cambio y el rechazo al Partido Comunista de Cuba.
“There is no food, no medicine, there is no freedom. They do not let us live,”
“We are not afraid. We want change, we do not want any more dictatorship,”
BBC Mundo
En las redes sociales además de las ciberclarias y los medios oficialistas la principal fuente de lavado de la imagen del sistema de salud cubano es la revista Medicc Review perteneciente a MEDICC una organización sin fines de lucro con sede en Oakland, California que se define a sí misma como medio de propaganda del régimen: “worked to promote US-Cuba health collaboration and highlight Cuba’s public health contributions to global health equity and universal Health”. Esta organización a través de su revista, única de la isla indexada a MEDLINE/PubMed, traduce al inglés y publica artículos convenientemente seleccionados políticamente para darles visibilidad.
No podemos zanjar este tema sin antes mencionar a los ultras poderosos como The New York Times en una serie dedicada a la “Revolución Cubana” en la cual aparece un artículo de opinión escrito por Nicholas Kristof titulado, nada más y nada menos como: «Lo que podemos aprender del sistema de salud de Cuba» en español, pero en ingles repugna aún más: «Why Infants May Be More Likely to Die in America Than Cuba». El cual en un acto de intentar librarse (como si en realidad fuera posible) de responsabilidades morales comienza alegando: “Cuba es una nación pobre, con un régimen opresor y una economía disfuncional, pero en el ámbito de la atención médica realiza un trabajo asombroso del que podría aprender Estados Unidos”. Y les pregunto:
¿Sería ética o moralmente correcto decir que los Nazis fueron malvados, pero… sus experimentos podrían ayudarnos?
Clara y rotundamente NO, no existen peros que valgan ante las violaciones de los derechos humanos cometidos por regímenes fascistas como lo ha sido y es también el Castrismo.
«Nada tenemos que apreciar o aprender de dictaduras, absolutamente nada, más allá de denunciarlas, combatirlas y estudiar sus causas para que no vuelvan a repetirse nunca más. Esta retorica vendida como inofensivos argumentos útiles a las democracias solo terminan siendo cómplices de los regímenes autocráticos herméticos y totalitarios, al lavarle la imagen ante el público que los desconoce, que no los sufre, y que incluso por esa razón, los defiende y aclama»
— José Alberto
Pero volvamos al informe de Amnistía: << Además, según el artículo 7 del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (PIDESC), “[l]os Estados Partes en el presente Pacto reconocen el derecho de toda persona al goce de condiciones de trabajo equitativas y satisfactorias que le aseguren en especial […]: a) i) un salario equitativo e igual por trabajo de igual valor, sin distinciones de ninguna especie […]; b) la seguridad y la higiene en el trabajo […];>> recoge el informe.
Empecemos por dejar claro que el régimen totalitario que rige en Cuba no ha ratificado los pactos internacionales sobre los derechos humanos. 264 Vamos, solo con eso debería bastarle al mundo para desenmascarar la doble moral en la que viven los dirigentes cubanos y su régimen. Tampoco tienen intención alguna de hacerlo, como relató recientemente la fundación privada, sin fines de lucro y a-partidaria CADAL en su informe sobre la falta de voluntad del régimen de la Habana con la lucha por los derechos humanos y la solidaridad democrática internacional.
“El gobierno de Cuba ha demostrado de forma consistente e inalterada hasta el presente, que su voluntad de cooperación es escasa, relativa y tiene límites claros preestablecidos por sí misma, puesto que acepta parcialmente algunos de los resortes de los mecanismos de derechos humanos y no se compromete con otros. La ausencia de un auténtico compromiso se traduce de varias maneras, entre otras, la falta de adhesión o ratificación de tratados, la inobservancia de recomendaciones realizadas por los distintos actores del sistema, la falta de presentación a término de los informes que le competen, y la negativa a extender una invitación permanente a los procedimientos especiales del Consejo de Derechos Humanos.”
Centro para la Apertura y el Desarrollo de América Latina (CADAL)
Ninguna de estas condiciones (del artículo 7 PIDESC) se cumple en Cuba, donde como ya he venido exponiendo la mayoría de los hospitales y centros de salud presentan profundo deterioro incluso con las infraestructuras básicas, como roturas de aires acondicionados, falta en el suministro eléctrico y de agua, dificultades con la limpieza al punto de la insalubridad, así como falta de equipamiento y materiales adecuados que exponen a los médicos y les genera situaciones de estrés ante los pacientes. Históricamente la mayoría de los testimonios reales de pacientes cubanos, ni en la isla, ni en el mundo son verdaderamente conocidos, como indiqué inicialmente, “la revolución” adoctrinó a los cubanos a que la crítica del sistema es malsana, sumándose la falta de referencias con que comparar la calidad de los servicios y por la represión contra la prensa acreditada, la independiente o el ciudadano denunciante.
No existen en el sistema de salud cubano, con algunas excepciones, las condiciones que le garanticen confort ni en las áreas de descanso, ni en las de atención clínico quirúrgicas. Condiciones tétricas de los baños, de los comedores, con una alimentación deprimente tanto en lo nutricional como en lo estético. Esto sin contar las dificultades en el transporte público, con varias horas de espera, y el hacinamiento durante el trayecto casi siempre de pie. O las dificultades por la escasez de combustible o los precios prácticamente impagables para los poquísimos (1%) TS que cuentan con transporte propio.
¿Entonces, si estas condiciones han sido ignoradas por décadas, no es como mínimo sensato que nos cuestionemos la forma en que se protege al personal de salud cubano durante la pandemia actual?
“La disponibilidad de los Recursos Humanos para la Salud se vio reducida porque los trabajadores de la salud tuvieron que ponerse en aislamiento, se enfermaron o murieron por la COVID-19”.
— OPS/OMS
Vuelven las redes sociales a dejarnos testimonio de lo que la dictadura trata de enterrar, mostrando que pasado un año de la pandemia lejos de organización y experiencia el MINSAP continuaba improvisando con los regímenes de trabajo incluso con el personal de primera línea.
Como en efecto, pronto comenzaron a salir a la luz pública las cifras referentes al déficit del personal de la salud para hacer frente a la epidemia, como reporta el 14yMedio «“casi un tercio del personal de Salud en La Habana está con licencia en sus casas”, y “habrá medidas para obligar a los sanitarios cubanos a asistir a su trabajo”». siendo esto evidencia y reflejo del temor de los TS para enfrentarse a la pandemia con tan malas condiciones en sus puestos de trabajo. En el mismo se reproduce la denuncia de un enfermero del hospital Hijas de Galicia, en el municipio de Diez de Octubre lamentando la falta de protección: «”A pesar de que los enfermeros somos los que más contacto tenemos con los pacientes infectados, a nosotros nos dan los equipos de peor calidad”. “Las mejores máscaras se las reparten los directivos, el personal administrativo y los doctores”, indica. Además, lamenta “la mala calidad de la comida y las meriendas” que recibe el personal sanitario que pasa días “acuartelado” en el lugar».
A lo que debemos agregar el sufrimiento por décadas de un salario irrisorio y abusivo, que no brinda siquiera la oportunidad de satisfacer las necesidades básicas de la familia ni las propias de los médicos y demás TS. Y entendiendo como pobreza, toda condición en la que el ser humano es privado de sus derechos económicos, impidiéndole el desarrollo personal, sufriendo la ausencia o escases de condiciones materiales básicas, como ropa, vivienda, agua potable y alimentos como elementos indispensables para subsistir, de qué le vale tener acceso a la a la salud si su calidad es deplorable, o a la educación si es para el puro adoctrinamiento en contra de toda libertad, o al trabajo si ganas menos de 2 dólares diarios (actual umbral de pobreza), llevándote al punto de exponer tu propia vida para salir de tales condiciones de miseria. 265
¿Cómo puede un ser humano desarrollarse dignamente, bajo las condiciones de un régimen totalitario que no le permiten más que estar preocupado por no tener que llevarle de comer a los suyos al día siguiente?

Si rompemos con el mito de que la esclavitud se ha erradicado, 266 que es cosa de siglos atrás, y vamos descubriendo que continúa siendo un negocio lucrativo, además de un crimen oculto que afecta a todos los países del mundo y tomamos como referencia los nuevos conceptos de esclavitud moderna que “básicamente, se refiere a situaciones de explotación que una persona no puede rechazar o abandonar por amenazas, violencia, coacción, engaño y/o abuso de poder”, podemos entender que los médicos cubanos entramos en la categoría de esclavos modernos por trabajo forzoso impuesto por el Estado, en especial los que salen en las llamadas “misiones internacionalistas” pertenecientes a la brigada paramilitar “Henry Reeve”. 267 268
“¿Qué es el trabajo forzoso? Por trabajo forzoso puede entenderse el trabajo que se realiza de manera involuntaria y bajo amenaza de una pena cualquiera. Se refiere a situaciones en las cuales personas están forzadas a trabajar mediante el uso de violencia o intimidación, o por medios más sutiles como una deuda manipulada, retención de documentos de identidad o amenazas de denuncia a las autoridades de inmigración.”
International Labour Organization
A la sazón, no ha de sorprender que en el más reciente informe del Índice Global de Esclavitud 2018, Cuba ocupa el 4to puesto de mayor prevalencia de esclavitud moderna del ranking regional, con 3,8 víctimas por cada mil habitantes. 269 Y somos el tercer país de mayor vulnerabilidad después de Venezuela y Haití. Al mismo tiempo que junto a Surinam y Venezuela estamos entre los países cuyos gobiernos presentan las respuestas más débiles en el enfrentamiento a la esclavitud moderna, con la clasificación más baja de la región. 270
¿A caso no es también esclavitud moderna el caso de los estudiantes universitarios chantajeados con perder la carrera si no colaboran contra su voluntad en las labores de pesquisaje (cribado) de casos de covid19?
“Se les va a controlar la asistencia, se les va a controlar el pase, y ya veremos después si continúan en la carrera de Medicina o no”. Amenaza y chantaje de una profesora a sus estudiantes de medicina, bastante descompuesta las formas, además.
Apunto aquí y dejo claro…quizás sin necesidad, porque por lo general muchos hubiesen acudido voluntariamente, y los otros muchos se incorporarían paulatinamente cuando el temor fuera mermando. Pero la coacción ha sido siempre el arma para subyugar al cubano, que acude sin alternativas a donde le imponga el estado opresor. No caben dudas que estos estudiantes esclavizados son más económicos que pagarles a trabajadores comunitarios de la salud (TSC) como se hace en los países con democracia, desempeñando un papel trascendental en el cumplimiento de los compromisos globales de fortalecer los sistemas de atención primaria y mejorar la cobertura de salud. En esta línea, una revisión sistemática encontró que los incentivos financieros basados en el desempeño por sí solos pueden mejorar los resultados de la prestación de servicios de los trabajadores de salud comunitarios, con el riesgo de que se descuiden las tareas no incentivadas. Por su parte los incentivos no financieros pueden ser efectivos para aumentar la motivación y el desempeño de los TSC cuando promueven el reconocimiento social. 271
Volviendo, con el perdón de todos por ser reiterativo, a esa máxima de orgullo para los revolucionarios, como si nuestra nación fuera solo de ellos, y recalcándola como el garrote que ha permitido a la revolución cubana, no solo impedir la entrada a universidades a jóvenes cubanos que piensan diferente,272 sino expulsarlos de todo tipo de instituciones, 273 y hasta recluirlos en campos de trabajo forzoso variantes castrista del Gulag Ruso de Stalin como fueron las Unidades Militares de Ayuda a la Producción (UMAP) 274 275 276 277 278 279 280 solo por su orientación sexual, su pensamiento político diferente, la moda o sus gustos culturales o quizás peor, recluirlos por padecer enfermedades contagiosas como el SIDA. 281 Recientemente retomados y utilizados contra los jóvenes participantes en el estallido social del 11 de julio, 282 283 solo que esta vez utilizaron granjas de instituciones penales para enmascarar el asunto.
Me pregunto, ¿No hemos sido todos los trabajadores cubanos esclavos de la Revolución como dictadura militar? teniendo en cuenta que nuestro único empleador posible es el estado, ese mismo que nos paga unos salarios injustos, en una moneda devaluada que no sirve nada más que para ser cambiada por otra más cara por ellos inventada, el mismo que no mejora nuestras condiciones de trabajo, y nos exige que aceptemos trabajar así en nombre del “sistema que nos ha dado tanto”.
¿Dónde están los fallecidos? O buscando bajo el doble entierro revolucionario.
El jueves 28 de enero de 2021, el vocero de las autoridades cubanas Dr Duran García, (una especia de copia ridícula del Dr. Anthony Fauci), vinculado con las violaciones a la ética médica durante la discriminación y segregación de los pacientes con VIH/SIDA 284 285 reporta entre los fallecidos por Covid-19 al supuesto primer galeno que fallece dentro de la isla (minuto 7:53): “Hay que decir que este paciente que fallece ayer era médico, sería el primer médico que fallece” … “indiscutiblemente para todos los cubanos representa un golpe duro”.
Nuevamente, no existe referencias al paciente como médico en el informe oficial del MINSAP. Y como era de esperar los medios inmediatamente se hacen eco de la lamentable y triste noticia, sin sospechar quizás el ocultamiento de la verdad. 286 287 288 289 290
Pero como dice el refrán “las mentiras tienen las patas cortas”, pronto estallan las redes sociales con dudas sobre las cifras dadas respecto a los profesionales de la salud, de la que se hace eco la prensa independiente, y en particular resalta la de un joven colega que declara: «Hasta hoy tuve credibilidad por el Dr. Durán…la imagen que tenía suya se acaba de ir al suelo…», confesó Miguel Jesús Morán en jueves, 28 de enero de 2021.
Solo un día tardaron en aclarar la situación, evidentemente por la presión social en las redes, el doctor Durán se vio obligado a rectificar que habían dejado de reportar a otro médico fallecido, y explica el día 29 de enero, que era el caso de una paciente de 50 años reportada el día 25 entre los fallecidos del día 24 de enero, pero habían omitido que era doctora. 292 Parece tratarse de una médica, radióloga de Guantánamo denunciada en Facebook por el colega Miguel Jesus Morán. Y así de pronto sumaron los dos primeros PS fallecidos por covid19 en Cuba. No hubo ninguna aclaración de los motivos para omitir el reporte de esa doctora fallecida, ni esa aclaración se encuentra en el informe oficial del MINSAP.
¿Cuáles fueron los motivos de ocultar al supuesto primer fallecido por covid19 entre los profesionales de la salud en la isla?
Es así como ocurre otra de las evidencias irrefutables del manejo político de las estadísticas respecto a la pandemia. Sin las denuncias en las redes sociales probablemente no habría contado en la estadística oficialista. 293
¿A Cuántos otros habrán dejado de contabilizar? Teniendo en cuenta que el informe del MINSAP ni la conferencia de prensa permite identificar a los médicos fallecidos, por ejemplo:
Dr. Jhon Doe 49 años (27 de enero 2021). En el parte reza: «“De la Habana del Este era un hombre de 49 años, que estuvo con un largo período de sintomatología, su evolución fue lenta y desfavorable. Era médico, es el primer galeno que fallece según indicó el Doctor Durán, aunque no se contagió trabajando en zona roja.”» 294 295 296 297
Quien, según reporta @cubanoticias360, podría tratarse del Dr Reynaldo Blanco Valdes. Fallecido el 25 de enero de 2021. de 54 años, de Alamar, municipio Habana del Este, policlínico 13 de marzo.
«”Una dolorosa, y lamentable pérdida. Amigos, familiares y conocidos; quiero comunicarles que nuestro Dr Rey ha fallecido en la madrugada de hoy por complicaciones del COVID 19; un joven fuerte, sano que tantas vidas salvo, y por mucho que luchó por la suya propia no lo logró. Cuidémonos por nosotros y por todos aquellos que están al frente de esta terrible enfermedad. Descansa en paz querido Dr Reynaldo Blanco Valdes” 26 ENERO 2021 A LAS 10:56»
“Tengo una triste noticia que darles y es el fallecimiento por COVID-19 del primer médico en Cuba, el Dr Reynaldo Blanco, residente en Alamar, municipio Habana del Este, de 54 años, sin patologías de base. Su fallecimiento fue informado por el Canal Habana, en Habana Noticiario, sin mencionar era médico.” 298 299 300
Así ha quedado documentado el caso de otra doctora de 50 años, fallecida en Guantánamo.
Dra. Jane Doe La ciudadana de Guantánamo de 50 años que aparece como fallecida en el parte del día 25 de enero 301 era la Dra. Kenia Rojas De la Cruz, especialista de primer grado en Medicina General Integral, e Imageneología. 302
La muerte de la doctora queda confirmada por el oficialismo en las condolencias de la Sociedad Cubana de Radiología:
Las redes sociales han quedado como un muro de lamento, en el que se ha documentado los casos de los profesionales fallecidos no reportados:
“Alertamos a los funcionarios de salud a que hagan un pesquizaje exhaustivo en los trabajadores del Sector pues ya tenemos varios enfermos de la Covid en los que cuidan la salud del pueblo. Hoy estamos muy tristes con la pérdida física por Covid del Dr. Geovanis Rogelio Delisle Cobas quien fue Director de Salud de Guantánamo por más de 20 años y dirigió la misión médica en Ghana desde 1997 al 2003,como ven este microscópico virus no tiene cara, pero si hacemos la labor de pesquisa como debe ser no sería tan crítica la situación, estuvo 3 días en casa con catarro y dónde estaban los pesquizadores, sentimos mucho lo que está pasando en esa provincia así como en la nuestra de Santiago, damos nuestras condolencias a familiares y amigos de parte de todos los que lo conocimos y sabemos que Dios lo tendrá en su Gloria. Por favor compañeros de la Salud cuidémonos y también a nuestra familia y amigos y debemos exigir que se nos tenga en cuenta y se nos haga pruebas diagnósticas pues ya son muchos los enfermos y decesos.” 303 304
La falta de trasparencia, de ética profesional y de empatía con los profesionales y trabajadores de la salud en general ha quedado perfectamente evidenciada durante la actual pandemia. Mientras las autoridades cubanas, y todos, absolutamente todos sus medios de propaganda intentan disfrazar y/u ocultar cifras sobre los TS, el resto del mundo se viene uniendo desde muy tempranamente para darle visibilidad y rendirle homenaje y honores a los TS y PS que han muerto en el enfrentamiento del SARSCov-2 y la Covid-19.
Desde los inicios de la pandemia se crearon listas, cuentas en las redes sociales y páginas webs en memoria de los colegas. Tan temprano como el primero de abril la página @MEDSCAPE creo “In Memoriam: Healthcare Workers Who Have Died of COVID-19”, lista en la cual hemos cooperado agregando a nuestros colegas cubanos.
Medios como The Guardian se ha asociado con Kaiser Health News en un esfuerzo por documentar a todos los trabajadores de la salud de EE. UU. que mueren a causa de Covid-19 “Lost on the frontline”. Y no solo se limitan al reporte, ellos investigan si fueron prevenibles esas muertes: “Did they have to die?” 305 306
A lo que se han sumado iniciativas en las redes sociales, alguna de las cuales “COVID Heroes” comenzaron con tweets por colegas “Hospital confirms he died: Today, we lost another hero – a compassionate colleague, friend and selfless caregiver.”
Otras iniciativas también intentan documentar más allá de las estadísticas: SFacesOfCOVID @FacesOfCOVID Stories of those lost to COVID per news reports, obits & submissions. They were more than a statistic. Created by @alexjgoldstein Covid-19 RIP @covid19rip1 “I retweet posts honoring those lost to Covid19. You can @ me to retweet your memorial. DMs open. Mistakes/omissions are unintentional and will be corrected”
La prensa mundial por su lado se ha unido a los homenajes haciendo visible la emotividad de las despedidas a los TS y PS. 307
Las asociaciones y sociedades científicas o médicas crean páginas en memoria de sus colegas fallecidos durante la pandemia, como la emotiva web del Consejo Federal de Medicina de Brasil que lanza un “monumento virtual” para honrar a los profesionales que se fueron durante la pandemia de Covid-19, en la que reza:


El portal argentino Infobae comunica:
«“Los héroes que hemos perdido” … “Desde que comenzó la pandemia hubo 46.430 casos* confirmados de COVID-19 entre médicos, enfermeros y auxiliares. Representan el 5,0% del total de los contagios. De ellos, 229 fallecieron*: 138 varones y 91 mujeres. 138 de ellos, el 60,3% eran menores de 60 años. Representan el 0,90% de las muertes por coronavirus. Son los que murieron en el frente de batalla, peleando cara a cara con el coronavirus sin bajar los brazos más allá de las condiciones de trabajo que hayan tenido que enfrentar. Aquí, las historias de quienes perdieron la vida”».
Al mismo tiempo que contar con de datos abiertos permite entre otras posibilidades, que se sumen iniciativas para tener una mejor aproximación a las cifras reales de la repercusión de la pandemia en general y en los TS y PS en particular.
Muchos andan tras la verdad, como este estudio (solo por citar un ejemplo) en el que se propusieron determinar: ¿Cuántos trabajadores de la salud han perdido la vida luchando contra la enfermedad por coronavirus (COVID-19)? Y sobre la base de la utilización del método de captura-recaptura, estimaron que unos 1 652 (IC del 95%: 1618-1693) habían fallecido para el 20 de mayo de 2020, y lo consideraron como una profunda subestimación. Concluyendo que el estudio aporta alguna evidencia de que muchos trabajadores de la salud han sacrificado sus vidas luchando contra COVID-19. 308
El contraste de la conducta mundial que hasta aquí he narrado con el secretismo del régimen totalitario y sus voceros es abismal, con total falta de ética médica, profesional y sin el más mínimo pudor dejan un vacío informativo sobre los TS y PS no solo en la isla, sino que tampoco han reconocido a cubanos fallecidos fuera de Cuba.
Gracias a la prensa independiente, a denuncias en las redes, y en algunas ocasiones a la de los medios de otros países hoy contamos con listas sobre estos datos. A continuación, muestro una lista de confección propia y en evolución (por fecha de fallecimiento):
Dr. Héctor Pablo Morales Pardo. (18 de mayo 2020) natural de Morón, Ciego de Ávila y fallecido en Brasil. Trabajó en Policlínico Belkis Sotomayor, en Ciego de Ávila. 309 310
Dr. Maikel Pérez Alba, (sábado 29 de mayo 2020) Reconocido pediatra cubano Emergencista Intensivista Pediátrico en el Hospital General Francisco de Orellana. Natural del municipio Baracoa, en la provincia de Guantánamo. 311 312
Dr Eugenio Suárez Utria. (domingo 30 de mayo 2020) médico en el Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS). 313 314
Dr. Guillermo Sáez (jueves 6 de agosto de 2020) médico cirujano de 51 años, CDI del Balneario en Catia la Mar y en Seguro Social, La Guaira, Venezuela. 315 316 Sobre el fallecimiento de este colega el diario @14ymedio señalo: “Una de las respuestas a ese post hace alusión a la muerte de otro doctor cubano en Venezuela como consecuencia del covid-19: Hace unos días también falleció en Venezuela el médico cubano Guillermo Sáez, también contagiado por covid-19. Fue mi compañero de estudios en el IPUEC 8 de octubre. Qué tristeza. Que descansen en paz”, escribió la usuaria Myléne González”. 317
Lic. Yoel Rodríguez (martes 25 de agosto de 2020), enfermero de 46 años, de Pinar del Río, falleció en Puerto de la Cruz, Venezuela. 318 319
Dr. Leonel Rafael Batista Hierrezuelo (jueves 27 de agosto 2020), médico de 28 años, Centro de Diagnóstico Integral “Dr Jacobo Antonio Roth”, Miranda, Venezuela. 320 “Honor y Gloria a nuestro guerrero…” publicó en Twitter el Consejo Legislativo del Estado Trujillo (CLET), en Venezuela. 321 322
Dr. Pedro Antonio Milán Barreiro (lunes 31 de agosto de 2020), Ortopédico de 56 años, Venezuela. 323
Dr. Orlando Quintana (miércoles 2 de septiembre de 2020) de 51 años, cardiólogo, Maiquetía, Vargas, Venezuela. 324 325 326
Ante el silencio oficialista el día 3 de septiembre de 2020 el gobierno de los EE. UU. ofrece condolencias por los médicos cubanos fallecidos en Venezuela a través de un tweet del Departamento de Estado @StateDept 327
Dr. José Alberto Alonso Méndez (4 de octubre de 2020) “El Chino” especialista en Anestesiología, llevaba tres años de misión en Angola y este era su último año. 328
Pero las muertes de los médicos cubanos no son las únicas que, a conveniencia, el régimen castrista oculta al pueblo con su doble enterramiento.
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El día 8 de febrero era reportado el fallecimiento del profesor Dr. Francisco Fidel Llorente Llano cirujano de 63 años, había fallecido el día anterior, 7 de febrero de 2021, 329 330 azarosamente el día que se conmemoró un año de la muerte del Dr. Li Wenliang oftalmólogo de 33 años, que advirtió sobre el brote de COVID-19. Nace en Beizhen, China, el 12 de octubre de 1986, y fallece después de infectarse con SARS-CoV-2 en Wuhan, China, el 7 de febrero de 2020. Pero este valiente doctor, ejemplo de ética médica y profesional pareciera no haber existido para los esbirros y cómplices medios de comunicación en Cuba. 331 332
La razón por la que vergonzosamente no aparezca la causa de muerte del profesor Dr. Francisco Fidel Llorente Llano por el covid19 en la página oficial de @InfomedCuba, 333 ni en la web de la Sociedad Cubana de Coloproctología, en la cual es portada, no la sabemos.
Pero la razón por la que el régimen oculta conscientemente al Dr. Li Wenliang es la represión y la extorsión a la que fue sometido por el régimen chino, tras el intento de alertar a sus colegas médicos advirtiendo sobre un virus que creía que se parecía al SARS, otro coronavirus mortal, al comentar sobre siete pacientes tienen síntomas similares al SARS y están en cuarentena, en un mensaje por chat el 30 de diciembre de 2019, en el que les advirtió del brote y les recomendó usar equipo de protección para evitar contagiarse, así como le informaran a sus familiares. 334

Tan solo cuatro días más tarde, recibió una visita de funcionarios de la Oficina de Seguridad Pública, quienes le dijeron a firmar una carta donde lo acusaban de «hacer comentarios falsos» que había «perturbado severamente el orden social». «Le advertimos solemnemente: si sigue siendo terco e impertinente, y continúa con esta actividad ilegal, será llevado ante la Justicia ¿se entiende?». Debajo, Li escribió: «Sí, entiendo». No menos trágico fue el anuncio de su fallecimiento, puesto que murió dos veces en los medios estatales chinos. Este desastre épico del régimen de China, nos recuerda el día a día de los medios cubanos, teniendo que rectificar a conveniencia cuando la desinformación se les sale de control, algo que ocurre cada vez con más frecuencia por las denuncias en las redes sociales. 334 335
«Ni siquiera la notoriedad de haber sido el primer médico en notificar la aparición del brote de SARS-CoV-2, (COVID-19) ha salvado al Dr. Li Wenliang de la discriminación del régimen autoritario cubano»
Jose Alberto
Por su parte cubadebate bien bajito nos cuenta: “Li Wenliang, un médico de la ciudad china de Wuhan, en la central provincia de Hubei, advirtió los primeros casos de coronavirus entre el 12 y el 29 de diciembre de 2019”, en una de sus dos únicas alusiones al Dr Li, ocultando la represión, extorsión y multa que sufrió. Y en un artículo dedicado a la pandemia en los EE. UU. y contra el expresidente Donald Trump deja caer esta joyita: «Recién el 30 de diciembre se confirma que hay una nueva epidemia en China, gracias al doctor Li Wenliang, que envía un mensaje a más cien colegas por redes sociales. Li habla de “casos de SARS” y luego confirma que es un coronavirus “de tipo a determinar”. Al día siguiente, las autoridades de Wuhan confirman que hay decenas de casos de una neumonía hasta entonces desconocida», reflejo directo que como manipulan la información a traves de la omisión conveniente al régimen y a sus amos económicos tipo “sugar daddy” más que ideológicos.

El Dr. Li fue solo uno de los tantos que fueron silenciados, y como él al menos otros 4 colegas habían muerto en el mismo hospital en menos de un mes. Como si un déjà vu de los medios castristas se tratara, el 2 de enero, en un intento por contener la información con miedo, la Televisión Central de China publicó un artículo sobre los médicos que difundieron la noticia de un brote cuatro días antes. Médicos, a los que se hace referencia solo como «traficantes de rumores» y «usuarios de Internet», fueron interrogados por la Oficina de Seguridad Pública de Wuhan y «fueron tratados» «de acuerdo con la ley». 336
Cualquier parecido con la realidad de los medios estatales de la dictadura militar castrista no es pura coincidencia, es aprendizaje y capacitación entre los dos corruptos partidos comunistas.
Dr. Alberto Alcántara Paisán, (5 de abril 2021) quien al momento del deceso se encontraba de misión en Angola, en el Hospital General de Benguela, donde ejercía como urólogo y colaboraba como profesor de la Facultad de Medicina de la FUKB. 337
Dr. Oscar José Vera Cabezas (sábado 10 de abril de 2021). Profesor Vera, de 73 años, nacido en Holguín. Funcionario del MINSAP que al momento de su fallecimiento trabajaba en el Centro Nacional de Mínimo Acceso. 338 339 340
Dr. Pedro Vilorio Barrera (miércoles 26 de mayo de 2021) de 89 años, vivía en el municipio Plaza de la Revolución, en la capital, y estuvo 28 días ingresado. “Una gran pérdida para la cirugía pediátrica en Cuba, el profesor Pedro Vilorio, excelente profesional, maestro de maestros…“, lamentó la Sociedad Cubana de Cirugía Pediátrica en su muro de Facebook. 341 342 343
Dr. Jhon Doe (viernes 4 de junio de 2021) médico cubano de 66 años, residía en el municipio Batabanó ubicado en la provincia de Mayabeque y murió 22 días después de haber ingresado a un hospital provincial. 344 345 346
Dr. Orbe Luis López (11 de junio 2021) neurocirujano, colaborador en Beira, Mozambique, profesor del Hospital General Calixto García. 347
Prof. Dr. Humberto Sabás Hernández Zayas (5 de diciembre de 1933 – 16 de junio del 2021) de 88 años, eminente neurocirujano, profesor de profesores, científico, profesor de generaciones de cubanos y extranjeros durante décadas, galardonado con premios nacionales e internacionales. 348 349
Dr. Ronald Willian Guillen Hodge (jueves 17 de junio de 2021) de Guantánamo, falleció en Tanzania. Neurocirujano del Hospital Provincial General Docente Agustinho Neto. 350 351
Dr. Arián Bajuelo Jorge (sábado 19 de junio de 2021) de 34 años, jefe del departamento de Medicina Interna en el Hospital “Amalia Simoni”, residente en la provincia cubana de Camagüey, falleció por Covid-19. 352 353 Tampoco aparece como médico en el parte del MINSAP: “Ciudadano cubano, de 34 años. Municipio Camagüey. Provincia Camagüey. Antecedentes Patológicos Personales: Hipertensión Arterial, Obesidad, Insuficiencia Venosa Periférica. Estadía hospitalaria: 20 días. Hizo parada cardíaca en asistolia, se realizaron maniobras de reanimación cardiopulmonar, que no fueron efectivas. Lamentamos profundamente lo sucedido y trasmitimos las condolencias a familiares y amigos.” 354
Dr. Lincoln Eduardo Bertot Pérez. (20 de junio de 2021) “El especialista –cuya causa de muerte se desconoce– habría regresado de una misión médica. Residente en Santiago de Cuba trabajó durante muchos años en el Hospital Oncológico “Conrado Benítez García” de esa provincia.” La noticia fue difundida en redes sociales por su amigo y colega, Gustavo Adolfo Ginarte Rodríguez. 355 356 357
Actualmente la página del Gremio Médico Cubano Libre confecciona una lista propia en la que rezan 90 profesionales de la salud fallecidos por covid19 en la isla, al parecer todos con el régimen completo de vacunación con los candidatos vacunales cubanos. 358
En lo personal he querido rendirles honor a esos colegas silenciados por el régimen Castro-Canel, creando (junio 2021) una cuenta en Twiter, In Memoriam, intentando además darle visibilidad a la desidia del MINSAP y buscar colaboración con los datos de estos colegas víctimas de la pandemia y del régimen.
No debemos atender solo a los colegas que han fallecido por la enfermedad, son también víctimas de la pandemia aquellos que enferman y/o mueren como consecuencia de sus daños colaterales. Pongo un ejemplo ilustrativo en el triste caso del suicidio de la colega Dra. Yarisel Sariol Estevez en Santiago de Cuba, después de haber perdido a su madre sin atención médica en casa a consecuencias del COVID-19. 359 360 361 362
La mayoría de los expertos y estudios coinciden en que toda cifra respecto al contagio y muerte de los TS está subestimada, y para nada relata la verdadera historia en su totalidad. Por lo que, si es habitualmente difícil tener una foto de la realidad epidemiológica de los TS en las democracias con parcial o total transparencia, pues en los regímenes caracterizados por secretismos, proteccionismo del sistema y menor transparencia en general, se torna lógicamente más compleja esta instantánea. Y el régimen cubano se ha aprovechado muy bien de ello, primero aumentando la represión contra la libertad de expresión y de prensa libre, 363 y luego aprovechando las brechas científicas entre países respecto a los reportes sobre los fallecidos por Covid-19. 364
“El registro y la notificación de alta calidad de infecciones y muertes entre los trabajadores de la salud son mediciones fundamentales para permitir que se adopten las medidas de protección adecuadas y para respaldar los pedidos de inversiones significativas en la integración de datos ocupacionales en la certificación de defunciones y los informes de vigilancia”. WHO
Los propios expertos de la OMS reconocen que lo datos de vigilancia informados a la OMS entre enero de 2020 y mayo de 2021 en los que de los 3,45 millones de muertes por COVID-19, solo 6643 muertes se identificaron en trabajadores de la salud (HCW), es una subestimación significativa de la carga de mortalidad en todo el mundo en este grupo. Y estimaron mediante enfoques analíticos mixtos en 115 500 muertes (rango entre 80 000 y 180 000) las muertes de los TS a nivel global. 365
No vamos a detenernos en un análisis profundo sobre este aspecto de la epidemia, que requiere de toda una entrada dedicada, pero intentemos aproximarnos en dos direcciones sobre la base en lo que han mostrado los estudios hasta la fecha.
La importancia de la información del Certificado de Defunción por COVID-19 durante la pandemia.
- Son esenciales para desarrollar respuestas efectivas de salud pública durante y después de la pandemia.
- Informan al público, profesionales de salud y tomadores de decisión sobre el progreso de la pandemia de COVID-19.
- Indica quién está muriendo, dónde ocurrieron y cuáles fueron sus condiciones médicas asociadas.
- Se usa localmente para guiar la vigilancia de enfermedades y las medidas de cuarentena y optimizar los recursos médicos.
A principios de 2021 el número de denuncias respecto a la situación epidemiológica en Santiago de Cuba aumentó considerablemente, en febrero el periodista Norges Rodríguez (@norges14) entre otros, alerta sobre las irregularidades en la gestión de la pandemia en esa provincia compartiendo un video de un funcionario dando respuesta oficial a esas denuncias, que insistimos, previamente habían negado como de costumbre.
Este funcionario y médico miente públicamente, consciente o no, cuando afirma que morir después de haber dado negativo al PCR no cuenta para las estadísticas, primero porque no solo los casos confirmados (por PCR) deben ser incluidos, sino que también los casos sospechosos como se indica en la definición propuesta por la OPS/OMS.
3. Definición de muerte por COVID-19. La muerte por COVID-19 se define, a efectos de la vigilancia, como un fallecimiento resultante de una enfermedad clínicamente compatible en un caso probable o confirmado de COVID-19, a menos que exista una clara causa alternativa de muerte que no pueda relacionarse con la COVID-19 (por ejemplo, un traumatismo). No debe haber un periodo de recuperación completa entre la enfermedad y la muerte.
Organización Panamericana de la Salud (OPS)
Lo peor es que este argumento utilizado va en contra de un principio fundamental en salud pública y en epidemiologia que representa el objetivo del llenado de los certificados de defunción, en la correcta diferenciación entre la Causa Básica de la Defunción, las causas intervinientes y las causas contribuyentes o asociadas, asumiendo la muerte como un proceso o cadena de eventos.
“Si se entiende a la muerte como un proceso que generalmente se inicia con un problema de salud, que a su vez aumenta su deterioro y facilita el surgimiento de alguna otra enfermedad, es probable detectar más de una causa en este proceso (denominado cadena causal)”
Organización Panamericana de la Salud (OPS)
A pesar de que la certificación de la muerte es uno de los procederes médicos más antiguos en la práctica médica y que de forma universal se reconoce la importancia medicolegal y estadística de su correcta atestación aún existen significativas dificultades en su elaboración. El Certificado Médico de Defunción (CMD) es un documento medicolegal de uso obligatorio, que avala jurídicamente el fallecimiento y los derechos civiles que de ello se derivan. Y constituye el modelo oficial de formulario y el registro primario del sistema de información estadística de mortalidad del país.
Los médicos recibimos una capacitación insuficiente sobre el correcto llenado del CMD durante la formación profesional. Con frecuencia elaboramos mal los certificados al ser enseñados por otros médicos que también desconocen el correcto llenado, sin supervisión ni revisión periódica por parte de algún profesional con conocimiento de la materia, con lo cual se perpetúa la errónea certificación de las muertes.
Las estadísticas de mortalidad se preparan conforme a los reglamentos y recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), con el objetivo de que estas puedan ser asentadas y revisadas de acuerdo a un lenguaje internacional, dando la posibilidad de ser analizadas y comparadas; de ahí la importancia de que el personal médico conozca y este actualizado en la correcta confección del Certificado Médico de Defunción (CMD), que constituye el documento legalmente establecido por el Ministerio de Salud Pública, Modelo 8-111 (18-39-2) para informar sobre el fallecimiento de una persona; con la consiguiente repercusión jurídica, demográfica y sanitaria que esto representa.
Para el reporte de las causas de muerte el médico debe procurar identificar la causa básica (CBD) de la defunción, y las causas subsecuentes (antecedentes o intervinientes) en un orden cronológico, hasta la causa directa, inmediata o final (CDM) que provocó la muerte directamente, y en última instancia, es la que justifica por sí sola el desenlace fatal.
Desde el punto de vista preventivo, es necesario romper con la cadena de sucesos (acontecimientos patológicos) que va agravado la enfermedad y/o lograr la curación en algún momento de esta. Siendo el objetivo más efectivo de los programas de salud pública el de prevenir la causa que da origen a todos los demás trastornos o afecciones sucesivos o concomitantes que conducen a la muerte.
En la Conferencia para la Sexta Revisión de la Clasificación Internacional de Enfermedades (París, Francia, abril de 1948) se acordó que la causa de muerte que se utilizaría para la elaboración de estadísticas por “causa única” (tabulación primaria) se denominara causa básica de la defunción, definiéndose como: “(a) la enfermedad o lesión que inició la cadena de acontecimientos patológicos que condujeron directamente a la muerte, o (b) las circunstancias del accidente o violencia que produjo la lesión fatal” Organización Panamericana de la Salud, 2013a: 1056.
Una causa de muerte competente debe ser etiológicamente específica. No incluye ni síntomas, ni signos, ni modos de morir. Por ejemplo, el término “parada cardiorrespiratoria” que los cubanos hemos estado escuchando en los partes epidemiológicos diarios del Dr. Francisco Alberto Durán García @DrDuranGarcia es un disparate en ese contexto porque representa una de las descripciones de estar muerto, no una causa de muerte. Este término es el error más comúnmente cometido en el llenado de los CMD globalmente.
“Un certificado de causa de defunción completado correctamente proporciona una descripción del orden, tipo y asociación de eventos (cadena causal) que resultaron en la muerte”
Organización Panamericana de la Salud (OPS)
En la calidad del Certificado Médico de Defunción va siempre el prestigio profesional y la ética médica del galeno que, bajo su rúbrica, certifica públicamente la muerte de un ser humano.
“La certificación de la muerte NO es solo un trámite más a realizar. Es la oportunidad para dejar testimonio de la muerte en cuanto a las causas que la provocaron y a los factores sociodemográficos y de salud asociados a ella, que servirán para analizar la situación de salud y realizar intervenciones a partir de ello”, útiles en la prevención de muertes tempranas.
Nieves Zeta-Ruiz y Carlos Soncco
Tampoco es correcto no registrar el fallecimiento por COVID-19 aludiendo a que el paciente fallece a consecuencia de complicaciones “no especificas a este”, porque incluso cuando es la causa subyacente y no la causa directa, COVID-19 debe aparecer en la lista, como deja claramente indicado las OPS/OMS. “3A. ANOTANDO/REGISTRANDO COVID-19 EN EL CERTIFICADO MÉDICO DE CAUSA DE MUERTE. COVID-19 debe anotarse/registrarse en el certificado médico de causa de muerte para TODOS los fallecidos donde la enfermedad causó, o se supone que causó o contribuyó a la muerte” Y como bien le respondieron varios usuarios de twitter como @libre35434246 y Malkut@AriMalkut
Y aunque el problema respecto al inadecuado llenado de los Certificados de Defunción independientemente de la pandemia no es exclusivo de los profesionales cubanos, lo peculiar aquí es que las autoridades cubanas dejan muestras de estarse aprovechando de ello para alterar sus estadísticas. Estrategia que fue revelada a Diario de Cuba por el joven colega Dr. Emilio Yaser Pando Hernández, médico de familia graduado en 2019 quien además denunció el déficit de médicos, la protección insuficiente, y una pésima alimentación.
En esta misma línea de los “errores” en el llenado de los CMD va la utilización de diagnósticos sindrómicos y no etiológicos como es el caso de la “neumonía” y la “bronconeumonía” que se prestan para ser aceptadas como complicaciones de prácticamente cualquier enfermedad. Así los pacientes reportados fallecidos como “neumonía” podrían ser atribuidos a cualquier otra enfermedad (entidad nosológica). Visto de la manera más simple, para tener una idea, la “neumonía” podía ser causada por bacterias, hongos o virus. Entonces lo correcto es ponerle apellidos: neumonía de etiología bacteriana por Streptococcus pneumoniae.
En mayo de 2020 la periodista Nora Gámez Torres revela en una investigación para The Miami Herald que las autoridades sanitarias de la isla podrían estar enmascarando el número real de los casos de COVID-19 al atribuírselos a casos de IRA (Infección Respiratoria Aguda) que es un término que engloba a toda infección que afecta a las vías respiratorias superiores (como catarros) y/o inferiores (como las neumonías), causando una enfermedad de leve a grave, con una duración menor de 15 días y que puede ser transmitida de persona a persona.
En el artículo se denuncian que para la segunda quincena de marzo y abril de 2020 el número de casos por IRA se duplicó en Cuba en comparación con cifras del mismo periodo en años anteriores. Una de las posibilidades era que este aumento se debiera a un número considerable de casos de coronavirus sin diagnosticar puesto que las pruebas para detectar el COVID-19 estaban severamente limitadas y defectuosas.
Al igual que lo difundido por el Granma, Ashley Baldwin la vocera de la OPS, en un intento de justificar el aumento en la detección de casos con IRA, que le atribuyó al virus de la influenza A como resultado de las pesquisas masivas del personal sanitario en la isla, alegando que se había descartado el COVID-19 en la mayoría de estos casos, según le comentó al Herald, sin explicar cómo esto había sido posible en medio de la crisis de insumos y la falta de pruebas.
Algo denunciado por Radio Televisión Martí: “En septiembre de 2019, Ashley Baldwin fue –junto con Leticia Linn y Sebastián Oliel— una de las tres representantes de prensa de la OPS que no respondieron mensajes de email ni llamadas telefónicas de Radio Televisión Martí al solicitar datos para la investigación “Dengue y zika en Cuba en tiempos del coronavirus y ‘un problema técnico’ de la OPS”.
“La calidad de la información es también un indicador de la calidad de la atención”
CEMECE @OPSOMS
Cuando se analizan los datos epidemiológicos del IPK utilizando la tasa de incidencia semanal (imagen), se observa un aumento repentino para la semana epidemiológica No. 10 que genera un pico entre las semanas 13 y 14 que disminuyó igual de drásticamente para la semana No. 15 a niveles anteriores, y continuó disminuyendo a lo lardo del año 2020 a cifras inferiores al promedio en los últimos diez años, lo cual podría deberse a las medidas restrictivas implementadas.

Al realizar un corredor o canal epidémico (imagen) notamos que sospechosamente ese pico representaría una verdadera zona de alerta ante una posible epidemia, en este caso de Influenza A, pero esta alerta jamás fue emitida, lo que pareciera indicar que de manera premeditada estaban escondiendo los casos por COVID-19 reportándolos como IRA hasta que se les fue de control y comenzaron a reportar consecuentemente menos casos, lo que coincidió supuestamente con el número creciente de denuncias en las redes y los artículos de la prensa al respecto. Para el 2021 habiendo aprendido la lección, las tasas de incidencia semanales de IRA se mantuvieron curiosamente muy bajas, hasta que para las fechas del colapso del sistema de salud aumentaron esta vez no solo por unas 5 semanas sino unas 10 semanas y sin sobrepasar los niveles de seguridad según los cuartiles para los últimos años como muerta el corredor epidémico. Volviendo a caer a finales del año contrario a lo que acostumbra a ocurrir en los meses de invierno con los virus respiratorios como la influenza A (H1) con picos más altos que el de los meses de la primavera.

Por otra parte, al ver los datos referentes a las causas de muerte en el Anuario Estadístico de Salud las causas de muerte por “influenzas y neumonía”, una de las diez primeras causas de muerte en Cuba, generalmente en el cuarto puesto, y en aumento en los últimos años, 5735 defunciones en 2000, 6481 (2016), 8120 (2017), 8248 (2018), 8923 (2019), para el 2020, había disminuido en casi dos mil con 7011 defunciones. Por mucho que el régimen intente sus acostumbrados artificios estadísticos para el falseamiento de las verdaderas cifras de salud, poco a poco se va llegando a algún estimado más acorde con la realidad de los cubanos en la isla como indica la Oficina Nacional de Estadísticas e Información (ONEI) en un reporte demográfico donde población total cayó en 68380 personas para el año 2021, con un registro de 167645 fallecimientos, 55204 defunciones más respeto al año 2020 con 112439 de muertes reportadas.
Podría parecer que no tiene mucho impacto real el reporte de las muertes confirmadas por covid-19, pero junto con los fallecidos podrían estar enterrando el número real de casos, o uno más aproximado a la realidad epidemiológica en la isla.
Esto es debido a que la tasa de letalidad no solo tipifica la gravedad (virulencia) de la enfermedad, sino que también es reflejo de la transmisión. Así una transmisión no detectada y su consiguiente subestimación de la epidemia pueden ser evidenciadas por una elevada tasa de letalidad, generando una retroalimentación para la mejora de la eficacia en el sistema de vigilancia epidemiológica en la detección, diagnóstico de los casos y en el rastreo de contactos. Permitiendo, además, corregir las estimaciones de la incidencia de la enfermedad. 366
Aunque la tasa de letalidad (CFR, Case fatality rate) representada como la proporción del número acumulado de muertes (reportadas), dividida por el número acumulado de casos (confirmados) de una enfermedad, se ha utilizado para evaluar y comparar la gravedad de la epidemia entre países por ser un indicador que resume tanto la magnitud como el impacto de la epidemia. Al ser dependiente de las capacidades reales de identificar, confirmar tanto los casos como las muertes, origina grandes diferencias entre países o regiones, que podrían ser explicados por factores poblacionales, ambientales, o socioeconómicos, más que por la propia virulencia o letalidad de la enfermedad en sí.
Dicho de otra forma, dividir el número de muertes reportados por los casos reportados hasta una fecha determinada representa una estimación muy sesgada de la tasa de letalidad. Porque no tendrías en cuenta (no controlarías) otros muchos factores como el retraso desde a confirmación del caso hasta la muerte, y reporte de esta. Un grupo de investigadores corrigiendo estos retrasos entre la confirmación y la muerte estimaron el porcentaje de casos de COVID-19 sintomáticos notificados en diferentes países. 367
Este estudio dirigido por Timothy Russell del Centro para el Modelado Matemático de Enfermedades Infecciosas (CMMID) en la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres (LSHTM), estimó a partir del ajuste de la tasa de letalidad, corrigiendo las demoras entre la confirmación y la muerte, en Cuba, al inicio de la pandemia (entre marzo y abril) los casos sintomáticos reportados eran solo del 13% (6,4% – 47%) 396/11, (95 IC), de los casos reales (unos 3mil) que no estaban siendo reportados para el 6 de abril.

Cifra similar a las de finales de abril con solo el 17% (11% – 47%) 1189/40, (95 IC), de los casos reales (más de 7mil) que no estaban siendo reportados. 368 Para entonces 18 de cada 20 casos no se reportaban, muestra del subregistro esperado al principio de las epidemias, mientras las autoridades cubanas hablaban del control de la epidemia en la isla gracias a sus medidas.

En otras palabras, podemos ir a la inversa, desde los fallecidos reportados hasta los casos para tener una mejor instantánea de la transmisión real. Esta fotografía se acercará más a la realidad de la dinámica de la pandemia cuanto más adecuada sea la detección de muertes confirmadas.
Vayamos a los datos cubanos de casos de muertes confirmadas el día 6 de abril que Cuba reportó 396 casos confirmados acumulados, 46 nuevos casos ese día, con 11 fallecidos acumulados, 2 nuevos ese para ese día. 369 Podríamos (siendo conservadores) simplemente sumarle 500 casos a cada como proponen algunos expertos. 370 371 Que representarían unos 5 500 casos infectados reales, cifra similar a las estimadas anteriormente.

Hagamos otros cálculos algo menos rudimentarios, si sabiendo de estudios epidemiológicos fuera de Cuba reportaron al comienzo de la pandemia, que la mortalidad por Covid-19 ronda el 1% (2,9%), que el tiempo desde el debut sintomático hasta la muerte es de aproximadamente 15 días (7 a 14 días) (Time from symtoms onset to death) 372 373 que el periodo de incubación es de 5,1 día como media (2,2-14 días), por lo que el tiempo desde la infección hasta la muerte es de 20 días (15 + 5; unos 23 días para España 374 por ejemplo) 375 y asumiendo que los casos se duplican cada 5 días. Tendríamos que desde el 17 de marzo (a 20 días del 6) calcularíamos retrospectivamente unos 1100 casos (100 por cada uno de los 11 fallecidos repostados el día 6 de abril), que se duplicaron 5 veces hasta los 35 200 casos para el día 6 de abril de 2020 de los que solo se reportaron 396 casos confirmados.
Esta es solo una de las razones probables por las que el régimen dejara de reportar adecuadamente los fallecidos. Algo que se mantuvo ocultando hasta que le fue prácticamente imposible. Otra de las razones imperantes no excluyente es al parecer el déficit de prueba PCR.
Para principios julio varios medios denuncian «”ocultación masiva de información” sobre COVID-19 en Cuba, colapso hospitalario y falsificación oficial de certificados de defunción».
«Llamamos al gobierno de Cuba a pedir y aceptar toda la ayuda humanitaria internacional, y no de forma selectiva, como ha venido sucediendo hasta ahora. El problema es grave. La Organización Mundial de la Salud y la Organización Panamericana de la Salud deben actuar inmediatamente»
Observatorio Cubano de Derechos Humanos (OCDH)
El colapso seguía siendo evidente por mucho que intentaran ocultarlo. Los medios locales intentaban calmar los ánimos dando explicaciones pueriles sobre la situación mientras se seguían viendo cada vez más escenas de fosas comunes.
Rolando Nápoles @RNapoles

Así mientras en abril del puesto a dedo Diaz Canel hacía alarde de la supuesta calidad de la estrategia con sus manipuladas estadísticas de letalidad, la contundente realidad de la situación epidemiológica obligó al ministro a reconocer que estos datos eran inadecuados solo cuatro meses después ante el fracaso de esas mismas medidas.
“El parte diario que emite el Minsap solo incluye a los fallecidos que en el momento de su deceso tienen un PCR positivo, según admitiera el propio Ministro de Salud en exclusiva para Invasor. No todos los fallecidos alcanzan a hacerse u obtener el resultado de un PCR. La muerte, a veces, llega primero”. 376 377 378
Realmente, con esa “ingenua” escusa (absurda a oídos de entendidos), el ministro de salud pública no hace nada más que burlarse de los cubanos mientras reconoce públicamente que no se están siguiendo las recomendaciones de la OMS para el registro de los fallecidos por COVID-19. Dándole validez a lo que desde hacía ya mucho tiempo se estaba denunciando en las redes sociales y como he repetido ellos habían desmentido hasta más no poder.
Razón tenían muchos cubanos y periodistas independientes como Yoani cuando afirmó: “Imprecisos” es poco… manipulados, maquillados, alejados de la realidad… una total falta de respeto a las familias de los fallecidos… #SOSCuba #NoAlDecretoLey35
Las denuncias continuaron, como continuó el sufrimiento de mi pueblo, y a pesar de la abundante información al respecto muchos dentro de la isla aun desean recordar falsamente que nada de esto pasó y que otra vez vencía la revolución cubana.
Los testimonios son desgarradores, no pretendo aquí darles mayor valor a los sufridos en Cuba respecto al mundo, sino darle luz a nuestra verdad, por dura que esta sea.
“Efectivamente, tu revolución maligna les entierra dos veces, una ante sus familiares, amigos y allegados y otra, cuando los oculta de las estadísticas nacionales”
— Jose Alberto
Al inadecuado registro de los fallecidos por COVID-19 en Cuba dedicaré un análisis en otra entrada por las implicaciones éticas y médico legales.
A modo de resumen de esta primera parte, les dejo una lista enumerada sobre las denuncias que pueden ser extraídas de este articulo y que me servirán de contexto para la pregunta central de mi hipótesis de la segunda parte: ¿Fueron inicialmente los hospitales y otros centros de salud los puntos críticos o los catalizadores de la epidemia en Cuba?
- Ausencia de reportes epidemiológicos específicos oficiales sobre la situación epidemiológica de los trabajadores y profesionales de la salud.
- Exclusión de Cuba de los reportes específicos sobre la situación epidemiológica de los trabajadores y profesionales de la salud emitidos por la OMS/OPS.
- No existen reportes oficiales sobre situación epidemiológica respecto a la COVID-19 en centros de salud, ni publicaciones científicas al respecto.
- Las autoridades pretendieron responsabilizar desde un inicio a Trabajadores y Profesionales de la salud, como individuo aislado del sistema, en un intento de ocultar la ineficacia de las respuestas a la epidemia y de los rudimentarios protocolos para implementarlas.
- Inadecuada política de testeo y rastreo de casos para los Trabajadores y Profesionales de la salud, familiares y pacientes en las instituciones sanitarias.
- Culpar a las características de la enfermedad de la propagación intrahospitalaria de la epidemia, por ser supuestamente desconocidas, cuando en realidad eran ya para esas fechas ampliamente conocidas.
- Sospechosa excepcionalidad de los datos sobre los trabajadores y profesionales de la salud cubanos respecto al mundo. Existiendo además evidencias prepandémicas de manipulación de las estadísticas de salud.
- Demostrable omisión consciente e intencionada de los dados epidemiológicos sobre los trabajadores y profesionales de la salud cubanos.
- Ausencia de datos epidemiológicos sobre los estudiantes en labores forzosa de pesquisas (entre otras) más allá de la propaganda en la masividad, y la supuesta espontaneidad.
- Medios de comunicación estatales cómplice del sistema político, que gobierna en dictadura. Violando toda ética profesional deja al pueblo cubano a merced del régimen, mientras hace como Poncio Pilato.
- Ausencia de reportes a tiempo real de la situación epidemiológica de los Trabajadores y Profesionales de la salud.
- Escasos o nulos detalles epidemiológicos sobre los brotes epidémicos en centros de salud, no reportes de los mismos a la OPS/OMS, ni publicaciones científicas al respecto.
- No sistematicidad respecto a los datos epidemiológicos en el sistema de salud prepandemia y durante la pandemia.
- Evidencia de la omisión consciente y conveniente de los datos, reflejo de que solo se hace público lo menos desfavorable y/o los datos difíciles de ocultar.
- No transparencia, no datos oportunos, ni detalles sobre los profesionales de la salud en las Brigadas Paramilitares “Henry Reeve”, llamadas “misiones internacionalistas”.
- Discriminación y segregación ideológica de los trabajadores y profesionales cubanos que no comulguen con el régimen.
- Centralización de la información en medios abiertamente políticos con grandes conflictos de intereses, que después es replicada como eco por el resto de los medios estatales e internacionales.
- El flujo de la información incluida la técnica respecto a la pandemia tiene como fuente medios políticos (en especial el desinformativo cubadebate) con ingentes conflictos de intereses. Incluidos aquellos medios especializados que le reportan a la OPS/OMS.
- Trabajadores y profesionales de la salud prisioneros (negación de salida) de régimen en su propio país solo por su profesión.
- Trabajadores y profesionales de la salud desterrados de su nación solo por su profesión.
- Trabajo forzoso a los médicos como chantaje a la salida definitiva.
- Trabajo forzoso a los estudiantes universitario destinados al pesquisaje masivo.
- Conflicto de intereses de los profesionales por un sistema estatal que los induce y obliga a mentir.
- Utilización de instituciones sanitarias como correccionales.
- Administrativos de instituciones sanitarias violando los derechos humanos y los principios de la ética médica.
- Marcada discriminación y segregación por ideología política recrudecida durante la pandemia de COVID-19.
- El régimen castrista le impide al cubano la creación de ONGs.
- No se permiten ONGs que no se subordine al régimen castrista.
- Se excluye, amoral e impunemente, la realidad del cubano de a pie por la mayoría de las ONGs.
- Se excluye la verdadera realidad del sistema de salud cubano por la mayoría de las ONGs.
- No contamos con una visión diferente a la que muestra la dictadura, ni dentro, ni fuera del Archipiélago Cubano.
- Algunas ONGs actuando como cómplices relatan informes sesgados que favorecen la imagen de la dictadura y en detrimento de la insipiente sociedad civil cubana.
- No existe protección real (fuera de panfletos burocráticos) al consumidor en Cuba.
- Los pacientes cubanos están desprotegidos ante un sistema de salud (y demás) abusador y mediocre.
- El ambiente laboral de los Trabajadores y Profesionales de la salud en Cuba lejos de facilitar la nutrición adecuada representa un obstáculo para consecución.
- El ambiente laboral de los Trabajadores y Profesionales de la salud en Cuba lejos de facilitar armonía y confort para el aprovechamiento de sus horas de descanso representa un obstáculo.
- Escases prepandémica de Equipos de Protección Personal.
- Inexistencia prepandémica de componentes de los Equipos de Protección Personal.
- Carencia prepandémica de guantes médicos.
- Reutilización y re-esterilización prepandémica de guantes desechables.
- Incumplimiento de normas de bioseguridad prepandémica en la totalidad de los centros hospitalarios y de salud en Cuba.
- Manejo inadecuado de residuos hospitalarios peligrosos prepandémica en la totalidad de los centros hospitalarios y de salud en Cuba.
- Es evidente que la situación del Sistema de salud cubano era deplorable mucho antes de la crisis por la pandemia. En cuanto a infraestructura, en cuanto a equipos médicos y a tecnología.
- Ocultamiento inicial de información epidemiológica que después terminan aceptando, por presión en las redes, demostrando la falta de transparencia y el manejo de estadísticas al antojo político.
- Sistema de Salud abusador, corrupto y mediocre, que discrimina mejorando solo temporal y estéticamente instituciones para sus fines propagandísticos, mientras el resto naufraga en la desidia y se hunde en la miseria.
- Enmascaramiento de la realidad por parte de quienes supuestamente velan por el bienestar de todos.
- Extorsion a estudiantes universitarios para realizar labores durante la pandemia.
- No se brindan detalles oficiales ni existen datos públicos de los galenos cubanos fallecidos por la pandemia.
- No existe registro público del acumulado de Trabajadores y Profesionales de la salud fallecidos por la pandemia.
Concluyendo esta primera parte: Hasta el día de hoy continúan enterrados doblemente la mayoría de mis colegas fallecidos a consecuencia de la actual pandemia de COVID-19, víctimas no solo del nuevo virus, sino de las precariedades laborales, del paupérrimo estado de nuestro sistema de salud, el estado insalubre de los centros sanitarios, y las insuficientes, erráticas e ineficaces medidas de las autoridades cubanas competentes.
Los responsables, esos políticamente “confiables” funcionarios revolucionarios son conscientes de nuestros problemas, y conocen que la mejor manera de resolverlos implica mayores libertades que amenazan sus puestos de poder y sus privilegios devengados, pero resuelven los devenidos dilemas éticos-morales, y la tensión psicológica por la disonancia cognitiva apoyándose en el sistema (“revolución”) opresor y abusivo, que les induce y facilita ir acudiendo al ocultamiento de información, a la mentira y a la propaganda que apuntale su puesto y del de su jefe inmediato superior en la pirámide socialista. Finalmente son tantos los problemas y tan cotidianas las falacias que terminan habitando en un conveniente universo paralelo. Todo en un profundo detrimento de nuestra sociedad, de cada uno de los cubanos de a pie, víctimas de irreversibles daños.
Muchas gracias y siéntase usted en la libertad de dejar sus consideraciones al respecto.
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